Ustedes son vulnerables.

—Así que incluso si usas todos los favores que tienes, aún así no puedo darte una técnica como esa.

Si algo así existiera, todos los Cultivadores de la Etapa Divina en el mundo habrían luchado por ello con sus vidas en juego. Sería una catástrofe.

Una catástrofe que seguramente involucraría a la Orden Ancestral.

—¿Orden Ancestral?

Nux frunció el ceño.

—¿Qué es eso? —preguntó, sin embargo, en lugar de responder, Eisheth solo sonrió un poco.

—Reina Eisheth, por favor no juegues con este simple chico, tengo un corazón débil.

—¿Qué es esta Orden Ancestral y... por qué tú, un Cultivador de la Etapa Divina pareces... intimidada por ella? —preguntó Nux.

—Formarás un Clan pronto, ¿verdad?

—Lo haré.

—Entonces conocerás de su existencia por ti mismo.

—No puedo seguir contándote todo, también necesitas investigar por tu cuenta. —respondió Eisheth con una sonrisa misteriosa en su rostro.

Nux la miró a la cara y, sabiendo que ella no respondería su pregunta, solo suspiró,