Todo tiene su precio

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—Adelante —dijo Neatwit mientras esperaba ver a Christian Grey, sin embargo, se sorprendió al ver a Max.

—Hola, maestro de gremio —dijo Max mientras se sentaba incómodamente en la silla frente a Neatwit.

Los dos permanecieron en silencio por un rato mientras Neatwit inspeccionaba a Max, y Max notaba los cambios en Neatwit. Durante el tiempo en que su hermano fue maestro de gremio, Neatwit fue su jugador clave cuya única obsesión en la vida era estar en la cima de las tablas de líderes de nivel.

No fue hasta muchos años de jugar con los Élites que lentamente comenzó a preocuparse más por el gremio que por su gloria personal y se moldeó en un anciano responsable dentro del gremio.

Aun así, conservaba ese aura de jugador despreocupado y genial, y Max lo recordaba como un tipo bastante relajado hasta que su hermano renunció como maestro de gremio y entregó las riendas a su amigo Karna.