Academia Pagna

Por lo que Raze había aprendido, los miembros de Pagna normalmente se abstenían de entrometerse en los asuntos humanos. Solo los oficiales de alto rango o aquellos particularmente molestos intervendrían. Por lo tanto, el reciente ataque desconcertó a Raze.

—Honestamente, no lo sé —respondió Sonny, soltando un profundo suspiro—. Está pasando mucho en este momento que no entendemos. Aunque la Brigada Roja controla esta área, es difícil monitorear todo.

—Mira, sé que quieres respuestas, pero ni siquiera pienses en buscar venganza. Una persona ordinaria como tú no tendría oportunidad contra un guerrero Pagna de Rango 1. Recuerda, tienes una hermana de la que cuidar.

¡Venganza! pensó Raze. ¿Por qué me importaría una familia con la que no tengo conexión ni recuerdo? Las únicas personas a las que quiero vengarme son el Gran Magus.

Sonny ya estaba a mitad de camino hacia la puerta, claramente apurado, así que Raze no lo acosó con más preguntas. Podría preguntar la próxima vez que se encontraran o investigar por su cuenta.

Al regresar con el Señor Kron, Raze fue presentado a los demás ocupantes del templo. Cuatro eran de su edad: tres chicos y una chica.

El primero que llamó la atención de Raze fue un chico de piel oscura y cabello rizado con una sonrisa increíblemente tonta llamado Simyón. Parecía genuinamente contento de tener nuevos compañeros.

Luego había dos chicos: uno más bajo con una cara bonita y buena complexión, que solo llegaba a los hombros de Raze, llamado Gren. Parecía molesto por haber sido convocado sin razón aparente.

A su lado estaban los gemelos, un chico y una chica, Biyo y Giyo. Eran idénticos, excepto por la longitud de su cabello. Se presentaron educadamente, pero parecían indiferentes.

Los niños restantes eran mucho más jóvenes y saludaron a Safa y a Raze con amplias sonrisas, saludos con la mano y reverencias.

Después de las presentaciones, todos reanudaron sus tareas. Safa continuó limpiando los adornos y los pisos antes de barrer afuera. Ella fue emparejada con los gemelos para la limpieza, la tarea principal aquí. A Raze se le asignó ayudar a preparar la comida y le instruyeron que siguiera a Simyón.

Al entrar en la espaciosa cocina, que parecía una cantina capaz de servir a cientos, Simyón levantó una gran canasta de papas y la estampó sobre la mesa.

—Bien, solo sigue mi ejemplo y creo que le cogerás el truco —Simyón sonrió.

Lavaron las papas, retiraron ciertas raíces con un cuchillo, las pelaron y las echaron en otra canasta. Simyón observaba de cerca a Raze y se mostró algo sorprendido.

—¡Hombre, pelas esas papas incluso mejor que yo! ¿Cómo aprendiste a usar un cuchillo tan bien? —preguntó Simyón.

—Viví solo por un tiempo y aprendí a cocinar para mí mismo. He estado haciendo esto durante mucho tiempo —respondió Raze.

—¿Mucho tiempo? ¿No tienes mi edad? ¿Estabas pelando papas desde los tres años o algo así? —Simyón bromeó mientras continuaba su trabajo.

Raze había respondido automáticamente y se dio cuenta de que podría haber revelado demasiado. Los niños no estaban al tanto de su pasado, pero siendo niños, inevitablemente harían todo tipo de preguntas. Actualmente, se suponía que Raze vivía con su familia, no solo. Necesitaba asegurarse de que su historia se mantuviera consistente.

—Tú también debiste tenerlo difícil, ¿eh? No te preocupes, todos aquí hemos tenido una vida difícil. Pero no te estreses demasiado; estamos en un buen lugar —Simyón lo tranquilizó.

Raze recordó que Sonny mencionó que estaban seguros aquí, todo gracias al Señor Kron.

—¿Es por el Señor Kron? ¿Él también es un Guerrero Pagna? —preguntó Raze, queriendo evaluar su entorno y las posibles amenazas. Con su fuerza actual, tal vez ni siquiera podría derrotar a un guerrero de rango 1.

—¡Ja! —Simyón se rió—. Supongo que no has oído; acabas de llegar, después de todo. —Miró alrededor para asegurarse de que nadie estuviera escuchando—. Los rumores dicen que el Señor Kron solía enseñar en la academia de Pagna.

—¿La academia? ¿Hay una academia de Pagna? —Raze levantó una ceja. Sonny nunca lo mencionó, pero tenía sentido ya que Raze no era inicialmente un guerrero.

Simyón estaba tan sorprendido que dejó caer una papa que estaba pelando. Antes de que tocara el suelo, la pateó de vuelta hacia arriba, atrapándola, aunque ahora estaba cubierta de tierra.

—¿Debajo de qué roca has estado viviendo? ¿Cómo no sabes sobre la academia? —preguntó Simyón.

Raze señaló su cabeza.

—Yo… no tengo muchos recuerdos. Algo me pasó antes de venir aquí. —Raze trató de poner una cara que hiciera parecer que era un tema difícil de hablar. De esa manera podría evitar más preguntas—. ¿Podrías explicarme la academia?

El tema pareció emocionar a Simyón, dejó la papa junto con el cuchillo mientras gesticulaba con los brazos explicando.

—La academia de Pagna es el lugar para cualquiera que aspire a dejar su huella en este mundo, —elaboró Simyón—. Hay una en cada facción, incluida aquí en la facción oscura. Es una escuela financiada por todos los clanes de la facción.

—Comenzó como una manera de que los clanes criaran a luchadores prometedores y su éxito aseguró su continuación. Los miembros del Clan envían a sus hijos a la academia, pero también está abierta a aquellos que no están afiliados a ningún clan, ofreciendo un escalón al mundo de Pagna.

—Al graduarte, otros clanes te reclutarían con entusiasmo. Unirse a la academia no es obligatorio para convertirse en Pagna, pero para aquellos como nosotros, sin un clan o acceso a técnicas y habilidades de cultivo, ¡es el único camino para convertirse en un guerrero! —La voz de Simyón temblaba de emoción, incapaz de contener su entusiasmo.

La mención de la academia de Pagna le recordó a Raze a la Academia de Magos. Aunque le dijeron que carecía de talento mágico, finalmente demostró que todos estaban equivocados.

Incluso aseguró una posición respetada dentro de la Academia de Magos, a pesar de nunca haber sido un alumno.

Esos... recuerdos... son los que no deseo revivir, reflexionó Raze.

—Sin embargo, no cualquiera puede unirse a la academia. Debes al menos ser capaz de cultivar tu Qi y demostrar una habilidad básica de rango 1 a cierto estándar.

Se usaron muchos términos desconocidos – Qi, habilidades básicas – pero Raze dudaba que Simyón pudiera explicarlos adecuadamente. Encontró explicaciones escritas en los libros más fáciles de comprender.

—Por eso somos afortunados de tener al Señor Kron. Nos enseña durante una hora cada día. ¡Gracias a él, todos tenemos la oportunidad de convertirnos en Guerreros Pagna! —Raze examinó su mano mientras la cerraba en un puño. Había dañado a muchos con su magia, pero ¿alguna vez había lastimado físicamente a alguien?

Los recuerdos del asesino que mató pasaron por su mente. Definitivamente había usado sus manos en esa ocasión. No había duda de ello.

Supongo que él fue el primero. Me pregunto si este cuerpo es capaz de realizar estas habilidades marciales. Supongo que lo descubriré hoy.