La Identidad del Hombre Mayor

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Cuando llegaron al hospital, al Hombre Mayor lo llevaron de urgencia al quirófano, mientras Jia Li se sentó en el corredor a esperar.

Se veía preocupada mientras miraba las puertas cerradas del quirófano. Pero no había nada más que pudiera hacer que sentarse, rezar, esperar y tener paciencia.

Por momentos, quería maldecir a la familia del anciano por permitirle conducir a esas horas del día.

Algo se activó en la mente de Jia Li cuando pensaba en la familia del Hombre Mayor.

—¿Cómo contactaré a su familia? —se preguntó—. ¿Estarán ya buscándolo?

Con todos estos pensamientos surgiendo como olas del mar, de repente recordó que había recogido una cartera del suelo en el lugar del accidente.

Revisó su bolsillo en busca de ella, pero encontró su teléfono móvil en su lugar. Luego revisó el otro bolsillo y la encontró.

No sabía si lo que estaba a punto de hacer era correcto, revisar la propiedad de otra persona sin permiso, y ni siquiera era policía.

Pero considerando la situación, tenía que ver si había alguna forma de localizar a la familia del Hombre Mayor en caso de que estuvieran enfermos de preocupación y buscándolo en ese momento.

Al abrir la cartera de cuero marrón, encontró una tarjeta de identificación, que pertenecía al hombre. La sacó y comprobó los detalles, y descubrió que era una tarjeta de identidad de residente, lo que significaba que podría no ser capaz de encontrar ningún contacto que pudiera ser su familiar.

Examinando con atención los detalles de su tarjeta de identidad, descubrió que al hombre le apellidaban Fu, y había un 'Gen.' antes de su apellido, 'Fu'. Y en la foto de la identificación descubrió que llevaba puesto un uniforme militar.

—¿Será un soldado? —pensó Jia Li antes de pasar a los siguientes detalles y descubrir su dirección de residencia, por lo que sonrió, pensando que pronto encontraría respuestas. Pero se decepcionó al ver la dirección escrita en la identificación.

La dirección de residencia estaba situada en la Ciudad X, que era una ciudad muy lejana del campo/aldea en la que se encontraban en ese momento. Y desde que nació, nunca había oído ese nombre de dirección antes.

Jia Li se sintió un poco decepcionada, porque la dirección estaba muy lejos y no era algo a lo que pudiera llegar incluso si lo intentara.

—¿Pero qué hace este abuelo aquí solo cuando tiene una casa en una ciudad tan bonita? —se preguntó Jia Li mientras guardaba la tarjeta de identificación en su bolsillo.

Mientras estaba sentada allí esperando, se olvidó de llamar a casa para informar a su padre de que llegaría tarde debido a su encuentro.

Mientras estaba sentada ahí con la mirada fija en la puerta, escuchó pasos apresurados acercándose, así que miró y vio una figura familiar corriendo hacia ella.

—¿Mamá? —dijo con un tono suave.

—Jia Li, ¿estás herida? —preguntó la mujer mayor con uniforme de enfermera mientras revisaba a su hija con una mirada preocupada.

—¡Mamá, estoy bien! —aseguró Jia Li a su madre, ya que empezaba a marearse con tanto sacudir.

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—¡Ah! Me has asustado a morir. Pero, ¿estás segura de que estás bien? —preguntó la mujer de nuevo para estar segura. Aún se veía preocupada.

—Sí, mamá, estoy bien. Es el abuelo con el que he entrado el que está herido. Está en el quirófano ahora —explicó Jia Li señalando las puertas bien cerradas de la sala de operaciones.

—¿Qué pasó, cómo acabaste con un abuelo herido? —preguntó la mujer con una mirada aguda mientras observaba a su hija.

Jia Li tenía un poco de miedo de explicárselo porque había asumido un gran riesgo. Pero no era como si decir la verdad fuera a matarla. Así que se lo contó todo.

—Tú... tú. ¿Qué hubiera pasado si te metes en problemas? ¿Sabes en qué tipo de situación te hubieras metido, en un accidente de fuga? —preguntó la mujer mientras le daba palmadas en la espalda.

—¡Ah! ¡Mamá! ¡Solo estaba tratando de salvar una vida! —gritó Jia Li mientras se alejaba del lado de su madre.

—¿Intentabas salvar una vida cuando hubieras podido meter en problemas a nuestra familia? —preguntó la mujer con enojo.

—Pero tú me enseñaste eso. Dijiste que salvar vidas era importante y que debería ser un acto diario —le recordó Jia Li.

Su madre se quedó sin palabras.

El recordatorio de su hija era una verdad absoluta. Si ella hubiera estado en esa situación, habría salvado al anciano sin pensar dos veces, porque estaba en su naturaleza.

Pero reprender a su hija era porque estaba preocupada por su seguridad.

—La próxima vez, no te apresures a ayudar a las personas en este tipo de situaciones. Tienes que tener cuidado y llamar a la policía —le recordó después de sentarse en el banco.

—Sí, mamá. Pero mamá, ¿cómo sabías que estaba aquí? —preguntó Jia Li, después de no recordar haber marcado su número.

—La enfermera Li me informó que te vio entrar con la ambulancia, y estaba asustada fuera de mis cabales pensando que algo te podría haber pasado. Pero está bien que estés bien —le dijo su madre.

—¡Oh! Mamá, se suponía que iba a hacer la cena para papá, pero me topé con algo —dijo Jia Li con una sonrisa.

Su madre la miró fijamente. —Yo haré la llamada —le dijo antes de salir para hacer la llamada.

Al salir, algunas personas con uniforme vinieron a buscar a Jia Li, eran los policías del distrito.

—¡Hola, señorita! Somos los... —Un policía saludó a Jia Li, se presentó a sí mismo y a sus colegas, antes de pasar al asunto.

Vinieron para obtener una declaración de Jia Li sobre el incidente de atropello y fuga en el que se vio involucrado el señor Fu mayor.

Justo cuando Jia Li iba a responder, su madre regresó y la bloqueó de la vista de los policías de forma protectora.

Se presentó a sí misma como enfermera del hospital y como la madre de Jia Li.

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