Llegada de Ena Thun

—¡Anuncien nuestra llegada! —dijo. Los héroes han llegado.

Los humanos están luchando actualmente contra bestias y

—¡Su Santidad! ¡Parece que llegamos demasiado tarde! —uno de los guerreros de Ena interrumpió su estupor.

Ena frunció el ceño de inmediato. —¿Qué?

—La guerra ha terminado.

—¿Qué? —Ena miró el caos de nuevo y notó que... —¿Qué están haciendo?

—Están ayudando a los heridos y recogiendo los cuerpos de los caídos.

—¿Adónde fueron las bestias? —Ena preguntó, confundida. Recordó haber dicho a sus espías que colocasen la reliquia por todo el campamento. ¡La sincronización de su llegada debería haber sido perfecta! A esta hora, deberían haber... casi perdido la batalla.

—Su Santidad, ya informé al Príncipe de Rakha que estábamos aquí y está en camino para darnos la bienvenida.

—Tú— —Ena no sabía qué decir. —¿Fue el Duque?

—Su Santidad