Capítulo 19 Con la edad llega la sabiduría

Era domingo por la tarde, el día después de que Kat había escuchado la oferta de Vivian y estaba parada frente a la puerta de la oficina del abuelito, curso de acción decidido. *Es 50/50 que el abuelito esté realmente detrás de esta puerta. Normalmente nunca alcanzaría a verlo irse pero él dijo que viniera a charlar, y siempre parece saber cuándo alguien realmente necesita verlo.* Al tocar la pesada puerta, Kat se paró y esperó. Hubo un espeso silencio hasta que la puerta se abrió de golpe para revelar al abuelito volviendo detrás de su escritorio. *Ok, primer paso encontrar al abuelito. Lo has pensado bien Kat, mantente en el plan.* Avanzando para sentarse en la silla frente al escritorio del abuelito, Kat se enfrentó a él esperando un momento y habló primero.

—Abuelito, he venido por un consejo —dijo Kat.

—Consejo... No estoy seguro de haber tenido que darte uno antes, al menos no en tiempos recientes. Pensé que venías porque te lo pedí, pero supongo que puedo permitirme ofrecerte un consejo —dijo el abuelito con una leve sonrisa.

—¿Conoces a alguien llamada Vivian, una arquitecta y diseñadora en la ciudad? —dijo Kat.

—Sí de hecho, es bastante conocida por varias razones, buenas y malas supongo, aunque a mí me cae muy bien la chica excéntrica. Ella de hecho hizo los planos para la extensión del orfanato; lástima que no he conseguido financiar la construcción... ¿Por qué preguntas Kat? —dijo el abuelito.

—Bueno, cuando estuve visitando a Lily, la conocí. Ella vive al lado, más o menos, de Vivian y, bueno, ella dijo algo interesante —dijo Kat.

—Bueno, no hagas esperar a un hombre viejo, el tiempo me atrapará antes que el suspense —dijo el abuelito.

—Ella se ofreció a adoptarme a mí y a Sylvie —dijo Kat.

El abuelito se detuvo, pareciendo reflexionar sobre la declaración como si pudiera desentrañar todas las capas contenidas dentro de esa frase buscando algo que no estaba encontrando del todo.

—Ya veo, pero algo me dice que eso no es todo ¿verdad? ¿Quieres continuar Kat? —dijo el abuelito.

—Bueno, es solo que, he estado algo indecisa sobre si aceptar su oferta o no. Parece demasiado bueno para ser verdad. Realmente no creo que yo necesite ser adoptada personalmente pero cuando Vivian sugirió solo adoptar a Sylvie como una broma quedó muy claro que Sylvie no aceptaría a menos que yo lo hiciera —dijo Kat.

—Ciertamente. Supongo que eso complica las cosas, pero ¿no es esta una gran oportunidad para ti Kat? Ser adoptada después de todos estos años, recuerdo que te preguntabas siempre cuándo podrías irte cuando eras mucho más baja —dijo el abuelito.

—Bueno abuelito, simplemente soy un poco más alta ahora y eso no me ha molestado durante años. Los dos factores principales que complican son Sylvie, y la línea de tiempo de un año. Todavía estoy bastante segura de que podría encontrar un lugar para quedarme antes de fin de año, pero incluso si el riesgo es pequeño, que es lo que creo, Vivian me está ofreciendo una oportunidad para ignorar ese riesgo por completo y es una oferta tentadora. Luego está Sylvie, realmente quiero convencerla de quedarse con Vivian, pero no solo insistió en que no se iría sin mí sino que le prometí que intentaría asegurarme de que pudiera quedarse conmigo después de que yo me fuera —dijo Kat.

—Parece un poco excesivamente confiado prometerle a Sylvie que probablemente podría quedarse contigo —dijo el abuelito.

—Intenta decir que no cuando te mira y hace pucheros con los ojos alzados hacia ti, te juro que está lanzando un hechizo sobre ti —dijo Kat.

Haciendo señas hacia Kat para indicar que cedía el punto, el abuelito continuó:

—Entonces, ¿cuál es el problema? —dijo el abuelito.

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—Bueno, incluso si lograra asegurar un lugar para mí, y pudiera proveer para los dos, dudo que tuviera el tiempo libre para cuidar de Sylvie adecuadamente. Aquí en el orfanato siempre nos haces comida, y aunque ella está muy apegada a mí, los otros niños están al menos por aquí durante la mayor parte del día y de alguna manera Vivian logró no asustar a Sylvie en absoluto. Incluso se sentó en su regazo por un rato —dijo Kat.

—Kat, aún no me has dicho cuál es tu preocupación. No puedo ayudarte si solo me explicas por qué quedarte con Vivian sería una buena idea —dijo el abuelito con calidez comprensiva.

—Bien, es solo que, apenas la conozco, y solo tomó unas pocas horas para que se ofreciera a adoptar a dos personas. Seguramente eso no puede ser normal, ¿verdad? Simplemente me parece demasiado bueno pienso —dijo Kat.

—Bueno, define normal, Kat. ¿Realmente estarías considerando esto tanto si Vivian fuera más normal? Mira mi oficina, colecciono alfombras y las amontono todas en mi oficina, ¿es eso normal? Sylvie piensa demasiado para tener nueve años y para su propio bien, ¿es eso normal?

El abuelito se detuvo por un momento antes de mirar a Kat y decir:

—¿Y qué hay de ti, Kat? ¿Eres normal? Su mirada parecía atravesar su alma pero antes de que ella pudiera decir algo el abuelito continuó:

—Sin embargo, por lo que sé de Vivian esa clase de decisión es bastante normal para ella. Es muy impulsiva pero tiene suficiente buena intuición como para que las cosas resulten bien… la mayoría de las veces.

¿Podría el abuelito saber sobre las cosas de demonios? No hay manera pero… ¿qué era esa última parte, abuelito?

—Ya veo, entonces, ¿qué recomiendas, abuelito? —dijo Kat.

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—Bueno, primero recomendaría hablar con Sylvie, ¿qué tiene que decir al respecto? —preguntó el abuelito.

—Hablé bastante con Sylvie ayer, y parecía pensar que estaba pensando demasiado en todo esto —dijo Kat. El abuelito se rió de eso.

—Je, jaja, ja, creo que eso me hizo cinco años más joven. ¡Oh qué día, ver a la joven Sylvie diciéndole a alguien más que deje de pensar demasiado las cosas! Las alegrías de ver a tantos niños crecer —dijo el abuelito.

—Honestamente Kat, creo que es una gran oferta. He oído hablar de Vivian y ella tiene una muy buena reputación en el pueblo en cuanto a todas las cosas. Si disfrutas su compañía, te aconsejaría que aceptes su oferta. Por supuesto, haré mi diligencia debida como cuidador de este orfanato y ustedes los niños para investigarla un poco, pero honestamente, ella es demasiado conocida en el pueblo para esconder mucho, especialmente considerando que creció aquí según tengo entendido. Además, a diferencia de muchos otros, todavía estarás en el pueblo. Puedes visitar cuando quieras. De hecho, deberías venir a visitarme de vez en cuando para que este viejo no piense que me has olvidado —dijo el abuelito con una risa—. En serio, Kat. Eres bienvenida a regresar aquí en cualquier momento, sin preguntas y que se condenen las consecuencias si realmente necesitas un lugar donde quedarte. Y si el orfanato está un poco lejos para correr, creo que dijiste que Lily vivía cerca. Todavía lamento tener que hacerte irte en un año, pero si puedes mudarte a algún lugar tan cercano y con Sylvie para hacerte compañía, tal vez este viejo corazón pueda descansar tranquilo.

—Gracias abuelito —dijo Kat con lágrimas leves en sus ojos—. Realmente necesitaba pasar todo esto por mi cabeza creo.

—Cuando sea Kat, cuando sea —dijo el abuelito. Kat se levantó y caminó hacia la puerta, justo cuando estaba en el umbral se detuvo por un momento, girando ligeramente se detuvo cuando escuchó al abuelito decir:

—Eso es suficientes sorpresas para un hombre viejo como yo en un día, puedes hablar del otro la próxima vez. Cerrando la puerta firmemente detrás de ella Kat suspiró.

«¿Cuánto sabe el viejo? ¿Cómo pude haber pensado siquiera en ocultárselo? Sylvie se dio cuenta en un día y no me ha conocido ni de cerca tanto tiempo como el abuelito. No solo eso, sino que probablemente me conoce mejor de lo que me conozco a mí misma. ¿Debería volver y decírselo…? No, él parece pensar que todavía no es el momento, confiaré en eso.» Kat regresó a su habitación.