Capítulo 69: ¡Vivir como La Reina es tan adictivo!

Tang Li Xue también estaba pensando en cómo dar el resto de sus diez mil píldoras que obtuvo de la Sala de Almacenamiento de Píldoras a Xiao Hei.

Estaba bastante decepcionada cuando descubrió que después de consumir 40-50 píldoras del mismo tipo, esas píldoras ya no serían efectivas para ella y no le darían más EXP.

Aunque varios diez mil píldoras sonaban como muchas, todas esas píldoras solo tenían 10 tipos de píldoras, y Tang Li Xue casi había consumido 50 píldoras de cada tipo antes cuando tenía el buff de EXP de 32 veces.

Pero por supuesto, ¡Tang Li Xue no se las daría a Xiao Hei solo a cambio de carne asada esta vez! Después de todo, necesita muchos recursos para subir de nivel.

Tang Li Xue planeó intercambiar estas varias decenas de miles de píldoras dentro de su Bolsa Espacial por otro tipo de recursos para ayudarla a subir de nivel.

Además, esta vez ya había encontrado una forma fácil de comunicarse con Xiao Hei, y su desempeño esta vez satisfizo mucho a Tang Li Xue porque confió completamente en sus palabras sin ninguna pregunta a pesar de las muchas partes vagas en su explicación.

Si fuera otra persona, probablemente comenzaría a interrogarla en detalle y preguntarle muchas cosas como "¿Cómo lo sabías?", "¿Tienes alguna prueba?", "¿Realmente lo viste con tus propios ojos?" y muchas más.

Pero Xiao Hei no lo hizo y confió en sus palabras fácilmente.

'Como esta Reina esperaba de su concubina escogida a dedo. ¡De verdad confiable!' pensó Tang Li Xue.

Después de que Xiao Hei jugara un poco con Tang Li Xue, se acostaron en la cama y se durmieron juntos.

.....

La mañana siguiente, Xiao Hei se despertó muy temprano como de costumbre, pero también despertó a Tang Li Xue hoy ya que ya habían planeado ir juntos al Cuartel General de la Secta.

Siendo alguien que se levanta tarde, a Tang Li Xue le resultó bastante difícil despertarse tan temprano como Xiao Hei, por lo que Xiao Hei solo pudo llevarla en sus brazos mientras se dirigía al Cuartel General de la Secta.

La residencia de Xiao Hei y el Cuartel General de la Secta no estaban tan lejos.

Xiao Hei caminaba lentamente, disfrutando de la escena del amanecer en la Secta Demonio Asura mientras su mano seguía acariciando el suave y liso pelaje de Tang Li Xue en su abrazo.

Se sentía extrañamente en paz y relajado en este momento, como si todas sus cargas hubieran sido levantadas de su pecho en este momento.

Inconscientemente, la expresión de Xiao Hei que siempre aparecía fría y decisiva se suavizó mucho esta vez.

Incluso sus labios también formaron una leve curva hacia arriba que realzaba su rostro guapo sin igual a otro nivel y hacía que todas las discípulas que lo miraban se ruborizaran en este momento.

Después de caminar durante media hora, Xiao Hei y Tang Li Xue finalmente llegaron al Cuartel General de la Secta.

Incluso la perezosa y somnolienta Tang Li Xue abrió sus ojos azul topacio y examinó el majestuoso edificio frente a ella.

'¡Guau... qué gran edificio! Me pregunto cuánto le costó a esta secta hacerlo' pensó Tang Li Xue mientras veía el edificio.

El edificio en realidad era incluso más grandioso que la Residencia del Anciano Lin con esos pilares dorados de dragón que sostienen el edificio y azulejos de jade blanco liso en su suelo.

Tang Li Xue también notó que todas las personas desde guardias, discípulos, incluso ancianos juntaban sus manos y hacían una pequeña reverencia hacia su dirección cada vez que él pasaba, pero por supuesto no se inclinaban hacia ella sino hacia Xiao Hei.

Dentro del Cuartel General de la Secta, había una enorme sala grandiosa con una gigantesca Estatua del Demonio Asura en el medio de ella.

—¡Wow... esa gran y rara estatua de demonio está brillando! ¿Está hecha de oro puro? Ssssshhhh... Si pudiera llevarla lejos de esta secta y venderla fuera, me pregunto cuánto dinero podría conseguir... uwehehehehe... —murmuró para sí mismo con una risa codiciosa.

Mientras Tang Li Xue todavía se ahogaba en su propia ilusión, Xiao Hei la llevó escaleras arriba y llegaron al segundo piso.

A diferencia del primer piso, donde había innumerables personas que iban y venían, el segundo piso estaba bastante desolado ya que solo las personas de rango de ancianos tienen derecho de acceso.

Por supuesto, las personas a las que el patriarca llamó para reunirse con él pueden subir a este segundo piso, pero deben ser escoltadas por el anciano.

Mientras Tang Li Xue todavía estaba asombrada por las cosas lujosas de este segundo piso como los jarrones antiguos o la pintura preciosa, incluso la alfombra del suelo estaba hecha de pelaje de alguna bestia demoníaca, Xiao Hei la llevó a entrar en su oficina.

—¡Uwaaah... Así que esto es donde Xiao Hei está haciendo su trabajo todos los días?! ¿Llamó a esto su oficina? ¡Llamar a esto su corte sería más apropiado! —exclamó Tang Li Xue sorprendida por el interior de la habitación.

La oficina de Xiao Hei era realmente espaciosa, ¡tal vez tan grande como una cancha de baloncesto!

Xiao Hei caminó más adentro de la oficina y se sentó en su trono.

Al menos en los ojos de Tang Li Xue, era un trono a juzgar por su material lujoso y diseño extravagante.

Colocó a Tang Li Xue en su regazo y le dijo:

—Xiao Bai, hoy será un día bastante agotador para ti, pero aguanta, ¿de acuerdo? Pero no te preocupes, ordenaré que traigan comida aquí para que no tengas hambre.

Xiao Hei instruyó a algunas personas con su talismán de comunicación para que trajeran carnes asadas, frutas frescas y leche a su oficina inmediatamente.

Después de eso también ordenó a todas las personas a cargo de la comida, la vigilancia y la limpieza de su residencia que vinieran y se reunieran con él en su oficina pronto.

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—Xiao Bai, ¡escucha! —Xiao Hei miró a Tang Li Xue solemnemente—. Llamaré a esas personas una por una y todo lo que necesitas hacer es tocar el mango de esta silla con tu pata si son espías como señal, ¿entiendes?

Tang Li Xue asintió con la cabeza continuamente como un pájaro carpintero y golpeó su pecho peludo con su pata como si dijera 'déjamelo a mí'.

Viendo cómo actuaba, Xiao Hei se rió una vez más y dijo:

—Ok Xiao Bai, ¡confío en ti! Dejaré esto en tu mano... quiero decir en tu pata esta vez. Hahaha...

Xiao Hei acarició la cabeza peluda de Tang Li Xue y esperó. No mucho después de eso, algunos discípulos entraron a la oficina con varios platos de platillos de carne y frutas en sus manos.

Xiao Hei les ordenó que lo pusieran en la mesa al lado del trono.

Después de poner los platos y las frutas, todos los discípulos se excusaron y salieron de la oficina de Xiao Hei.

Xiao Hei comenzó a alimentar a Tang Li Xue con su propia mano mientras las personas que había estado esperando entraban una por una en su oficina.

—¡Guau... esta fruta es tan dulce y jugosa! ¡Delicioso! —Tang Li Xue echó un vistazo y colocó su pata en el mango de la silla inmediatamente cuando entró la primera persona.

—Pa... Patriarca... ¿qué querrá preguntar el Patriarca a este humilde servidor? —La persona inmediatamente se arrodilló y preguntó educadamente.

—Oh, nada. Simplemente siento que algunos de ustedes han estado trabajando demasiado tiempo en mi lugar y necesitan ser reubicados a otro lugar. Te lo diré más tarde. Puedes salir y esperar en el primer piso por ahora —dijo Xiao Hei fríamente y lo sacó de su oficina.

Así es como Xiao Hei comenzó a llamarlos para que entraran uno por uno mientras su mano derecha no dejaba de alimentar a Tang Li Xue y su mano izquierda seguía acariciando su suave y liso pelaje.

—Ummm... Chap~ Chap~ ¡Delicioso! —Tang Li Xue pensó mientras masticaba—. ¡Comer comida deliciosa bajo el cuidado de mi concubina mientras yace en su regazo! ¿Así es como viven las Reinas? ¡Vivir como una Reina es tan adictivo!

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