La brillante luz que no puede ocultarse

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Resultó que a Gun Gun le gustaba Liao Xintong. Eso era bueno. Después de todo, necesitaba una mamá que cuidara de él.

Su Bei sonrió y abrazó a Gun Gun.

—Gun Gun se dio vuelta y se lanzó a los brazos de Su Bei. Las lágrimas corrían por su cara mientras se sentía horrible. Sus pequeñas manos regordetas se aferraban con fuerza a la ropa de Su Bei.

—¿Gun Gun, qué quieres comer? Últimamente he aprendido muchas recetas. También puedes cocinar conmigo. ¿Quieres ayudarme? —preguntó Su Bei con dulzura.

—Está bien —Gun Gun dejó de estar triste.

Su Bei lo llevó a la cocina y encontró algunos ingredientes novedosos para mostrárselos. Gun Gun estaba tan distraído que se olvidó de su tristeza anterior.

Lu Heting estaba observando a Da Bao jugar con la computadora.

Le señaló un pequeño problema a Da Bao.

—Da Bao estaba obviamente asombrado. Sabía que Lu Heting era poderoso, pero no esperaba que fuera tan poderoso. Como se esperaba, era un hombre que tenía los mismos genes que él.