P.V. ALEXANDER
Frente a mi el ser sobrenatural nos mira como si fueramos simples motas de polvo.
-Pido clemencia a su excelencia.( Alexander)
-Oh, ¿Cómo es posible que puedas hablarme?
El ser me mira con curiosidad, pero yo no sé ni cómo sigo conciente.
Mis sentidos me dicen que una sola palabra de él, es capaz de matarme.
-Mortal, al parecer no eres solo un mortal.
-Dime que cuelga de tu cuello.
Con dudas saco mi collar, un collar que parece hecho de metal pulido, con forma de moneda y sujeta por una cuerda simple, de un lado de la cara la figura de dos manos derechas dándose la mano, y del otro la figura de un hombre con cabeza de elefante.
-"Está caliente"
El collar, que fue un regalo de mi abuelo, está caliente.
El ser, al mirar mi collar empezó a murmurar.
-¿Un artefacto divino?
-No.
-¿Un arma sagrada?
-Tampoco.
-Mortal, no se de dónde has sacado eso, pero lo quiero.
Me dice su deseo por mi collar, la razón, no tengo ni idea.
Lo que me resulta extraño es que, porque no me lo quita, con su poder debería poder quitármelo con facilidad.
-Su exelencia, este es un precioso regalo de mi abuelo.(Alexander)
-Estaria encantado de ofrecerlo, pero eso sería como insultar a mi abuelo.(Alexander)
-No me importa tus pensamientos, solo quiero el collar.
Por alguna razón, aunque mi cuerpo este temblando del terror, el calor del collar en mi mano hace que mis pensamientos estén claros.
Siguiendo mis instintos llegó a una idea audaz.
-Su exelencia, me permitiría luchar por la oportunidad de mantenerlo.
-Oh. Dime, porque piensas que puedes luchar contra mí, Neton, el Dios sol de la guerra.
-"Dios"
En cuanto oí la palabra Dios mis pensamientos se detuvieron.
El miedo que el collar contenía me inundó.
Dios, un ser divino, un ser que sólo aparece en mitologías y novelas web o novelas ligeras.
-"Estoy jodido"
Ese es el único que pensamiento que recorre mi cabeza.
El calor que siento de mi mano me saca del trance.
-Increible mortal, incluso con ayuda de ese collar, ser capaz de recobrar el sentido después de saber, que clase de ser esta frente a tí, es algo incomiable.
Después de un tiempo, que pareció una eternidad, digo lo que pienso al Dios.
-Su divinidad, no se la razón por el que quiere mi collar, ni porque no me lo quita, ya que con su poder sería capaz de matarme enseguida y arrebatarmelo.(Alexander)
-Por eso, propongo un juego donde apostaré mi collar.(Alexander)
-Su divinidad siendo un Dios de la Guerra, no temeria un duelo con un simple mortal.(Alexander)
-Jajajajajajaja, mortal, tienes agallas.(Neton)
-Asi es, yo no rechazo ningún duelo.(Neton)
Al parecer mi corazonada no se equivoca, aunque microoscopica, tengo una oportunidad de salir con vida.
-Dime, mortal.(Neton)
-En el improbable caso de que ganaras, que deseas conseguir de mi.(Neton)
-Seria una grosería pedir algo a un Dios, me conformo con lo que su divinidad me diera.(Alexander)
-Esta bien, si ganas te daré mi poder.(Neton)
-Trato hecho.(Alexandr)
En el momento que dije "trato hecho", el collar lanzó una luz que envolvió mi mano derecha y la del Dios.