838. Listo

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Noah y Agua Furiosa parecían igualados. Sus ataques continuaban chocando sin revelar quién tenía la ventaja en esos intercambios implacables.

Noah estaba en su Forma Completa Demoníaca, llenando un área extensa alrededor de él con humo corrosivo y lanzando incontables cortes. El hechizo del Agujero Negro estaba sobre él, absorbiendo los ataques del enemigo y aumentando su poder a medida que la batalla seguía.

Agua Furiosa controlaba una ráfaga de látigos azules que cambiaban de forma en el aire mientras se dirigían a Noah. La mayoría chocaban con las líneas negras que venían en su dirección, y aquellos que lograban cruzar la primera línea de ataques terminaban absorbidos por la fuerza de gravedad de la esfera negra.

Los dos parecían haber llegado a un punto muerto, pero Agua Furiosa comenzaba a sentir la presión de luchar una batalla larga contra Noah.