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En la vieja biblioteca que estaba ubicada frente al dormitorio de chicas, Lilith había dejado que intencionalmente la encerraran. Se había quedado escondida hasta que el bibliotecario se había ido y cerrado la biblioteca tras él.

Ella no quería volver a su dormitorio todavía porque ya no soportaba a Agnes. No era por su charlatanería de siempre, pues ya había empezado a acostumbrarse a su diarrea verbal. Sin embargo, lo que no podía tolerar era que cada vez que Agnes mencionaba a Kyle, Lilith sentía agujas clavándose severamente en su corazón.

Cuando lo había visto con Agnes, Lilith había sentido una emoción que nunca antes había sentido. Había un intenso odio ardiente hirviendo dentro de ella. Odiaba que él estuviera con otra chica.