Alicia observó a Alejandro abrazar a su esposa. Su cara enterrada en la hendidura de su cuello y todos podían ver sus hombros todavía temblando.
Lágrimas cayeron silenciosas de los ojos de Alicia otra vez, al darse cuenta de que todos habían sido salvados del inminente desastre que habría ocurrido si Abigail nunca hubiera vuelto a abrir los ojos. Estaba malditamente aliviada y contenta de que esos dos estuvieran de nuevo en los brazos del otro.
¿Realmente había terminado todo ahora?
Todavía no entendía qué había pasado pero las respuestas y explicaciones que quería podían esperar para más tarde. Porque justo entonces, incluso ella sentía ganas de desmayarse. Vio correr a la profetisa hacia Ezequiel golpeado y rezó para que ese príncipe aún estuviera vivo y activo. Todavía tenía muchas cosas que explicar y aún necesitaba golpearlo al menos una vez.
webnovel.com で好きな作者や翻訳者を応援してください