webnovel

Torneo: preliminares de etapas dos y tres (III)

Por la noche, volvemos a ir al evento. Ayer Lia Qin compró unas pocas gemas. Aunque necesitará muchas más para practicar. Puede que aún sea pronto, pero las vamos reuniendo. De hecho, ha vuelto a llorar varias veces. Agradecida. Sin acabar de creérselo. Una en mis brazos. Otra en los de Ma Lang.

Encuentro unos calderos más. Pero no mejores que los ya comprados. No vale la pena adquirirlos. También obtengo una receta más.

Esta vez viene Shun con Lia Qin. Además de Ma Lang y Liang. Las veo comprar unas pocas flechas. Y ninguna de las espadas que han estado mirando. No ha sido muy productivo.

Esta vez no aparece Dai Fen. Aunque sí otros niños ricos. Tal y como me comentaron las chicas ayer, los estudiantes que están vendiendo les suben el precio. Han visto hasta cinco veces más. Uno incluso me guiña un ojo. Cuando le da un precio tres veces mayor al que me acaba de dar. No digo nada. Aunque voy disfrazado, es mejor no hacer enemigos sin razón. Y no es que esos niños ricos me caigan bien. No tengo ninguna razón para ayudarles.

A la vuelta, recojo a Ning. Hay muchos estudiantes y familiares que han vuelto por el torneo. Así que en el prostíbulo tienen mucho trabajo. Y pagan mejor. Me suplicó que la dejara quedarse más días y hasta más tarde. A veces, resulta preocupante. Solo piensa en sexo. Incluso me prometió que entrenaría más cuando acabara.

—————

–Y bien, ¿qué pasó con esos admiradores?– interrogo a Yu.

–Aaaahhh… Kong… No pasó nada… ¡Aaaahhhh!– ella responde, entre gemidos.

La tengo contra la cama. De lado. Dándome la espalda. Al igual que Yi con mi otro yo. Aunque del otro lado. De cara a su hermana.

Mi mano derecha pasa bajo ella para juguetear con su pezón. La izquierda por arriba tantea su entrepierna. Sus manos sobre las mías. Como queriendo detenerme pero sin hacerlo. Mis dientes se clavan en su oreja. Con suavidad. Con qi. Tras apartar su cabello rubio. Las dos hermanas por igual.

–Aaaaahhh, aaahhh… Eran unos pesados… Aaahhh… Querían ligar con nosotras con la excusa de que eran hermanos como nosotras… ¡Aaaaahhh! ¡Ni siquiera eran gemelos! ¡¡Aaaaaaahhhh!!– explica Yi.

–Oh… Así que hubiera sido diferente si fueran gemelos– la acuso.

–Je, je. ¿Estás celoso?– ríe ella –¡¡¡Aaaaahh!!! ¡Abusón! ¡¡¡AAAAAAAAAAAaaaaahhhhHHH!!!

La hago correrse. Mi mano queda completamente empapada. Está realmente excitada. Las dos lo están. Quizás por estar frente a frente. A pesar de no mirarse. Yu se ha corrido un instante después. Ahora intenta recobrar la respiración.

–Aaah… Los únicos gemelos… Aahh… que nos interesan… Aaahh… son tú y tú– confiesa Yu dulcemente. Y también enrojeciendo.

La beso en el cuello. No se resiste cuando levando su pierna izquierda para abrir hueco. Cuando mi miembro se acerca a su entrada. Más bien, se la ve excitada. Expectante.

–¡¡Mmmmmmmm!! ¡¡Mmmmmmmmm!!– se estremece cuando la penetro. Con los labios apretados. No voy demasiado despacio. Ni demasiado rápido.

–¿Y yo qué?– protesta Yi –¡¡¡AAAAaaaaaaahhhhhh!! ¡Traidor!

A ella la penetro de golpe. Como "castigo". Y empieza a moverme en su interior. Hacia dentro. Hacia fuera. Tentando su clítoris con mis dedos y qi. Su cuerpo se estremece. Su pezón está bastante más rígido que cuando hemos empezado. Gira el cuello y sonríe. Me reclama un beso. Veo que Yu reclama también uno a mi otro yo.

La verdad es que al principio era extraño. Incluso tenía un incómodo sentimiento de celos hacia mi otro yo al verlo follarse a una de mis chicas. Pero las vivencias se unen cuando nos unimos. Y, con el tiempo, se ha solidificado la sensación de ser uno separado en dos.

Es un poco más complicado absorber su qi cuando estoy dividido. Mejorar mi cultivación. Al unirme, todo se entremezcla. Por suerte, es fácil sincronizarme conmigo mismo. Decidir cómo y dónde.

Así que, por ahora, disfruto de su apretada vagina. Del contacto de su piel. Del de su espalda contra mi cuerpo. De sus mullidos y modestos pechos masajeados por mis manos. Del cosquilleo de su cabello rubio al acariciarme. De su lengua húmeda contra la mía. O el de su cuello bajo mis besos, su oreja, sus hombros, su espalda. Son míos cuando se vuelve a girar y la puedo besar de nuevo.

Puedo notar como el placer se acumula en ella. Como se estremece a cada embestida. Cada vez con más intensidad. Hasta que no puede resistirlo más. Todo su cuerpo tiembla. Su vagina intenta ordeñarme. Pero me resisto. Aún no he acabado con ella. Con ninguna de las dos.

–¡Ay! ¡Me has vuelto a morder! ¡Aaahh!– se queja Yu.

También se ha corrido hace un momento. He sido más suave con ella que con su hermana. Aunque la he mordido bastantes veces más. Su cuello y hombro están cubiertos por las marcas de sus dientes.

–Je, je. Algún día tenía que vengarme. Mmmm. Sabes que te aprietas cada vez que te muerdo. Tan estrecha…– me burlo un poco de ella. Aunque es la verdad.

–¡¡Aaahhhh!! ¡Tonto! ¡Rencoroso! ¡¡Ay!! ¡Otra vez! ¡¡Aaaaaaaahhh!! Kong… Más… ¡¡Ay!! ¡Eso no! ¡¡¡¡AAAAAAAAaaaahhhhhh!!!!– gime y se queja por partes iguales.

Sé que mañana voy a tener más mordiscos de lo habitual. Pero vale la pena el sufrimiento. Me encanta jugar con ella mientras follamos. Mientras nuestros cuerpos se entrelazan. Mientras compruebo una vez más la estrechez de su lubricada vagina.

Finalmente, me miro. Mi otro yo asiente. Nos coordinamos para hacerlas correr una vez más. A la vez. Para llevarlas al éxtasis. Para llenarlas.

––¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAaaaaahhhhhhhhHHHH!!!!!!–– gritan de placer.

Luego nos quedamos un rato abrazados. Bueno. Yo abrazándolas a ellas por detrás. Ellas cogiéndome mis manos con suavidad. Acariciándolas. Y Yu aprovecha para morderlas a traición.

–¡¡¡AAAAaayyyy!!!– exagero –¡Rencorosa!

–Mmph– ella sopla como indignada. Es adorable.

–Ja, ja. Te has portado muy mal con mi hermana– ríe Yi.

–¿También quieres?– la amenazo, poniéndole los dientes sobre su hombro.

Ella se gira. Me mira con sus preciosos ojos verdes. Sus labios humedecidos sonríen, imposibles de resistir. Lo sabe. Me acerco a ellos. Nos besamos. Dulcemente. Y su hermana acaba haciendo lo mismo. Totalmente entregada. Si fuera posible, no las soltaría nunca.

—————

Al día siguiente, volvemos a las gradas. Para ver los combates de Fen Huan. En el primero, se enfrenta al que es su mayor rival. Al ser el primer combate del día, los dos tienen todo su qi a su disposición. Aunque, si gastan demasiado, pueden tener problemas después. Se ponen a hablar en cuando suben. En voz baja. No los oímos.

–Parece un poco alterada. No sé qué le habrá dicho– comenta Pen con el ceño fruncido.

La conoce mejor que yo. Incluso que mis dos pervertidas, que llevan más tiempo siendo sus amigas. Claro que no conviven con ella todos los días. Ni la torturan.

Al final, los dos miran a la árbitra. Esta asiente.

–Combate finalizado. Empate– anuncia.

Hay algunos abucheos. La gente quería ver el combate. Nosotros también. Puedo ver que Fen Huan se muerde el labio. Parece molesta.

–Ella quería luchar. Lo esperaba, le hacía ilusión. No sé qué habrá pasado para que acepte el empate– explica Pen.

–¿Eso se puede hacer?– pregunta Bei Liu.

–Sí, pero solo una vez– explica Yan Xiulan.

A todos los participantes nos explican las reglas antes de empezar. Así que es normal que nuestra joyera lo sepa y Bei Liu no.

–Es una pena. Hubiera sido un buen combate– se lamenta Yawen.

Ella y Tai Feng han venido hoy. Ye Bi no. Tenía que practicar ciertos talismanes. Los que usará para el torneo. Necesita hacerlos allí. No los puede llevar hechos. Así que el número es limitado.

En cierta parte, es justo. En cierta, injusto. En un combate real, un maestro de talismanes puede llevar cientos de talismanes. Aunque no pueda usarlos todos por falta de qi, sí tendría una gran variedad ellos. Por ello, son muy versátiles.

Puede que otros también puedan comprarlos. Pero aun así, no es exactamente lo mismo. Según Ye Bi, los creadores pueden extraer hasta un 10% más de poder de cada talismán.

Además, algunos pueden no estar a la venta. Siendo exclusivos. O ellos pueden hacerlos especialmente personalizados. No se hace habitualmente para otros, ya que requiere mucho trabajo en conocer al otro. De hecho, algo similar dijo Yan Xiulan respecto a las joyas.

Por su parte, Di Tao pierde su primer combate. Su rival era claramente superior a ella. Ha plantado cara durante un par de minutos. Pero ha sido poco a poco superada.

—————

–Pobre– suspira Bi Lang.

–La ha pillado en un mal momento. No le ha gustado lo del combate anterior– se compadece Pen.

–Da miedo cuando está enfadada– abre mucho los ojos Tai Feng.

–Y eso que se está conteniendo un poco. Si estuviera enfadada de verdad…– me estremezco de solo pensarlo.

–Huan'er es genial– comenta Yan Xiulan, admirada.

Sin duda, del grupo, soy yo quien mejor la conoce en cuanto a combate. Si bien Pen la ha visto siempre que ha peleado conmigo, no ha recibido directamente sus ataques. Si estuviera dándolo todo, su adversario habría entrado en pánico. No es que le falte mucho.

Queda claro que se está desahogando un poco. El empate del combate anterior la ha irritado. No sé exactamente qué se han dicho. Supongo que nos los contará.

En cuanto a su rival actual, ha cometido un grave error. Algo le ha dicho que ha hecho saltar la chispa. Ella no le ha respondido, solo sonreído. Mis pervertidas, Pen y yo nos hemos mirado en ese momento. Esa sonrisa ocultaba su clara irritación. Al menos, clara para nosotros.

Ahora, su rival se defiende como puede de los ataques de Fen Huan. Cada uno lo hace retroceder un par de metros. Ella no intenta cogerlo por sorpresa. O hacer fintas. Busca avasallarlo frontalmente. Si intenta esquivarla, es peor.

En un último, golpe añade más qi. Su adversario sale disparado fuera de la tarima. Tanto espada como escudo salen también disparados. Se la queda mirando asustado. Mientras ella lo mira por un momento desde arriba. Con desdén. Y se da la vuelta.

–Ganadora, Fen Huan– anuncia la árbitra.

A pesar de mirarlo con ferocidad, Fen Huan saluda a su rival cuando se levanta. Como es su educación como guerrera. O eso ha dicho alguna vez. Este le devuelve el saludo apresuradamente. Y rápidamente se da la vuelta. Se va sin mirar atrás. Todo lo rápido que puede sin llegar a correr. Su grupo solo tiene dos combates por la mañana.

–Ja, ja, ja. Lo ha asustado– ríe Pen.

–¡Fen Huan es la mejor!– la anima Bi Lang.

–¡Fen, Fen, Fen Huan!– también exclama Bei Liu.

Ella no nos mira. La comprendo perfectamente.

—————

–Yo quería luchar, pero el muy come píldoras me ha amenazado con forzarme a usar todo el qi. Incluso con usar el de la etapa cuatro. Maldito…– se queja Fen Huan.

Se llama "come píldoras" a cultivadores que se atiborran de píldoras en lugar de cultivar. Una cosa es tomar algunas, y otra atiborrarse. Son vistos con desdén por muchos.

Suelen ser ricos, pues no se puede hacer algo así sin tener medios. Además de que es peligroso. Las impurezas se acumulan, y más contra menor sea la calidad de las píldoras. Si bien eso puede solventarse, o al menos mitigar, con otras píldoras o elixires, los cimientos de la cultivación suelen ser un tanto inestables.

En cuanto a mi caso en particular, mi cultivación no parece tener problemas, a pesar de ser un tanto especial.

Entiendo que esté molesta. Prácticamente, la ha chantajeado. De hacerlo, ambos hubieran tenido problemas en los siguientes combates. Lo que pasa es que él ya ha luchado con los más fuertes. Así que se lo puede permitir. Fen Huan aún tiene un combate importante. Si estuviera falta de qi, tendría problemas. Correría el riesgo de quedar eliminada.

–No vale la pena enfurruñarse por lo que no puedes cambiar. Mejor mira el lado positivo– la consuela Pen.

–¿Qué lado positivo?– ella pregunta, no muy convencida.

Pen se acerca a ella. Algo le dice al oído. Fen Huan asiente. Me mira, ligeramente sonrojada. Y vuelve a apartar la mirada. Pen sonríe satisfecha. Mis pervertidas sonríen cómplices. Se imaginan sobre qué le ha dicho. Yo también. Yan Xiulan parece no haberse dado cuenta. Si no, estaría muy roja. Yawen disimula. Tai Feng hace lo mismo tras ser pellizcado.

Sea como sea, parece que está mucho más animada. Me siento utilizado. Bueno, no es que me importe ser utilizado para ciertos asuntos.

次の章へ