Desafiando el Dao Celestial

En un abrir y cerrar de ojos, el qi de espada se precipitó hacia el Gran Anciano.

Cuando el qi de espada estaba a solo un centímetro del cuerpo del Gran Anciano, huyó frenéticamente.

¡Sabía muy bien que una vez que el qi de espada perforara su cuerpo, moriría sin lugar a dudas!

—¡Ye Chen, bastardo! —Cuando el Gran Anciano vio que Ye Chen estaba a menos de un metro de distancia de él, casi se desmaya de la rabia.

—¡Mira al cielo! —Las palabras de Ye Chen hicieron que el Gran Anciano mirara hacia arriba subconscientemente. Vio que el qi de espada ya se abalanzaba hacia él.

El Gran Anciano escupió un bocado de esencia de sangre. Con un gesto de su mano, sacó todos sus artefactos de grado de Integración Dao y artefactos de grado del Caos Primordial para resistir el poder destructor del mundo del qi de espada.

Su esencia de sangre se condensó en un escudo rojo sangre, pero lo debilitó enormemente.