No Hagas Ruido

Sunny se mantuvo inmóvil, reuniendo la fuerza que le quedaba... que era muy poca. Cassie también estaba en silencio, con una expresión tensa en su rostro pálido.

Con su visión comprometida y su sentido de la sombra limitado al círculo de runas que brillaban alrededor de la jaula, lo único que Sunny podía ver era una silueta borrosa. Estaba casi seguro de que era un humano... sin embargo, había algo extraño en la figura oscura.

Terriblemente, terriblemente equivocado.

—... Un fuerte olor a sangre le golpeó las fosas nasales.

La silueta se balanceó y luego avanzó un paso. El sonido de raspado resonó una vez más, proveniente de ella. Sunny forzó la vista y creyó ver una espada delgada arrastrándose detrás de la persona. Un destello de reconocimiento apareció en su mente nublada, pero en el siguiente momento, una repentina ráfaga de risa chillona y burbujeante hizo que sus pensamientos se tambalearan.

Sunny tembló.

—Esa... voz...