Monstruos (Parte 1)

Las dos criaturas en batalla tenían ojos blancos y bocas abiertas, largas garras negras apuntando la una a la otra, y su pelea ocupaba la mayor parte del cuadro. Entre ellas, en un pequeño cono de luz, había la figura borrosa de un niño llorando.

El título del cuadro era "Monstruos".

Solus había visto suficientes obras de su padre como para saber que no había rastro de la alegría y el entusiasmo habituales que ponía en sus pinceladas. Todo lo que podía sentir era vergüenza, dolor y remordimiento.

Incluso el tamaño del cuadro hablaba mucho de los sentimientos de Threin. La pintura era algo que quería esconder para siempre pero que había guardado como un recordatorio en su lugar.

—Eso es-

Los ojos de Solus se revolvieron y cayó hacia atrás mientras las emociones violentas la devoraban. Silverwing gritaba, pero Solus ya no podía oír a su madrina. Las brillantes piedras blancas de la galería desaparecían, reemplazadas por un lugar familiar.