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Capitulo 10: Dulce hogar

Luego de haber sido aceptado en la academia, Madara paso los últimos 4 meses en el trabajo motivado por obtener su siguiente objetivo, el cual era comprar una pequeña casa donde pudiera vivir cómodamente, era complicado hacerlo, pero no era imposible ya que las casas en este mundo eran mucho mas baratas de lo que uno podia imaginar, por lo que Madara lucho por conseguir eso que tanto anhelaba conseguir por lo que trabajo arduamente hasta conseguir el dinero suficiente para comprar una hermosa casa.

Madara entonces trabajo y trabajó hasta que por fin pudo conseguir una enorme suma de dinero.

Ya habiendo juntado una enorme suma de dinero Madara fue donde estaba su casa provisional en el bosque donde tenia guardado todo su dinero, aquí no venia nadie por lo que no había mucho de lo cual preocuparse, Madara entonces verifico que nadie lo siguiera y cuando vio que nadie lo seguía este comenzó a contar todo el dinero que tenia reunido.

Este dinero era el ahorro de todo el año en el que había trabajado, gracias a su trabajo, había logrado recaudar cerca de 250000 Ryō la cual era una cantidad bastante considerable sabiendo que Madara solo era un niño pequeño.

Sufrió mucho para lograr reunir tal cantidad, paso hambruna, noches de insomnio y conciencio extremo ante las condiciones de vida en las que estaba viviendo, sin embargo, todo los esfuerzos rinden sus frutos y naturalmente Madara consiguió reunir una gran suma de efectivo, suficiente para comprar la casa con la que había estado soñando vivir durante todo este año que trabajo.

"Ahhh.... ¡Al fin voy a tener una maldita casa!. Luego de tanto tiempo de sufrimiento al fin voy a vivir en una cómoda y suave cama...."

"Pffhh... Solo espero que no haya demasiados problemas...."

Madara se llevó todo el dinero consigo, ya que no había necesidad de mantenerlo en este lugar, ya iba a comprar su casa por lo que mantenerlo en un lugar como este ya no era necesario, Madara solo guardo el dinero que tenia en una bolsa que anteriormente había comprado, en ella apenas cabía tal cantidad de dinero pero por suerte pudo guardarlo allí sin que hubiera demasiados problemas, al final guardo todo el dinero y simplemente hizo una ultima cosa antes de despedirse de este lugar.

"...."

Madara, en total silencio, comenzó a orar en unas rocas que tenían talladas dos nombres. Uno era el padre de Madara y otro era la madre de Madara, este no los había olvidado y como era costumbre les dedico unas cuantas palabras a quienes les debía la vida entera.

Lo habían salvado de la inevitable masacre por lo que era lo menos que podia hacer por ellos.

Al final termino de decir sus palabras, este se paro, agradeció como era costumbre y entonces volvio a la aldea donde simplemente se dirigió hacia donde estaba el inmueble de bienes y raíces de la aldea.

Madara fue, entro al lugar y aquí solo noto la presencia de un anciano quien simplemente leía lo que parecia ser un periódico. 

"...."

Él hombre ni siquiera le presto atención a Madara y este continuo en su mundo leyendo sin importarle absolutamente nada.

Al final Madara un tanto nervioso, fue al mostrado, se acerco con lentitud y con voz suave, se dirigió hacia donde estaba el anciano.

"Disculpe...."

"¿Mmm...?"

El hombre que fue interrumpido repentinamente volteo hacia abajo del mostrador donde pudo notar la presencia de un pequeño niño la cual su edad no debía sobrepasar los dos dígitos.

El hombre solo miro al niño con enojo y un tanto enojado le pregunto que era lo que Madara deseaba.

"¿Qué quieres niño?. ¿Acaso te perdiste?"

"¡No....!. Solo vine a comprar una c-casa...."

"...."

"Mmhm, no se si entiendas lo que estas diciendo.... pero déjame decirte que esto no es un juego mocoso.... Las casas son algo que un niño como tu no podría comprar, no son jubetes niño, así que vuelve con tu madre y no vuelvas a hacerme perder mi tiempo. ¿Entendiste?" 

El hombre se enojo ligeramente, no sabia de donde había salido este niño y al venir diciendo que iba a comprar una casa era obvio que él se iba a enojar, así que saco su frustración con el mocoso y le hablo con algunas palabras duras.

Madara solo miro al hombre con desinterés sabiendo que este sujeto no iba a dejar de gritarle si no hacia un movimiento drástico, así que, antes de que siquiera el hombre pudiera volver a hablar, Madara comenzó a sacar su bolsa llena de dinero, la coloco en el mostrador y lentamente comenzó a sacar todo el dinero que había en ella.

El hombre quedo sorprendido al ver esto y no supo que hacer al ver que el niño no mentía con lo que quería. 

"Quiero una casa..."

"¡!"

El hombre miro a Madara sorprendido, no sabia de donde el niño había sacado tanto dinero y era obvio que no sabia como reaccionar, sin embargo, guardo la calma y ya con un tono mucho mas sereno y pasivo el hombre le pregunto a Madara si estaba seguro de lo que deseaba.

"¿De verdad quieres comprar una casa niño?"

"Debes saber que nosotros no jugamos con el dinero, una vez gastes aquí no podrás-"

"Eso no tiene importancia, solo quiero una casa, lo demás, no tiene mayor importancia..."

"...."

"Ya veo... me encontré con un hombrecito eh..."

"Ehh... Bueno. Entonces. Te daré tu casa..."

El hombre se tomo esto con mas calma, tenia temor de que algo malo pudiera pasar pero como el niño estaba bastante aferrado a comprar la casa el hombre no tuvo mas opción que vendérsela, así que tomo un enorme catalogo que tenia guardado y se lo entrego a Madara para que pudiera ver el extenso catalogo de casas que tenían en su repertorio. 

"toma aquí esta el catalogo de las casas. Van desde los 20000 Ryō's hasta los 10.000.000 de Ryō's, será tu decisión en que gastar el dinero por lo que si algo te agrada no dudes en decírmelo, aunque antes debo advertirte que una vez hagas la transacción no habrá vuelta de hoja, así que debes tener en cuenta que esto puede salirte demasiado caro..."

"Lo entiendo, no tienes por que preocuparte..."

"Ahh... Para que me molesto en discutir contigo, has lo que quieras, cuando escojas la casa ven hacia mi escritorio, allí hablaremos sobre el precio y todo eso..."

"De acuerdo...."

El hombre se sentó en su silla y comenzó a hacer lo que estaba haciendo antes de que Madara irrumpiera en su lugar, Madara fue, se sentó en una silla para ver las diferentes casas que podia comprar, obviamente sus ojos se posaron en las casas que estaban en un precio menor a los 300.000 Ryō's. Ese era su limite y tenia caso ver casas mas allá de ese precio.

Luego de un rato de mirar casas, Madara encontró una casas que era perfecta para él, estaba cerca de la academia y costaba 240000 Ryō's el cual era un precio que gastaría todos sus ahorros pero que sin duda alguna valía la pena comprar.

—Esa algo cara, pero creo que vale la pena por la ubicación de esta, me quedare sin nada de dinero pero creo que con algo de trabajo podre juntar lo suficiente para comer sin tener demasiadas preocupaciones...-

-....-

-¡Bien!. Esta será la casa...-

Completamente decidido, Madara se paro de su asiento, fue al mostrador donde estaba el hombre y coloco el catalogo sobre la mesa.

"Estoy decidido Señor..."

"Mmmh...?"

"¡Quiero esta casa!"

Madara señalo la casa que quería con su dedo, el hombre miro la casa que el niño había elegido y rápidamente se dio cuenta del por que el niño quería esta casa.

-Ya veo... así que era eso...-

El hombre entonces detuvo lo que estaba haciendo y entonces se centro completamente en el niño frente a él.

"Así que esa es tu elección. ¿Eh...?"

"Si.... Esta es mi elección...."

"...."

"Para seguir con la transacción necesito de un tutor que firme los documentos importantes, así que no puedo seguir la transacción si tu padre o madre no estan cerca, así que necesito que al menos uno de ellos este presente..."

"....."

"Lo siento señor... pero yo...."

"Yo soy huérfano...."

"¡!"

El hombre sobresalto los ojos cuando Madara dijo esto, sin embargo, no dijo demasiado, solo guardo silencio y lo miro con algo de lastima.

"...."

"Ya veo..."

"Así que era eso desde un inicio ¿Eh?. En fin, estas historias me conmueven demasiado así que solo por esta vez te daré el beneficio de la duda"

"¿Cuanto dinero tienes en mano?"

"250.000"

"Mmmhh. Dame solo 200.000 Ryō's. Quédate el resto. Parece que te esforzaste demasiado por lograr tu meta así que te daré esta oferta especial en nombre de tantos niños que sufren como tu..."

"¿Que te parece?"

"Si me promete que todo estará bien entonces acepto su trato"

"No tienes por que preocuparte niño... La casa será completamente tuya..."

"Entiendo... Entonces, acepto su amable oferta..."

"Bien... entonces voy a preparar todo, por ahora toma asiento mientras preparo todo, pronto te llevare a tu nueva casa..."

"Gracias... esperare hasta que vuelva..."

"Mmm"

Madara entonces le entrego su bolsa con dinero al hombre, este se la llevo con él y se fue a otra habitación mientras que Madara solo esperaba a que el hombre volviera con todos los elementos necesarios.

Madara solo espero durante un largo rato hasta que finalmente el hombre volvio de la habitación, el hombre, amablemente le entrego la bolsa aunque ya no tenia tanto dinero como antes.

Madara solo miro la bolsa y noto como la cantidad era mas de lo que habían acordado, solo le iban a quedar como 50.000 Ryō's pero en la bolsa había mas de esa cantidad.

Madara solo guardo silencio mientras miraba con honor al hombre.

-También existen seres buenos en el mundo... Sin duda alguna a veces intenta aparentar otra cosa de lo que suelen ser en realidad. Sin duda te has ganado mi respeto-

Madara miro con respeto al hombre frente a él.

"Muy bien toma esto de aquí, llénalo con tus datos personales, coloca todo los datos que puedas y pon tu nombre aquí, en este lugar de aquí y también por aquí"

"Ok... Lo hare"

Madara solo lleno la hoja donde venia lo típico de siempre, documentación como el nombre, fecha de nacimiento, edad, nombre del padre, la madre, hermanos y por ultimo el motivo del por que comprar una casa.

Madara lleno todo y respondió la pregunta con total sinceridad.

No le tomo demasiado tiempo llenar la hoja y en cuestión de minutos lleno por completo el formulario, lo devolvió al hombre, este leyó la hoja durante algunos segundos antes de guardarlo en una carpeta donde al parecer guardaban la documentación.

El hombre luego comenzó a sacar algunos cuantos papeles mas donde le pidió que firmara con su nombre en cada documento.

Eran unas cuantas hojas pero al final Madara logro llenar todo sin mayor problema.

El hombre entonces se quedo algunos cuantos papeles y le otorgo otros a Madara.

"Ahora la casa esta a tu nombre, esos papeles demuestran que la casa y el terreno esta a nombre de Madara. Ya no tendrías que tener problemas, en caso de que haya algún problema, solo muestra este papel de aquí y seguramente todo se resolverá.... ¿De acuerdo?"

"Entiendo...."

"Bien"

" Entonces vamos a tu nueva casa, Madara..."

"Okey... Vamos..."

Luego de esto él hombre guio a Madara a su nueva casa que no estaba muy lejana del lugar donde estaban ahora mismo, fueron solo cuestión de minutos antes de llegar a a su destino.

"Hemos llegado... Esta es tu nueva casa..."

Ambos se detuvieron frente a la nueva casa de Madara que era bastante similar a la ilustración que había visto en el catalogo, Madara miro su casa con felicidad y supo que había valido la pena los años de esfuerzo.

"Toma, aquí estan tus cosas, con esto, nadie podrá irrumpir en tu casa, estas asegurado y tienes completamente el derecho de este espacio..."

El hombre le comenzó a entregar varios elementos importantes para asegurar por completo la casa, le dio las llaves, las escrituras y algunos papeles para verificar que todo fuera legal.

Madara solo los tomo y agradeció al hombre por su enorme amabilidad.

Le dijo que algún día iba a recordar esto y en un futuro iba a comprar una casa mucho mas grande que esta.

El hombre solo le sonrió al pequeño niño y agradeció las palabras que el pequeño le había dedicado.

El hombre agradeció la compra de Madara y entonces se paso a retirar del lugar.

Luego de que el hombre se marchara del lugar, Madara no pudo contener mas su emoción y entonces se dirigió a ver el interior de su casa.

Él abrió su casa por primera vez y noto la gran compra que había realizado.

Estaba completamente amueblada y tenia una arquitectura impecable que agradaba al verla.

El espacio era adecuado, tenia varias habitaciones y dos plantas, en la planta baja estaba el comedor la sala, una habitación y un baño, un tanto pequeño pero suficiente para Madara, en la planta alta tenia dos habitaciones grandes y un baño, suficiente para la comodidad de Madara.

La casa era bastante agradable y Madara sin dudas estaba contento con que su compra fuera bastante satisfactoria.

Madara exploro la casa como era debido, al final la vio toda con un sentimiento de satisfacción total y ya satisfecho por ver su casa decidió darse una ducha para conmemorar su compra

Sentir las gotas de la regadera recorrer su cuerpo era un sentimiento que había olvidado hacia bastante tiempo, ahora se sentia sumamente cómodo, poder sentir el agua recorrer su cuerpo era un sentimiento que no se comparaba con absolutamente nada.

Siguio en la ducha durante un largo rato hasta que quedo completamente satisfecho.

Al final Madara salió de la ducha ya mas relajado y ahora se dirigió a su habitación para sentir esa sensación enorme de dormir en una cama.

"Ah.... esta sensación..."

"...."

"¡Esto no es compara con nada...!"

"Joder..."

 "Tanto tiempo sin sentir algo cálido que por fin siento un gran sanación de paz en mi interior.... Ahh"

 "Esta fue la mejor decisión que puede tomar en mi vida..."

"Por fin complete el primer paso hacia la grandeza, falta poco, solo un poco mas y entrare a la academia para poder mostrar mi potencial y mejorar lo que quede de este..."

"Cuando por fin entre a la academia nadie podrá detenerme jamás, nadie me detendrá jamás..."

Madara apretó su puño con decisión, después se acostó en su cama y lentamente fue al hermoso mundo de los sueños.

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