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Capitulo 14

Capitulo 14

Los días pasaron rápidos, días en donde no supe nada de Amir, tenía 19 años, estaba en la universidad y era estúpido que mi gran preocupación era si Amir querría seguir hablando conmigo, también tenía miedo de que Taylor se haya dado cuenta de todo y quiera quitarme la vida, estaba nerviosa.

Era el último día de clases en donde ya estaba harta de usar el estúpido uniforme, ¿en qué universidad llevan uniforme? Pues en la mía y la verdad es que me veía como la propia colegiala cuando yo ya no quería serlo más, pero eran políticas de la universidad los tres primeros años se usaba uniforme y los otros podrías usar lo que quisieras con tal no rompiera las normas, el cumpleaños de Amid se acercaba y eso era lo único que se escuchaba por los pasillos de nuestra facultad, la verdad es que eran unos chismosos pero la fiesta de un Garnet nadie se lo perdería, habría alcohol gratis y eso era lo único que le importaba a los universitarios.

-Todos los alumnos de administración de empresa por favor dirigirse al auditorio- Amid y yo nos vimos raro antes de empezar a caminar, sin entender el porque del llamado.

Íbamos a terminar nuestro primer año en la universidad solo nos quedaban 4 por delante, aunque amaba estudiar era un fastidio en algunas ocasiones y más cuando lo único que había en mi cabeza era un hombre, sexy, pero no dejaba de ser hombre, lo cual lo convertia en un idiota.

Al llegar al auditorio nos ubicamos y luego de que la rectora dijera un largo discurso solo para informarnos que podíamos empezar a buscar en donde hacer pasantías durante las vacaciones, que si empezábamos hacerlas desde ya sería lo mejor para nuestro fututo laboral y otras cosas que ya todos sabíamos, yo sabía cómo manejar una empresa mi padre me tenía muy bien entrenada y la carrera era solo por tener un titulo y más que todo un capricho mío, quería tener algo de lo cual decir que me lo había ganado por mi sola, parecía estúpido, pero quería el mérito por esto.

-He estado pensando lo de Dubái- me dice Amid cuando salimos- la verdad es que es una muy buena opción Katherine- sabía lo que lo era pero no quería que el se fuera tan lejos.

-Si pero te irías, me dejarías sola- el me sonríe y besa mi mejilla- yo te apoyare siempre en lo que decidas Amid, si es lo que quieres pues bien, no te quedes acá amargándote cuando crees que tu destino esta en ese lugar- lo ánimo porque eso es lo que hacen los amigos.

Yo también deseaba irme, pero a una isla paradisiaca broncear mi piel, beber cocteles y disfrutar de una vida tranquila pero no podía hacerlo por más que lo deseara por más que lo quisiera mi lugar estaba aquí en Londres, con mi padre y futuro esposo, ayudándolos en todo lo que necesitaran.

Mi celular suena de manera estrepitosa, lo tomo y veo que es un mensaje de Benjamín en donde dice que si o si sería mi pareja para la fiesta de Amid, yo solo pude rodar los ojos aunque sería bueno que Amir me viera con otro chico para que sintiera celos y se diera cuenta que era una chica muy deseada y que el no era el único que podía tenerme.

En la tarde mientras me arreglaba las uñas mi celular sonó mostrando el nombre de Amir Garnet, no sabía si contestar o no, ya que al parecer el me había estado ignorando estos días, no debía de parecer tan fácil así que decline la llamada, aunque por dentro solo quería contestar y ver qué era lo que quería.

-¿Qué color quieres?- me pregunta la chica encargada de mis uñas y muerdo mi labio.

-Rojo.

Amir me llama varias veces mas pero cuando se da cuenta que no pienso cogerle el celular deja de insistir, la chica termina con mis uñas y se despide luego de que le pagara, estaba acostada en mi cama solo en una pijama negra de seda, era una pequeña camisa con un short aun mas diminuto, decidí que necesitaba comer algo así que salí de mi lugar seguro, la cocina estaba sola así que tome algunas frutas las pique les eche un poco de azúcar y luego las comí, al terminar era hora de arreglarme de una vez por todas ya que iba a salir con Laura, no tenía ganas pero ya no podía declinar la salida.

Antes de poder llegar a las escaleras la puerta del despacho de mi padre se abrió y de él salió mi padre y el señor Garnet el cual me recorrió de manera rápida, no me sentía apenada pero tampoco podía lucir coqueta y que mi padre no me matara así que de manera rápida hice como si pudiera bajar la bata para no mostrar mis piernas, quería que el viera todo lo que se estaba perdiendo por cabeza dura.

-Ala que vergüenza… yo mejor me voy, lo siento mucho.

Subí corriendo las escaleras con una sonrisa en mi cara, mi padre no podía descubrir que ya le había regalado lo más preciado que tenia al que sería mi esposo, y mi futuro esposo debe de pensar que yo de verdad estoy avergonzada, cuando la verdad lo único que deseaba era lanzármele encima, esos pensamientos no me llevarían por el buen camino.

Me reí como desquiciada al llegar a mi cuarto y cuando logre calmarme entre al baño, tenía que arreglarme o se me haría muy tarde, puse el agua en la temperatura que quería mientras me veía en el espejo, era linda, muy linda, tenia curvas perfectas, tenia carisma, tenía talento, era inteligente, cualquier hombre caería a mis pies, pero yo solo deseaba a uno y no pararía hasta conseguirlo.

Al terminar de bañarme me aplique cremas en todo mi cuerpo me perfume y salí desnuda a buscar que ponerme, pero había un invitado sorpresa en mi habitación, sentado en mi cama recorriendo mi cuerpo como si se tratara del último manjar en el mundo, como si fuera lo más preciado que sus ojos hubieran visto jamás.

-Falak.

-¿Qué haces aquí?- respondo a la defensiva porque esto si que no me lo esperaba para nada.

-Yo solo quería verte, pero esto es aun mejor- se muerde el labio de una manera que solo hace que me moje.

Sin que lo viera venir se para de la cama y recorre el espacio que nos separa, al estar cerca de mi lleva su olfato a mi cuello el cual olfatea y deja un beso justo por donde pasa mi arteria causando que mis piel se erice, todo lo que el hacía me ponía el corazón a latir de manera desbocada.

-Aléjate de mi Amir- le digo tratando de apartarlo pero él me acorrala entre la puerta y su cuerpo, como si no pudiera aceptar las palabras que le decía.

-Falak, eres mía, MIA, y no puedo simplemente dejarte ir, te necesito a mi lado, te necesito a ti- pasa la lengua por mi cuello haciéndome suspirar.

-Deja de decir estupideces tú necesitas es a tu esposa, a la gran Taylor Garnet, yo no soy nada comparado a ella, no quieras venir a tratar de engañar a mi corazón- le suelto con rabia y el sonríe, mientras deja besos en mis mejillas de manera cariñosa.

-Una reina no es la que gobierna a su pueblo, una reina es la que logra gobernar al rey, la que logra que el rey se ponga de rodillas, y aquí estoy Falak, por ti, no por Taylor o por otra, ante ti es que estoy de rodillas- sus palabras llegan muy dentro de mi.

Sin poder contenerme me tiro a sus labios, sus palabras aunque no sé si sean sinceras calaron muy hondo en mi ser, sus labios se unen a los míos en una baile lento, sensual y amoroso, sus manos van a mi cintura en donde acerca más nuestros cuerpos, enredo mis manos en su cuello sin importarme mi desnudes, sin importarme estar en mi casa, solo lo necesito a él en este momento, no mas, solo necesito a Amir Garnet, y que el me haga suya de nuevo.

Sus manos van a mis glúteos los cuales toma y me da el impulso necesario para enrollar mis piernas en su cadera, camina y me acuesta en la cama, en ese momento el se dedica a explorar mi cuerpo y yo a quitarle la ropa, somos solo manos, caricias y besos, empiezo a sudar, y noto como el está igual, sus labios toman posesión de mi pezón el cual muerde, chupa y logra que se me escapen gemidos sin poder controlarlo, en este momento agradezco tener mi habitación muy lejos de la de mis padres, porque así ellos no se darían cuenta de todo lo que estaba pasando bajo su mismo techo.

Siento su pene erecto juguetear en mis pliegues y eso solo hace que lo quiera adentro ya. El baja sus besos por mi vientre, en el cual se deleita y yo solo puedo acariciar sus cabellos, abre mis piernas, y deja un beso en mi monte Venus, y luego abre mis labios mayores para tener mejor acceso todo esto o hace sin dejar de mirarme causando que mis hormonas terminen de revolucionarse.

-Mi reina- murmura antes de mete su boca en mi sexo y llevarme a ver las estrellas.

Siento como el orgasmo explota y él se toma todos mis fluidos y sube su cara y se posiciona, la penetración nos saca un gemido, sus movimientos van cada vez más rápidos mientras sus manos juegan con mis pezones y sus labios dejan besos en mi cuello, en ese momento una idea pasa por mi mente, y sin dejar de gemir lo beso y lo obligo a cambiar de posición quedando ahora yo arriba empiezo a cabalgarlo, mientras las manos de el van a mi cintura, gime y yo aprovecho el momento para besar su cuello y chuparlo un poco, por la bruma del placer el no nota mis intensiones sino que me hace aumentar los movimientos, lo cual hago encantada, dejándome llevar por mis deseos más profundos y volver a llegar al orgasmo mientras lo arrastro conmigo, siento como toda su semilla se derrama en mi interior, y caigo exhausta sobre su pecho con una sonrisa boba en mi cara.

Es hora de poner las cartas en juego, es hora de que Taylor Gordon se empiece a dar cuenta que su esposo ya no es solo de ella, que ahora tenía que compartirlo con otra mujer, tenía que enterarse que su cuerpo ya no le provocaba porque tenía algo más apetitoso para comer antes de llegar a casa.

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