Capitulo Diecisiete: Conociendo la Nueva Casa

Los dos han terminado de desayunar y ella coge su bolso y dice:

- Será mejor que me vaya, después de todo, tengo que encontrar una casa para vivir.

- ¿Quieres vivir conmigo?" le pregunta mirándola a los ojos y sintiendo que su corazón se acelera.

Ella se echa a reír y dice:

- Tomémoslo con calma, ¿vale? Es mejor que tenga mi propia casa por el momento. Aún no estoy preparada para compartir casa con alguien.

- Vale, pero si cambias de opinión, dímelo.

Ella se echa a reír y Manoel se acerca a ella, acercándola a él y le dice:

- Me encantó pasar tiempo contigo.

Y la besa apasionadamente. Ella piensa en apartarse de sus besos, pero le gusta la forma en que la besa, porque él muestra tal intensidad en sus besos que acaba acostumbrándose a él y devuelve el beso al mismo ritmo.

Manoel la abraza y dice, tocando su frente con la de ella:

- ¿Cuándo volveré a verte? No sé si podré estar mucho tiempo lejos de ti.

Ella termina sonriendo y dice:

- Tan pronto como consiga un lugar donde vivir, te lo haré saber.

Sale de su abrazo, le da un beso en la frente y se marcha de su casa.

Manoel va hacia la puerta y la coge del brazo y le dice:

- ¿Vamos al cine conmigo? He oído que va a haber una película de animación muy chula.

Ella le mira y dice:

- ¿A qué hora?

- Esta noche sobre las siete. ¿Trato hecho?

- Hecho.

Manoel tira de ella de nuevo, pero esta vez aún más cerca y dice:

- Sé que hace tiempo que os separasteis, pero quería saber si aceptas ser mi novia.

- Manoel, vamos a darnos tiempo, por favor. No sé si estoy preparada para una nueva relación.

- Pero tú misma dijiste que ya no lo amas.

Ella respira hondo y dice:

- No se trata de que ya no lo ame o no, sino de que necesito pensarlo. Tengo miedo de hacerme daño o de hacerle daño.

- Pero sólo quiero hacerte feliz. Te juro que no te haré daño. Sólo quiero estar contigo. Sabes que haría cualquier cosa por ti nena.

- No es tan fácil para mí, pero por favor trata de entenderme. Eres importante para mí, ¿entiendes?

- Sí. Siento haberte hablado así.

Te sujeta la cara y te hace un rápido gesto con la mano y dice:

- "Pero la película sigue, ¿verdad?

Nayara sonríe y dice

-Sí y está bien, estás excusado- y lo abraza diciendo- No me abandones, por favor, deja pasar un tiempo para que podamos tener algo serio. Realmente me gustas, solo que siento miedo de lastimarte o lastimarme también.

Manoel le devuelve el abrazo diciendo:

- ¿Crees que voy a renunciar a ti? Ya te dejé escapar una vez y no cometeré el mismo error dos veces.

Se quedan en silencio y poco después ella sale de la casa de Manoel y decide caminar hasta la posada.

Después de quince minutos de caminata, llega a su habitación en la posada, se ducha, empaca su ropa y busca en internet casas disponibles y sus precios.

Tras largos minutos, encuentra una casa un poco cerca de la residencia de Manoel, pero está en alquiler. Se fija en el precio, que ronda los trescientos reales al mes, y tiene dos dormitorios, un salón, una cocina y un parterre.

Se da cuenta de que ya había visto esta casa antes, pero no sabía que estaba en alquiler. Nayara anota el número de contacto y llama a la dueña de la casa, que se llama Isabele.

La mujer contesta al segundo timbrazo:

- Hola, me llamo Isabele. Tiene el pelo largo y rizado de color miel, la piel clara y es de estatura media.

- Hola, me llamo Nayara. He encontrado en internet que alquiláis una casa y me ha interesado el lugar y me gustaría visitarlo.

- Sí, serás muy bienvenida. Venga a esta dirección a partir de las tres.

- OK. Puedo venir hoy a las tres y media de la tarde. ¿Puedo venir hoy a las tres y media de la tarde?

- Sí. Te espero aquí. Adiós.

- Hasta luego.

Nayara termina la llamada y termina de recoger el resto de sus cosas, mira la hora y se da cuenta de que son casi las tres y que sólo faltan diez minutos para las tres.

Sale de internet y se va a dar una ducha relajada, se lava el pelo y cuando termina decide ponerse unos vaqueros, una blusa verde con encaje blanco y unas sandalias del mismo color con piedras en los laterales y dejarse el pelo suelto, porque aún están juntos de la ducha.

Cuando termina de arreglarse, son las tres y cuarto de la tarde y sale de la posada llevando sólo un pequeño bolso con su móvil dentro y la llave de la posada y coge un taxi hacia su nueva casa.

De camino, Nayara llama a su amiga. Ella contesta al segundo timbrazo y Nayara dice:

- Rah, lo siento por tardar tanto en enviar noticias. Es porque estaba ocupándome de unos asuntos.

- Está bien Nay. ¿Pero ya estás con Manoel?

-Todavía no. Le dije que esperara un poco.

Hay un momento de silencio hasta que Raele dice:

- Loca, acepta salir con él pronto, antes de que se busque otra chica y te deje tirada.

- Tranquila, amiga. Es que lo que me pasó es muy reciente y ¿cómo sabes que ya no estoy con Nathaniel?

- Miguinha, quitaste tu foto de perfil de whatsapp en la que salíais tú y Nathaniel e incluso la frase de tu perfil que decía:

"Amo a mi ángel Nathaniel"

Y la pusiste:

"Pensando en la vida".

Nayara se echa a reír y los dos se quedan hablando por el móvil hasta que llega a la nueva casa.

Paga el taxímetro que daba unos diez reales y se baja del taxi, se acerca al lugar y toca el timbre esperando que Isabele la reciba.