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CAPÍTULO 7- ¿Harem de lolis y un nuevo Kei?

CAPÍTULO 7- ¿Harem de lolis y un nuevo Kei?

Para Kei, las fiestas son aburridas. Hablar, conseguir contactos, socializar para tener el visto bueno de los nobles más importantes... Kei piensa que las fiestas que organizan los nobles, sirven solamente para reforzar sus conexiones y seguir prosperando.

Para la mayoría, eso es bueno, pero Kei no piensa lo mismo. Con el dinero que obtiene cuando vende las joyas y las pieles de los monstruos que obtiene de las mazmorras, le paga a espías para que le consigan información. ¿Qué nobles están haciendo cosas malas? ¿Qué familias debe evitar? ¿Qué familias son buenas? Con la información que obtuvo, pudo matar a las nobles que robaban y asesinaban. Kei hizo eso para evitar conflictos a futuro con esas personas.

Después de que varias nobles murieran, las familias nobles, incluyendo a su familia, mejoraron su seguridad. Desde hace 3 años, Kei no ha matado a ninguna noble, pues no quiere arriesgar a sus espías.

Es por eso que quiere evitar conocer a las familias nobles. Pueden parecer personas amables y educadas, pero él sabe que no lo son... Bueno, la mayoría no lo son. Sus espías le contaron sobre algunas familias que ayudan a los pobres y son amables. Kei verificó sus acciones y confirmó que son personas buenas. Entre esas familias, estaba la familia "Churs", es por eso que enamoró a Grisia Churs... Bueno, esa es una de las razones, también consideró su fuerza y potencial.

Pero, dejando de lado el peligro que representan para Kei, Kei no asiste a las fiestas porque son aburridas para él.

Kei bostezó y se acarició el cuello.

—Estoy tan aburrido que hasta podría dormir parado como los caballos.

—Hermano, ¿no quieres bailar conmigo? Vamos, movernos nos quitará lo aburrido.

—No, gracias. Si bailo contigo, tendré que bailar con otras chicas. Prefiero quedarme parado y esperar a que el tiempo pase volando.

Kei y Mei están en la fiesta. Kei usa un elegante traje blanco y Mei usa un elegante vestido blanco.

Para las niñas nobles, Kei es bastante atractivo y su reputación lo hacen ver como uno de los Molfer más poderosos y con más potencial que han nacido en esa familia, es por eso que todas tienen puesto un ojo sobre él. Kei no ha recibido más propuestas de matrimonio, pues desde que rechazó casarse con la tercera princesa, las demás no se atreven a pedirle matrimonio, pues saben que serían rechazadas. La segunda princesa está comprometida con un príncipe de otro país, es por eso que la Reina le ofreció la mano de su tercera hija a Kei, para que la familia Real y la familia Molfer estén relacionadas, pero Kei la rechazó al instante, pues la tercera princesa es demasiado joven para él, ella apenas tenía 5 años cuando le ofrecieron a Kei que ella fuera su esposa. Y la segunda princesa, aunque esté comprometida, está planeando romper ese compromiso, pues Kei le parece una opción mucho más favorable para ella, aunque posiblemente sea también rechazada por Kei.

Y para los niños nobles, Mei es bastante atractiva. Lamentablemente para ellos, Mei no está interesada en otros chicos que no sean Kei. Y Kei no está interesado en chicas débiles.

Por cierto, Drin, en su forma como gato, está en la cabeza de Kei, oliendo su cabello.

—¡Vamos, hermano!

—Ah...

Kei observa a las personas a su alrededor. Están en un enorme salón, elegante y limpio. Hay mesas de comida, bebidas, meseros, música elegante y la presencia de la Reina. La Reina observa la fiesta sentada en su trono. Sus tres hijas están sentadas a su lado. 18, 10 y 8, son las edades de sus hijas.

La Reina es una mujer atractiva, con el cabello negro y largo, y tiene los ojos verdes. Sus hijas se parecen a ella. La mayor tiene el cabello largo y usa armadura, parece una guerrera. Y su hija menor es idéntica a la segunda princesa, Greyni.

—Espera...

Kei intenta reunir valor... ¿Por qué? Bueno, una característica de este mundo, es que las mujeres están orgullosas de sus cuerpos. La belleza y la fuerza son importantes para las mujeres de este mundo.

¿Qué significa eso? Las mujeres presumen sus increíbles y atractivos cuerpos. Como los hombres de este mundo no son pervertidos, a las mujeres no les molesta mostrar demasiada piel. Fravi se encargó de eliminar la lujuria en los hombres. Solo sentirían lujuria por las mujeres que aman.

En pocas palabras, las mujeres en esta fiesta usan vestidos con escotes muy reveladores, que resaltan mucho sus pechos, e incluso algunas muestran sus pechos al aire libre, sin ocultar sus pezones, algo que pone demasiado tímido a Kei.

Vestidos que muestran sus hermosas piernas, sus pechos y sus espaldas.

Para Kei, esto es demasiado incómodo.

—¡Debo reunir valor!- Pensó Kei.

Toma aire y sonríe. Tiene mucho entrenamiento en cuanto a la actuación, así que puede fingir que no es tímido por mucho tiempo, aunque tiene un límite.

—Bueno...

Le extiende su mano derecha a Mei.

—¿Quieres bailar conmigo, bella dama?

Obviamente, Kei quiere ser caballeroso, no intenta conquistar a su hermana... Pero gracias a esa acción, ella se enamoró más de él.

—S-sí.

Su rostro está rojo y toma de la mano a Kei. Él la jala hacia él, pone su mano sobre la cintura de Mei y ella lo abraza. Empiezan a bailar al ritmo de la música, mientras el corazón de Mei se acelera peligrosamente.

Drin olfatea algo y observa a su alrededor.

Detecta un olor familiar. El olor del amor.

—¡Más rivales!- Pensó Drin. Está demasiado celosa. No está celosa de Mei, pues sabe que es hermana de Kei. Está celosa de la chica que se acerca a él... Bueno, de las chicas que se acercan a él.

—¡Nuestro héroe!

—¡Es un placer verte de nuevo!

—¡No sabíamos que eras hijo de Sei Molfer!

—¡¿Por qué no nos conocíamos?!

Freiya y Neil, las primas de la princesa, se acercaron a Kei.

—Hola... Bueno, me presento de nuevo. Mi nombre es Kei Molfer, soy hijo de Sei Molfer. No me conocen porque no acostumbro a venir a las fiestas... Básicamente, me obligaron a venir hoy... Me obligaron... ¡Ahhhhhhhh! Tan cómodo que estaría en casa, durmiendo. No todos los días tengo días de descanso y mi madre me lo arrebata. Me quejaría, pero probablemente yo termine con todos lo huesos rotos.

—Hermano, sigamos bailando.

—Espera, por favor, no seas grosera... Por cierto, ella es mi hermana gemela. Pero supongo que ya se conocían.

Mei, como futura líder de la familia Molfer, no puede darse el lujo de no asistir a las fiestas, así que ella es mucho más conocida que Kei entre las familias nobles, pero Kei sigue siendo más famoso que Mei, por lo que a ella la comparan mucho con él y es criticada por ser más débil que él, algo que no le molesta a Mei, pues no le importa mucho ser considerada poderosa, solo le importa lo que su hermano piensa sobre ella.

Las madres de Freiya y Neil se acercan a ellos.

—Tú eres Kei, ¿no?

—Me llamo Kei Molfer, soy hijo de Sei Molfer, es un gusto conocerlas.

Les extiende las manos y ellas lo saludan de mano.

—Muchas gracias por salvar a nuestras hijas.

—Si algún día necesitas ayuda, no dudes en pedirla.

—Muchas gracias... ¿Eh?

Drin está arañando el rostro de Kei.

—¿Tu gato está bien?- Dijo Neil.

—Es muy lindo.- Dijo Freiya.

—Esperen, Nia debe ir al baño. Esa es la señal que usa. Con permiso, me retiro.

Kei se aleja caminando y suspira.

—Tengo un mal presentimiento.

—Puedo detectar un aroma peculiar... Ellas se enamoraron de ti... Lo puedo oler.- Dijo Drin en voz baja.

—¿Puedes oler eso? Eso es genial... Pero quería evitar eso... Ellas no son poderosas... Luego pensaré en una solución.

Kei se detiene y voltea a su derecha.

Charlotte, una de las héroes, está hablando con unas mujeres y con la madre de Kei.

Como pasaron 12 años, ella creció y ahora tiene 22 años.

Su figura es delgada. Es plana, pero es linda. Sus brazos son algo delgados, pero fuertes.

Ella ataca a distancia, es por eso que no entrenó mucho su cuerpo.

—Tengo que solucionar eso primero... Drin, comencemos.

Mientras tanto, Sei Molfer le cuenta a Charlotte sobre sus hijos.

—Uno de mis hijos tiene un enorme potencial. Me gustaría que se uniera a su ejército. Aunque ese chico sea poderoso, le falta más experiencia.

—¿Enorme potencial? Si la famosa Sei Molfer lo dice, supongo que es verdad... ¿Qué tan poderoso es?- Dijo Charlotte.

Después de unos minutos, Kei regresa con su hermana.

—Lo siento, Nia tenía sueño.

—¿En dónde está?

—Está durmiendo en el jardín.

Sei Molfer y Charlotte se acercan a ellos. Kei, al contrario de cómo lucía antes, se le ve bastante tranquilo y para nada nervioso.

—Ellos son mis hijos.

Ambos bajan la cabeza como muestra de respeto. Mirar a los ojos a una héroe está mal visto, pero a ellos no les importa, solo lo hacen porque su madre les dijo que lo hicieran, para obtener una buena impresión de la héroe.

—Es un honor conocerla, señorita héroe.- Dijo Mei.

—Gracias por protegernos.- Dijo Kei.

Charlotte observa a Kei por unos segundos.

Está sospechando de él. Era obvio que eso pasaría. Aunque reencarnó, su apariencia no cambió. Es demasiado sospechoso.

—Esa apariencia... ¿Cómo se llaman?

—Mi nombre es Mei Molfer.

—Mi nombre es Kei Molfer.

—¡¿Kei?!- Dijo sorprendida.

Charlotte se agacha y lo observa de cerca.

Kei comienza a sudar frío y parpadea un par de veces antes de hablar.

—Ah... Esto... ¿Q-qué pasa?

—¿R-realmente eres tú, Kei? ¿No te acuerdas de mí?

—¿Acordarme? Lo siento, pero creo que es la primera vez que nos vemos. ¡Si esta es una trampa para robarme mi anillo mágico, le advierto que solo yo puedo usarlo!

—No... Eres idéntico a él... Y también te llamas Kei... Y eres muy poderoso... No me mientas. Tú eres el héroe Kei, ¿no?

—¡¿Héroe?!- Dijeron Sei y Mei sorprendidas.

Los invitados voltearon a verlos y comenzaron a murmurar.

—¿El héroe Kei?

—¿No es el héroe fallido?

Kei se alejó un poco de la héroe.

—¿Y-yo? ¿U-un héroe? Lo siento, pero me confunde... Aparte, soy hombre... ¿Me podría explicar mejor lo que pasa?

—¿Por qué no creciste? ¿Tu poder no te permite crecer?

—Señorita... Me está confundiendo... Mi nombre es Kei Molfer, soy hijo de Sei Molfer, y desde que tengo memoria, siempre lo he sido... No soy un héroe y tampoco te he conocido.

—No me mientas, Kei.

—Pero no estoy mintiendo.

—Solo admítelo...

De pronto, una de las ventanas del salón explota y una mujer demonio choca contra una pared, alertando a todos en el lugar y poniéndose en guardia.

—¿Un demonio?- Dijo Sei Molfer.

—Vaya, vaya. ¿Hay una fiesta? Perdón por entrar sin invitación.

Un hombre con una máscara roja, que tiene dibujada una sonrisa, entra al salón por la ventana rota.

Usa un traje blanco y guantes negros. Usa una capa roja, que lo hace ver raro.

Él se da cuenta de que Charlotte está en la fiesta.

—¿Eh? ¿Charlotte? ¡¿Eres tú, Charlotte?! ¡Hace años que no te veo! ¡¿Cómo estás?! ¡Yo bien, ¿y tú?!

—E-esa voz...

—Sí, lo sé, mi voz cambió... Ya sabes, la pubertad... Mi nombre es Kei, es un placer volver a verte.

—¡¿Kei?!

—¿Kei? ¿Entonces realmente no soy el héroe Kei? Y yo tenía la esperanza de ser su reencarnación.- Dijo Kei, fingiendo decepción.

—¿El héroe Kei sigue vivo?- Dijo Sei Molfer.

Y así, la situación dio un giro inesperado, con la presencia de un nuevo demonio.

Un demonio, una héroe y un nuevo Kei.

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