Sirviente: ¿Dónde está la princesa? ¿Dijiste que vendrían por la mañana? -preguntó temblorosa la cabra mientras se frotaba las manos con nerviosismo.
Po: Pues... -No sabía bien como responder.
Mantis: ¡Ahí están! -gritó antes de que la panda respondiera con una excusa al verlos llegar a lo lejos.
Po: Uf... -soltó un suspiro de alivio.
Las chicas se reunieron alrededor de Riuz cuando lo vieron llegar con la niña en brazos. Él la bajó y cuando la cerdita miró a las chicas, bajó la mirada y se agarró del pantalón del humano algo nerviosa. Riuz solo la miró en respuesta como si dijera "Hazlo".
Mei Li: Yo... lo siento -se inclinó ante las chicas, quienes quedaron casi asustadas por el cambio de actitud y la acción muy poco propia de la posición noble de la niña- Perdón por todos los problemas que causé. Nunca interactué con personas que no me trataran como algo más que una princesa y no sabía lo que hacía, perdón por cómo actué y espero que podamos ser amigos. -Sus palabras eran tan humildes que hasta a los sirvientes a la distancia casi se les cae la mandíbula.
Las chicas la miraron y luego intercambiaron miradas entre Riuz y la princesa, como si estuvieran tratando de deducir lo que pasó, pensando incluso que la princesa fue reemplazada por otra cerdita muy parecida, pero eso duró poco porque Po fue la primera en reaccionar.
Po: ¡Oh! ¡Ho! ¡Ho!... claro que estás perdonada, cómo no podría perdonar a esta cosita tan tierna -exclamó mientras levantaba a la princesa con sus manos- Claro que podemos ser amigos, y vamos a jugar Mahjong, y a la casita, hasta le hice compañeros al muñeco de palo -dijo mostrando otros dos muñecos similares al que le había dado.
La princesa dudó y miró a Riuz como buscando su aprobación, y este solo le asintió para luego mirar a la panda.
Riuz: Llévatela a jugar, disfruten el resto del viaje.
Po: ¡Wiiii! -exclamó mientras ponía a la princesa sobre su cabeza y empezaba a correr.
La princesa también pareció dejar atrás una carga y empezó a disfrutar ser cargada, dejando salir verdaderas expresiones de entretenimiento. Riuz vio esto y asintió, sabía que solo Po podía darle esa diversión infantil que tanto le faltaban, él solo podía darle placer, pero Po le daba alegría.
Tigress: ¿Qué hiciste? -Interrogó con impetu
Mantis: Sí, ¿la golpeaste con una piedra en la cabeza repetidas veces? porque esa no es la misma princesa.
Riuz: Digamos que solo le dije la verdad que necesitaba -respondió sonriente mientras estaba por caminar hacia adelante, pero una mano anaranjada con garras lo sujetó de su hombro deteniéndolo.
Tigress: En serio, ¿qué hiciste? -preguntó nuevamente, con gran seriedad.
Riuz: Bueno, sí, quizás esas verdades que le dije fueron bastante más crueles de lo que se esperaría, y le hice ver parte de este mundo que una niña no debería conocer, pero esto la ayudará para el futuro, recuerden que es una princesa. No se preocupen, como mucho tendrá algunas pesadillas, pero al menos ahora parece más cooperativa y Po es feliz al tener lo que quiere. Es más, creo que la princesa necesita una amiga como Po más de lo que Po a la princesa -respondió con una sonrisa, siguiendo con su camino, ignorando las aún persistentes dudas de sus compañeras.
Tigress: No puedo creer que lo logró, creo que me estoy volviendo loca.-Negó aún incrédula de lo sucedido, pues por lo que vio la niña estaba sana y salva, pero aun así cambio mucho.
Mantis: Es increíble en muchos sentidos. Oye, mira, puede que en realidad él tenga una labia impresionante que no conocíamos y al final sí termine convenciéndonos a nosotras también -bromeó.
Tigress: Tonterías -dijo dejando de escuchar a su amiga y comenzando a caminar, pero en realidad se le erizó la piel y se decía a sí misma que eso no podía ser posible.
...
Durante el resto del camino, Po y la princesa se la pasaron jugando a todo lo que podían, ya sea juegos de mesa, con los muñecos o simplemente corriendo por el camino. Mei Li siempre mostró cierta actitud extraña hacia Riuz, pero con el cambio de actitud que tenía, nadie le prestó atención. Todo fue como habían acordado antes, al menos hasta que llegaron a Qidan.
Tigress: Miren allí, es Qidan. -Dijo haciendo que todos miraran por sobre las rocas una muralla destartalada.
Po: Wow... se ve...
Mei Li: que apesta.
Po: Iba a decir que es un asco, pero estamos en la misma página.
El grupo se acercó a la gran puerta y allí Po bajó a la princesa para que fuera a tocar la puerta, feliz de haber podido cumplir la misión, pero eso fue arruinado por el agradecimiento de una de las cabras.
Sirviente: Me alegra que le hayan dado un poco de felicidad antes de que se convierta en la esclava del rey Qidan por el resto de su vida.
Po: Bueno, sí... ¿Dijiste esclava?
Riuz: ¡¿Espera, qué?!
Sirviente: Por supuesto, es por eso que vinimos aquí. -Respondió, pero al instante siguiente estaba a varios centímetros sobre el suelo sostenido de sus ropas por las manos del humano que lo miraba como si fuera a devorarlo.
Tigress: Nos dijeron que esto era una misión de paz.
Riuz: ¡HABLA! -Salió una voz más profunda de lo habitual.
Sirviente: Es una misión de Paz, le estamos dando a Mei Li al rey de Qidan a cambio de la paz. -Respondió asustado bajo el aliento del humano que cada vez lo veía con más seriedad- Una guerra terrible y mortal se desató durante décadas entre nosotros y Qidan. Fue solo por la oferta de una princesa, una que cargaría con la carga de un pueblo en trabajos tortuosos, que la guerra terminó. Un arreglo difícil, pero inevitable. Cada pocos años, el rey recibe una nueva princesa, ya que ninguna dura tanto.
Po: No, tenemos que...- Se volteó, pero cuando volvió a mirar a sus compañeros para decirles que debían salvar a la princesa, vio cómo Riuz ya no tenía una cabra en sus manos, sino su lanza dorada.
Riuz: Todos sabemos cómo va a terminar esto. -Respondió con indiferencia mientras caminaba hacia la princesa.
Cuando el grupo se acercó para sacar a Mei Li de aquí, la puerta se abrió al grito de "¡Entra!" y fueron recibidos por búfalos de agua armados que los miraban. Siendo ya vistos y rodeados, el grupo se adentró lentamente en el campamento del Qidan, algunos ya listos para el combate.
Más adelante, en medio del camino, se encontraba un trono hecho de piedra, que parecía más improvisado que hecho a drede. Sobre él se sentaba un búfalo de agua que casi era el doble de alto que los demás, su color de pelo era un poco más grisáceo y su masa muscular era destacable. La expresión "era un titán entre los hombres" se aplicaría aquí.
Riuz: "Así que por lo menos él no es una mujer" -Pensó para sí mismo mientras miraba al Rey del Qidan.
Temutai: Ah, he esperado semanas para que mi armadura fuera tallada por una esclava real. ¡Tráeme a la princesa! Mi nueva esclava. -Dijo con una sonrisa perversa.
Mei Li: ¡Ah! ¡¿Qué?!- Chillo con miedo mirando tanto a Po como a Riuz buscando ayuda.
Temutai: Una vez más para mayor claridad, ¡TRAIGANME A LA PRINCESA! -Repitió al ver que no se movían.
Po: Eh... sí... eso... aquí estoy. -Dijo entregando a la princesa a los brazos de Tigress y dando un paso al frente.
Temutai: ¿... vaya, vaya? Tú no te ves como las otras princesas anteriores. -Sonrió entrecerrando los ojos.
Po: Sí, bueno, soy la princesa fea de la familia, jeje. -Rio incómodamente esperando que la mentira funcionara.
Temutai: Bueno, supongo que si es así, no te importaría realizar el baile y canción ceremonial de las princesas para mí. -Preguntó sarcásticamente.
Po: Por supuesto que no... eh... -Dudó por un segundo antes de sacar dos abanicos y abrirlos frente a ella y comenzar una danza muy 'característica'- Bailando bajo el sol, una princesa ante el rey del Qidan, su esclava por el resto de su viiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiidaaaa... -Su canto fue tan desafinado que sus compañeros no pudieron evitar darse una palmada en la frente. Ciertamente, el baile era algo entretenido para algunos (cof, cof... Riuz), pero no convenció al rey por su expresión.
Temutai: ¡¿Creen que soy estúpido?!
Riuz: *asentimiento*
Temutai: Pues no lo soy y ¡tampoco SOY PACIENTE! Traiganme a la ¡PRINCESA!
Po: Lo siento, pero no podemos hacer eso.
Temutai: Bien, si así lo quieren, entonces habrá guerra. -Gritó haciendo que todos sus hombres tomaran sus armas y corrieran hacia ellos.
La princesa, viendo cómo peleaban y salían lastimados de vez en cuando, tomó una decisión. Este último tiempo fue tal como le prometió el humano, alegría y diversión como nunca tuvo en el palacio, amigos reales, y no quería perderlo a causa de su responsabilidad. Aunque sufrió un poco para descubrirlo, aprendió que había personas buenas como la Panda y quería protegeras, por lo que corrió ante Temutai y se rindió ante él a cambio de salvar a los demás y a su pueblo.
La princesa, viendo como peleaban y salian lastimados de vez en cuando tomo una desicion. Este ultimo tiempo fue tal como le prometio el humano, alegria y diversion como nunca tuvo en el palacio, amigos reales, y no queria perderlo a causa de su responsabilidad. Aunque sufrio un poco para descubrirlo, aprendio que habia personas buenas como la Panda y queria protegerlos por lo que corrio ante Temutai y se rindio ante el a cambio de salvar a los demas y a su pueblo.
Riuz: Oh no, esa princesa es mía. -Gritó girando su Chastiefol.
Po: Sí, entréguenos a nuestra princesa. -Siguió sin darse cuenta de que las palabras de Riuz tenían otro significado al que ella entendía.
Temutai: ¡¿Creen que les tengo miedo?! Soy Temutai, Rey guerrero del Qidan.
Mantis: Temutai... espera, creí que era un mito.
Tigress: Se dice que su kung fu es tan fuerte que puede partir a un oponente por la mitad sin siquiera tocarlo.
Po: Guau... eso es asombroso... creo...
Riuz: No importa si tienes miedo, nos llevamos a la princesa. -Ignoró las palabras de sus compañeras sin reducir su voz en lo más mínimo.
Po: Así es, por eso te retamos a un duelo, tu mejor guerrero y yo, si ganamos nos llevamos a la princesa, si perdemos yo también me tendrás a mí. -Afirmó con confianza al ver la confianza de Riuz.
Riuz: Yo pensaba más en algo como envenenar su agua mientras duermen. -Comentó susurrando a su compañera.
Temutai: Estás demasiado gorda incluso para mi gusto. Paso, váyanse o habrá guerra con o sin princesa.
Po: Espera un minuto, si ganas, no solo me tendrás a mí, sino a la feroz maestra tigresa, la ágil mantis y el peculiar Riuz. -Siguió aumentando la apuesta, ahora un poco más nerviosa por lo que implicaban las palabras de Temutai.
Mantis: ¿Qué, nosotros qué?
Riuz: Po, deja de ofrecer mis cosas a los demás con tanta libertad, al menos pregúntame primero. -Se quejó con Po.
Tigress: ¿Cómo que tus cosas? -Se quejó con Riuz en respuesta.
Temutai: ¿Por qué aceptaría eso, qué tiene de bueno para mí? -Ignoró los murmullos.
Po: Porque no solo tendrás a una princesa, sino a la guerrera dragón y a tres renombrados maestros de Kung Fu como tus eternos esclavos.
Riuz: En serio ¡deja de negociar! no es lo tuyo.
Temutai: Espera, ¿tú eres la guerrera dragón? ¡No te creo! -Respondio con desconfianza.
Riuz: Pues sí, lo es.-Asintió en confirmación
Tigress: A todos nos pasa, cuesta un poco de trabajo creerlo- Tenía una expresión de que ella tampoco lo creería.
Mantis: Hasta debemos una apuesta por eso.- dijo haciendo que tigresa lo sintiera como un golpe a su orgullo recordandolo.
Po: ...-Se quedó mirando a sus compañeras por su ayuda poco amable.
Temutai: Derroté a los maestros de Kung Fu de estas tierras. Pero para vencer a la Guerrera Dragón y tenerla como mi sirviente, acepto tu desafío. ¡Prepárate para pelear!
Se levantó de su trono mostrando aún más su imponente altura. Los guerreros formaron un círculo en el cual pelearían. Riuz, Tigresa y Mantis vieron cómo Po avanzó y el combate comenzó, bueno, si se le puede llamar combate. Po prácticamente rebotó al impactar con la dura y gruesa piel del búfalo, no importó cuánto golpeó, sus ataques parecían no tener efecto.
Riuz: Qué bueno que no fui yo quien tuvo que luchar -pensó mirando sus manos que eran mucho más débiles y pequeñas que las de Po- quizás solo podría dañarlo si uso mi Chastiefol.
Po parecía estar perdiendo, pues no solo no podía dañar a su oponente, sino que los golpes en su contra tenían la suficiente fuerza para mandarlo a volar por los aires, y tenemos que tener en cuenta cuánto pesa.
Mantis: No te rindas, Po, tú puedes.
Tigress: No te atrevas a perder.
Riuz: Mételo los dedos en los ojos si es necesario, arráncale el corazón.
Fue animada por sus compañeros, pero eso no hizo mucho, fue azotada contra las paredes y golpeada por más que intentara esquivarlo. Pero el mundo es caprichoso y no dejaría que su campeona perdiera, eso es lo que Riuz sabía, y viendo cómo Po logró descubrir cómo derrotar a Temutai al caer frente a la princesa e intercambiar unas palabras, lo confirmó. Cuando Temutai empezó a perder, sus guerreros quisieron intervenir, pero Riuz y sus camaradas lo impidieron, dándole tiempo a Po para ganar.
Riuz: Qué envidia, cómo me gustaría tener tu suerte, prácticamente siempre encontrarás la respuesta a último minuto, a menos que te enfrentes a otra persona con un nivel de suerte similar al tuyo. -Viendo a Po, meditó sobre lo que la "Familia" le había enseñado sobre las voluntades del mundo y sus campeones, o sea, sus héroes y heroínas.
Al final, la pelea terminó con Temutai derrotado y prometiendo cumplir su promesa mientras Po y su grupo se llevaban a la princesa. Pronto salieron de Qidan para evitar más confrontaciones y retomaron el camino a casa mientras comían bolas de arroz frito con pasta de frijol que tomaron de los Qidan como otra de sus exigencias por ganar.
En el camino, la suerte les sonrió una vez más, pues se encontraron con Fung y algunas de sus secuaces que aún tenían las mercancías robadas con ellos. Fueron fácilmente incapacitadas y, en el proceso, Riuz se tomó su tiempo para inspeccionar a esas curiosas reptiles.
Al final, volvieron al Palacio de Jade donde fueron recibidos por Shifu, a quien le explicaron la situación y asintió con satisfacción por el resultado obtenido por sus estudiantes. Se despidieron de la princesa que volvería a su reino y antes de que se fueran, Riuz se tomó su tiempo para decirle unas últimas palabras en secreto.
Riuz: Ve si puedes luchar por el trono, ahora eres parte de nuestro grupo, nadie puede pararte. Incluso si no lo consigues, asegúrate un poco de poder o simplemente escapa hacia mí y te quedarás en mi mundo interior. Contáctanos como te enseñamos, sin revelar nada y te ayudaremos si lo necesitas. Si tienes gente de confianza, siempre que sean mujeres, veremos si podemos atarlas al espacio para tratar de expandirlo. Crece fuerte, nos veremos en el futuro. -Susurró al oído de Mei Li.
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Perdón si falta calidad en este cap