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Chivos expiatorios explosivos (2)

Raven por su parte seguía sin entender a quien buscar, pero incluso el sentía ya que todo a su alrededor estaba demasiado mal hecho.

—Si un líder cae, otro se levantará de ahí, ¿Se puede elegir quien ocupará el cargo?

—A mi que me dices, ¿Quien eres tú?— preguntó un aldeano cuando esa pregunta vino de la nada

—¿Eso importa aquí?— respondió Raven

—... no, pero al menos me gustaría que se mantuviera más

—Si pudieras elegir a alguien para lo que dije, ¿a quien elegirías?

Aquel aldeano se quedó pensando un poco y habló.

—Hay alguien, aunque no me gustaría, pero creo que no sería peor que lo que hacen ahora, pero es una lastima… todos los odian

Marcus veía a Sharmarick desde no muy lejos, podía notarlo, ella estaba mirando a alguien tan detenidamente que parecía hipnotizada solo con su mera presencia, parecía que incluso quería saber el próximo movimiento aún cuando esté solo fuera caminar como si nada.

No sabía si acercarse, no sabía si hablar o quedarse mirándola, pero tenía que moverse, sería sospechoso que alguien no ""trabajara""

—Sharmar

—Lo siento… lo siento… lo siento…

Marcus podía escuchar los murmullos de la voz de ella, eran una súplica dolorosa que no quería que nadie más escuchase, pero no podía detenerse.

—Sharmarick

Al decir su nombre, ella parecía volver en si, pero no lo miró.

»Asi que es él

—Si… sigue estando tan imbécil como cuando lo conocí, siempre me pregunté el porque un fuego fatuo fue totalmente contrario a su raza, ahora entiendo por qué nunca habló de esto

—...

Desde esa "calle" podían ver el panorama del centro, un grupo de personas golpeando a alguien mas pero sin hacerles daño ni hacerse daño, solo dejando a todos golpearlo libremente, pero igual era algo necesario, todo mundo necesita un chico expiatorio, todo mundo necesita alguien a quien odiar, sino, no habría sociedades ni comunidades… e incluso supervivencia.

De cabello corto color grisáceo, sin ningún rasguño pero si con sus ropas casi desgarradas, una mirada tranquila aún pasando por eso, no era tan fuerte pero podía sentirse que si él quería, podría deshacerse de todos los de su alrededor, más no lo hacía, tenía una forma de un adolescente de 19 años, pero esos cuernos hacia atrás peinados al compás de su cabello decían que claro, era apariencia de eso.

Solo cuando todos se cansaron casi rápidamente de golpearlo, empezaron a alejarse, dejándolo ahí de pie, sin moverse, hasta que decidió hablar.

—¿Nadie más? ¿todos ya están tranquilos? Bien, nos vemos después

Incluso Marcus no sabía que decir ante eso, pero escuchó el morder de parte de Sharmarick.

Pharmagon caminó tranquilo hacia el frente, las personas y semi humanos solo lo ignoraron como si lo anterior nunca hubiera pasado.

—¿La mejor opción siendo odiada? ¿por qué?

—... Eres nuevo, debí saberlo, pero es mejor que no te juntes con ese tipo— dijo el aldeano—, por muy amable que aparente es conocido por todos como la "Desgracia alada"

—¿Qué con ese título? Pero por lo que me dice, al menos debe tener una razón por la que le dicen así

—... solo digamos que sus padres fueron criados aquí, pero al crecer escondían que ayudaban a la gente… lo que les pasó a ellos después de ser descubiertos no quisiera hablar de eso

—... vaya…

—Ese chico también fue criado aquí, pero… por alguna razón incluso se transformó en una imitación humana, pero más sin en cambio las condiciones de nuestra gente solo empeoraron más, por ello todos los culpan aún sin ser el real culpable, lo irritante de esto es que él lo acepta como si nada

—Ya veo… un mal necesario

—Podria decirse, así que si no fuera odiado, él sería la mejor opción, pero no veo eso posible, no mientras estemos encerrados aquí

—De acuerdo, gracias

Raven se fue de ahí y buscó a los demás.

Mientras Sharmarick y Marcus solo seguían observando a Pharmagon desde lejos.

—¿Y ahora?— preguntó Marcus —, se que es una forma estúpida de tomar está situación pero, ¿Cómo lo sacamos de aquí?

—No lo sé, no hay forma alguna de hacer algo sin llamar la atención de cualquier dragón, es bastante peligroso

—...

Pero Marcus no sabía si era realmente lo que pensaba o era simplemente su nerviosismo por ver de nuevo a la persona (que aunque no la conociera a ella) que amó y después mató indirectamente.

Más para cuando Sharmarick quiso ver, Marcus ya estaba a lado de Pharmagon.

—Oye

Y la pobre no sabía cómo reaccionar, eso fue incluso rápido para ella que podía prevenirlo, o tal vez no reaccionó naturalmente.

Pharmagon parecía solo mirar de manera normal a quien le hablaba, pero en cambio fue golpeado con un puñetazo que lo dejó algo perdido.

»Solo soportalo un poco más

Y diciendo eso, Marcus se fue de ahí ante un aturdido fuego fatuo que no entendía nada, físicamente no le dolió, solo fue la sorpresa, nadie en ese tiempo había hecho algo como eso, incluso la gente alrededor no sabía que había pasado por mucho que se hiciera eso siempre.

—¿!Y eso qué fue¡?— preguntó Sharmarick igual de aturdida

—Nada, solo me molestó algo

—...

—¿Y? ¿que hacemos?

—No lo sé, pero si es así, ¿Podríamos hablar con él? Al fin y al cabo lo que hiciste no se quedará así de fácil ni para él ni para los demás

Pasaron la noche, Gabriele se veía algo distante a los demás, pero era una faceta extraña, más no del todo ajena al sentimiento que se hacía alrededor por lo que pasaba.

—¿Pasa algo, niña?— preguntó Sharmarick al verla tan disociada

—No, nada, solo estaba pensando en cosas… muchas cosas

—Ok

Aunque Sharmarick no conocía del todo a esa niña como los demás, algo le decía que iba a pasar una situación más extrema que la necesaria, su instinto nunca fallaba.

—... Quiero verlo— dijo en voz baja

El día siguiente llegó y con ello una nueva golpiza del día, muy temprano, claramente sin daños ni nada pero que cualquier persona o semi humano ajeno a ello, lo vería demasiado salvaje.

—¿Y no te hace enojar o al menos molestarte eso?— preguntó Marcus al joven Pharmagon

—¿Por qué? No me duele, no me hace sentir bien, lo acepto, pero… es lo mejor

—Vaya forma de mentirse a si mismo

—Dilo como quieras, se que estoy dando solo un placebo para todo esto… pero, ¿Que más puedo hacer?

Raven miró a Sharmarick y ella negó, sabía que no podía simplemente decir algo que pasara por qué sería imposible de creer que lo creyera al menos.

—¿Has pensado al menos en hacer algo? Digamos no se, ¿Planear salir de aquí?

—¿Crees que no? No es por qué me quiera resignar o dejarlos a su suerte, pero… hasta el momento no he podido pensar en algo para eso, es más, lo voy a dejar en claro por qué son nuevos… es imposible o al menos creo que no se puede hacer

Raven de nuevo miró a Sharmarick, incluso Marcus lo hizo y ella siguió negándose.

—No decimos que eso sea mentira, pero, si tan solo fueras bueno en una cosa que creas ventajosa, las cosas podrían cambiar mucho— dijo Marcus para al menos hacer la platica más amena

—¿Cómo el desvío de un río por una gran roca?

—Exacto

—¿En serio creen que yo podría hacer algo como eso?

—Eres un fuego fatuo, tienes una ventaja más allá de la que podemos tener nosotros, tal vez no te veas fuerte pero podrias hacer otras cosas

—...

Y Pharmagon los miro, no de una manera normal, era como si los estuviera midiendo a puro instinto.

—¿Que?

—¿Hay algo que ustedes sepan que yo o ninguno de nosotros no?

—!Exacto¡ !A eso nos referimos¡— grito Sharmarick

Todo mundo la miró y ella bajo la cabeza.

—No te sigo, la verdad

—Me refiero al instinto, todo dragón sabe cómo tomar decisiones, sabe medir cada situación, pero la mayoría cree que son debilidades, los fuego fatuo no son la excepción y vamos, mira a tu alrededor, ¿no tienes una suprema ventaja en conocer el terreno más infestado de ellos para aprovechar?— preguntó Sharmarick un poco más controlada

—¿Esto?, bueno, acepto que es extraño pero… no se, solo lo hago por naturaleza, ¿todos los tienen no?

—Lo has dicho, naturaleza, ¿no te han dicho para que más sirve ese instinto?

—No, la verdad no

Y Raven le pasó la mano por el hombro.

—Vamos, te instruiremos en eso, confía en nosotros, ¿Lo sientes?

Pharmagon se quedó pensando un poco.

—Mi cerebro dice que no, pero… mi conciencia dice que si…

—Así se habla

Pasando los días, las clases de esos tres seguían adelante, mostrando algunas cosas que podría mejorar y otras tantas sobre situaciones hipotéticas.

—Pero hacen parecer que todo esto saldrá bien… ¿Es un paso seguro?

—!Por supuesto que no! ¡es una estupidez¡— gritó Sharmarick

—...

Y Pharmagon se volvió a quedar callado como hace unos días.

»¿eh?...

—!El instinto no sirve si solo lo haces por qué si, no es simplemente un sexto sentido en el que puedes confiarle todo! !por supuesto que es una maldita moneda al aire de muchas caras¡

—!¿Entonces por qué me han dicho todo esto si ustedes también desconfían de eso!?

—Por que tú eres diferente— respondió Raven

Y otra vez se quedó callado.

—Eso no es suficiente, ni para mí ni para nadie— respondió

—Exactamente por eso lo décimos — dijo Marcus—, por qué vamos y se que lo has pensado… después de todo este tiempo… ¿Por qué no te has ido?

—...

Era una muy buena pregunta

—Lejos de la costumbre, lejos de todo lo que has pasado, tu de entre todos ellos puedes y podrías simplemente irte y no volver, ¿Por qué no lo has hecho?

—Por que se lo prometí a mi padre, no abandonarlos

—¿Y eso es algo que ellos hayan querido para ti?— preguntó nuevamente Marcus

—...

—Por supuesto, se que no se nada de tu vida, nada de lo que has pasado… pero lo que sí sabemos es lo que has estado haciendo… ¿Deseas continuaron con esto sabiendo el final? Se que lo sabes

Y le tocó el hombro derecho.

»Es fácil decirlo, pero más satisfacción da el ver al menos la salida detrás de hacerlo, conozco la cara de frustración de alguien que desea cambiar algo, lo sé muy bien

Realmente era un deseo que él tenía guardado, todo ese tiempo, toda esa gente ir y venir, todo debía desaparecer para que fueran libres, pero nunca sabía cómo moverse, era imposible o simplemente no confiaba en su fuerza… ahora un trío de extraños decía cosas que él quería escuchar y lo hacía sonar tan natural como realmente posible.

—... ¿Quienes son ustedes?

—Un grupo de idiotas que te ayudará si lo deseas, solo eso

Pero después solo empezó a reírse, claro, también era esperada esa reacción.

—¿Que? ¿Me van a decir que un grupo de entre ustedes y yo, vamos a poder contra todo esto? ¿saben lo estúpido que suena todo esto?

—Eh…

—No, a ver, dejame ver, ustedes… ustedes son humanos, no se que sea ese chico de ahí, pero puedo ver qué no durarían ni un segundo contra solo uno de estos tipos… es más, es más, estoy tan seguro que ninguno podría contra mi y eso que no he hecho nada de ejercicio o algo serio para estar en forma…

—Si te dijera que se puede, ¿Que harías?— preguntó Raven

—Obedeceria todo lo que me dijeran de aquí hasta mi muerte, pero siento que eso no es posible— respondió Pharmagon

—¿Tus instintos te lo dicen?

—Por supuesto, ¿no dices que debo confiar en ellos?

Y enseguida algo extraño pasó, un fuego fatuo entró por un agujero ante todos y cayó de bruces al suelo, desperdigando el excremento seco, las pieles e incluso a gente a los alrededores, todo hasta detenerse a un lado con alguien encima de su cabeza, el fuego fatuo solo suspiró por última vez antes de cerrar los ojos.

Pharmagon miró todo eso, pero más allá de todo, quedó totalmente sin palabras ni tren de pensamiento, solo veía la espalda de aquella persona humana encima la cabeza de ese anterior dragón vivo, vió el color camuflaje resplandeciente ante todo el desastre, un cabello largo… pero más que nada, más que todo eso, para cuando ella lo miró, podía sentirlo, sus instintos decían que para nada, en absoluto tenía que meterse con ella, le estaban suplicando medir hasta lo que iba a decir.

Esos ojos fijos, esa mirada penetrante a un nivel que sintió por primera vez un momento de escalofríos tan fuerte# que le movió la conciencia diciendo muy en su mente.

«No te acerques… pero debe morir… pero no te acerques nada… pero ella no debe existir…»

—Ah, Gabriele, hola

Escuchando ese nombre, aquella mujer tranquilizó su mirada hasta un nivel normal, como si todo lo anterior nunca hubiera estado ahí en primer lugar.

—Chicos, lo siento, no podía soportarlo más— dijo ella con la singular voz de siempre, la tímida y penosa que pedía permisos para todo

Sharmarick solo se acercó y la abrazó de frente.

—Si tan solo fueras hombre, te haría mío

—¿Eh?

—Pobre de aquel que se case contigo y lo digo desde el fondo de mi corazón— dijo Marcus

—No digas eso de esa manera por favor — suplicó ella con lágrimas en los ojos

Toda la gente miró eso, algo impensable, algo sumamente inesperado y totalmente imposible, había ocurrido frente a todos.

—¿Entonces, qué dices?— preguntó Sharmarick mirando a Pharmagon

Él aún se quedó quieto ahí... Después solo se entregó a ese espacio de esperanza que había aparecido del cielo, que había asesinado a un dragón y que lo miraba totalmente tranquila.

—¿Quien es?— preguntó Gabriele

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