Los cuatro hombres topos estaban mirando por todos lados, sabían que no podían escapar pero aunque sea querían una salida por muy pequeña que fuera.
—Al primero que deje atrás a los demás me lo hecho al plato, mi Gorgona tiene hambre— dijo Azrael sin hablar
Lo que hizo llorar a dos de esos.
—Segun tengo entendido, los topo no son muy rápidos caminando y solo son cuando excavan— dijo Konachi sin dejar de vigilarlos—, ¿cómo es que se pueden mover rápido entre los túneles ya hechos?
Uno de ellos asintió.
—Utilizamos algo que llaman ustedes, patines— dijo el valiente del grupo
Las voces de los topos eran normales, uno esperaría un sonido como si tuvieran resfriado, pero increíblemente solo eso fue imaginado.
—¿Patines? Pero las ruedas se atorarian cada segundo y paso— dijo Cristel
—¿Quien dice que necesariamente tiene que haber ruedas de por medio?— preguntó Sharmarick en respuesta
De complexión más pequeña, encorvada, con el rostro promedio pero de dentadura frontal algo exagerada, sus dedos así como manos largas con garras delgadas pero filosas y fuertes, ojos pequeños, pelaje delgado y sucio así como posiblemente quebradizo, de ropas de piel sencillas cuál aborigen pero vegetariano, con un cinturón de herramientas igual hecho de piel, su pelaje no deja ver del todo sus ojos pero su nariz algo puntiaguda rosada y sin piel, sus pies igualmente algo descalzos pero con algo en la planta de sus pies.
—¿Esas son…— dijo Irona al ver los pies de los topos
—Babosas, crias de caracol— dijo Erickson
—Huhg… hay cosas que soporto, pero una babosa, nunca
—Niña — dijo Sharmarick despectiva
—!Es lo que soy¡
—¿Dónde las consiguen?—pregunto Azrael
—¿!Profesor!?
—¿Qué?
—!Usted puede volar con magia o incluso hacer otras cosas¡ ¿¡Por qué haría eso!?
Era cierto.
—Lo se, solo quiero experimentar cosas más allá de mi, ¿no puedo?
—... Como quiera, ¡pero yo ni loca haré eso!
Y solo media hora después estaba sintiéndose tan horriblemente incómoda y asqueada por la sensación de sus pies descalzos sobre insectos reptantes y viscosos.
— Queascoqueascoqueascoqueasco… !DIOS MIO, QUE PERRO ASCO¡
Cristel y Sharmarick así como los demás solo se sintieron raros en los piesy después parecían acostumbrados a eso como si fueran simples patines de ruedas Gigi solo volvió a su forma gorgona a la cuál los topos debían acostumbrarse.
—Es como patinar en un piso en el que hay jabón— dijo Cristel con una emoción infantil y juguetona
—Interesante…
Las babosas cubrían los dedos de los pies como una plantilla, se comportaban como una sanguijuela sin la necesidad de chupar la sangre, solo era la plena humedad de la planta de los pies, si hacía falta solo era cosa de mojarlos para que no se perdiera la adherencia.
—Demasiado suaves y resbaladizos para cualquier impacto o golpe, si, esto es muy rudimentario pero excelente para casos así — dijo Erickson al analizarlos de forma curiosa
Pero en cuanto a su compañera, se le dificultó incluso el dar un paso.
—Quiero vomitar~
—Hazlo mientras tratas de acostumbrarte
—!Será peor… ¡¡!!
Pero como pudo se fue algo lejos y lo hizo.
—¿Tan mal se siente para ella?— preguntó Cristel solo escuchando las arcadas de Irona
—Todos nacemos diferentes, todos crecemos diferente— dijo Sharmarick paseando como si tuviera patines para hielo y el propio suelo estuviera congelado
—Creo que lo entiendo
Para agarrarse al suelo o quitárselos solo era cosa de presionar con fuerza los dedos de los pies, la humedad así como viscosidad sería exprimida de las babosas como trapo.
—¿Continuamos? Si Irona nos retrasa solo es cosa que se apresure— dijo Azrael
—Profesor, no diga eso
—A mi me dan asco las uñas cortadas de los pies, eso no puede ser pero que sentir babosas en los pies
—!SI LO ES, ¿POR QUE DIJO ESO?!
Y volvió a vomitar. Todos incluso los topos miraron a Azrael con enojo.
—Mi culpa, ¿pero en serio podemos seguir?
Todos avanzaron, los topos podían verse que incluso lo hacían como caminar, a los demás como a las niñas se les dificultaba cada paso, todo hasta que aunque con un color de piel pálido, Irona logró estar a la par del grupo.
—¿Y que haremos cuando encontremos a ese gusano?— preguntó Jason
—No tengo idea, pero algo es seguro, si no hacemos algo esto se verá aún peor de lo esperado — dijo Azrael
—Entiendo…
Aunque no podía verse, podía sentir a uno de los gusanos, el holograma mágico de Azrael les enseñó que estaba encima de ellos, los otros dos estaban más lejos que ese.
—Vamos, hay una intersección más adelante
Todos aceleraron un poco, unos con dificultades.
**Sss**
Pero Gigi se detuvo al estar en el frente, lo que hizo que todos chocarán entre si.
—¿Que pasa?— preguntó Azrael apartándose y levantando a los demás con magia de levitación
**Ssss**
—¿En serio? ¿aquí?
**S**
—¿Ahora que pasa?— preguntó Jason
—Avancen en silencio, tenemos visitas indeseadas
—¿Y nosotros que somos?— preguntó Sharmarick
Gigi volvió a su forma humana y todos avanzaron lentamente, más enseguida escucharon algo, algo que retumbó por todos lados, un disparo al igual que ver un destello.
Los topos no entendían eso, pero los demás sí.
—Crees que…
Jason se preparó para atacar, más no quería poner en peligro a Cristel.
—Esos tipos saben todo, no sería raro encontrarlos— dijo Azrael sabiendo lo que el otro pensaba
—¿Pero ahora en este día y justo en lo que estamos haciendo?, es demasiado como para que no fuera una coincidencia, ¿no?— preguntó Jason
Aquella pregunta era muy buena, Arcaida podía saber todo, menos cuando el rey demonio no estaba en clase, además…
—Veamos que estaba haciendo, es mejor que Konachi y los topos se queden con Gigi… tengo un mal presentimiento
—Voy con ustedes, no dejaré que quienes sean hagan lo que quieran aquí
—¿Entonces quieres morir más rápido que por mi mano? ¿en serio?
Y Konachi se quedó callada.
—Tiene razón, esos tipos harán lo que sea, en serio lo que sea, eres la líder y estás con nosotros, sería peor para nosotros que para ellos si mueres… incluso estos tres idiotas, sería más problema que solo dejarlos ir— dijo Erickson
—Tiene razón — dijo Sharmarick —, sin un líder y muerto de esta manera será peor que una guerra, es mejor que también Cristel este aquí
—... Bien, yo si lo entiendo— dijo la niña
—Ustedes dos, topos, vayan con esos dos Hundrest y rodeen el lugar, si pueden obtener algo de información mejor, no hagan nada y por ningún motivo alarmen a los demás, chicos, si estos idiotas ven algo extremo, tienen permitido desmayarlos, no matarlos
—Entendido
Dos topos se fueron por un agujero que ellos sabían dónde estaba, los Hundrest los siguieron detrás. Los demás avanzaron hasta más cerca donde los destellos se hacían más visibles y el sonido más fuerte.
—¿Don demonio? ¿Por qué me deja aquí conmigo? Podría ayudar…
—Tu te vez fuerte, así que te lo dire… — dijo Azrael —, estan matando tanto a topos como a konaoukus, si esa loca hubiera venido estoy seguro que se lanzará de cabeza, los tuyos son algo valientes pero gritaran tratando de matarlos y déjame decírtelo, Arcaida es como yo pero más oculto y despiadado
—...
Esa información de golpe lo dejo perplejo, se esperaba eso para nada, ni para los demás.
—Avanza
Azrael, Sharmarick, Jason y aquel topo llegaron a la intersección, ocultos en una roca miraron todo, habían todo tipo de armas y muchos lazos, además de un gran collar y lo que parecía ser un gran cañón de riel digno de un crucero de última generación, tan largo y tan grande que solo le faltaban 2 metros para llegar al techo del túnel.
—Estos bastardos— dijo Sharmarick totalmente furiosa
Pero eso no era lo peor, había una jaula y en ella estaban muchos konaoukus y topos encerrados, todos de distintos tamaños y posiblemente edades.
—Muerdete la lengua lo más fuerte que puedas, si gritas te mataré primero— dijo Jason al topo
Este solo estaba haciéndolo, con la sangre escurriendo de su hocico. Pero Azrael estaba riéndose en voz baja.
—Cuando dijo ese sujeto que tenía sus modos, pensé que estaba alardeando— dijo entre risas—, más no creí que llevaría la pelea a la tierra hueca, es algo tan cobarde… que quiero hacerlos sufrir
Y solo en ese espacio se sintió la real furia del Rey Demonio.
—¿Y por qué no los mata de una vez? ¡Puede hacerlo!— grito levemente el topo para no llamar la atención
—Es complicado, incluso yo que igual ya quiero matarlo lo sé… pero esos tipos tienen varios planes de respaldo, nada te libera de dudas si aunque están mostrando descaradamente esto, no tengan algo más entre manos, ¿No crees?— preguntó Sharmarick
—...
—Exacto, cuando tengamos todo cubierto es hora de matarlos… aún así, me sorprende que estén haciendo eso con los que viven aquí... ¿Por qué?— hasta ni el Rey Demonio lo entendía—, Retiremonos, esperemos que los otros tengan éxito— dijo Azrael —, no podemos hacer nada si no sabemos si presienten que estamos aquí, incluso tengo dudas si ya lo saben
Jason así como los demás se retiraron, el topo realmente quería hacer algo, pero tenían razón, era estúpido solo entrar así como así.
Al estar con los demás y después de recibir la apenas información que obtuvieron, así como unos papeles tirados, el grupo de Azrael les dijo a todos lo que vieron, así como el topo reaccionó cuando los vio, Konachi y los demás lo hicieron, pero un golpe de Azrael a cada uno que les hizo casi desmayarse los controló.
—Si realmente quieren salir de esto, vayan a sus hogares, evacuen a todo mundo a un lugar lo más alejado que puedan y pasen la voz, no importa si nos incluyen, eso vendría mejor
—P-pero…
—¿Planeas desobedecer?
Y el aura de Azrael aumento a un nivel que todo mundo se mareo además de sentir la muerte frente a ellos.
Konachi fue la primera en irse, los topos excavaron enseguida alejándose en un agujero que estaban haciendo, dejando al grupo principal ahí.
—... ¿Puedo preguntarte sobre eso?— preguntó Sharmarick ante la razón de tanta benevolencia de alguien que trae la muerte
—Me quedó el trauma de Kokora, nada más diré eso
Y nadie que no supiera eso, habló, estaba siendo totalmente sincero, sus acciones lo decían todo.
—¿Kokora?— preguntó Sharmarick
—Te lo diré después, no hablamos de eso cuando él no quiere — dijo Cristel
«Si así va a ser y sin cuartel, que así sea»
No oculto su forma rey demonio, eso significaba que realmente todo iba a empezar como todo cambio en el mundo, en un sótano o cochera con un grupo de personas que quieren cumplir algo y saben cómo empezar.
La información de los Hundrest era la siguiente.
Al parecer están tratando de domar a los gusanos y usarlos como trenes bajo tierra, sus intentos han sido infructuosos por qué ellos no saben cómo detenerlos, al parecer descubrieron que los konaoukus o los topos también han estado intentándolo y quieren saber cómo… pero por suerte no vieron lo que les pasaba a los interrogados, sino, todo se volvería una mierda.
—... Al parecer llevan aquí un mes, secuestran a unos pocos, los interrogan y los matan frente a tanto los que ya están como a nuevos que han traído para meter miedo indiscriminado, pero por suerte son pocos los que han capturado— dijo un Hundrest que vió más información de la que querían
—Hijos de puta
—¿Que podemos hacer?
—Un ataque frontal es estúpido, incluso Sharmarick tienen razón, no puede ser solo ese lugar— dijo Jezabel
—Primero el gusano y ahora esto, dios santo, pero primero que todo… ¿En serio se puede detener esa cosa?— preguntó Erickson realmente preocupado—, se que si tienen cerebro, pero solo es demasiado simple
—No podría ser, pero a ellos no les importará… hay que ver si en serio solo es esta cosa y más que nada… ver si podemos hacer algo— dijo Jezabel
Arrojó más de esas cosas para rastrear a los gusanos, pero milagrosamente solo siguieron los tres de siempre.
—Al menos eso es una ventaja— dijo Irona
—¿Para quién?— preguntó Sharmarick como total desconfianza
La situación no era tan seria del todo, pero ahora que las cosas entre Arcaida y más que nada, Jezabel, estaban empezando a escalar un poco más rápido, todo debía hacerse con algo de cautela, aún cuando todo fuera silencio.
En uno de los túneles apareció Konachi con algunos konaoukus del tipo guerrero.
—¿Y tú qué piñas haces aquí?— preguntó Jezabel
—Soy la líder de mi pueblo, voy a encargarme de eso
Y todos los demás la miraron así como a su gente, era claro que ellos no le tenían miedo a nadie ni aunque fuera el Rey Demonio.
—Ve, anda y si al menos tu cabeza viene rodando hacia aquí dime en tu último aliento que viste— dijo Jezabel lo más cortante y directo posible—, pero recuerda que tiene que ser algo importante
Y Konachi se quedó callada, Irona se rió un poco y Jason solo miró a Jezabel de una manera distinta pues nunca lo había visto así.
»Ustedes también, aparezcan
Y un gran grupo de topos apareció del suelo, también listos para matar, pero con algo de miedo al ver al rey demonio frente a ellos.
—¿Entonces no vas a hacer nada?— preguntó Konachi
—Claro que sí, lo primero es no morir como estúpidos, ¿por qué crees que he sobrevivido tanto?
—Ese es un punto — dijo Erickson
—Además, al parecer están buscando la manera de domar a siquiera un gusano, es extraño preguntar pero, ¿Se puede?
—¿Si fuera así crees que tuviéramos discusiones con los topos?
—Pues es lo que buscan… es lo que Arcaida siempre... Siempre... Siem...
Y todos lo entendieron tan pronto que fue como una línea de cualquier mecha posible, esa sola oración pareció hacer un eco invisible en la caverna que solo ellos podían escuchar.
—Hijos de puta, que hijos de mil putas, que hijos de recontra mil putas — expresó Jason con cierta ansiedad creciente—, por eso querían matar a los demonios...
—Rhondrew— ordenó Jezabel con total emoción de muerte
La minotauro apareció a un lado enseguida y respondiendo al llamado.
—Dígame mi señor y lo haré enseguida, ¿que ordena?
—Trae a toda tu fuerza, los que estaba frente a mi son aliados así como sus razas, lo demás es escoria
—Entendido, mi señor
—¿De cabeza? ¿que paso con el cuidado?
—Me equivoqué... Desde ahora eso no importa más, pero eso sí, nadie se atreva a morir sin mi permiso, es una orden
Ya no había nada más que hacer que solo guerra, sea donde fuera que sea si se tenía la fuerza necesaria y más que nada saber dónde atacar, todo era válido, ya no habían más juegos... Justo como el inicio de una guerra, tan simple y a la vez de golpe.
Lo primero que todos aquellos soldados de Arcaida vieron fue un ser oscuro, un hombre lobo acercándose tan rápido que apenas reaccionaron, enseguida fue un gran grupo de hombres topo, konaoukus y por supuesto, el Rey Demonio.
—... Sabía que lo sabría... él sabe todo...— dijo un soldado antes de morir por Konachi con una furia totalmente descarrilada