Capitulo 8: Cara

*Mucho tiempo antes*

Había pasado bastante tiempo, justo desde el día de la plática con Delta, la niña dragón empezó a tener en cuenta lo que dijo, se odió a si misma por todo lo que había dicho, pero justo como su esposo dijo "Lo dicho está dicho" y ese humano "Seguir adelante con una nueva meta, sin olvidar lo que se hizo"

¿Cuál fue la meta que se propuso? Ser fuerte, así que cada que podía, retaba de buena manera los niveles del castillo del Rey Demonio, justo como él lo había pedido y justo como sin que ella lo supiera, su padre lo había querido.

—¿Crees que lo sepa?— preguntó Jezabel a Delta que miraban el progreso de Soleri en un holograma

—No y nunca le digas eso, arruinaras todo, lo digo por el bien de ambos...

—Si tienes...

—Tu por qué ella te mataría muy rápido y ella por qué estoy seguro que destruiría el mundo si lo sabe y peor, si se vuelve Reina Demonio

—... Cállate mejor

Una día entre todos aquellos en los que ella había estado despertando, descansando y volviendo a entrar al castillo, ya se le hacía más fácil enfrentarse a Gigi, no era por qué su modo de ataque era el mismo, la Gorgona había aprendido mucho del estilo de varios héroes y con ella se podría decir que era libre de contenerse, tal como era con los héroes, tal era su poder contra la esposa de su señor, ni que decir de las demás gorgonas pequeñas, oleada tras oleada de todas aquellas que habían nacido de la mayor y no les interesaba morir a manos de quien sea pues era su trabajo alejar a quienes amenazaran a su señor aún si se trataba de su esposa ya que había sido orden de él hacer eso… si, ellos tampoco entendían mucho eso, pero no podían desobedecer aún cuando hasta ella se los pidió.

Gigi lo tomó enserio desde el primer día, no por qué Jezabel lo había dicho, sino simplemente por qué era su trabajo hacerlo, claro que esa vez en la que Soleri no atacó fue el momento más raro de su vida serpentíl, pero de ahí en fuera lo demás siguió lo suyo, justo como esperaba, justo como quería.

Lo que en si no esperaba era la respuesta y a su vez el estilo de pelea de Soleri, las primeras veces era demasiado fácil, pero solo hubo pocas semanas para que incluso Gigi que había tenido bastantes peleas, supiera que estaba siendo sometida por solo una persona o en este caso, un dragón.

Un ataque en pinza de parte de las gorgonas logró hacer retroceder un poco a Soleri, pero solo un poco pues enseguida logró remontar la embestida de la horda en segundos, mismos que Gigi aprovechó para atacar en conjunto a sus crías.

Gigi atacó por la derecha, una parte por el frente y más que el anterior por la izquierda.

Soleri se quedó en su lugar y enseguida atacó a la más grande, no era esperado pero podría decirse que no importaba, Gigi enseguida con una de sus cabezas que no dejaba de mirar a Soleri, siseo, al instante una marea de gorgonas se alzó detrás de ella, ahí estaba la parte restante de aquel grupo del frente.

Pero eso no detuvo a Soleri, solo siguió adelante y enfrentó cuál rompeolas a todas las serpientes, estás intentaron rasguñar, morder, golpear, lo que sea para frenar a la dragona, cosa que lograron, pero no lo suficiente para detenerla del todo, Soleri solo con sus manos tanto destrozó cómo golpeaba a toda aquella que podía tomar con sus manos, lo hacía tan rápido que lo raro de ese movimiento era que Soleri no emitía sonido alguno de esfuerzo, solo suspiros en su aliento y respiraciones largas.

Logrando llegar a la mitad, la otra parte atacó desde su lado, Gigi seguía hacia ella aún con esa dificultad de Soleri, como dije, se lo tomaba enserio sin importar nada, pero hubo una sorpresa, la gorgona levantó su cola y azotó su cola hacia sus crías tan fuerte que rompió el piso, esparciendo y matando más que Soleri misma,

muchas crías, pero cuando la levantó no había nada más que viceras y partes de gorgonas, más Soleri no estaba.

Sus cabezas enseguida trataron de buscar por todos lados a dónde había ido, hasta que lo sintió.

El golpe brutal a una de sus cabezas que destrozó la mitad de su cabeza como un disparo de escopeta, trato de reaccionar pero lo volvió a sentir, ahora en la otra cabeza pero en la parte del cuello que la sostenía, sintiendo un pequeño agarre, pero su garganta siendo rasgada fuertemente y antes de poder mirar hacia ahí, logró ver la sombra de Soleri y en el suelo detrás de ella un agujero, ahí comprendió que ella recibió todo el impacto pero bajando la intensidad con las mismas crias.

—Geg

No le importaba sentir el dolor de ser atravesada desde la quijada a su cabeza, solo saber que era lo que había querido, Soleri salió un poco más arriba y cayó después de que el cuerpo de Gigi cayera al suelo, lastimada, sucia, herida, pero victoriosa, miró el cuerpo de Gigi detrás de ella además de la sangre.

—Gracias

Las crías sobrantes solo se inclinaron hacia ella y la dejaron pasar, no había más que hacer que eso por qué sabían que iban a morir en vano y por qué era lo que Gigi quería que hicieran.

—Joodeer

—Por eso te digo que nunca le digas

Soleri siguió avanzando hacia el siguiente nivel, sola y mirando por primera vez la conexión hacia ese pasillo hacia lo que iba a seguir.

Vió la puerta que era el siguiente piso y solo rió, la imagen de un pétalo de flor era totalmente algo fuera de lugar, pero enseguida se volvió sería, si algo había aprendido en el tiempo que conocía a ese tipo, sabía que hacía unas cosas para bajar la guardia de tal manera que te arrepentirás de burlarte de lo que hace.

Abrió la puerta y lo que vio era digno de burlarse.

—¿Flores? ¿En serio?

Siguió adelante buscando a quien tenía que enfrentarse.

—Me dan ganas de ir a decirle— dijo Jezabel

—¿Y a los héroes y compañeros que pasaron por ahí, hiciste eso? Sería humillante para ellos y para ti— reprochó Delta

—Es que…

—No y punto y le ordenaste a tus sirvientes que me digan si lo haces, si es así, sabes lo que haré y será más humillante con ella aquí

Las flores a lo lejos de varios colores llamativos y normales adornaban el suelo, el cielo de por sí con algunas nubes llevadas por un viento tenue para hacerles sombra a quien sea que estuviera abajo hacia ver como si todo el lugar fuera algo lleno de paz y tranquilidad… hasta que ella se acercó a una flor llamativa y su burla se transformó en un estado de guardia en alto.

Las flores con los rostros de varios seres, ya sean víctimas, ya sean imaginativos, ya sean lo que sean, si lo mirabas podía decirse que era algo para asustarte, pero por las expresiones desencajadas, horripilantes, deformadas y llenas de tanto dolor, irá y cualquier otro sentimiento que las hizo verse así de intimidantes y horribles cumplía su cometido.

El viento cambió de golpe y se volvía más fuerte y sonoro, no del típico aullido cuando pasa por algún árbol, sino del típico que era como si muchas personas fueran torturadas a lo lejos y los gritos vinieran de todos lados, niños, mujeres, hombres, animales todo ser vivo posible para aquel que estuviera en el campo.

No era sentirlo, pero en Soleri creció cierta ansiedad por no sentir miedo, el nerviosismo de escuchar algo que nunca creía tan horrible de ver, pues imaginarlo era peor, podía ser de aquel que se enfrentase, podía ser de muchos peligros, no podía saberlo.

Siguió avanzando hasta ver un árbol, un único ser vivo entre todo ese lugar de desesperación y miedo.

Pero al avanzar hacia él, la vio, una tortuga gigante del tamaño de un volcán, avanzando lentamente alrededor del árbol, lenta, a pasó normal y característico, rodeando aquel árbol como un guardián más, estaba pensando en como atacar, hasta que las vio, sombras menores salir de debajo esa tortuga a una velocidad envidiable para una normal.

Otras crías más de esa cosa, pero con dientes, ella intentó moverse hasta que algo la arrojó hacia atrás pues fue como si fuera golpeada por una almohada muy grande, más no le dolió, rodó hacía atrás y no vio que la había golpeado, se levantó rápido e inspeccióno igual de rápido lo que había sido eso, solo era metralla de huesos de todo tipo de ser vivo, vio como estos trozos se hundían en el suelo y las flores se unían a algo que salía del suelo, de forma grotesca un ser cubierto de rostros deformes de pesadilla listos para matar, siendo cada vez más en cada momento que ella solo observaba.

—Hijo de perra

Una sombra la golpeó en la cabeza, dió un giro y otra sombra más la golpeó del otro lado, siguió así sin poder ver de dónde venían los golpes pues era tratada como si fuera el único jugador contrario de quemados en un partido sin límite de tiempo y sin importar golpear al otro, se desmayo al llegar a su límite.

Cuando despertó estaba donde siempre.

—Has despertado

Ella lo miró aún desde el suelo, no dijo nada, solo lo vió regar las flores, él tampoco dijo nada, era cosa de ella y lo sabía.

—Eso es trampa— dijo sin sonar ni molesta o algo más

—Perdon por tener gustos raros— dijo Jezabel a lo que se refería

Ella se levantó y fue con él, solo vió lo que hacía.

—... ¿Entonces? ¿Te gustan las flores? ¿Por qué?

—... Digamos que es un descanso, digo, estar siempre al borde de la muerte te hace querer hacer algo más que solo esperar al siguiente que lo intente, así que simplemente agarré el gusto por hacer esto, me trae pensamientos lejos de solo pensar en muerte o algo que me provoque malestar… Delta le dice Hobby

—¿Y él te lo enseñó?

Jezabel negó.

—No, ya lo tenía desde antes… creo que está relacionado a lo que soy pero he olvidado como empezó, te lo he dicho, ¿No?

Ella miró el regar las flores y cuando Jezabel terminó ella solo siguió mirando las flores.

—Sandwich

Uno de los sirvientes dijo eso y ella miró hacia él, había una mesa con algunos sandwiches en un plato, ella sabía quién los había preparado para ella, tampoco era como si supiera quién le había dicho a Jezabel sobre ese reto, pero decidió nunca decirlo, era el último favor de su padre y decir simplemente que lo sabía, lo arruinaría todo.

—¿Ya se recuperó esa gorgona?

—Si, honestamente si me permite decirlo… es rencorosa, asi que el mismo truco no funciona dos veces— dijo el sirviente a ella

—Gracias por el dato

El sirviente asintió y ella terminó de ese descanso un poco más antes de volver a entrar.

—Bien, vamos a eso

Adelantando un poco las cosas, le tomaría más tiempo que la primera vez llegar al segundo piso.