««No digo que no sea aburrido, pero solo estoy aquí por el trato que hice»»
««Podría ser más rápido si ordenas a tus hombres el invadir una ciudad y no hacerlo cada intervalo desconocido»» respondió Carmilla en su mente
««No, así podría quitarle un poco la diversión, además, sabemos que esta escuela esta en medio del reino más propenso a cualquier ataque enemigo, aunque no lo han hecho ya que tiene el mejor sistema educativo que pueden tener... eso y que sea un lugar neutral ya que aqui hay alumnos y maestros de los demás reinos»»
««El único entre todos los reinos, la mejor escuela en el peor reino posible»»
«≤Eso me sonó a un slogan»»
««¿Qué es eso? »»
««Según Delta son buenas frases para promocionar algo inútil»»
««Hablando de amigos... ¿estás seguro en hablar conmigo por telepatía cuando tienes a más de 20 estudiantes atacándote? »»
««Necesito pensar en cosas y distraerme para no matarlos, lo mismo va para ti»»
El seguía entrenando a los de la clase /Especial/, a pesar que el General Blodenhell mandaba a vigilarlo casi rigurosamente a costa de mercenarios y observadores ajenos a lo que realmente era el problema, eso tampoco le importaba.
Cada día, todas las mañanas, las 3 primeras horas de la clase serian de entrenamiento y batallas simuladas, lo restante sobre estudios de magia soporte y supervivencia entre otras cosas necesarias, Carmilla también apoyaba cuando Jezabel se aburría en clase... aun siendo el maestro, ella enseñaba sobre alquimia, pociones y sobre las diferentes especies in-humanas o salvajes y la formas de cómo enfrentarlas cuando llegase el momento.
Las 3 horas pasaron casi enseguida del sonido de una campana, absolutamente todos los que lo atacaron terminaron en el suelo a rayo de sol, sucios por el polvo levantado y sientiendose acalambrados por su esfuerzo, intentando recuperar siquiera un poco el aliento, Marcus, Ritsumary habían soportado un poco más, pero no fue suficiente ya que estaban tirados en la sombra de Azrael.
—Tienen media hora de descanso, sigan mejorado, lo he notado en casi todos, pero saben que no es suficiente
A pesar de decir eso, se sentía que no estaba del todo satisfecho con el resultado, les dio una ultima mirada antes de darles la espalda, al dar solo unos cuantos pasos más, sintió algo, era una sed de sangre, no era para peligrar su vida como la de Gabriele, ya que ella estaba de cara al suelo con una daga en la mano, pero era lo suficiente como para hacerlo mirar quien atacaba, solo dio medio paso a un lado, una espada larga le rasgo un poco la ropa, rozando su rostro y haciendo una rafaga de aire hacia enfrente
««¿Porque todo mundo me busca la espalda?... ha, ya recordé»»
Dio un punta pie a la rodilla de su atacante y este paso directo a caer más adelante, este se levantó enseguida, estaba demasiado sudoroso como para hacer lo mismo más tiempo, tenía una mirada filosa, pelo corto puntiagudo color negro, de 1.73 cm, tenía una postura estable y conforme al modo de guardia con la espada en las manos.
««Se me olvidaba que había algunos locos por las peleas por aquí»» pensó Azrael mirándolo bien
Su aburrimiento era claro, solo quería que esto terminara rápido.
—La clase termino, pero... veo que esperaste a que me descuidara, te daría un punto, pero como aún no se tu modo de pelear no lo tomare en cuenta, así que... ¿porque?
—Lo siento profesor, pero desde que usted entro, me fascino el modo de su defensa, no podía evitar si podía encontrar una abertura, hasta la más mínima para saber si vale la pena estar aquí — su voz era algo áspera, tal vez por el cansancio, pero sus ojos tenían una determinación, como si viera una meta alcanzable para el enfrente
—Por mucho que quiera continuar con esto, tengo cosas que hacer
««Mentiroso, solo te la pasas discutiendo con ese general y el director haciéndolos sudar de nervios hasta que suden sangre»» pensó Carmilla
—¡No quiero esperar otro día! — grito al ir al ataque de nuevo
Azrael esquivo demasiado fácil el siguiente golpe, su espada era casi parecida a una katana, se veía el descuido en ella y peor por la forma en la que la blandía sin cuidado, como si solo le importara golpear a su objetivo, notó a los demás ver eso con expresiones de que estaban acostumbrados a ver ese comportamiento de ese chico, lo miro desinteresado y algo sonriente ya que veía la misma mirada que siempre veía de aquellos héroes que solo querían probar su fuerza con él a pesar de casi no tener oportunidad de asestarle un golpe, eso a pesar de ser molesto le gustaba ver y sentir esos esfuerzos inútiles ser exterminados cuando él se aburría, pero los ataques de este chico eran casi más directos y fluidos, más carecían de experiencia y motivación, detalles que hasta Ritsu y Marcus sabrían que no tardaría en decir Azrael, solo que él, al mirar la katana caer al suelo ya perdiendo el filo, la piso no dejando levantarla nuevamente, tal vez porque sentía más pena por esa arma que por quien la empuñaba.
—De acuerdo, pero mi condición será... veamos
Miro a los demás alumnos, Gabriele apenas se recuperó levantándose y sacudiendo el polvo de su ropa, miro como Azrael le regresaba la mirada y sonrió, y ella no sabía que había pasado, ni lo que pensaba.
»Intenta atacar a Gabriele y podrás enfrentarme cuando quieras
Un solo y largo "¡¿Heehe?!" recorrió el área, seguido de protestas de los estudiantes por ello, ya que sabían lo salvaje que ese sujeto era, algunos se ofrecieron para cambiar de lugar con ella, Carmilla tosió muy fuerte para llamar y silenciarlos a todos.
—Como ya saben... o al menos la señorita Irona, el profesor Azrael entrena a Gabriele en un arte algo diferente de la caballería, llevan un tiempo, pero sé que es suficiente para ponerla a prueba en un enfrentamiento casi real, ¿ahora podría aconsejar usar armas de verdad?, la única regla es la rendición o que su oponente no pueda más — explico Carmilla
—Aceptado, todos pondrán atención a esta batalla, ya que no importa el arte marcial que sea, todas sirven para sobrevivir— añadió Azrael quitando el pie del arma
—Este profesor realmente ama las peleas—dijo aquel chico eligiendo una espada nueva y dejando el sufrimiento de la otra
—No, solo soy defensor de la igualdad de género
—¿! Gabriele estas bien con esto!?—pregunto un alumno quien se había reunido con ella junto con otros
Ella se sintió algo abrumada por ello, pero inhalo y exhalo para calmarse, además de darse ánimos a si misma.
—No sé... pero si quiero ser un buen combatiente tengo que intentarlo... además, confió en el entrenamiento del profesor, aunque casi no lo recomiendo cuando esté de mal humor, osea casi siempre...
Ellos casi no la conocían, era alguien que trataba de no destacar mucho, sabían que era torpe e incluso hubo quienes pensaron que se había equivocado al elegir la clase, pero más que nada, esperaban una mala reacción o un poco de protesta por ello.
—¿Señorita Irona, no cree que esto es demasiado hasta para una lección? — preguntó Marcus tratando de que ella persuadiera lo que pasaba por la posición de su familia en la escuela
—Marcus, un profesor tiene que tener claro lo que hace y por qué... además que confió en que ha hecho un buen trabajo con ella— respondió ella con plena confianza y de manera directa
Escucho un gruñido a un lado, Ritsumary también estaba de acuerdo con ella.
—¡¿Tú también?!
Volvió a gruñir sin mirarlo.
—Sé que aun así no debo bajar la guardia no me lo recuerdes
—¿Por qué dicen eso?
Ritsumary no tardo en golpear en la cara a su amigo ante la mirada incrédula de Irona, unos momentos pasaron para que estuvieran en su posición a no más de 15 metros entre los dos, Gabriele tenía un cuchillo casi de la forma de un "kukri" [El kukri o khukuri es un cuchillo nepalés de gran porte, curvo, usado como herramienta y también como arma.]
Del otro lado su contrincante con una espada de solo la mitad de su altura.
««Dice que tengo que tomármelas cosas en serio... así que si, lo haré, es la primera vez que peleo con una chica... pero siento... que hay algo diferente de lo usual en ella»» pensó el chico al mirarla
Gabriele solo se quitó los lentes guardándolos en un bolso debajo la manga derecha y revolvió su cabello desparpajándolo un poco, después respiró tranquilamente tomando una postura, bajando un poco su centro de gravedad, cualquiera que mirara eso le parecía un militar de fuerzas especiales listo para atacar, lástima que solo uno sabia el significado de esa postura ya que los demás murmuraban por lo mismo desconociéndolo totalmente.
—Ahí está, lo hace tan natural que me sorprende —dijo Azrael
—¿Listos? — pregunto Carmilla alzando una mano
Los demás se mantenían en silencio y observaban, tal vez por que sentían que se perderían de algo increíble si parpadeaban o lo interrumpían, Ritsumary los observo con más atención al igual que otros, notó la seriedad en los ojos de Gabriele, una pequeña y apenas notable oscuridad en ella a pesar de que siempre la miraba tan distraída o apenada por todo.
[Y pensar que esa chica no hablaba mucho en clase... muéstrame lo que es ser entrenada por el Rey Demonio... por cierto... ¿porque ella fue la primera? ]
[Porque tu no me lo peguntaste]
Eso hizo sobresaltar a Ritsumary.
—¡Ya!
El chico no tardo en salir justo antes que gritara, Gabriele se quedó estática, el golpe fue de abajo hacia arriba en un movimiento donde concentro toda su fuerza en los brazos, pero en de un momento a otro ella había desaparecido, todo paso rápido.
Ella lo tomo de antebrazo izquierdo casi como una contraataque de judo y lo atrajo hacia atrás sin soltarlo pasándolo por encima de ella, lográndolo derribar al suelo de espaldas, pisando con un pie la espada y con las manos interfiriendo con un posible contraataque desde el suelo con el cuchillo cerca un ojo y la otra mano sujetando la que el tenía libre para así el no tener forma de defenderse.
—Ok, eso es todo —dijo Azrael acercándose a un lado, ella enseguida lo soltó y se dirijo hacia él
La mirada seria desapareció cual vapor al aire y se sonrojo al momento de escuchar la voz de Azrael.
—Ha, profesor, ¿lo hice bien?
Pero fue recibida por un golpe pequeño en la cabeza que la hizo casi llorar y dolerse ahí al tocarse con ambas manos
—Solo porque reaccionaste al último, casi le rompes el cuello de tanta fuerza, contrólate, ¿quieres?
Nadie hablo ante eso, ya que pensaban que era solo un movimiento básico y nada letal, ella se acomodó el cabello y los lentes con una expresión de culpa
—Perdón, es que me concentre demasiado
—Aun necesitas más entrenamiento para controlarte pero llevas buen ritmo
Miro a los atónitos estudiantes y sonrió un poco.
—Para mañana quiero 3 hojas detallando 3 puntos importantes de lo que acaban de ver... y creo que alguien necesita estar solo y pensar mejor ciertas cosas
Irona sonrió y se unió a ellos dos, los demás aún seguían sin podérselo creer.
»Añado algo último, si alguien quiere aprender algo más que ser caballeros u otra cosa aquí, no duden en decírmelo, sean paladines, sean bandidos, lanceros, lo que quieran, todo está relacionado como lo he dicho
No tardo mucho tiempo en escuchar palabras sobrepuestas entre sus alumnos sobre lo que querían hacer, solo que algo había cambiado.
Ahora ese chico no dejaba en paz a Gabriele, la seguía casi a todos lugares, menos a los privados, hasta que un día atrás la escuela ella decidió hablar con él ya que estaba más nerviosa que harta de tener un acosador detrás de ella.
—No poder enfrentarme al profesor si no te derroto primero no poder estar en paz, es algo que me molesta, así que... ¿podrías tener un duelo conmigo?
Fue la razón del por que la acosaba.
—Haaa creí que se le iba a declarar— dijo Carmilla en la azotea del edificio mientras los observaba — Delta, no dejas de molestar estando muerto, me hubiese gustado haberte conocido
Ella seguía observando, hasta que sintió algo, una presencia como si le arrojaran un pequeño toque eléctrico en la frente.
—Cierto es hora de que ese grupo de idiotas baje, me gustara ver la cara que pondrá cuando se dé cuenta que Jezabel no está en casa, lástima que sea cada 3 años... ¿qué número de intentos van? Ya perdí la cuenta
Decidió bajar caminando por la pared del edificio como si nada aun observando la discusión y la cara roja de Gabriele, más la desesperación de ese chico en seguir insistiendo.
—Cierto, no preguntamos su nombre... luego lo haré
"Momentos después"
—Debimos hacerlo — se recalco a si misma al saber quien era
—¡¿Cómo se te ocurre hacer perder a ¡Erickson que es el hijo del rey?! —grito el general hasta casi estallarle las venas de la cabeza y la propia cabeza, tenía la cara tan roja que parecía estar como metal al rojo vivo
Tenía a Jezabel del cuello de la ropa, por primera vez estaba tan furioso que no le importaba quien era.
—Como lo iba a saber, además, él estuvo insistiendo en que quería pelear conmigo, así que se me ocurrió humillarlo un poco con esa chica, pero todo salió al revés y ahora quiere pelear con ella
El general trato de respirar pero su enojo apenas estaba por muy lejos de desaparecer, soltó a Jezabel y se separó tratándose de controlar.
—No niego que él sea así, pero, ¿no pudiste haber hecho si quiera un empate?
—Muy pocas veces en toda mi existencia he aceptado empates, hasta se pueden contar con los dedos... si tuviera... además, ¿empatar en una pelea básica? preferiría tragarme 5 galones de agua bendita
—Por cierto, ¿sus espías le dijeron a usted? ¿Para que los quiere? — pregunto Carmilla interesada
—Con tal de vigilarlos a ustedes ordene algunos, pero pienso que no podrían mantener la boca cerrada por más dinero que les diéramos, ¿no puedes hacer algo?
—La palabra de un Rey es Absoluta, así que no quise hacer nada para ver qué pasaba, pero... nunca creí que fuera como reguero de pólvora
—Solo espero minimizar el daño... aunque ese muchacho es el 3ro en el trono, no podría importar, pero conociendo como es la familia real y la gente de la nobleza no se quedara así, inclusive podrían venir mañana en la mañana para saber los detalles
—Hablando de eso, no puedo estar mañana así que arréglalo
De una cara roja a una casi blanco profundo y antes de volver a gritar Jezabel interrumpió.
—Antes que te enojes ¿Sabes qué día es hoy?
—¿Eh?... hoy es el día de la fundación, el rezo a las iglesias de los dioses celestiales que han estado por más de 1000 años
—¿Has visto las luces cada tarde?
—Sí, cada 3 o 2 años ha sido un espectáculo, se tomaron como el cierre de actividades
—Bueno, esas luces... son ángeles celestiales
Blodenhell trato de procesar lo que había escuchado.
—¿Ángeles? Tienes que... no, contigo nada es en broma, ¿y por qué bajarían seres celestiales a la tierra?
—No hay héroes, los que hay son demasiado viejos o viven sus vidas aparte de la guerra, la magia tiende a perderse o fortalecerse, así que está en un bajo equilibrio... además que fue por mi culpa
—Si por todo lo que dices bajan, y están para eliminarte es obvio que lo hagan, ¿cierto?— pregunto Carmilla
—Sin héroes tendrían que planear cosas, ser influyentes, y no dejar que otros demonios (aparte de mi) tomen ventaja del mundo, pero hay algo que paso mucho antes que se perdieran... creo que fue hace no más de 200 años
—Cierto, ni yo sé porque — dijo Carmilla que escuchaba atentamente— ¿qué estupidez hiciste?
—Bueno... para resumir, había un héroe, que fue un santo en casi toda su expresión, murió curando una enfermedad en su mundo que salvo vidas y otras cosas, así que con ese pensamiento se le dio el poder de llamar a cualquier arma o ser celestial o sagrado para derrotarme, en el último momento sufrió un ataque cardiaco, creo que pensó demasiado en los demás que nunca lo hizo para sí mismo, no sin antes invocar un gran espejo, creo que fue su dispositivo para llamarlos, yo en ese tiempo era más arrogante, disfrutaba burlarme de todo mundo, antes de...
Pauso un poco, eso extraño al General, pero Carmilla no dijo nada, Jezabel suspiro.
»Continuando... entonces yo me burle, me burle y burle por días, no sé cuántas veces ni cuantos días, y de la nada hubo rayos celestes multicolores, y vi a un ángel mirarme con furia que casi parecía un demonio, me recrimino por todas las groserías que dije...
"Hace 200 años"
—¡Arrepiéntete de tus pecados maldito rey demonio! — grito un ser andrógino (que se desconoce si es hombre o mujer) de cabello hasta la cadera color negro con una armadura plateada de brillo azul casi oscuro, alas blancas resplandecientes, los hombros con cabezas de dragón hechas de metal con el hocico abierto, una espada angosta grande y que parecía mandar rayos por doquier, tenía aureola, pero era diferente, tenía unos cuerdas que estaban clavados en la misma aureola como si la sostuvieran, acompañado por demás seres con más armaduras de oro, y lanzas con puntas de cristal resplandeciente.
—¿En serio estaba prendida? —se preguntó Jezabel al mirar mejor el espejo aun en donde estaba cuando fue invocado
Un sirviente le acompañaba justo cuando aquel ser apareció en la sala del trono.
—Le tratamos de advertir muchas veces amo Jezabel, pero estaba tan feliz burlándose que no nos escuchaba—dijo su sirviente
—Ha... ya veo, tienen permiso para hacer lo que sea para llamar mi atención la próxima—dijo el con un tono al sentirse tonto
—¡No habrá una próxima vez! —grito aquel ángel furioso con una voz resonante y casi hermosa de no ser por sus gritos y su tono furioso —, tú te burlaste de los cielos, de los dioses sagrados... y... ¡y de que todos no sabemos hacer nuestro trabajo! ¡Además de que si traemos ropa interior!
Por instantes parecía que todo el mundo se había detenido, hasta la rotación del planeta.
—¿Eh? ¿De entre todo lo que dije solo tomaron en cuenta esas dos cosas?
—¡El trabajo de cuidar a cada persona de que no cometa tantas estupideces y que ni te lo agradezca ¿crees qué es fácil?! Además, no somos tan pervertidos, ¡serlo es un pecado!
—No... ¿Y por qué lo hacen entonces?... eso de cuidar a todo mundo
—¡Por qué nadie más lo hace! ¡Y no entenderías las razones!
—Deberían demandar a sus jefes por tan mal trato que reciben—dijo Jezabel sintiendo pena por ellos—, hacer cosas como esas solo hace que los humanos y otras especies sean más irresponsables y perezosas, al menos los héroes son más responsables ya que saben a lo que vienen... aunque soy su meta final
Un silencio reino por instantes, podía sentirse el aumento de poder de aquel ángel cada instante.
—Señor creo que ahora sí podrían tener justificada su amenaza —dijo el sirviente
Jezabel quería darle la razón, pero no era el momento.
—Corre con todos los demás lejos de aquí
El sirviente dio una reverencia y corrió lo más rápido que pudo.
"Presente"
El general y Carmilla lo miraban con puro desprecio, él quería replicar pero no podía.
—¿Te burlaste de su trabajo y de su sentido común? —Pregunto Blodenhell colocando una mano en la cara—, estoy con ellos
—En este tiempo has sido un tonto, pero nunca creí que tanto
—El punto es que, cada 3 años casi los mismo soldados viene por lo mismo, creo que igual querían una excusa para eliminarme — continuo Jezabel ignorando más del tema anterior— así que dime, ¿Que es más importante una discusión con el rey de este país, o una pelea que podría durar 3 días si no los detengo de que descubran que estoy aquí?... temporalmente
El general sabía que ambas cosas eran muy importantes, más tomando en cuenta los problemas y el responsable de ello.
—Si tu no vas a estar, quiero que la señorita Carmilla este de asesora en tu lugar, inventare cualquier excusa, aunque temo que una pelea no podría evitarse, solo espero que el primer golpe no sea hacia los no involucrados
Carmilla puso las manos en la cintura y exhaló en señal de cansancio.
—A mi no me importa si hay problemas, no existe la sangre azul en ningún mundo, todas me saben igual— dijo Caramilla estirando las manos hacia arriba— bien, entonces no tardes, no sé si esas bolsas de carne podrían tenerme mucha confianza como a ti
—Entiendo, entonces, nos vemos
Jezabel desapareció enseguida, ambos suspiraron.
—¿Debe ser duro trabajar con alguien como él, cierto? — pregunto el general
—Lo es, pero sabes, eso es lo que lo pone divertido algunas veces—dijo ella caminando a la puerta—, prepárate por si caen cabezas, así que esfuérzate en tus excusas
—Lo sé, lo sé, aunque espero y no sea la mía
Carmilla se le quedo mirando.
—¿No entendiste cierto?— preguntó ella mirándolo desde abajo
—¿Eh?
—Nada, vamos