Después de que Nicole dijera lo que tenía que decir, regreso al salón privado para llamar a Ian y marcharse. Antes de subir al coche, de repente se acordó que había dejado el bolso en el salón privado. Ella quiso ir a buscarlo, pero Ian la detuvo.
-Yo lo buscare. Puedes esperar en el coche. -Ian bajo del coche. Nicole no pensó un momento y lo siguió, pero no esperaba encontrarse nuevamente con Eric y Keith, que estaban por irse.
Para evitar problemas innecesarios, Nicole no siguió caminando y espero al otro lado de la fuente de la entrada. Keith dijo:
- ¿Escuche que Wendy volverá pronto?
Eric emitió un profundo:
-Mm
Keith sonrió y dijo:
-Hace mucho que no la veo. La extraño. Aunque ella tuvo la culpa, su castigo fue un poco más fuerte. Es uno de nosotros, así que deberías perdonarla… -Los dos hombres hablaban mientras caminaban. Luego subieron al coche y se fueron.
El cielo de la tarde era sombrío y el viento era frio. Nicole desvió la mirada. Estaba un poco perdida en sus pensamientos mientras miraba en dirección al coche. Sentía el pecho apretado y dolorido.
El nombre de Wendy Quade era como una maldición que la atormentaba desde hace 3 años. Nicole creía que por fin se había librado de ella y nunca pensó que volver a escuchar ese nombre aun le provocaría esa sensación sofocante.
Nicole sabía que Wendy se había ido al extranjero después de aquella fiesta. Como Wendy estaba fuera de su vista, no quiso perseguirla. Nicole lo encontró gracioso. Ian se acercó a Nicole con su bolso en la mano y vio su rostro pálido y sombrío.
- ¿Qué te pasa? ¿no te encuentras bien?
Al escuchar esas palabras, Nicole reacciono y sonrió.
-No, voy a volver a casa. Mi chofer está aquí.
-Te acompañare. -Ian empujo a Nicole al coche y se sentó a su lado sin darle la oportunidad de negarse.
Nicole asintió y sonrió, sin darle importancia. Ian quiso decir algo, pero se contuvo después de dedicarle a Nicole una mirada profunda. Cuando llegaron al apartamento de Nicole, esta le pidió al chofer que llevara a Ian a casa y subió directamente las escaleras.
En menos de 10 minutos, sonó el timbre, así que Nicole se acercó para abrir la puerta. Cuando abrió la puerta, un ramo de hermosas rosas rojas apareció ante sus ojos, acompañado por el encantador rostro de Ian detrás. Nicole lo miro con impotencia.
-Carter… hoy realmente estoy muy cansada. -Su intención de que se fuera no podría ser más evidente.
Ian levanto las cejas.
-Lo se. Este ramo no es para mí futura novia. Es para mi pequeña N que hoy está molesta. Nicole hizo una pausa y lo miro. Ian parecía un poco menos ansioso ahora. -Ya que estoy aquí, ¿no me vas a invitar a pasar?
Ella confiaba en el carácter de Ian, así que lo dejo pasar. Ian entro y dijo:
-Nicole, aunque tengas a un Eric Ferguson menos a tú lado, sigues teniendo mucha gente a tu alrededor. No te enfades por su culpa. Él no es digno de tu atención.
Nicole le sirvió a Ian un vaso de agua y se recostó perezosamente en el sofá.
- ¿Te diste cuenta? Soy tan inútil, ¿eh? -la noticia del regreso de Wendy enfureció a Nicole. Su supuesta despreocupación de repente ya no parecía tan franca.
-Si, un poco. -Ian sonrió. Sus ojos eran extraordinariamente seductores.
- ¡Piérdete! -Nicole resoplo levemente. Su corazón se sintió inexplicablemente mucho mejor.
Ian se rio un poco. De repente, se puso de pie y se acercó a Nicole, la atrajo insistentemente a sus brazos. Cuando Nicole estaba a punto de forcejear, el la soltó de repente. Con una sonrisa seria en los ojos, Ian se inclinó y bajo la cabeza para mirarla.
-El ya no tiene derecho a hacerte enfadar, pequeña N, siempre serás mi reina.
La repentina proximidad entre ellos dejo perpleja a Nicole. Su suave aroma a madera de agar impregno su cavidad nasal e hizo que su corazón diera un violento salto.