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Una gran amiga

Al día siguiente mientras estaba en la oficina con el papeleo de siempre, tocaron la puerta y luego se pararon enfrente de mi escritorio.

-Yesenia. ¿Hay algo más?

-En serio Leo, me crees tú secretaria.

Levanté la mirada y Vi una sonriente Scarlette.

-Hola que tal. Lo siento he tenido mucho trabajo desde temprano pero si desayuné.

-Seguro, porque sino de inmediato te inyectó y hago que comas hasta de más. Debes de cuidarte por qué sino te cuidas tú, quien más lo hará por ti. Y tu madre quien la cuidara si te sucede algo.

-Tú...(lo dije sin pensar)

-¿Yo? (mirándome confundida)

-Si Scarlette (levantándome de mi silla y me dirigí hacia con ella) lo digo muy en serio. Si me sucede algo eres la única que confío y se que puedes cuidar de ella.

-Pe..pero Leo. No te va a pasar nada, tienes muchas cosas que hacer y en qué pensar. Somos amigos y siempre te voy ayudar en lo que pueda. Por lo pronto traje tus resultado y el medicamento que debes tomar. Todo lo transcribí en una hoja tanto la porción y el tiempo que los debes tomar, con esto ya vas a estar mejorando después de una semana porque tú salud estaba empeorando. Sin tratamiento no creo que hubieras durado mucho. Y no me voy hacer cargo de tu madre porque tú misma lo harás....¡entendido!

-Gracias...(miré la bolsa que ella tenía en la mano y la tomé) haz echo mucho por mi en pocos días. (sintiendo una gran calidez en mi pecho lo que jamás había sentido) Así se debe de sentir uno al tener un amigo.

-Creo que si. Mejor toma tu primera dosis sale.

Me tengo que ir, habrá una cena en mi familia. Y van a invitar a todos los miembros de tu familia iniciando a la insoportable de tu prima.

La miré y me quedé en silencio por un momento.

-No vas a decir nada.

-Qué quieres que haga, que me convierta de la noche a la mañana la desaparecida Rosalie y tomar mi compromiso que habían acordado los dos patriarcas.

No puedo solucionar nada hasta que aparezca mi hermano y sino lo hace...(suspiré decepcionada) creo que seré Leo para toda la vida para proteger a mi madre y los intereses de mi familia del cuál he trabajado arduamente estos últimos años.

-¿Y si te conviertes en Rosalie...?

-Si lo hago que pasará.....seremos carne fresca para mi familia y si es posible me desaparecerán para que Sherry se case con tu primo. No creo que sea buena idea, mejor lo dejamos así por el momento, (Suspiré) es lo mejor.

-Si crees que es lo mejor Leo, te respeto lo que decidas y te apoyo. En un rato más te llamará el asistente de mi primo por lo pronto yo me voy.

-Esta bien y muchas gracias. (mire de reojo la bolsa en mi mano y luego mire nuevamente a Scarlette) y muchas gracias por el medicamento....te veré en la noche.

El día transcurrió lentamente después de la llamada del asistente de Garrett, termine con mi trabajo lo más pronto posible y le llamé a mi madre para que se arreglará muy hermosa para llevarla a la cena de los Dávalos. Aunque ella no quería ir, le insistí para que no me dejara solo y con su apoyo me sentiría mejor.

Termine mi trabajo y en ese momento entro la secretaria para retirarse y luego entro mi asistente.

-Señor...

-Si lo sé, primero vamos a recoger a mi madre.

Antes de eso deje pasar a Fred y cerré la puerta detrás de él.

-Señor ¿sucede algo?

-No se preocupe, solamente es un pequeño favor. - le entregué la mitad de los medicamentos exactamente los mismos que me quedé yo. - estos son los medicamentos que debo de tomar diariamente, en esta misma bolsa se encuentra el detalle y la hora que me los tengo que tomar. No es bueno que yo los cargue siempre y es mejor que me ayudes a tomar el medicamento sin que nadie se entere. Por lo pronto los demás me los llevaré yo y los guardaré en mi habitación, eso es todo.

- Si señor como guste, siempre lo apoyaré y le ayudaré.

-Gracias Fred. Vamos a mi casa para también tomar un baño antes de ir a la cena.

-Si señor vamos.

Llegamos a mi casa y mi madre ya me estaba esperando en la sala y mis parientes más queridos. Caminé recto y sin emociones en mi rostro.

-Buenas tardes tío Santi y tia Clemencia. Hola prima Sherry en un momento bajo y nos vamos juntos. (apartando la mirada de ellos sin esperar respuesta y mirando a mi madre) Madre en un momento bajo. Con su permiso.

Caminé sin mirar atrás con un poco de sudor en la frente. Entre a mi habitación y cerré la puerta con llave como siempre, me tire en mi cama y limpie el sudor de mi frente con mi dorso de la mano. Tome del cajón de la cómoda una toalla femenina y entre al baño a tomar una ducha caliente. Al salir tome un medicamento para los cólicos menstruales y salí como si nada hubiera pasado, soportando el dolor de cada mes.

-Estoy listo, cada quien tome su vehículo. Vamos madre.

-Si hijo. - mi madre me tomo de mi brazo y salimos.

Mientras subíamos al coche mi tío me detuvo.

-Leo....(un poco agitado al intentar alcanzar mi paso)

-¿Sucede algo?- contestando como siempre sin expresión alguna.

-Estas de acuerdo con el compromiso de Sherry.

-Si lo estuviera o no, no es de mi incumbencia si los jóvenes se atraen pues adelante.

-Hablas como una persona mayor.

-No hablo como un persona mayor tío, sino como una persona madura y encargada por lo pronto de la empresa y de la familia aparte de mi abuelo. Sino fuera porque soy el único capaz de dirigir la empresa no fuera una persona madura y estuviera viviendo mi juventud como los demás jóvenes. Entonces que más puedo decir, entonces vamos y no me hagas perder más mi tiempo que es muy valioso.

-Leo ¡no seas impertinente con tus mayores! y dame el respeto que debo como tú mayor. -su rostro se volvió colorado por el enojo que le cause, pero no me dió importancia solamente me burle y subí de nuevo a mi vehículo.

Al sentarme le pedí a Fred que avanzará y a continuación el vehículo de mi tío hizo cola detrás de nosotros.

Mi madre me miró un poco angustiada.

-¿Leo?- mirándome un poco triste y bajando la mirada -disculpa por ser tan cobarde y no darte tu lugar como la seño....- la interrumpí antes de que terminara su frase.

-Madre no te preocupes por ello el destino nos jugo una mala jugada y pues no podemos retractarnos de ello, solamente nos queda seguir adelante. -Me límite a mirar hacia la ventana mientras le respondía.

-Hija... tu deberías....-

-Madre ya no sigas soy y siempre seré Leo. Fin de la discusión.

Después de lo que le contesté a mi madre ambos nos quedamos en silencio. Así estuvimos hasta llegar a la villa de los Dávalos.

Al momento de llegar, nos dió la bienvenida el mayordomo Henry de la familia Dávalos.

-Bienvenidos a la villa Dávalos.

-Gracias Henry y me da gusto volver a verlo.

-Igualmente señorito Leo.

Después de la presentación de la entrada nos guío a la gran sala, dónde ya nos estaban esperando parte de la familia Dávalos.

Tanto el viejo patriarca El señor Antonio, junto a ellos estaban los padres de Garrett y Garrett junto a ellos. Y con una sonrisa resplandeciente y un vestido blanco de seda como siempre la alegre Scarlett. Y junto con el viejo Antonio estaba mi abuelo Eric Smith.

Mi abuelo a toda prisa después de las presentaciones tomo las manos de mi prima Sherry y la encamino hacia donde estaba sentado Garrett.

Al mirar de reojo donde yacía él, me di cuenta que me estaba mirando por un segundo y luego desvío la mirada hacia el otro lado cuando vio que lo miré de reojo.

Mi estómago empezó a revolotear de lo cual jamás me había sucedido.

En eso mi abuelo me saco de mis emociones abruptamente con su presentación de Sherry y Garrett levantando a él de su asiento.

Los estuvo presentando y presumiendo según él las cualidades de mi prima y exagerando en todo acerca de ella.

Yo no entendía porque me sentía muy incómoda al ver ese cuadro tan patético, lo único que sabía que mi regla llegó en el peor de los momentos. Y los dolores menstruales me estaban matando al grado de empezar a sudar.

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