---------------------------------------------------------------------------------------------
Jin saco el cadáver de un bisonte como agradecimiento por la información, ellos habían pasado ya dos días sin comer y si todo continuaba así era posible que tuvieran que alejarse más de su grupo para conseguir alimentos.
—Gracias por su amabilidad joven maestro, no le quitaremos más de su tiempo—
Luego que los dos hombres se llevaran el cadáver, Jin decidió regresar al ver que el cielo estaba oscureciéndose —Joven maestro…se siente bien escuchar eso después de tanto tiempo—
El asentamiento al que ellos pertenecían estaba conformado en su mayoría por gente asiática, ellos habían construido grandes edificios de madera, protegiéndose con una muralla de cuatro metros de alto y un pozo falso para evitar que los atacaran durante la noche.
Al inicio cuando Jin pregunto el motivo de sus heridas ellos se mantuvieron callados, solo cuando Jin regreso con el bisonte a su lado ellos cambiaron su actitud y empezaron a contarle más sobre ellos.
Jiālóng hé, ese fue el nombre que le pusieron al rio después de perder varios de sus compañeros al intentar pescar en sus aguas. Aunque Jin había sentido la presencia de criaturas de nivel gris bajo las aguas, estas no salieron a la superficie.
Según sus palabras, cuando los monstruos comenzaron a rugir al interior del bosque, los animales más pequeños se escondieron en sus madrigueras disminuyendo la cantidad de presas que conseguían durante el día.
Su grupo estaba conformado por más de 8000 personas, este fue liderado por un multimillonario chino llamado Ma Teng. Después que Ma Teng juntara a sus personas de mayor confianza, nadie pudo ir en contra de sus órdenes, bajo su mando tenía un total de 200 guardias leales que castigarían a cualquiera que insultara a su maestro.
Casos como el de Ma Teng eran muy comunes dentro del bosque ilimitado, recordando a su madre, Jin decidió visitar su grupo para ver si podía encontrar algún rastro de ella.
Otra información que impacto a Jin fue la aparición del asentamiento ruso, según los dos hombres a cinco kilómetros más al sur los rusos levantaron una base fuertemente protegida con más de 15000 personas.
Escuchando la cantidad de personas detrás de ellos, Jin se sintió agradecido de que la historia hubiera cambiado.
Aunque había más asentamientos cerca del rio, estos eran muchos más pequeños, entre ellos solo el grupo estadounidense le dio curiosidad, según ellos los estadounidenses encontraron un material precioso que atrajo la atención de Ma Teng, llegando al punto de crear una ruta de comercio entre ambos grupos.
—Jin-san, lo estábamos esperando—
Por un momento Jin creyó que Maria era otra persona, cada vez que ella le dirigía la palabra el nivel de respeto en su voz era más fuerte.
—Hola Maria…¿Dónde se encuentra mi hermana?—
Desde que Maria se unió a Jin, Lisa nunca se había separado de su lado.
—Ella esta con su hermana mayor…es mejor que entre al refugio, Rosa dejo preparado el almuerzo para usted—
Mientras Jin seguía a Maria, dos niños salieron corriendo de un rincón del domo, luego de ver que Jin estaba cerca de ellos, ambos cubrieron sus bocas y esperaron que él se alejara.
—No se preocupe por ellos, han estado haciéndole bromas a sus amigos desde que salió el sol…si llegan a hacer algo excesivo me encargare de que reflexionen sobre sus errores—
Los niños al sentir la mirada de Maria no se atrevieron a hacer ningún movimiento, sus pelos estaban erizados como si un depredador superior estaba listo para lanzarse sobre ellos.
"Las amas de casa dan bastante miedo"
—Oh, ¿Jin-san, ha dicho algo?—
—Nada, sigamos Maria, tengo bastante hambre desde que salí a buscar provisiones— frotándose el estómago, Jin espero que ella creyera sus palabras, por alguna extraña razón sintió que Maria podía leer sus pensamientos al ver como ella lo miraba sospechosamente.
—Es cierto…las demás acordaron el horario para usar las aguas termales— pensando con la mano en sus labios agrego —no queremos que se repita el incidente del medio día—
El encuentro de Jin viendo a Victoria desnuda fue rápidamente comentado dentro del grupo, después de pensarlo ellas decidieron que los hombres usarían las aguas termales antes del mediodía y las mujeres podían usarlo en el momento que quisieran.
—¿No es eso un poco injusto?—
Antes que Jin pudiera continuar. Maria dejo de caminar y miro directamente a los ojos a Jin, su cabello castaño pareció flotar en el aire cuando ella agrego —Oh! Tal vez usted tenga alguna idea mejor…pero debe saber que esta decisión fue apoyada por sus dos hermanas menores—
Recordando las imágenes de sus pequeñas hermanas, Jin no pudo ir en contra de las palabras de Maria, a él no le gustaría que otro hombre viera sus cuerpos desnudos aun si el otro lado aun eran niños.
—Eso esta mejor…tengo que ir a buscar algo, usted puede ir al comedor sin problemas—
Mientras la figura de Maria desaparecía por uno de los pasillos, otra persona siguió de cerca a Jin esperando su momento para atacar.
El comedor tenia varias mesas pequeñas para que todos pudieran comer, por el diseño rustico con el que fueron fabricadas Jin pensó en la necesidad de encontrar algunos carpinteros para mejorar el ambiente del refugio.
Uno de los beneficios de tener un grupo grande de personas era que siempre habría profesionales disponibles para solucionar las necesidades mas básicas.
Dentro del grupo de Jin, Maria tenia buenas habilidades en el cuidado del hogar y de pelea bastante decentes, Victoria y Daisy podían mantener el nivel de educación de los niños, mientras Margarita estaba encargada de la salud del grupo.
Hablando de Rosa, Jin se sorprendió por el sabor de su comida, él no recordaba en que momento mientras huían ella consiguió una variedad de especias para darle un sabor excepcional a la comida, parecía que ella escondía mas cosas de lo que un directivo empresarial podía hacer.
Luna y Cecilia eran interesantes para Jin, cuando encontrara el momento correcto Jin no dudaba de enseñarles a manejar mejor las armas que Maria les entrego.
—Así que, ¿qué opinas de mi comida? Me siento bastante confiada de su sabor—
Rosa salió con un delantal sobre su cuerpo, mirando la ropa Jin penso en buscar un costurero que pudiera manejar las pieles en su inventario "Me pregunto qué cara pondrán cuando les traiga todas las cosas del asentamiento chino" pensó Jin.
—Delicioso…no soy un experto, pero puedo decir que la comida esta al nivel de un hotel de 5 estrellas— Jin no mintió, durante el tiempo que paso viviendo junto a varias personas de diferentes naciones probo todo tipo de platos y el de Rosa estaba peleando en la cima de ellos.
—Me alegro de que te guste…aún hay varios ingredientes que me gustaría tener, si por casualidad encuentras algo interesante puedes traérmelo y veré que puedo hacer con eso—
La calidez transmitida en su voz provoco que Jin terminara su plato en un momento.
—Las demás están tomando un baño, es mejor que no te acerques a esa área por ahora…no quiero que nuestro protector salga lastimado por ser un pervertido— llevándose el plato vacío, Rosa desapareció en la entrada que daba a la cocina —No soy un pervertido…— aunque Jin alcanzo a responder, Rosa se mantuvo en silencio.
Al subir a su habitación, Lisa y Leina no se encontraban por ningún lado, ahora que todo estaba tranquilo Jin decidió ordenar su inventario, cuando llegue al asentamiento de Ma Teng el necesitaría comerciar con ellos.
Entre sus pertenencias mas valiosas se encontraban los cuerpos de todas las criaturas a las que se enfrentó, no dudaba en poder cambiarlas por un buen precio, él buscaba conseguir varios muebles y camas para el grupo, dormir sobre hojas durante mucho tiempo podría crear problemas a largo plazo.
Mirando el hacha que le entrego Luna, Jin considero que esta también podría ser una forma de pago si había algo que el necesitara con urgencia, encontrar alguien que pueda fabricar jabón o champú era también una de sus prioridades, las infecciones podían ser letales si uno no mantenía una buena higiene.
Cuando los pasos de sus hermanas llegaron a sus oídos, Jin guardo todo en su inventario y simulo estar dormido en su cama, desde que todo comenzó él no había podido darles un lugar donde dormir sin que tuvieran que preocuparse del peligro.
Mientras sus hermanas murmuraban entre ellas, Maria apareció como una sombra detrás de ellas y las llamo en voz baja.
Escuchando la voz de Leina, Jin se sintió más tranquilo en su interior, ella parecía haberse adaptado mejor que como lo hizo en el pasado, solo necesitaba encontrar a su madre, quizás tenga suerte en el asentamiento chino, pensando en eso Jin cayo dormido.
…
Solo una antorcha alumbraba levemente la habitación.
Debajo de las sombras, una mujer movía su cuerpo liberando un pequeño gemido cada vez que recuperaba el aliento.
—Ha~ ha~ ha~—
Al ver que su compañero no se despertaba, ella se sentó a horcajadas sobre el mientras su rostro ruborizado estaba lleno de lujuria.
Cuando ella guio el miembro erecto contra su parte mas intima, le fue imposible contener su voz cuando dos brazos poderosos agarraron firmemente sus piernas y la empujaron hacia él.
—Hmmmmmmmmmmmmm—
Su mente se desvaneció en el placer cuando su útero fue empujado hacia arriba.
Margarita abrazo el cuerpo de Jin para evitar que él se moviera, temía no poder aguantar si él la embestía mientras estaba en ese estado.
Mirando los ojos ardientes de su compañera, Jin no busco razonar del porque ella lo había atacado mientras dormía, siguiendo sus propios instintos dejo que la lujuria guiara sus movimientos mientras se preparaba para devorar su cuerpo.
Apoyándola contra la cama, Jin levanto una de sus piernas y apuñalo su interior llegando a la parte más profunda de ella por segunda vez.
—Ahhhhhhhh nnn nnn~
La voz seductora de Margarita lleno cada rincón de la habitación —No sabía que podías hacer ese tipo de gemidos— temiendo de que alguien podía escucharlos, Jin puso una mano sobre su boca sin dejar de moldear su interior para que solo él pueda satisfacerla.
Con cada estocada, ella dejo que su mente flotara al volver a sentir el calor de un hombre, aunque ella no estaba casada ella tenia un novio en la Tierra, no sabia que había pasado con él, pero para ella eso no era importante en este momento.
Abriendo sus labios, ella lo invito con sus ojos carmesí y Jin no dudo en robarle sus labios.
Sus caderas continuaron presionando con fuerza el interior de Margarita, dejando un sonido húmedo y lascivo llenara el ambiente.
Sus lenguas se entrelazaron en un beso como los amantes, sin permitir que ella recuperara el aliento Jin amaso uno de sus pechos y acelero el movimiento de sus caderas.
—Eres muy traviesa para venir a la habitación de un hombre mientras duerme— le susurro al oído permitiendo que ella respirara.
Con un poco mas de aire, Margarita se sintió un poco intimidada por Jin, era la primera vez que un hombre dominaba su cuerpo sin que ella pudiera resistirse, incluso su novio fue alguien sobrio cada vez que tenían sexo.
—Tienes demasiados secretos en tu interior, alguna vez dejaras de sorprenderme…— apretando su interior, Jin sintió que ella intentaba robarle toda la esencia con cada movimiento.
Amasando sus ricos pechos, aprovecho el momento en que ella se descuidó y volvió a robar sus labios, cuando ella sintió que el miembro de Jin comenzaba a hincharse ella se sintió temerosa.
En la Tierra existían varias formas de evitar un embarazo, pero en Lara no había nada de eso, si ella permitía que Jin pintara de blanco el interior de su útero, ella definitivamente quedaría embarazada, su cuerpo lo sabia y se estaba preparando para ser concebido.
Al encontrar la mirada lastimera en el rostro de Margarita, Jin acomodo el rostro de ella junto a él y saco su miembro del interior.
—No...— gimió al sentir la perdida en su interior.
Aun no era momento para tener descendencia, Jin no quería que sus hijos nacieran antes de la llegada del imperio.
—Déjame ayudarte con eso— separándose de Jin, Margarita no dudo cuando sus labios atraparon la punta del miembro y comenzó a limpiarlo con mucho cuidado.
Con un poco mas de tranquilidad, Jin pudo notar la presencia de dos personas escondidas en la oscuridad observando con lujuria a la pareja.
"Parece que mañana recibiré bastantes preguntas"
Sin arrepentirse de nada, Jin la tomo en sus brazos y volvió a reclamar su cuerpo, aun quedaban varias horas hasta el amanecer, sin olvidar la sensación de su cuerpo él le quito el aliento sin importar quien los observara.