la Cirugía

La madre de Mirna tenía listo su equipaje, así que la acompañamos al aeropuerto, para alcanzar su vuelo, me sentí culpable de que Mirna no podría ir por acompañarme, pero dijo su mamá que no había lugar así de rápido solo pudieron conseguir ese lugar que reservo dos lugares para el día siguiente, pero que estaría en contacto en todo momento, nos despedimos deseando que Sebastián estuviera estable. El novio de Mirna nos acompañaba así que el nos llevó de vuelta a casa, yo subí a la habitación de Mirna para dejarlos conversar solos, pero alcance a ver cómo Mirna era abrazada tiernamente por él, cuando atravesé la puerta me deje caer de rodillas, como era que había pasado, porque Sebastián, Dios si algo le pasaba, me volvería loca, tengo que ser fuerte, tengo que estar coherente me arrastre literalmente a la cama, tome un baño y tome la medicación que me dió el médico, Mirna me llamo para que cenariamos algo juntos, en realidad quien tiene apetito, le dije solo un vaso con jugo pudo pasar por mi garganta e inmediatamente me fui a dormir, en mis sueños veía a Sebastián en una cama de hospital en malas condiciones a su madre y padre, irreconocibles del dolor, Mirna lloraba y decía porque tan joven, desperté sudorosa eran las dos de la mañana, Mirna se movió y me instó a descansar que su padre habló que Sebastián estaba conciente pero entraría a cirugía a las 9:00 de la mañana, con esa noticia me tranquilice un poco en mi sueño, nunca reaccionó, aún me preocupaba lo de la cirugía, sentí un hueco en mi corazón, que este bien porfavor Dios, no supe cuando me quedé dormida, pero a las 6 ya estaba despierta... Mirna también se levantó y empezamos a prepararnos para nuestro vuelo, llame por teléfono al crematorio guardarían las cenizas de mi tía, para que yo las recogiera en cuanto tuviera oportunidad, bajamos a la cocina desayunamos unas gachas y un poco de fruta, llegó Jhon para llevarnos al aeropuerto, nerviosas en el trayecto llamo el padre de Mirna Sebastián entraría a cirugía, mientras nosotras esperábamos para subir al avión, al parecer sus piernas quedaron prensadas durante el accidente y no las podía mover, estábamos asombradas... En mi mente rogué a Dios que todo saliera bien, mientras le decía a Mirna vas a ver qué no es nada y cuando lleguemos nos darán la buena noticia, ella asintió con su cabeza... fueron las horas más largas de mi vida, el nerviosismo y preocupación me los tuve que tragar para poder dar ánimos a Mirna mientras por dentro sentía mi corazón dolido, que no le pase nada porfavor, me decía....

llegamos al país B era la primera vez que viajaba tan lejos, un taxi nos llevó directo al hospital, cuando llegamos la madre y padre de Sebastián estaban esperando que despertará de la anestesia, se veía tan frágil, ese hermoso joven, jamás pensé verle tan vulnerable, veo sus hermosos labios que un día me besaron, sin pensarlo me hacerque y tome su mano, se sentía cálida, hacerque mi cara a su mano...

y vino a mi mente cuando estuve hace dos días en el hospital y cuido de mi... cuando menos pensé de mis ojos salían lágrimas, para mí no existía nadie solo Sebastián, de pronto empezó a quejarse vino una enfermera y le coloco medicamento para el dolor, cuando abrió sus ojos solté su mano inmediatamente y me aleje de la cama, para esto ya estaban Mirna y sus padre rodeándolo y hablándole, no se dió cuenta de que yo había estado tomando su mano, salí de la habitación hospitalaria y espere afuera, entro el médico a hablar con la familia y a revisar a Sebastián

no quiero hacer que se sienta comprometido conmigo de ninguna manera, debe seguir su vida como si no nos hubiéramos conocido pensé...

De repente escuché llantos dentro de la habitación, entre rápidamente, algo pasaba, cuando entre la vista de Sebastián se volvió a mi, y dijo: no quiero verla.

que pasaba, porque su reacción, yo salí, mis lágrimas caían porque sus palabras fueron como cuchillos afilados que cortaban mi corazón... Mirna salió tras de mi y me dijo, perdonalo el médico nos acaba de decir que quedaría paralítico, sus piernas no las siente, no siente nada de la cintura para abajo...

ya que pase su comosión verás que será a la primer persona que va a querer ver, me volví a verla a los ojos y le dije, no mientas, si no quiso verme ahora que está vulnerable, no va a querer hacerlo después.

ya no entre me quede fuera y pensé bien, en volver no tenía nada que hacer allí, estaba triste, destruida, derrotada .... salió la madre de Mirna y le dije que el abogado de mi tía quería verme, que tendría que regresar, en cuanto encontrará boleto para regresar,

pregunté a la aerolínea y saldría un vuelo en tres horas... les agradezco todo lo que han hecho por mi y por mi tía, que los esperaba ya que regresarán.

Mirna me acompaño al aeropuerto, me abrazo fuerte y decía no le tomes en cuenta esas palabras a mi hermano está asustado y muy angustiado para aceptar lo que le está pasando...

Me despedí y le dije nos vemos pronto... apesadumbrada camine por el pasillo para que revisaran mis documentos para subir al avión.