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Capitulo 106: Entrenamiento de Issei (2)

Cuatro días transcurrieron desde entonces y el entrenamiento de Issei fue escalando varios grados, Goku se centró absolutamente en él.

Claro, hizo sus Quest diarias y todo, ya tenía 56 puntos acumulados y todavía no tenía planes de dividirlos. Pero ahora, su mente no estaba ahí...

Quería ayudar a Issei.

Y por lo tanto, al día siguiente le comentó el método que pensó: liberar explosivamente su poder sin que esperase esos diez segundos.

Para Goku, los diez segundos sólo eran un pretexto que el Boosted Gear necesitaba para acumular el poder duplicado. Y pensó que...

Si Issei acumulara todo ese poder en menos tiempo, su poder aumentaría más rápido. Con eso fue capaz de omitir esos diez segundos.

Issei lo llamó Boosted Gear: Overdrive, ahora podía duplicar su poder en cinco segundos. Sin duda, la brecha de tiempo se redujo bastante.

Y como el poder se consumía más rápido, Goku pensó en el segundo paso: aumentar su resistencia con el Boosted Gear: Overdrive.

Para ello, Goku le propuso a Issei combatir con su máximo poder para ver cuánto tiempo duraba en ese estado antes de que se agotara su poder.

En la primera ronda, Issei apenas duró treinta segundos con el poder aumentado seis veces. En la segunda, treinta y cinco segundos, etc...

Hasta que se hizo capaz de resistir hasta un minuto... ¡con el poder aumentado siete veces! Ese era el resultado del arduo entrenamiento.

Tras cuatro días, Issei podía duplicar su poder en dos segundos y podía aumentarlo siete veces hasta durar cerca de cinco minutos de batalla.

Y todo gracias a Goku.

Él si que era un gran amigo.

No... él era su hermano.

Flush.

Issei corrió velozmente hacia Goku mientras mantenía el Boosted Gear: Overdrive al máximo. Nuevamente tenían un combate de práctica...

"Se volvió más rápido"- pensó Goku con una sonrisa entusiasta. En cada práctica, combatía sin sus armas. Sólo usaba sus puños y pies.

No es que estuviera subestimando a Issei, únicamente se ajustó a su estilo de pelea. Si usaba sus habilidades, mataría a su amigo...

PAM.

Issei extendió su brazo para golpear a Goku, pero el azabache detuvo el golpe con su codo. Después de todo Goku era un artista marcial.

El castaño no se rindió y continuó buscando aperturas en la defensa de Goku, pero el joven cerraba cada apertura que Issei notaba en él.

"¡Rayos, sólo me quedan tres minutos!"- se lamentó Issei mordiéndose el labio inferior y tomó distancia de Goku, dejándole confuso.

Issei sonrió al verle desconcertado.

Le iba a enseñar una gran sorpresa.

Así que extendió el brazo izquierdo en ángulo recto y su guante empezó a irradiar una luz roja que dejó pasmado al azabache. ¿Qué era eso?

"Dragon Shoot"

Issei lanzó una gran esfera carmesí desde su guantelete en dirección a Goku, quien abrió sus ojos pues eso había sido bastante inesperado.

"Esa esfera tiene suficiente poder como para destruir este lugar, lo mejor será neutralizarla"- indagó Goku liberando su poderosa técnica.

El disparo dracónico de Issei se topó con el "fuego del Monarca" de Goku, produciendo un impacto que hizo temblar de repente la zona.

¡BOOOM!

Una fuerte explosión se produjo cubriendo de humo el lugar. Pero cuando éste se disipó, Issei corrió hacia Goku a una velocidad inverosímil.

Flush.

-Jeje, estás acabado Goku-san... -habló Issei habiendo atrapado a Goku con la guardia baja. Tenía el puño a unos milímetros de su rostro.

-Yo no hablaría tan rápido amigo... -contestó Goku con una sonrisa escalofriante y sin saber porqué Issei sudó frío, lleno de pavor y miedo.

Issei bajó la mirada y vio que la mano de Goku estaba envuelta en una llama negra que estaba a nada de su abdomen, listo para volverle polvo.

-Rayos... perdí de nuevo -Issei bajó la mirada y desactivó su Overdrive. Había perdido la cuenta de las veces que ya había perdido contra Goku.

-Te has vuelto muy fuerte... y sí que podrías haberme derrotado -el azabache le animó con una sonrisa y puso una mano en su hombro.

-De todas formas te estás conteniendo, ¡deja de subestimarme Goku-san! -Issei apretó sus puños mirando con impotencia y cierto enfado a Goku.

El chico le miró severamente durante unos instantes. Suspiró rascando su nuca, sabía que Issei estaba malentendiéndole totalmente.

-Como quieras, lucharé al máximo sin contenerme -comentó Goku sin ápice de diversión. Issei se ánimo al oír aquello.

Pero pronto sus ánimos decayeron al ver la cúpula tenebrosa que envolvió el lugar. Issei sintió bastantes escalofríos en todo su ser.

[Compañero... te deseo suerte]

"¡¿Ddraig?!"- Issei se sorprendió al escuchar la voz del dragón, ¿pero por qué estaba deseándole suerte? Eso le dio más miedo del que ya tenía.

Pero entonces, lo entendió.

Cientos de sombras le estaban acorralando en este sitio tan oscuro. Todas ellas inspiraban una sensación de muerte, tortura y desespero en él.

-Bienvenido al dominio de la muerte amigo -la voz de Goku sonó como un témpano de hielo que se ahondó hasta lo más profundo de su alma...

Issei supo que había cometido un error.

Más tarde.

Rias estaba molesta.

Una vena destacaba en su sien mientras veía una escena desde la ventana en la habitación del club de lo oculto. ¡Él... la estaba avergonzando!

"¡¿Por qué tiene que hacerlo?!"- preguntó ella suspirando con impotencia. Justo entonces, la puerta del cuarto se abrió- ¡Eres tú Goku-san!

Rias se sorprendió al ver que Goku traía en sus hombros a Issei, quien estaba totalmente inconsciente. Sintió algo de pena por él...

-Mucho entrenamiento, ¿no? -inquirió Rias sentándose sobre el escritorio y Goku asintió dejando a Issei en el sofá- ¿Cómo va Ise?

-Genial, incluso sin el Balance Breaker ya es bastante fuerte -respondió Goku y la pelirroja sonrió satisfecha- Ah, vi abajo a tu hermano...

-¡Ni lo menciones! -Rias suspiró molesta y Goku parpadeó incrédulo- Seguro que él está contando anécdotas de mi infancia a los padres de Ise...

Hoy era la reunión de los padres en la escuela. Serafall había venido en representación de Sona y como vino disfrazada, la avergonzó mucho...

Los patriarcas Gremory vinieron como los padres de Rias junto Sirzechs y Grayfia. Y se encontraron ahí con los dos padres de Issei.

-Sí... pude oír que de pequeña hiciste explotar tus pañales con poder demoníaco -se burló Goku conteniendo su risa y el rostro de Rias cambió.

Se volvió tan rojo como su pelo.

-¡¿Q-qué?! -preguntó ella avergonzada y Goku no pudo más, por lo que terminó estallando en carcajadas grotescas- ¡No te rías Goku-san!

-Lo siento... no podía evitarlo -el chico hizo un gran esfuerzo por parar de reírse y lo logró tras unos instantes- ¿Cuándo empieza la reunión?

-Dentro de tres días, por eso Onii-sama y los demás Maou están aquí -respondió Rias más sosegada- Yo... tengo un mal presentimiento.

-No eres la única, pero nada saldrá mal -habló Goku con tranquilidad, aunque en el fondo tenía dudas- "Esa reunión me da mala espina... sigh"

Goku se rascó la nuca suspirando, pero justo entonces entró Kiba en la sala. Pronto sus ojos se cruzaron con los ojos ónices del pelinegro.

Notando lo que estaba por venir, Rias se fue silenciosamente de aquella sala. Lo único que deseaba es que todo saliera bien entre ellos.

Y además, tenía algo que hacer.

O más bien, alguien a quien visitar...

"A ver qué le digo"- meditó Goku tenso por el silencio que reinaba en el lugar. Cuando se iba a preparar para proferir algo, Kiba se arrodilló.

Eso le dejó sin palabras.

-¡Lo siento Goku-san! Te causé gran cantidad de problemas a causa de mi estupidez, pero gracias a tus palabras pude recapacitar... -expresó Kiba.

-Oh, ¿y qué entendiste? -preguntó el azabache satisfecho por oír eso. Tal parecía que los golpes que le dio surtieron el efecto esperado por él.

De lo contrario, sería problemático.

-Que debo disfrutar del presente, aunque haya perdido a mis amigos la vida que tengo ahora es valiosa y tengo que atesorarla -contestó Kiba.

La sonrisa de Goku se ensanchó.

-Sí, la vida es bella, me alegra saber que por fin lo entendiste -habló Goku extendiéndole la mano para que se levantara y Kiba aceptó sonriendo.

Tenía amigos, compañeros, una casa, comida, agua... no le faltaba nada más. Comprendió que no tenía que aferrarse a lo que había perdido.

Los días postrado en cama sirvieron para que pudiera entender eso. Y todo se lo debía a Goku, que era quien le había hecho entender la verdad.

-Lamento haberme pasado con los golpes, me dejé llevar -se disculpó Goku rascando su nuca avergonzado- ¿Se sanaron todas tus heridas?

-Así es, y no te preocupes... eso era algo que necesitaba -Kiba le restó importancia soltando una leve carcajada y Goku se unió a las risas.

Pero poco después, Kiba se marchó. Goku se sentó en el sillón para descansar un rato, como no tenía padres esa reunión no le importaba...

Así que cerró sus ojos.

"Ara ara"

Una voz suave interrumpió su descanso. Lentamente abrió sus ojos y cuando vio a la dueña de aquella voz, su cuerpo se tensó.

Oh no... otra vez ella.

-¡¿Akeno-senpai?! -vociferó Goku, sobre todo porque Akeno sólo vestía una bata blanca que apenas podía esconder su escultural cuerpo.

Uno hasta las diosas envidiarían.

-Estaba duchándome, y cuando oí tu voz mi corazón empezó a latir rápidamente -contestó Akeno con la mano recostada en el pecho.

Goku tragó saliva al oírla.

¡Esta chica era problemática!

-Eso está bien... yo ya me iba -espetó Goku y se levantó, pero entonces Akeno le tomó de la mano impidiendo así su salida- ¿Q-qué ocurre Senpai?

Si no de iba, esto acabaría mal.

-Necesito ayuda para ponerme el sostén, ¿me harías ese favor Go~kun? -preguntó Akeno con una sonrisa mientras se soltaba el albornoz.

"¡Pero si ni siquiera había aceptado!"- exclamó Goku en su mente y su piel se erizó viendo cómo Akeno se retiraba la bata y ésta cayó al suelo.

Al instante la espalda nívea y suave de Akeno quedó a la vista de Goku, además de su trasero redondo y firme oculto tras unas bragas rosas.

Pero Goku retuvo sus instintos al verla.

-Mis senos están bajo tu cuidado Go~kun -susurró Akeno dándole el sostén para que lo colocara- Te gustan grandes... ¿no es así?

-Sí... -contestó Goku sumergido en la tarea de ponerle el sostén- "¿Q-qué? ¿Por qué dije eso?"

Akeno se rió suavemente ante aquello.

-Ara ara, así que es por eso tus novias son Onee-sama y Tsubaki... ¿no te gustaría añadir más tesoros a tu colección? -preguntó ella.

Ya habría contestado si Akeno no estuviera meneando su gran trasero en su entrepierna.

¿Qué rayos pasaba con esta chica?

-Ufufufu, ¿te gusta eso Go~kun? ¿lo disfrutas? Podríamos hacer más cosas si quieres... -Akeno murmuró con un toque sumamente lujurioso.

Gradualmente se dio la vuelta y cogiendo las manos de Goku las llevó hasta alcanzar su par de montañas grandes y suaves, y apretarlas...

"Uh"- Goku intentó apartar sus manos pero la sensación era demasiado tentadora como para evitarla. Si ella seguía así... tarde o temprano...

-Ngh -Akeno no pudo reprimir un gemido de excitación al sentir las manos del chico en sus pechos- Nadie antes de ti me había tocado...

Y hasta ahí llegó el límite de Goku.

PAM.

Sin perder tiempo apoyó a Akeno en la pared más cercana y aprisionó sus brazos, mirándola con sus ojos oscuros colmados de severidad.

Eso... excitó aún más a Akeno.

-No sé qué quieres de mí Akeno-senpai, pero si sigues así me temo que ya no seré capaz de contenerme -advirtió Goku con una sonrisa.

Si esto hubiera sucedido en el pasado, estaría confundido. Pero con tantas experiencias había madurado en la mayoría de aspectos posibles.

-No te contengas, devástame -susurró Akeno provocándole todavía más, para que cediera al deseo profundo que él tanto quería aletargar.

La chica alzó la planta de sus pies para besar los labios de Goku, pero inesperadamente unas manos le agarraron el trasero y lo masajearon.

-¿G-Goku-kun? -preguntó Akeno confusa, y a su vez muy excitada, por el hecho de que Goku estuviera acariciando sus nalgas con osadía.

"Considéralo una advertencia"

Plaf~

"Kyaaaa"

Akeno gimió lascivamente cuando la mano de Goku golpeó su trasero dejando una marca en la zona, y se cayó sobre el sillón un poco alterada.

Pero al alzar la vista, Goku ya no estaba. Sus ojos se cerraron mientras inhalaba y exhalaba, haciendo así un hipnótico vaivén en su pecho.

Su corazón estaba latiendo muy rápido.

Pero en esta ocasión, sí que era de verdad.

Antes ella sólo trató de jugar con él, admitiría que Goku le gustaba y le atraía físicamente como ningún otro chico. No sentía nada más por él...

Pero ahora se sentía extraña.

Y por alguna razón, se sentía feliz.

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