_Bueno - empieza a hablar el hombre de mono blanco - Soy Bobby, me encargo de informar a todas las personas que llegan aquí. Si necesitáis mi ayuda, solo me tenéis que llamar. ¿Qué os parece esto?
Para no hacer el camino silencioso, Bobby intenta hablar con ellos. Pero es imposible. No dejan de contemplar el lugar donde se encuentran.
_Lo sé- continúa Bobby - Es alucinante. Cuando llegué aquí, no me lo pude creer. Ver de nuevo las plantas, oler las flores, beber agua pura... Llevo aquí ya dos años y os aseguro que os va a encantar.
_Es la primera vez que mis hijas ven unos colores tan hermosos - se apunta Michael a la conversación - Y yo también, desde hace mucho tiempo...
_Pues aquí, todo está completo, comida para todos, agua potable para todos, animales en el exterior que os van a encantar y unas vistas magnificas. Y las comidas de hace la abuela Mercy os van a encantar. Es la mejor cocinera de nuestra comunidad.
_¿Se puede salir fuera de la comunidad? - pregunta Cora, deseando salir y explorar este lugar.
_Solo con acompañantes especializados en el terrenos. Antes tendrás que ir a clase para saberlo.
_¿Clases? - pregunta el padre.
_Así es, hay que formar a los más jóvenes, así podrán ayudar a la comunidad en el futuro. Aquí se enseña biología, caza, agricultura, terreno,... Es... como volver a la prehistoria. Hacemos todo lo posible para que Polaris sea un mundo mejor y no volver a cometer los mismos errores. Ah, por cierto, hay toque de queda a las once de la noche. No se permite salir por medidas de seguridad.
_¿Es que hay algo de qué escondernos.? - sigue Michael.
_No puedo decirte, sólo me han dicho que estas son las normas. Fuiste un buen militar por lo que veo.
_¿Como lo sabes?
_Está en tu expediente - Michael empieza a desconfiar, teme que se sepa la verdad - Tienes que ir con el comandante Marshall, él te lo explicará mejor. Y Julia... a ti te han asignado como enfermera.
_Pero yo no sé nada de enfermería...
_Por eso vas a aprender - le muestra una sonrisa mientras se acerca a la puerta de entrada donde toda la comunidad está rodeada de una barrera grande hecha de troncos de madera potente y alambre de espinas.
La gente que ya estaba antes que ellos, los encargados en sus puestos como cocineros, vendedores, médicos..., todos ellos están bien vestidos y limpios. Dentro de la comunidad, se puede observar jardines, pequeños parques, fuentes de agua hermosas con bancos alrededor, huertos por todas partes y postes donde la gente estará destinada a trabajar. Y las casas, separadas por unos varios metros, todas son casas blancas, casas normales y corrientes, además del puesto de comando y el hospital, el espacio es grande.
Llegando a una casita, ni grande ni pequeña, pone un número en la puerta. Al lado de esta, hay un pequeño huerto.
_Bien, vuestro número es este que pone en la puerta - explica Bobby - Cada casa tiene huerto, Ann se puede encargar de ello. Yendo todo recto y girando a la izquierda, se encuentra la plaza mayor, donde están todos los comercios y bares, mas bien cafeterías. Bueno en realidad hay solo dos en toda la comunidad. Y os recomiendo el de la abuela Mercy, y no por que se trate de mi abuela - las chicas ríen - Aquí tenéis las llaves.
Las llaves son una tarjeta de cristal digital que permite entrar y salir.
_Gracias - responde Julia.
_Adelante, pasad, si me necesitáis, ya sabéis donde encontrarme. Vivo a cinco casas de aquí.
Arriesgándose a todo o nada, la familia Queer pasa a su nueva casa.