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Primero, ¡Golpea!

Molly y Lea se miraron con ojos feroces. Ambas adoptando posturas de combate.

- Usar la cabeza jamás fue tu fuerte, incluso ahora actúas siendo impulsiva.

Normalmente la lección plasmada en sus palabras sería algo a tomar en cuenta, pero Lea no estaba haciendo esto para escuchar lecciones.

- ¡Haha! Si yo no uso la cabeza entonces tú la usas en exceso. Piensas tanto las cosas que terminas retrocediendo 2 pasos por cada uno que avanzas.

- …

El orgullo de Molly fue herido, dejando una pequeña ventana de vulnerabilidad que Lea aprovechó para lanzar sus cadenas con la misma velocidad de un látigo.

Los sensibles instintos de la gata evitaron el ataque al retroceder con un salto.

¡Boom! *

Las cadenas levantaron varios pedazos de piedra y polvo del camino antes considerado bello. Un intimidante cráter avalaba el poder destructivo que contenían los brazos de su portador.

La altura le permitió a Molly mantener una imagen de su adversaria, y con un movimiento de su mano envuelta en aire disipó el polvo.

Para cuando tuvo vista del terreno se percató que había una trampa de cadenas esperándola en el lugar donde se supone aterrizaría, con este nuevo conocimiento Molly lanzó un hechizo.

- Caminata aérea.

Bajo los pies de Molly se generaron pequeñas plataformas de aire explosivo que le permitieron trasladarse sobre el suelo.

Lea, al saber que su trampa no funcionaría, recobró las cadenas y apuntó discretamente sus guantes a los pedazos rocosos esparcidos por su ataque anterior mientras recorría los alrededores como dando un paseo.

Sus ojos siempre observando a Molly.

- Marca.

Los guantes respondieron a la orden fantasma y dispararon pequeños discos metálicos que se incrustaron en la superficie de los restos, una vez el disco estaba arraigado en la superficie, Lea pateó los pedazos en dirección a Molly como si de un balón se tratase, Lea calculó la trayectoria de manera que Molly no pudiese ver los discos puestos en la piedra, la velocidad que cada una tenía fácilmente podría compararse a una flecha de ballesta.

Molly esquivó los proyectiles con relativa facilidad, el hechizo que usaba necesitaba de una buena cantidad de su concentración y maná, por lo que atacar de vuelta solo sería posible tras llegar a una pausa momentánea.

En poco tiempo Lea se quedó sin munición.

Molly preparó su plataforma con dirección a Lea, su espada envainada pero lista para atacar.

- Habilidad de espada; Corte Iai.

La plataforma explotó con la potencia de un misil e impulsó a Molly directo al costado de Lea, su espada fue desenvainada en un ataque tan rápido que el sonido llegó con un retraso momentáneo.

Cling*

- ¿Qué?…

La hoja de Molly sin dudas había alcanzado a Lea, sin embargo, la sensación que percibió y el sonido agudo eran los del metal deslizándose por el metal.

Mirando la zona de impacto, Molly vio que el estómago de Lea estaba envuelto en sus propias cadenas, la única reacción que obtuvo de ella fue una mueca de incomodidad.

¡¿Cuándo hizo eso?! Fue lo que Molly se preguntó al preparar su siguiente ataque.

- Habilidad marcial; Derrumbe de mundos.

Lea se abalanzó sobre Molly, sus puños multiplicándose en una demencial lluvia de ataques.

Molly creó una explosión de aire bajo sus pies en un intento de marcar distancia y esquivar la agresión.

Lea había predicho esa reacción. Por ello canceló la habilidad y desplegó de inmediato sus cadenas.

¡Katom! *

- ¡!

Un despiadado latigazo imprevisto vino desde la izquierda, destruyendo el suelo que Molly planeaba pisar.

Con su equilibrio perturbado, la cintura de Molly fue atrapada por las cadenas de Lea, seguido su cuerpo fue arrastrado devuelta, a donde el puño cerrado de la leona esperaba para desatar su furia.

Molly sabía que tratar de destruir o escapar de las cadenas era un esfuerzo inútil, por ello enterró su espada en el suelo, creando un freno que mantuvo su distancia por un momento.

Atorada en el suelo, Molly volvió a reproducir los movimientos de Lea hasta ahora. Fue entonces cuando se percató que durante la nube de polvo Lea había manipulado su atención a una trampa innecesaria. El momento en que Molly se concentró en eso debió haber envuelto su cuerpo sin que se diera cuenta, y por ello su siguiente ataque fue hecho con los pies en vez de sus cadenas.

Pensé que la suspensión la había debilitado… Cometí un error…

El estilo de pelea al cual Molly estaba acostumbrado, era uno mucho más directo y enfocado en la rápida neutralización de la movilidad enemiga. Que Lea hiciera uso de trampas y distracciones era algo que había tomado a Molly completamente desprevenida.

No era un cambio demasiado drástico, de hecho, hasta ahora la pelea había ocurrido con ese estilo, pero la influencia de un tercero era demasiado evidente.

Ninguna de las 2 necesito solicitar o dar explicaciones respecto a ello.

Molly extendió uno de sus brazos a Lea, maná acumulándose en el círculo mágico de su palma.

Lea sonrió triste, no porque le preocupara el proyectil que pronto lastimaría su cuerpo, sino por una cuestión mucho más ajena a su persona, y a la vez, cercana.

- Entonces era verdad … Te has debilitado…

- ...… ¿Qué dijiste?...

Molly fue nuevamente perturbada, más que nada porque la forma en la que Lea había hablado implicaba que tal verdad había sido escuchada de otras bocas.

Ella no era la única que pensaba eso.

¿Débil?... ¿Yo?... ¿Yo me eh vuelto débil?...

Esas palabras serían completas sandeces.

Desde el punto de vista objetivo, está pelea solo demostraba ser un choque constante de 2 talentosos guerreros. Nadie tenía una ventaja particular.

Terreno, clima, físico, maná, experiencia, talento.

La diferencia entre estas variables era inexistente o mínima, nadie en su sano juicio consideraría a estas personas como débiles o mediocres.

Tal comentario solo era posible desde el punto de vista de alguien con una fuerza mayor, o un profundo conocimiento de la otra persona.

Lea ya tenía lo segundo, y ahora era posible que también lo primero.

La circulación de maná no pudo completarse, por lo que el hechizo desapareció sin dejar rastro.

Lea extendió su brazo libre.

- Captura.

Las cadenas en el suelo serpentearon, pero en vez de ir por Molly fueron detrás de Lea.

Katom*

El sonido de las cadenas impactando con algo vino por detrás, ella sostuvo el inicio de sus cadenas para después jalar con fuerza hacia adelante en un movimiento parecido a un jugador de béisbol haciendo su tiro estrella.

Nuevas sombras se cernían sobre la cabeza de Molly desde todas las direcciones, al seguir el final de las cadenas notó que habían envuelto la parte central de los restos rocosos que Lea había pateado antes.

En cuestión de segundos también se percató que los restos se acercaban a gran velocidad.

Tantos ataques desde diferentes direcciones eran difíciles de desviar con su espada atascada en la tierra, por lo que Molly decidió abandonar la defensa y pasar a la ofensiva.

La gata se dejó arrastrar por las cadenas sin miedo hacia los proyectiles, esquivando con saltos y deslices cada uno de ellos.

Al notar que una de sus cadenas era esquivada Lea de inmediato las contraía devuelta a sus guantes, ocasionando un nuevo ataque desde el punto ciego de Molly.

- Na- Navaja de viento.

Su mente no trabaja en sincronía con el maná, pero Molly se las arregló para disparar hojas de viento a su espalda cada que tenía una oportunidad de mirar atrás, destruyendo los proyectiles e inutilizando las cadenas.

- Haah* Hah*…

Molly no había podido administrar su maná adecuadamente, a pesar de que su estamina todavía podía prolongarse por otro rato, su respiración se volvió pesada gracias a los pensamientos atormentando su cabeza.

La distancia entre ambas pronto sería nula.

Al considerar que pronto estaría a una distancia donde su espada podía alcanzar a su enemigo, Molly usó una habilidad.

- Segundo colmillo; Presa de tigre.

Nuevamente la enorme espada rosa atacó. El viento tomo la forma de una bestia que envolvió el cuerpo de Molly mientras era arrastrada a la leona.

- ¡No hemos acabado!

Lea soltó las rocas y recuperó todas sus cadenas, después preparó su propia habilidad.

- Habilidad marcial; Rompe escudos.

El guantelete de Lea fue envuelto en un brillo dorado, concentrándose especialmente en los nudillos de su mano derecha.

- ¡HRAAAAAAA!

Molly bajo sin piedad el filo acelerado de su espada, el hocico de la bestia expandiéndose en consecuencia.

- ¡ORRAAAAAA!

La chica león lanzó su puño sin miedo.

¡KABOM! *

El suelo retumbó, el viento enloqueció y el espació fue invadido por el martilleo de la violencia.

Ambas fuerzas se enfrentaban en una explosiva colisión que sacudía la tierra, los árboles y el cielo.

- ¡¿Y de esta forma te crees capaz de capturar a ese hombre?! ¡No es ninguna sorpresa que se escapara!

- … Ca- ¡Cállate!…

Los pies de Molly comenzaron a retroceder, sus manos cediendo ante la fuerza de su oponente.

- Cuando llegué a este lugar por primera vez con mi familia… Fuiste tú quien me dio la bienvenida antes que nadie… Por un tiempo yo te admiré muchísimo…

- … ¿Qué?... ¿Qué demonios estas diciendo?

En medio de la confrontación Lea se había puesto melancólica, Molly solo podía sentirse confundida y exasperada ante su actitud.

Molly sabía que Lea jamás se pondría sentimental en medio de una pelea, ella fue entrenada para saber que tal acto era una falta de respeto total al guerrero que enfrentaba.

El solo hecho de que Lea hiciera esto con todas las enseñanzas que se le dieron solo fueron la dolorosa prueba de que Molly, en efecto, se había debilitado.

- ¡Mierda! ¡Maldición!

Ella por supuesto no podía aceptar algo así.

Lea se mostraba entre triste y furiosa. Sus palabras no eran para humillar o minimizar a Molly, de hecho, eran todo lo contrario, ella quería ayudarla, explicarle su punto de vista y hablar de todo lo que tenía que hablarse.

Pero para llegar a eso su lucha tenía que terminar, ella a regañadientes tuvo que aceptar ese hecho.

- ¡RAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!

Lea exprimió más maná de su cuerpo, aumentando el poder de su ya monstruoso poder físico.

- ¡Hrrgh!

Molly fue abrumada, su resistencia solo era su terquedad en constante negación.

¡KABOM! *

El duelo de fuerza termino con la espada de Molly huyendo de sus manos hasta clavarse en un árbol. Sus piernas se doblaron haciendo que sus rodillas se encontraran con la roca destruida bajo sus pies, ambos brazos estaban entumecidos, por lo que no los movería por un tiempo.

- Haah* Hah* Maldición…

Estaba derrotada.

Sus reservas de maná y estamina todavía podían durar mucho más. Pero su espíritu de pelea estaba roto. Su frustración y la poderosa impotencia arremolinada en su corazón la habían dejado indefensa.

Lea la miraba furiosa, no había ni una pizca de lástima que pudiese ofrecerle a la persona que había llamado "Hermana".

- En esa época perseguías tu ambición con todo lo que tenías… Siempre dando todo de ti… Siempre tratando de ser la numero uno… Con tu talento y determinación eso jamás te fue imposible… Incluso ahora sigues siendo de esa forma… ¡Pero ya no puedo ver tu ambición!

Cada palabra era un golpe fatal que Molly trataba de resistir con desesperación. Su cuerpo no era algo fácil de doblegar; y normalmente, su mente tampoco. Pero ahora el aliento le faltaba y las lágrimas se acumulaban en sus ojos.

- ¡Cierra la boca! ¡No sabes de lo que hablas!

- ¡¡POR SUPUESTO QUE LO SÉ!!

Con pasos estridentes y un agarre de hierro. Lea sostuvo a Molly desde su uniforme. Sus ojos intercalados con los de ella.

- ¡Eres mucho más capaz que esto! ¡Jamás te molestaste en ser considerada y limitar tu fuerza en un enfrentamiento en el pasado! ¡¿Por qué lo harías ahora!?

Molly nunca limitaba sus esfuerzos en cualquiera de sus tareas, ya sean combates, asesinatos, o simples cuidados del día a día. Ella era el tipo de persona que odiaba la palabra "Intento". Para ella algo asi solo servía como un absurdo limitante que destruía toda ambición y posibilidad por obtener el éxito.

Lea, en todos sus años de conocer a la gata, ni una sola vez obtuvo un trato especial con sus deberes como sirvienta o guerrera, todo lo contrario, ella fue sometida a un entrenamiento y disciplina el doble de drástico.

En el pasado aquello le había molestado en gran medida, no fueron pocas las peleas que surgieron a base de eso.

Pero después de conocer a Molly en profundidad se percató que ella era asi porque esperaba mucho de Lea. Algo que definitivamente Molly hacía con muy pocas personas en lugares muy específicos.

Tal conocimiento cambio la imagen que Lea tenía de Molly, y paso de un odio lleno de admiración, a una admiración con un poco de exasperación.

Eventualmente se hicieron más cercanas, y juntas escalaron los rangos dentro del clan al que pertenecían.

Molly siendo la principal candidata a ocupar la cima y Lea siendo el escudo que protegería a tal persona.

Ambas estaban felices con ese resultado, ¿Cómo no estarlo cuando ese era su objetivo desde que se conocieron?

Tal trayectoria solo era motivo de celebración, asi debió de haber sido.

Pero entonces las cosas cambiaron. O mejor dicho, no fueron como deberían haber ido.

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