CAPÍTULO 75- Los hermanos de Kei.

CAPÍTULO 75- Los hermanos de Kei.

Kei seguía sentado frente a la tumba de Treka, hablando sobre las misiones que ha hecho y lo que hará en el futuro.

Kei sabe que existen los Dioses y fantasmas, así que existía la probabilidad de que el espíritu de Treka lo escuche.

—Por cierto, Treka, conocí a tu madre... Cuando se enteró de tu muerte, me golpeó… Me echó la culpa... Sí... Fue mi culpa... Tu pequeño hermano me odia... Tus padres me odian... Golpear a un noble se castiga con la muerte, pero a tu madre no le importó... Ella realmente te amaba... No te preocupes, tu familia está bien, nunca me aprovecharía de mi posición como noble. Le dije que la perdonaba si aceptaba el dinero que le ofrecía… Quiero que tu hermano menor tenga una buena educación... Me ofrecí a pagarle sus estudios, pero no querían relacionarse conmigo. Rechazaron mi oferta y me pidieron que me fuera... Les dejé el dinero y les dije que lo acepten... No sé si lo tomaron o lo tiraron… Espero que lo hayan tomado... Debo irme, Treka. Te visitaré en unos meses. Estaré un poco ocupado de ahora en adelante… Gracias por salvarme.

Kei sintió que tocaron su espalda y se dio la vuelta.

—¿Eh? Qué raro... Supongo que fue mi imaginación... Adiós, Treka.

Kei se alejó caminando.

—Adiós, Kei.

La voz de Treka se escuchó, pero Kei ya se había alejado demasiado de la tumba y no la escuchó.

El Dios supremo apareció frente a la tumba.

—¿Ya te decidiste?

—Sí… Aceptaré.

—Perfecto. Zius preparó un cuerpo raro, pero es lindo. Vámonos.

El Dios supremo desapareció.

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Kei estaba esperando a Mei en la entrada de la escuela.

—¿Y si era el fantasma de Treka? No, los fantasmas no pueden tocar a las personas… Eso fue raro.

—¡Hermano!

Mei se acercaba a Kei corriendo alegremente.

Extrañaba demasiado a su lindo hermano.

Abrazó a Kei con fuerza.

—¡Te extrañé!

—Lo siento, no podía llevarte. No quería que faltaras a la escuela.

Los estudiantes estaban observando demasiado a Kei. Él sabía lo que estaba pasando... Pensaban que él era el héroe Kei.

Gracias a las héroes, se publicaron en periódicos dibujos del héroe Kei.

Todos conocían el rostro del héroe Kei.

—Realmente me confunden con el héroe Kei, ¿no?

—Hermano, ¿viste el periódico? El héroe Kei se parece demasiado a ti.

—Sí, pero ya comprobé que no soy él. Las héroes sospechaban de mí también, pero demostré mi inocencia… Espera, por favor.

Kei se alejó de Mei y tomó aire.

—¡¡Escuchen, por favor!! ¡¡Me parezco al héroe Kei, pero ya comprobé que no lo soy!! ¡¡Las héroes me visitaron y comprobé mi inocencia!! ¡¡Ellas ya no sospechan de mí!! ¡¡Es una gran coincidencia que mi nombre sea Kei y que me parezca a él!! ¡¡Yo soy Kei Molfer!! ¡¡Molfer!!

Kei gritó con todas sus fuerzas. Todos los estudiantes lo escucharon y Kei intentó recuperar el aire.

—G-gracias por su atención.

Se alejó caminando y se tapó la cara con las manos.

—¡Ah, qué vergüenza, me estaban viendo demasiado!

Mei saltó a su espalda.

—¡Vámonos, hermano!

—Sí, debemos entrenar.

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Kei y Mei estaban comiendo tranquilamente en una Mazmorra.

Después de 6 horas de entrenamiento, necesitaban descansar.

—Por cierto, hermano, mañana iremos a visitar a nuestros hermanos.

—¿Por qué?

—Nuestra abuela nos obligará a ir. Habrá una competencia de magia en la escuela "Folpe Greyal" y quiere que participemos.

—¿Competencia? ¿Y por qué participaremos? No asistimos a esa escuela.

—Creo que quiere presumir el poder de la familia Molfer… Ya sabes que nuestros hermanos son unos idiotas y son muy débiles. El nombre de nuestra familia decayó en esa escuela gracias a ellos. Iremos a recuperar prestigio.

—Tiene sentido... Mei, debemos demostrar nuestra nueva fuerza.

Kei activó su modo rojo.

—¿Ya puedes controlarlo?

—Un poco, hermano.

Rayos rojos comenzaron a salir del cuerpo de Mei.

—¡Mei modo rojo!

Kei se dio cuenta de que el nombre no se escuchaba tan genial como pensaba.

—… Es cierto, el nombre es demasiado básico… Pero no importa. ¿Conoces tu límite? Te dije que tomaras tiempo.

—Sí. Puedo usar esta forma por 5 minutos sin recibir daño. Después de 5 minutos, comienzo a sentir dolor.

—¿Y las consecuencias?

—Solo vomito sangre cuando lo desactivo.

—Ya veo... Ahora descubriremos cuánto daño puedes recibir y sus consecuencias. Esto será muy doloroso. ¿Estás lista?

—¡Lo estoy!

—Comencemos.

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Al día siguiente.

El día de la competencia llegó.

Kei y Mei entraron a una enorme escuela. La escuela "Folpe Greyal" es una escuela de élite, pero es inferior a la escuela "Estrella Dresal".

—La escuela es linda.

—Sí…

Kei sintió un escalofrío y levantó la mirada.

—¿Algo malo pasará?- Pensó.

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Kei y Mei caminaban juntos por los pasillos de la escuela, buscando un salón de clases.

—La competencia comenzará después de las primeras 4 clases. ¿Realmente no quieres ir a comer algo, hermano?

—Tenemos permiso de entrar a los salones y ver. Mei, tengo un mal presentimiento. Algo malo pasa aquí.

—¿A qué te refieres con malo?

—No sé explicarlo… Es aquí.

Kei abrió la puerta del salón y entró.

—¿Por qué entraron sin...?

La profesora se dio cuenta de quiénes eran y se arrodilló.

—¡Es un honor conocerlos!

Kei la reconoció. Ella es amiga de la princesa y estuvo presente cuando Kei derrotó a la princesa.

—No somos importantes, no te arrodilles.

Kei desvió la mirada y observó a tres chicos, sus hermanos.

Las edades de sus hermanos eran las siguientes: 16 años. 15 años. Y 14 años. El hermano mayor era muy delgado y débil. El segundo hermano era gordo. Y el tercer hermano era "normal". No era feo ni era guapo... Era normal.

—Hace años que no los veía, hermanos.

Kei y Mei se acercaron a ellos.

—¿Han mejorado? ¿Siguieron entrenando?

—¡A-así es! ¡No somos los mismos de antes!- Dijo el hermano mayor.

—¡Esta vez te vamos a derrotar!- Dijo el segundo hermano.

—Yo me rendí. Nunca me interesó ser un guerrero.- Dijo el tercer hermano con un tono tranquilo.

Kei sonrió y se paró frente a sus hermanos.

—¡Mostrar estatus!

El estatus de Kei apareció y sus dos hermanos comenzaron a temblar de miedo.

—¿Podrían repetir lo que dijeron?

—M-maldito monstruo.

—¡Fenómeno!

—No es un fenómeno, idiotas. Lo logró con esfuerzo.- Dijo el tercer hermano.

—Gracias por decirlo, Frei. Sí, con mucho, mucho esfuerzo. A diferencia de ustedes, yo nunca me di por vencido. Seguí entrenando y entrenando. Nunca los perdonaré por hacer llorar a Mei. Mientras yo esté aquí, no quiero que me hablen.

Kei se alejó caminando y Mei lo siguió.

—Tengo hambre. ¿Quieres comer algo, Mei?

—¡Quiero pastel!

—Yo quiero huevos.

Su hermano mayor le lanzó una bola de papel y Kei la atrapó fácilmente sin voltear.

—Mierda.

—¿Querías golpearme en la cabeza?

Kei le lanzó con fuerza la bola de papel y le dio en la cabeza.

Su hermano cayó al suelo inconsciente.

Rodeó la bola de papel con magia, lo que aumentó su peso.

—Adiós.

Kei y Mei salieron del salón y las chicas gritaron al mismo tiempo.

—¡¡Es tan genial!!

—¡Era muy guapo!

—¡El hijo de Sei Molfer es increíble!

—¡¿Vieron su estatus?! ¡Es realmente increíble!

—¡Quiero hablar con él!

—¡Yo también!

Frei, el tercer hermano, sonrió y se tapó la boca con su mano derecha.

—Lo siento, Desmolfer, no creo que pueda capturarlo con vida.- Pensó.