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CAPÍTULO 9- Mei y Nia.

CAPÍTULO 9- Mei y Nia.

Después de bañarse y cambiarse de ropa, Kei salió de su casa.

—Ya terminé la tarea y ya hice mis ejercicios matutinos… Ya me puedo ir.

Drin, en su forma como gato, está en su cabeza.

Hoy es el primer día de descanso de Kei.

Los estudiantes de la clase S estudian 3 días y descansan 4.

Las clases son muy complicadas y sus tareas son difíciles también. Por obvias razones, les dejan mucha tarea.

Pero Kei no tiene problemas con eso. Desde pequeño, estudió todos los libros de historia, matemáticas y magia que había en la gran biblioteca de su casa. Las clases que son difíciles para otros, para él son fáciles. Y las tareas las terminó en una hora.

Cuando estudia, su inteligencia aumenta, y como tiene la habilidad "Puntos dobles", su inteligencia aumenta el doble.

—¡No es justo!

Mei abraza a Kei por la espalda.

Está llorando, pues ella quiere ir con él, pero él le dijo que no.

—¡Quiero ir contigo, hermano! ¡Quiero salir contigo!

—Ya te lo dije, no saldrás conmigo hasta que termines la tarea.

—¡No entiendo nada! ¡Ayúdame! ¡O pásame la tarea! ¡Por favor, hermano! ¡No seas malo con tu tierna y hermosa hermana!

—Si te la paso, no aprenderás nada. Y no tengo tiempo para ayudarte, mi pedido ya llegó.

—¡No seas malo, hermano! ¡Quiero ir contigo!

Kei queda en shock por esas palabras.

—¿N-Nia?- Pensó Kei.

Tiempo atrás.

—¡No seas malo, hermano! ¡Quiero ir contigo!

Nia está abrazando fuertemente a Kei, mientras llora.

—Nia, la competencia de natación será lejos y tienes que ir a la escuela. No puedes faltar.

—¡No me importa, quiero verte ganar!

—Lo siento, Nia, pero no debes descuidar tus estudios… Ya sé. Nia, si yo gano, te dedicaré mi victoria y te compraré un regalo.

Los ojos de Nia se vuelven brillantes al escuchar esa tentadora oferta.

—¡¿En serio?!

—Sí, es una promesa.- Dijo sonriendo.

—¡Gracias, hermano!

Kei recordó esa escena.

—Mei se parece demasiado a Nia… Zius, no sé si hiciste esto por mí, pero gracias.- Pensó sonriendo.

Para Kei, Nia era su mejor amiga. Ella nunca lo juzgó cuando era gordo. Sí, gordo. Kei perdió a sus padres en un accidente cuando tenía 10 años. Se deprimió y comenzó a comer demasiado.

Las chicas lo consideraban feo y los chicos se burlaban de él.

Pero Nia nunca se burló de él. Ella lo apoyó y siempre estuvo a su lado.

Y cuando dos chicas lo hicieron llorar, ella le ayudó a entrenar y adelgazar.

Tiempo atrás.

Kei, de 14 años, está leyendo una carta.

—Realmente eres muy feo, gordo…

Kei leyó una carta que le dejaron en su mesa.

Era una carta rosa con un corazón.

Él pensó que era una carta de amor, pero su corazón se rompió al leer la carta.

—¡¿En serio pensaste que era una carta de amor?!

—¡Qué patético eres!

Dos chicas están paradas frente a él, riéndose.

Pero él simplemente sonríe y las observa.

—¿Carta de amor? Nunca pensé que lo fuera. Era obvio que era una carta de broma. Por cierto… ¿quiénes son?

—¿Eh?

—Lo siento, pero no las reconozco… ¿Ustedes hicieron esto? Les recomiendo que usen perfume en las cartas, será más convincente.

—¿E-estás bromeando?

—¿Eh? ¿Bromeando? Lo siento, no tengo talento para las bromas… Bueno, me retiro.

Se levanta de su asiento y se aleja de ellas.

Ellas eran las chicas más hermosas y populares de su salón.

Kei dijo eso para no darles el gusto de verlo enojado o triste.

Después de llegar a su casa, él comenzó a llorar.

Esa broma le afectó demasiado… Así que decidió adelgazar.

Durante 6 meses, Kei se dedicó a entrenar su cuerpo.

Con ayuda de Nia, adelgazó.

Se volvió atractivo, pero él no lo creía. Él todavía se consideraba feo, pero a él no le importaba eso. Él solo quería ser delgado, nunca pensó que quería ser guapo.

Y cuando entró a la preparatoria, una de las chicas que lo molestó se le declaró. Él pensó que era otra broma y la rechazó inmediatamente, rompiendo su corazón.

Y después de eso, se le declararon 4 veces más y también las rechazó, pensando que también estaban bromeando con él.

—Bueno, Mei, te propongo un trato. Si terminas la tarea, haré lo que tú quieras. ¿Te parece un trato justo?

—¿Lo que yo quiera…? ¡Es un trato, hermano!

—Estoy seguro de que me pedirá un postre mágico o que le haga su tarea la próxima vez.- Pensó Kei.

Pero Mei no tenía planeado pedir eso, tenía planeado pedir otra cosa.

—¡Es mi oportunidad para conseguir un beso de Kei!- Pensó Mei emocionada.

Era un pedido bastante atrevido, pero si ella se lo pide, Kei diría: "¿Un beso? Claro, no hay problema." Y le daría un beso en la mejilla.

Kei le daba besos en la mejilla a Nia cuando ella se lo pedía, pero él pensaba que era normal hacerlo, pues eran familia.

—Bueno, me retiro… Iré corriendo, será un buen ejercicio. Adiós, Mei, cuando regrese, revisaré tu tarea. Espero que lo hagas bien.

—¡No cometeré ningún error, te lo prometo!- Dijo con orgullo.

—Adiós.

Kei se aleja corriendo rápidamente y suspira.

Drin, que estaba en su cabeza, se sujeta fuertemente del cabello de Kei, mientras lo huele.

—Bien… Drin, tendremos nuestra cita y luego recogeremos mi pedido.

—¡Una cita con mi cariño! ¡Lo esperé con ansias!

—Cuando nos alejemos lo suficiente, volverás a tu forma humana… Y ponte los lentes que te regalé. Te ves más hermosa con lentes.

—¡¿H-hermosa?! S-sí, ¡usaré los lentes!

—Por cierto… ¿Qué dijo la princesa?

—Nada. Después del ataque de ese demonio, la fiesta se canceló. No pude hablar con ella… Pero estoy segura de que intentará hablar contigo otra vez.

—Ya veo… ¿Y Charlotte?

—Ella se fue de la fiesta después del ataque. Ya no sospecha de ti.

—Perfecto.

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