En los límites de Kumogakure había un conjunto de casas tradicionales rodeadas por una muralla. No era extraño que los pequeños clanes delimitaran su territorio. En una de esas casas había una habitación blindada y varias decenas de shinobis inconscientes. Dentro de aquella casa había una habitación blindada y en su interior, estaba el raikage inconsciente.
El raikage sobresalia por su gran estatura y masa muscular. En estos momentos, él estaba recostado boca abajo sobre dos camas metálicas, con la cabeza rapada. Resaltaban dos cosas: su cuerpo musculoso y el hecho de que le faltaba el brazo derecho y la pierna izquierda. Además, tenía un corte en la nuca con dos pinzas metálicas abriendo la carne como si alguien le estuviera haciendo una operación al cerebro.
¿El médico? El tipo estaba en el suelo, con un gusano del tipo parasito en su mano derecha. La cosa se retorcía con vigor, como si estuviera luchando por su vida.
El médico había sido golpeado por una aguja de mineral de chakra, así que todo su cuerpo estaba paralizado y sus músculos tensos, incapaz de moverse. Así que mantenía sujeto al gusano parasito con bastante fuerza.
Kain sacó un contenedor de vidrio y se acercó al médico. Él puso su mano en la muñeca del médico y canalizo su chakra para mover los músculos del médico. Los dedos soltaron al gusano, la criatura cayó al suelo y Kain la recogió con el contenedor de vidrio. Ni siquiera se atrevió a tocarlo directamente. Kain cerró el contenedor de vidrio y se enfocó en Jin.
—Jin— grito Kokoro al entrar a la habitación.
Kain se dio la vuelta, vio a la enorme Kokoro Yotsuki bajo el dintel de la puerta. Ella derramo enormes lagrimas al ver a su hermano sobre las mesas de operación. Sin su brazo derecho y pierna izquierda. Quien sea que lo haya traído, se preocupó de vendarlo para que no muriera desangrado. Por otro lado, Jin tenía la nuca abierta y se veía el hueso del cráneo como si alguien le estuviera haciendo una operación.
Kain levantó sus manos para que Kokoro no avanzara, ella frunció el ceño, pero asintió. Kain soltó un suspiro, aliviado de que Kokoro no se hubiera vuelto irracional. De lo contrario, hubiera tenido que pedirle a Vástago que incapacitara a Kokoro.
Kain se dio la vuelta, se acercó a Jin y miró la nuca. Jin tenía un pequeño agujero en la base de la nuca, como si hubieran hecho un espacio para alojar al gusano parasito. Sin embargo, Vástago llego justo a tiempo y evito el peor resultado.
Kain miró a Vástago, estaba visible para él, a medio metro de su rostro y a 1.8 metros del suelo —Vástago, realiza reconstrucción de hueso y cierra el corte en la nuca— dijo
Vástago se hizo visible al ojo de todos los presentes y el ojo rojo palpito a medida que llevaba a cabo la tarea. Una mancha de un centímetro de largo apareció en el cuello de Jin. La mancha se movió a la herida mientras emitía un brillo verde a ninjutsu médico. La mancha se metió entre la piel y se posiciono a la altura del agujero en el cráneo. Poco a poco empezó a desaparecer el agujero. Una vez que el hueso fue restaurado, Kain retiro las pinzas que abrían la carne. La mancha, que eran un sinfín de arañas de tierra emitiendo un aura verdosa a ninjutsu médico, comenzaron a cerrar la herida, restaurando el tejido y eliminando cualquier tipo de bacteria.
Al final del trabajo, la mancha de diminutas arañas salió por el borde inferior de lo que quedaba del corte, no más grande que el ancho de una aguja. El tejido fue cocido a medida que salían las arañas y la herida desapareció por completo. Después las arañas también desaparecieron.
—Bien— dijo Kain —accede a la base de datos, toma los datos del último escaneo a Jin Yotsuki y recompone sus extremidades—
Kain se dio la vuelta y dejo trabajar a Vástago. Él miró a Kokoro, quien estaba de pie, al lado de Misuzu Hoshino. Kokoro tenía una expresión indefensa mientras se agarraba el antebrazo derecho con la mano izquierda. Kain se enfocó en Kokoro y le dijo —tú hermano está a salvo, restaurare sus extremidades, pero está débil. Si quieres, puedes quedarte aquí y cuidarlo—
Kokoro derramo un par de lágrimas y asintió.
—¿Qué paso en Kumogakure?— preguntó Kain
—Los shinobis, hace un par de minutos, las calles estaban llenas, pero después de que tú te moviste e incapacitaste a los anbus, los clanes pequeños se asustaron y huyeron— respondió Kokoro, se pasó la mano por la cara para limpiarse las lágrimas y continuo —es un caos, mi clan está trabajando al máximo y persiguiendo a los clanes—
—Que no los persigan, es peligroso. Solo le das de comer a una bestia hambrienta. Se volverán igual que Jin, un anfitrión para un gusano parasito—
—Entiendo, lo voy a hablar de inmediato— dijo Kokoro
—No, yo lo hablare con tu clan—
—Ellos no te escucharan, tú cuida de Jin. Yo…confió en ti. Yo me haré cargo de esto, se lo debo a Jin—
—Busca shinobis que sean los más leales a tu hermano y al clan. Ten cuidado y evita que cualquier persona te toque. Esas cosas se alimentan de chakra—
—¿De esa manera pudieron vencer a mi hermano?—
Kain asintió.
Kokoro apretó los labios y formó una línea. Ella se dio la vuelta y dijo —voy, volveré lo más rápido posible. Si no vuelvo en media hora, piensa lo peor. Esto es un desastre—
Kain quedó mirando a la gran Kokoro Yotsuki, morena, alta, con su hermoso cabello rubio. Resaltaba por su belleza y gran estatura. Ella salió por la puerta de la habitación blindada y desapareció en los pasillos de la casa.
Kain miró a Misuzu Hoshino y vio que ella ponía una expresión incómoda al ver extraño espectáculo. La mancha en los muñones de Jin, hechas de cientos de pequeñas arañas de tierra emitiendo un brillo verdoso a ninjutsu médico, estaba restaurando las extremidades. A simple vista, no había movimiento, pero si te quedabas mirando durante un minuto o más, podías ver el crecimiento de la extremidad poco a poco.
—Kain-sama ¿Esto es en lo que ha estado trabajando?— preguntó Misuzu con una voz que demostraba lo superada que se sentía por la situación
—Sí, una parte— dijo Kain —el mundo es complicado, he tratado de moverme más rápido y eficiente que nadie, pero todavía no doy abasto. Incluso ahora me gustaría enviar una unidad con Kokoro, pero sin Vástago trabajando en las extremidades de Jin, sería un trabajo difícil para mí. Por otro lado, yo no me puedo mover de su lado—
—En ese caso, usted no debería haberme traído— dijo Misuzu y miró a Kain con una mirada de disculpa
—Así es, pero si no te muestro esta situación, jamás creerías al nivel que yo deseo. Como puedes ver, estoy corto de recursos, no solo de recursos financieros. También de ayuda y gente inteligente en la que pueda confiar—
—¿Por qué hace esto?— preguntó Misuzu, levantó su rostro y lo miró a los ojos. Ella tenía un cuerpo esbelto, un rostro delicado, una figura cuidada como hija única del clan más poderoso de la nación del Rayo. Era bella, pero en este momento su rostro mostraba una gran preocupación.
Kain mostro una pequeña sonrisa —porque creo en las personas. Mi tío Hashirama me enseño un sinfín de formas de luchar: ninjutsu, taijutsu, genjutsu, ninjutsu médico, invocación y sigue sumando una larga lista de formas de combate. Sin embargo, su mayor legado, fue creer en las personas. Incluso si es por dinero, incluso si es por amor a otras personas. Los seres humanos son capaces de trabajar de forma ilimitada por lo que creen. Sin embargo, existe un límite en lo que puede hacer una persona sola. Ren y Kazuya fueron buenos ejemplos, son personas inteligentes que pueden hacer mucho, pero todavía no es suficiente. Necesito más ayuda, en otras áreas, en otro tipo de temas—
—Yo quiero ayudarlo, Kain-sama— dijo Misuzu con gran anhelo en su mirada —desde que lo conocí, solo pensé que era un niño caprichoso, pero después de ver sus proyectos, de conversar con Naomi y Kasumi, yo lo empecé a ver diferente. Sin embargo, no sé de qué manera lo puedo ayudar—
—Solo, apóyame y cree en mí. A su vez, yo también creeré en ti—
Misuzu lo miró a los ojos y asintió con suavidad.
Kain asintió y se dio la vuelta para mirar a Jin. Todavía estaba acostado boca abajo sobre las dos mesas metálicas, pero su brazo derecho y la pierna izquierda, estaban casi restaurados. Las arañas de tierra estaban llegando a la muñeca y al tobillo respectivamente.
Kain se quedó tranquilo, en su mente se proyectaba el avance de la reconstrucción de las extremidades. Además de los signos vitales y el estado de Jin. Tenía un caso de fatiga de chakra, pero no era tan simple. Era como si todo su cuerpo hubiera perdido la hidratación y algunas proteínas. Sin embargo, el problema no era tan sencillo. A nivel espiritual, su alma, puntos y torrente de chakra estaban dañados. Nada que el tiempo no cure, pero lo habían dejado demasiado débil.
—Guardián— dijo Kain —realiza en paralelo un estudio sobre los datos recogidos de Jin Yotsuki. Trata de simular el proceso de absorción de chakra y como afecta a los puntos y torrente de chakra. Además del daño infligido al alma—
Misuzu miró a Kain, no sabía a quien le hablaba, pero entendió que ese tal guardián, era una forma de ayuda.
Diez minutos después, Kokoro volvió y encontró a su hermano acostado en las dos camas metálicas, pero esta vez, boca arriba. Sus extremidades habían vuelto a la normalidad.
Kain estaba a un lado, sentado en una silla, conversando con Misuzu Hoshino mientras ella asentía a lo que él decía. Kokoro avanzó con cuidado, se detuvo a un metro Misuzu Hoshino, pero no los interrumpió. Kain le dio una breve mirada, asintió, Kokoro le devolvió el gesto y Misuzu giro su cabeza para ver quien era.
—Hola, Kokoro ¿Cómo va todo?— preguntó Misuzu
—Bien, la aldea está bajo control. Ya di la orden de dejar de perseguir a los clanes pequeños. Les explique la situación a los ancianos del clan y ellos ordenaron a los shinobis. Los hubieras visto, fue como si todas esas momias volvieran a la vida y rejuvenecieran treinta años—
—Son shinobis— dijo Kain —nacieron y fueron preparados para la guerra antes de si quiera aprender a caminar—
Kokoro asintió.
Kain tomo una profunda respiración y dijo —tú hermano estará una semana en reposo. Antes de eso está prohibido que se levante, pero conociendo a Jin, él empezara a preocuparse y a moverse de aquí para allá. Así que te encargo su estado de salud—
—Sí, lo tendré presente— respondió Kokoro —pero antes, los ancianos del clan quieren conversar contigo—
Kain lo pensó un poco y asintió —está bien, también necesito saber qué es lo que ellos harán con el shinobi que tiene el parasito en la nuca—
—¿Parasito?—
—Te lo contare en el camino—
Kain se puso de pie y le tendió la mano a Misuzu. Esta última acepto su ayuda ya que el furisode rojo ajustado a su figura le impedía moverse con libertad
—Kain-sama— dijo Misuzu mientras se ponía de pie con ayuda de Kain —sería mejor que yo volviera a mi casa, usted tiene que hacer cosas y mi presencia solo está siendo un limitante—
—Sí, también lo opino— dijo Kain
Misuzu frunció el ceño y le dijo —deberías negarlo e insistir en que me quede. Después de un par de veces, yo cederé—
—Claro, lo tendré presente para la próxima—
Kain miró Vástago y le preguntó —¿Hana y Mana ya llegaron a la residencia Hoshino?—
—Sí, según la estructura de la mansión, ellas se encuentran en la casa que es para los invitados— respondió Vástago con voz fría y sofisticada
Kain asintió, miró a Kokoro y le dijo —voy y vuelvo—
—Cuidare de Jin, no te demores tanto— respondió Kokoro
—Sí, lo prometo—
Kain le tendió su mano a Misuzu Hoshino y ella le tomo la mano. Al instante siguiente, Kain y Misuzu desparecieron. Solo quedó Kokoro y Jin en la habitación blindada.
—Kokoro-sama ¿Transportamos a raikage-sama?— preguntó un shinobi, detrás de la pared, fuera de la habitación.
—No, nadie puede tocar a Jin. Si alguien lo hace, yo lo despedazare— respondió Kokoro con voz firme —te advertí que nadie puede tocarme a mi o Jin. En este momento, nadie es de confianza a menos que Kain Uchiha diga que es de confianza. Hasta ese momento, todos son sospechosos—