Kain avanzó con Kasumi en su espalda hasta el tercer subterráneo, en donde se encontraron a un Yahiko acostado en el piso. Este último levantó la mirada y reconoció el cabello y los ojos de Kain. Kain también se sorprendió al verlo y agrando los ojos de la impresión.
-¿Tú?- gritaron al mismo tiempo
Yahiko se levantó del suelo con una actitud de pocos amigos y grito -¿Qué haces con mi hermana, enano?-
Kain frunció el ceño y echo su nuca hacia atrás para mirar a Kasumi -¿Es tu hermano?- preguntó
Kasumi asintió con los ojos acuosos -es mi nii-sama- dijo -bájame por favor-
Kain se agacho y dejo a Kasumi apoyar su pie bueno en el suelo. El tobillo de su otro pie se estaba tornando amoratado. Kain frunció el ceño al notarlo, pero la dejo moverse con dirección a Yahiko. Este último miraba a Kain con malos ojos, pero Kain lo ignoro y solo los dejo reencontrarse.
-¿Kasumi, estas bien?- preguntó Yahiko estirando sus brazos para que ella se refugiara en un su abrazo
-Sí, nii-sama- dijo Kasumi, derramo grandes lágrimas y lo abrazo con todas sus fuerzas. Al mismo tiempo, Yahiko la abrazo y Kasumi continuo -el niño me ayudo a salir-
Yahiko levantó la mirada, miraba con resentimiento a Kain, pero de todos modos le dijo -muchas gracias-
Kain torno los ojos al techo y soltó un suspiro. Después miró a los hermanos y les dijo -vámonos de aquí, es peligroso. Todavía queda lidiar con la gran serpiente-
-Nii-sama- añadió Kasumi entre los brazos de Yahiko -la serpiente es enorme ¿podrás hacer algo?-
Yahiko agacho la mirada y después miró a Kain con un rostro suplicante. Kain tomo una profunda respiración y asintió, como si entendiera su preocupación.
-Si no logramos traspasar la serpiente- dijo Yahiko -toma a Kasumi y huye-
-¿Qué dices, nii-sama?- preguntó Kasumi asustada, con el rostro lleno de lágrimas
-No hay nada que hacerle Kasumi- dijo Yahiko con voz suave y reconciliadora -tu nii-sama es débil-
-Creo que si pasa lo que dices- añadió Kain -sería difícil solo salvar a Kasumi. Su pierna izquierda-
Yahiko le miró la pierna y Kasumi trato de esconderla. Poco a poco, su piel clara se estaba tornando amoratada. Yahiko miró a Kain y este negó.
-Así que, si tienes ganas de salvar a tu hermana, más vale que sobrevivas. Es la única manera- dijo Kain. Yahiko sabía que eso era mentira, pero asintió por primera vez con una pequeña sonrisa. Después se dio la vuelta y le ofreció su espalda a Kasumi.
-Súbete Kasumi- dijo Yahiko
-Sí, nii-sama- dijo Kasumi con una pequeña sonrisa, después se abrazó al cuello de Yahiko y le susurro -esto me recuerda a cuando éramos niños-
-Kasumi creció mucho para poder llevarla en mi espalda- dijo Yahiko
Kain tosió para sacarlos de su estado y empezó a caminar -voy por delante, usaré mi jutsu de fuego para limpiar el camino-
-Te lo encargo- dijo Yahiko con rostro serio
De esa manera, siguieron avanzando por las escaleras, pasando desde el tercer subterráneo al cuarto subterráneo, y hasta por fin llegar a la puerta de salida, en el primer subterráneo. La puerta seguía en pie, alta, de metal y de color café para que se mimetizara con la cueva que había bajo las raíces del árbol gris. Durante todo el camino solo vieron cadáveres y serpientes por todos lados. Todos, al menos a simple vista, habían muerto.
Kain saco el fierro que cruzaba la puerta en horizontal y lo lanzó a un lado, chocando con el suelo y generando un sonoro tañido. Después clavo sus dedos por el costado de la puerta y la abrió de un tirón. Apenas entraba luz, al final de la cueva que estaba en lo más alto de una pendiente, se veía el cielo azul. Eso quiere decir que ya eran menos de las siete de la tarde. Como estaba despejado, Kain dio el primer paso fuera de la prisión. Lo siguieron Yahiko y Kasumi en su espalda. Ella tenía el rostro pálido y le corrían gotas de sudor por la cara.
-Vamos- dijo Kain y comenzaron a correr a una velocidad moderada hasta llegar a la entrada de la cueva, bajo las raíces de color gris.
Kain asomo un poco la cabeza, como si fuera un tímido conejo espiando afuera de su madriguera. Vio a la gran serpiente en lo alto de los árboles. Eso le indico que nadie alcanzo a salir de la prisión. Al menos, por la salida principal. Kain miró a Yahiko que estaba parado, dos cuerpos por detrás de él. Le hizo señas para que se acercara. Kain miró también a Kasumi y supo que le quedaban un par de horas de vida. Si podían llegar a Konoha en ese tiempo, el abuelo Orochi le podría dar algo para combatir el veneno.
Kain miró a Yahiko a los ojos y le dijo -tu hermana está mal, corre hasta Konoha y busca a un anciano llamado Orochi. Vive en el distrito Sarutobi. Es ampliamente conocido por los civiles. Ellos siempre le van a pedir medicina para las mordeduras de serpientes-
-¿Y tú?- preguntó Yahiko
-Yo tengo que hacerme cargo de eso- dijo apunto a la gran serpiente colgada entre las gruesas ramas de un árbol que parecía alcanzar el cielo.
Yahiko trago saliva y miró a Kain. Por un lado, lo detestaba por ser Uchiha, por otro lado, quería quedarse para luchar. Eso es lo que hubiera hecho el dios shinobi.
-Vete, yo podré valerme por mi cuenta- dijo Kain con una sonrisa llena de seguridad
-No mueras- dijo Yahiko
-No mueras, pequeño- dijo Kasumi con los parpados caídos. Su rostro se veía cansado.
Kain solo asintió y salió del escondite, aproximándose a la superficie. Una vez que salió por completo, camino durante unos pocos metros, notando como el bosque seguía intacto. Frondoso y oscuro en su base, e Iluminado desde la parte media de los árboles hasta sus copas. Sin embargo, como su pequeña figura fue visible, la gran serpiente en lo alto de los árboles se comenzó a mover. Esto hizo crujir los árboles, sonó una quebrazón de ramas y al instante siguiente sonó un impacto con el suelo. La serpiente de color verdoso oscuro y manchas negra comenzó a reptar y Kain la espero frente al árbol. Yahiko también salió de su escondite y comenzó a caminar hacia la derecha de Kain, con dirección a Konoha.
Kain siguió mirando como la gran serpiente se acercaba reptando. Su cabeza debería haber medido unos diez metros de ancho por cuatro metros de largo. ¿Su cuerpo de largo? solo dios lo sabía, pero era enorme.
Kain metió las manos en sus mangas, miró por donde iba Yahiko y Kasumi. Saco cuatro papeles de sellos de clones y se concentró, canalizando chakra del alma y los activo. Después lanzo los sellos de clones y estos generaron una nube de humo blanco, similar a la de las invocaciones. Entonces aparecieron cuatro Kain iguales al original.
-Vayan y escolten a esos dos todo el tiempo que puedan-
-No alcanzaremos a escoltarlos hasta a Konoha ¿lo sabes?- dijo uno de los clones de sello
-Lo sé- dijo Kain -pero esto es mejor que nada. Ahora vayan-
Los cuatro clones asintieron y salieron corriendo en la dirección de Yahiko. Este último los vio y entendió que le estaban brindando otra ayuda. Entonces comenzó a correr y esto llamo la atención de la serpiente. Esta levantó el cuello siguiendo con la mirada el movimiento de Yahiko, pero recibió un gran impacto de fuego que la hizo gritar de dolor. Se movió atontada de lado a lado y después miro en la dirección desde donde vino el ataque. Había una pequeña presencia calórica parada a unos metros del árbol que ocupaba para rascarse.
Kain se preparó para lanzar otra bola de fuego, pero cuando iba en la mitad de la seguidilla de sellos, alguien lanzó un kunai. Kain dio una voltereta hacia atrás, pero el ataque continuo y le lanzaron otro kunai. Kain reacciono dando otra voltereta y evitando el nuevo ataque. Pero lo siguieron atacando hasta que le lanzaron el décimo kunai y al igual que los otros, lo esquivo.
-¿Eh?- dijo alguien. Kain miró en la dirección que venía la voz y notó que alguien se había parado en la cabeza de la serpiente. Era el capitán de los shinobis, el tal Ryoma. Seguía llevando su ropa y la pañoleta negras -pensar que un Uchiha es tan hábil sin sus ojos mágicos. Como dijo Kakuzu, realmente eres algo impresionante-
-Soy una persona impresionante- dijo Kain enfadado -no algo-
-Eres el hijo de un demonio que azoto este mundo. Llamarte persona a ti mismo es algo absurdo. Padre demonio, hijo demonio-
Kain frunció el ceño y metió sus manos a las mangas para sacar un kunai en cada mano. Se puso en posición de combate y notó como Ryoma sonreía. Este último levantó sus manos y las dirigió hacia su nuca. Entonces se desabrocho la pañoleta negra y se la quito, revelando un cabello carmesí hasta los hombros.
-Veo que Mito-sama te traspaso su conocimiento. Clones de Sello ¿cierto? Vieja hipócrita. Cuando era joven la fui a buscar y le pedí que me enseñara sellos. Sabía que era Uzumaki, pero me dijo que solo le enseñaría a su heredero- dijo Ryoma con una sonrisa, pero de repente esta se esfumo. Entonces grito furioso -no eres Uzumaki ¿Cómo te atreves, maldito demonio? La sangre de tu padre mancilla el conocimiento de mis ancestros-
Entonces Ryoma realizo una rápida seguidilla de sellos de mano y grito -kuchiyose no jutsu-. Sin embargo, diferente de la invocación normal. Este tipo de invocación genero una larga explosión de nubes blancas alrededor de la gran serpiente y al desvanecerse las nubes, Kain vio un mar de serpientes de todo tipo. Era como estar en el subterráneo del abuelo Orochi, pero veinte veces más amplio.
Kain realizo una seguidilla de sello y busco contrarrestar la invocación -Katon- dijo -gokakyu no jutsu-. Junto más chakra y aire de lo normal y lanzo una gran bola de fuego tan grande como la gran serpiente. Golpeo de lleno el mar de serpiente y estas fueron desvaneciéndose en una nube de humo blanco. Entonces al alcanzar cierta distancia, la bola de fuego exploto en un mar de llamas azules, levantando una gran polvareda. Una vez que se disipo el polvo, la gran mayoría de las serpientes pequeñas se habían desvanecido. Sin embargo, lo que le importó a Kain fue que la gran serpiente se había ido. Kain miró hacia todos lados y encontró a la serpiente escondida entre los árboles. Destacaba y era fácil de notar, pero la pregunta era ¿en qué momento se movió ahí?
Ryoma desde la cabeza de la serpiente hizo una sonrisa bestial que solo fue empoderada por su cabello carmesí y grito -somos más rápidos de lo que crees-
Entonces la serpiente empezó a reptar a una gran velocidad, abriendo sus enormes fauces y se lanzando contra Kain. Este último saltó para evadirla y en el aire trato de hacer los sellos para lanzar una bola de fuego. Sin embargo, Ryoma saltó desde la cabeza de la serpiente mientras se estrellaba contra el suelo que antes ocupado por Kain. Ryoma alcanzo a Kain en el aire y le lanzó una patada. Kain se cubrió con ambos brazos, pero la masa y la fuerza de Ryoma lo superaron y la patada lo lanzó contra el suelo. Kain se estrelló con fuerza y reboto dos veces. Sin embargo, en su último rebote retomo el control de su movimiento y se impulsó con las manos, lanzándose al aire y dando una pirueta para después caer de pie. Frunció el ceño del dolor, se había lastimado el brazo derecho soportando la patada y la espalda con el impacto.
Al mismo tiempo, la serpiente repto a un ritmo levantó, avanzando hasta Ryoma y este último dio un salto con voltereta para caer de nuevo en la cabeza de la serpiente.
-Mi madre me enseño que los sellos eran algo difícil y que sería mejor que aprendiera a realizar las invocaciones Uzumaki. Ella me dijo que, si algo me daba poder en esta vida, serían las invocaciones- dijo Ryoma, entonces realizo una seguidilla de sellos con sus manos e invoco una vez más al mar de serpientes, las cuales rodearon a la serpiente más grande. Ryoma levantó los brazos hacia las manos, formando una "T" y dijo -¿Qué piensas?¿Son buenas las invocaciones?-