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Interludio - Reverse Side 2 - Land of the gods 4.2

Una vez que fue dada la orden de retirada, no hubo marcha atrás. Durante varios días, el equipo de expedición descanso en el cuarto piso del coliseo. Investigaron cada rincón, inventariaron los suministros y recogieron los cadáveres de los que murieron. Rómulo estaba decepcionado de sí mismo. Pensó que iban tan bien, que era posible que esta vez sobrepasaran el piso cuarenta, su equipo estaba casi completo, pero justo tenía que pasar esto. Como dijo Víctor: él e Irene eran de una misma generación, así que no se molestó en echarle la culpa. Son cosas que pasan, penso. Bebió durante gran parte del tiempo y se convenció a sí mismo de que esto era una victoria. Una moral, pero una victoria al fin y al cabo. Solo habían perdido el veinte por ciento de los aventureros. Una cifra récord. Por lo usual perderían a más de la mitad de los novatos, sin contar a los herreros.

Rómulo bebió un sorbo de wiski, soltó un eructo y se rasco la cabeza. Estaba solo en estos momentos mientras pensaba en que ruta tomar. Mañana partían de regreso. En medio de eso llego Víctor. El herrero se ganó al frente y extendió su mano. Rómulo entendió el mensaje y le paso la botella. Víctor empino la botella, se limpió la boca con el ante brazo y dijo -nunca había probado algo más malo-. Rómulo soltó una risotada y le pidió la botella de vuelta. También le dio un sorbo y se quedó en silencio.

-¿En que piensas?- le pregunto Víctor

-Muchas cosas, nada relevante- respondió Rómulo -bueno, por ahora, pienso en como volver-

-No te preocupes, ya matamos a la mayoria de los jefes. Así que mientras evitemos al dragón de dos cabezas del piso 25, todo ira bien-

-¿Fuiste a ver a Irene?-

-Sí- asintió Víctor varias veces -tu sabes, la mala yerba nunca muere-

-Así parece. Últimamente la he visto a la cola de ese mocoso, el que tiene cara de bebé-

-Así es. Aunque la vi ayer, no lo creo. Esa mujer andaba a la cola de ese muchacho, quizá qué tipo de posición o hechizo le dio ese mocoso-

Ambos amigos se miraron y se largaron a reír. Fue una risa escandalosa. En medio de eso, se escucharon los suaves pasos de otra persona. Su cabello oscuro se mecía, sus caderas se contoneaban en un movimiento sensual y su piel canela producía suspiros. Irene se sentó entre Rómulo y Víctor y les pregunto de buen animo -¿de que se ríen?-

Los dos amigos se quedaron viendo y negaron con una sonrisa -nada ¿Cómo estás?- pregunto Rómulo

-Bien- respondió Irene -me duele un poco el cuerpo, pero nada que el amor no alivie-

Tanto Rómulo como Víctor soltaron una risotada estruendosa. Irene los veía sin perder la sonrisa. Los conocía de años, así que esperaba esta reacción.

Rómulo se limpio las lagrimas de tanto reír y le dijo -trata de no matar a ese muchacho-

Irene puso un rostro lleno de indignación. Le pidió la botella, le dio un sorbo y se limpió los labios con el ante brazo -me estas calumniando. Ahora lo deje descansar, dormía como un bebé-

-Mujer- dijo Rómulo -cántale todas las verdades de una. Si no, vas a echar a perder a un buen aventurero-

-Que grosero, ya lo conversamos. Además, el elfo ya le había advertido-

-Ese tipo es un buen maestro- pronuncio Rómulo con un toque de admiración y resignación -ojala yo hubiera tenido a alguien que me hubiera guiado-

-Ojala todos hubiéramos tenido a alguien- secundo Irene

-Hablen por ustedes. Mi diosa me enseño todo lo que se de la forja- añadió Víctor

Los tres se quedaron mirando el suelo mientras pensaban en el camino recorrido. Se terminaron la botella de wiski, conversaron otro tanto y se despidieron. Mañana es otro día, uno para volver a la superficie.

-o-

El viaje de vuelta fue sin contratiempos. La mayoría de los monstruos poderosos habían sido vencidos en el camino de ida, así que no tuvieron muchas complicaciones para volver. Todos se sentían cansados. Algunos estaban cabreados porque no pudieron llegar más lejos. Incluso se produjo una pelea entre los aventureros de ambas familias, pero no escalo mucho más de la cuenta. Al menos, nadie llego a morir. Rómulo como líder, se pronunció delante de todos. Les explico la situación y les pidió comprensión. Hablo de un tipo de victoria diferente. Una que no habían probado en muchos años. Era la victoria de volver con la mayor parte de sus camaradas, todos vivos y no en forma de cadáver. Eso calmo algo los ánimos, hasta que un idiota de nivel 5 empezó a protestar y a quejarse contra Irene. Mal por él. Aquiles salió a luchar. Lo habían mirado en menos por ser solo un nivel cuatro, pero su desempeño fue magistral. El combate no duro más de un minuto, en donde Aquiles domino de principio a fin. Incluso algunos nivel seis se metieron a defender al otro tipo. Por supuesto, Aquiles no estaba desvalido. Apareció Kain y marco el fin del combate.

-¡Este no es tu asunto!- grito furioso un aventurero de la familia Zeus. Era de la raza lobo, con un pelo desgreñado, de tes blanca y delgado. Arrugaba la nariz igual que un perro rabioso. Tenía el orgullo de ser un nivel seis. Así que no tuvo reparos en enfrentar a Kain. Este último sonrió, levanto su mano y le pego una bofetada. El aventurero cayo como si lo hubieran arrojado contra el suelo. Su mandíbula estaba dislocada.

-No me importa lo que digas- dijo Kain -este muchacho es mi discípulo. Lucho con valor y defendió lo que creía correcto. Ahora aparecen cuatro nivel 6 para luchar contra un nivel 4. "La familia Zeus esta hecha de gente valiente"-

-¡¿Qué pasa aquí?!- grito Rómulo

-Capitán- dijo uno de los aventureros mientras apuntaba a Kain -golpeo a Tobías-

-¿Por qué lo golpeaste?- pregunto Rómulo

Kain sonrió y le dijo -estos cuatro nivel 6, se metieron en la pelea de un nivel 5 y un 4. ¿Por qué no debería meterme?-

Rómulo puso un rostro lleno de indignación y les grito a sus aventureros -¿eso es cierto?-

Nadie se atrevió a confesar. Rómulo negó y les aclaro -ya es bastante la diferencia de nivel, entre un 5 y un 4, ¿Por qué deshonran mas aun a su compañero?-

-Pero lo iban a matar- protesto otro nivel seis

Rómulo se acercó al aventurero inconsciente. Tenía cortes en los brazos y en las piernas. La nariz rota por una patada y le faltaban tres dientes, nada que fuera de cuidado. Rómulo quedo mirando al aventurero y le pego una bofetada. También cayó al suelo -eso es por mentirme- dijo -no corre ningún peligro-. Entonces levanto en alto su cabeza y dijo con la dignidad de un guerrero -sé que los ánimos están caldeados. Sé que tienen cierto nivel de disconformidad con las decisiones, pero entiendan, el año pasado murió más de la mitad de la familia. Este año solo hemos perdido cincuenta personas en total. Eso quiere decir que doscientos cincuenta de nuestros hermanos podrán ver de nuevo el sol ¿Acaso hay algo más importante?-

Todos se callaron. Después de eso, nadie volvió proferir alguna queja. Claro, el estado de ánimo entre las dos familias no era el mejor. Pero dejando de la eso, el viaje de regreso fue en paz.

-o-

El día en el que llegaron a Rivira, el trio de idiotas se acercó a Kain. Como siempre, igual que una tribu de aborígenes, llevaban vino y carne como sacrificio. Kain sonreía al verlos tan tímidos. Una vez que estuvo la carne lista y el vino servido, los cuatro se sentaron a la mesa. Estuvieron en completo silencio durante toda la comida y solo al final, mostraron sus verdaderas intenciones.

-///Entrénenos una vez mas///- gritaron los tres al unísono

-¿Son idiotas?- les pregunto Kain

-¿Por qué lo dice maestro?- le pregunto Jason en completa confusión

-No tienen para que hacer este ritual, solo tienen que pedirlo. Además, no esperen que les dé mucho tiempo. Al igual que la otra vez, solo los entrenare por las mañanas-

-Eso es mas que suficiente- respondió Jason. Odiseo y Aquiles asentían en aprobación. Sin embargo, cuando miraron la gran sonrisa que tenía Kain, se congelaron

-¿Están seguros?- pregunto Kain

Jason soltó una risita llena de temor y le dijo -no nos asustes, maestro-

-Jajajaja, no los asusto, no los asusto. Pero esta vez, tendrán el curso intensivo-

-Entonces era eso. No nos asustes, maestro- repitió Jason con un sentimiento de alivio -pensé que era algo mas serio-

-Oh, pero esta vez será serio. Cuando eran unos mocosos solo los hice ejercitar, combatir entre ustedes y les enseñe a manejar un arma. Ahora tendrán que luchar contra mi-

Los tres se congelaron, se miraron el uno al otro y asintieron. En un súbito movimiento, salieron arrancando. Corrieron con todas sus fuerzas, pero no les valió de nada. En un instante, Kain estuvo al frente de ellos.

-¿Adonde van?- les pregunto Kain con una sonrisa burlona

-¡Déjanos demonio, nos quieres matar!- exclamo Jason

-Jajajaja, pero si tu viniste a pedir ayuda. Yo, como soy un buen maestro, los voy a ayudar-

-Viejo, era broma. No nos mates por favor. Ni siquiera he tenido hijos-

-Jajajaja, no te preocupes, solo te golpeare, pero dejare intacta las partes importantes. Ahora vengan conmigo-

Los tres idiotas caminaron detrás de Kain, como ovejas que se dirigen al matadero. Se volvieron a sentar en la mesa y conversaron durante dos horas como los iban a torturar. Hubieron cosas felices. Kain les prometió enseñarles a luchar. Fuera de lo básico, esto si sería un estilo de lucha. Antes les enseño para que no murieran, para que tuvieran la oportunidad de crecer. Esta vez, los entrenara para que dominen el campo de batalla. El más beneficiado sería Jason, que podría aprender un super estilo de lucha o al menos, así le aseguro Kain.

No obstante, a pesar de todas las grandes promesas. Ese día se fueron a descansar con los ánimos por el suelo. La vez anterior fue un infierno, ni los pisos inferiores del calabozo les había parecido tan duro. El viejo (Kain) los hizo sufrir con el respaldo de la frase "sudar en el entrenamiento, para no sangrar en el campo de batalla". Así que les hizo correr por toda la ciudad, practicar con armas y golpearse entre ellos hasta el cansancio.

-Maldición- grito Jason, miro a sus hermanos y les dijo -les dije que era mala idea. ¡Si sobrevivimos, no te volveré a escuchar Aquiles!-

Aquiles, como nunca antes, puso un rostro serio y le dijo -no seas llorón, el maestro solo nos asustó. Además, dejando de lado lo difícil que será, nos volveremos más fuertes. Él te lo prometió. Te dijo que te enseñaría su estilo de lucha-

-Deja de pensar con tu entrepierna- le reclamo Jason -solo quieres volverte fuerte para que esa amazonas te corresponda. Ojala sobrevivas, a ambos. Porque si el maestro no te mata a golpes, lo más probable es que la capitana te mate a sentones-

-Suficiente- dijo Odiseo -déjense de pelear. Si queremos llegar a la cima, debemos pasar por el infierno-

Jason lo miro con incredulidad -hermano ¿te golpeaste la cabeza?- le pregunto -es el entrenamiento del viejo. Nos va a matar o lo más cercano a eso-

-Deja de llorar- le dijo Odiseo y camino con dirección al campamento de la familia Hera

-Lo mismo digo, deja de llorar- agrego Aquiles con un toque de indiferencia

-¡Maldición!- grito Jason a todo pulmón y los siguió mientras los amenazaba -si muero, me convertiré en un fantasma y los perseguiré hasta la muerte-

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