Haruta camino por la escuela visitando distintos clubes que estaban en su camino, pero ninguno terminó por llamarle su atención
"¿Debería solo inscribirme en algun club con pocos miembros para evitar que se disuelva?" pregunto Haruta en su mente mientras miraba una gran pizarra con noticias y avisos, donde se podia también encontrar las ubicaciones de los clubes dentro de la escuela —Club de cocina..... Bueno tengo la habilidad y el Haruta original tiene la experiencia no le veo el problema—
Haruta tomó el aviso de reclutamiento del club de cocina y volvió a caminar por los pasillos ya vacíos, solo quedaba una hora para el final de la jornada de los clubes donde la escuela pasaría a estar cerrada.
—¡Toc toc toc!— sonó la puerta al ser golpeada por Haruta quien estaba de pie esperando que le abrieran pero nada sucedió.
"¿Quizás ya terminaron las actividades? ¿deberia volver mañana?" pregunto Haruta en su mente divagando realmente si este era el mejor club para unirse, algunos de los recuerdos del Haruta original mostraban que este estaba decepcionado de su comida y la falta de compromiso con la cocina luego de varios eventos que se podían considerar como negativos hacia su desarrollo "Ugh..... realmente es molesto, es como si nuestras personalidades y recuerdos se fusionaran a cada segundo que pasa"
Finalmente antes de que Haruta comenzará a dar rienda suelta a su camino de regreso a casa, la puerta detrás de él se abrió para darle la bienvenida.
—¿tu llamabas a la puerta?—
Rápidamente Haruta se dio la vuelta para responder —...— Como si fuese el gato al que se le robo la lengua Haruta se quedó de pie sin decir ninguna palabra, pasmado y atónito
"¡Hermosa!" exclamó Haruta en su mente.
—¿disculpa te encuentras bien?— preguntó la joven castaña preocupada por el silencioso Haruta que seguía sin decir alguna palabra, lentamente extendió su mano para despertar al embobado joven frente a ella.
Pero antes de que su mano alcanzará a Haruta este dio un paso atrás para conservar el espacio —Soy Ichijo Haruta de primer año ¿este es el club de cocina?— pregunto Haruta mirando a la joven de frente mientras escondía el nerviosismo —Quiero unirme al club de cocina—
—¿tu quieres unirte al club de cocina?— pregunto la chica sorprendida de escuchar las palabras de Haruta.
—Si, quiero unirme al club de cocina— afirmó Haruta sacando un papel desde su bolso que mostraba el aviso de reclutamiento de nuevos miembros —en el panel decía la dirección donde estaba el club pero cuando llegue hasta aquí no había ningún cartel— explicó el joven mientras rascaba la parte trasera de su cabeza.
—e-este es el club de cocina— dijo la joven permitiendo que Haruta entrará en el aula perteneciente al club de cocina, dentro había varias sillas y mesas para acomodar a las personas, luego había una barra con asientos donde se servían los platos cocinados y finalmente estaba situada la cocina hecha para no más de cinco personas.
Haruta miró el interior del aula mientras sostenía su barbilla con la mano izquierda —Esto es como si fuera un restaurante— dijo Haruta mientras caminaba hacia la cocina tranquilamente —¿está el presidente del club?—
—y-yo soy la presidenta del club— dijo la joven con un tono suave pero con algo de fuerza
—¿eh? ¿tu eres la presidenta?— preguntó Haruta a lo que la joven respondió asintiendo con su cabeza —¿en serio?—
—¿realmente no aparento ser la presidenta del club?— preguntó la joven de mala gana mostrando su desagrado a la insistencia en las preguntas de Haruta
—Sigh....— liberando un suspiro cansado mientras rascaba la parte trasera de su cabeza, Haruta se inclinó levemente para demostrar su sinceridad —Lamento haberte ofendido con mis modales, si tengo que hacer algo para disculparme solo dilo—
Al ver que la resolución de Haruta hasta el punto de inclinarse frente a ella, incluso sin saber su nombre —n-no te preocupes, suele suceder— dijo la joven castaña
—Bien— respondió Haruta levantando la cabeza —¿Como puedo entrar en el club?— preguntó Haruta con energías
—¿realmente quieres entrar en el club?— preguntó la joven de cabello castaño curiosa
—quiero cocinar— respondió Haruta con honestidad
Al escuchar la respuesta de Haruta la expresión en la cara de la joven castaña mostró cierta duda—¿sabes cocinar?— preguntó finalmente la joven mirando a Haruta con sospechas
La expresión de Haruta cambio rápidamente —Solo tengo que cocinar algo para mostrar mi habilidad ¿verdad?— la voz serena pero firme de Haruta llamó la atención de la castaña.
—¿que?— pregunto la castaña luego de escuchar las palabras de Haruta quien ya caminaba hacia en la cocina quitándose la chaqueta para luego arreglar las mangas de su uniforme
—Voy a mostrarte mi comida y luego podrás juzgar mi habilidad— dijo Haruta tomando el cuchillo como si se tratase de una extensión más de su cuerpo —Bien, vamos a ver que tenemos en la nevera ¿no te importa verdad?—
—N-no, no me importa, utiliza lo que necesites— accedió la joven mirando atentamente las acciones de Haruta
ya con el permiso de la presidenta del club Haruta abrió rápidamente la nevera para elegir los ingredientes —tienes pollo, bastante pollo debo decir—
—Si, supuse que la podría usar para algún platillo pero admito que es mucho pollo— dijo la castaña sonriendo
—Lechuga, pimienta molida, harina y hierbas surtidas..... ¡Nam Pla!—
—¿Nam Pla?— pregunto la castaña mirando la pequeña botella en la mano de Haruta —Eso es salsa de pescado, un pequeño condimento—
—tienes toda la razon pero la salsa de pescado es perfecta para mi próximo platillo es más, será un producto que no necesitará platillo para comer, será comida rápida— sin esperar más luego de las palabras llevo todos los ingredientes a su mesa de trabajo donde comenzó los preparativos a toda velocidad.
El cuchillo se movió con velocidad cortando los muslos del pollo en cual más tarde fue cortado en tiras de largos tamaños, todo el pollo cortado fue encurtido en una salsa basada en salsa de soya y pimienta roja impregnando su aroma en la carne.
Para el siguiente paso Haruta metió toda la carne en el aceite caliente para freír, al cabo de unos minutos el pollo fue sacado del aceite pero sin sacarlo de su contenedor.
Mientras la fritura bajaba la temperatura y liberaba el aceite residual, Haruta dedicó su tiempo a la más masas que rápidamente tomaron la forma de una tortilla delgada similar a la utilizada en los tacos mexicanos
Al mismo tiempo que Haruta metió la masa en el horno también volvió a meter el pollo en el aceite esta vez el aceite más caliente que antes, mientras se dedicó a lavar la lechuga y separar las hojas según el tamaño y el groso, para luego mezclar el ají dulce con la salsa nam pla y preparar pimienta negra recién molida
—¡El pollo!— exclamó la castaña inconscientemente mientras miraba a Haruta moverse a gran velocidad en la cocina.
Como si no hubiese dicho nada, Haruta prosiguió con su trabajo extendiendo papel aluminio sobre el papel fue puesta la masa para luego cubrirla con lechuga, finalmente el pollo fue retirado del aceite para ser colocado sobre la lechuga.
suavemente el pollo fue envuelto por la masa y la lechuga, por el exterior del pollo ya enrollado fue puesto el papel aluminio para evitar que algún tipo de jugo se escurriera.
Sobre la punta descubierta del pollo se extiende la salsa especial a base de ají dulce y nam pla, finalmente se agregó bruscamente un toque de pimienta negra molida
—¡Aqui esta!— exclamó Haruta dándose la vuelta para mirar a la joven de cabello castaño —el rollo de Karaage especial— el aroma del Karaage se extendió por el aula filtrándose al exterior obligando a la presidenta del club a tragar su saliva bruscamente mientras limpiaba el borde de su boca —¡Puedes probarlo presidenta!— exclamó Haruta sonriendo confiado de sus habilidades.