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—No quiero irme, pero tengo que hacerlo. ¿Dónde está Kaori?

—Está en la casa de Mr. Jefferson.

—Ve con ella y luego las busco para irnos a la casa.

—Akira, quiero ayudarte.

—¿Qué estás diciendo?

—Sé que esa chica que está ahí fuera la necesitas para algo y fui yo la culpable de dañar tus planes. Quiero ayudarte.

—No voy a mezclarte otra vez en mis asuntos.

—Tus asuntos, son mis asuntos. Dijiste que me permitirías estar a tu lado y quiero hacerlo. Permíteme serte útil y estar contigo en las buenas y malas, como prometimos.

—Lisa, no quiero ponerte en peligro otra vez. ¿Cuándo lo entenderás?

—Tu eres quien no entiende, Akira. Por siempre querer hacer las cosas por tu cuenta, es que te salen mal. No voy a darte problemas, lo prometo. No voy a interferir en tus planes, pero déjame serte útil y poder apoyarte por lo que estás pasando. Sé que debe tener que ver con tu padre. Sé que no eres el hombre de hacer nada sin una razón, ¿Es ella parte de tu familia?

—¿Qué te lleva a pensar eso?

—Escuché la conversación de tu padre, ¿Lo olvidas? Mencionó a tus hermanos y hermanas. ¿Es ella tu hermana?

—Creo que te has vuelto muy inteligente, de igual forma no quiero que interfieras. No te voy a arriesgar—Akira se levantó del suelo y yo hice lo mismo.

—Ya es tarde, Akira. ¿Me puedes desatar, por favor?— Akira sonrió.

—¿Debería dejarte así? Te ves muy sexy— me miró de arriba a abajo.

—Oh, lástima que si vas sin ella darás una mala impresión, Akira— se acercó y me besó, mientras quitaba la corbata de mis muñecas—. Que obediente— sonreí, mientras que buscaba mi ropa interior y me la puse, me arreglé el traje y el cabello.

—Lisa, no hagas ninguna imprudencia.

—¿Qué te hace pensar que haré algo como eso?

—Eres muy obvia, princesa.

—No sé de lo que hablas. Te espero abajo— tiré un beso en el aire y salí de la oficina. Tengo algo de tiempo antes de que baje. Tengo que buscar a la chica. No puedo dejar que sin haber querido, sus planes se vengan abajo. Me dirigí al salón de actividades y pude verla. Necesito actuar amorosamente, aunque me molesta ver esos ojos desnudando a Akira de esa forma. Suspiré y caminé hacia ella.

—Permiso, linda. Quiero disculparme por el malentendido de hace un momento— extendí mi mano hacia ella y ella hizo lo mismo.

—No se preocupe— dijo sorprendida.

—Me presento, mi nombre es Reiko, soy prima de Akihiro. Me dijo que su nombre era Amaya, ¿Cierto?

—Si, un gusto.

—Verá que la confundí con otra persona, por eso mi actitud. Disculpa por mi falta de educación. ¿Cuánto tiempo conoce a mi primo?— sonreí amablemente.

—Solo unos cuantos días— respondió nerviosa.

—Ya veo— Akira se acercó a nosotras.

—¿De que tanto hablan?— preguntó mirándome fijamente.

—Hola, primo. Solo le estaba pidiendo disculpas por mi falta de educación, ¿Cierto, Sra. Amaya?

—Sí, me explicó que fue un malentendido— esa mujer mira a Akira queriendo desvestirlo con la mirada, es irritante. Sonreí inocentemente como si no hubiera tenido ese pensamiento.

—No tienes que preocuparte, primo, no molestaré a tu invitada.

—Lo sé, primita— Akira me miró fijamente a lo que sonreí. No me acostumbro a que me diga prima, pero de alguna forma me gusta.

—Los dejo solos. Espero poder escuchar más sobre usted. Fue un agradable placer haberla conocido, ya que mi primo se ve muy interesado en usted— miró a Akira y sonrió nerviosa. ¿Así que acerté de que le gusta Akira? Interesante.

—¿Por qué tan pronto? ¿Por qué no se queda con nosotros para la actividad? — me preguntó.

—Por supuesto, me encantaría— es una buena oportunidad para acercarme a ella y ayudar a Akira.

Me quedé junto a ellos sin invadir tanto su privacidad e intenté lo menos posible mirar a Akira; aunque Akira se le hacía difícil disimular. Creo que debe estar nervioso de que cometa un error, pero mis planes no son acabar de meter la pata como lo hice al conocerla. Todo lo contrario, quiero serle útil. Intentaré hacer mi mayor actuación, así me cueste ver a esa mujer babiando por él. Ella se subió al escenario y Akira se acercó un poco a mi.

—¿Puedes decirme que pretendes?— preguntó en un tono bajo, mientras miraba al escenario.

—Ayudarte, primo.

—Te dije que no interfieras, lisa.

—Ya es tarde, cariño. No haré nada que dañe las cosas, lo prometo. Solo permíteme ayudarte, se que será de mucha ayuda.

—Eres terca, parece que las nalgadas que te di no fueron suficiente.

—No, luego las puedes repetir si quieres. De igual forma no dejaré que sigas haciendo las cosas por tu cuenta y me dejes a un lado.

—Esta bien, luego no te quejes— Akira sonrió.

Al terminar la presentación, Amaya se acercó a nosotros y Akira le sujetó su mano. Veo lo que trata de hacer, pero no va a conseguirlo.

—Se ven muy bien juntos. Tienes unos buenos gustos, primo. Cuídala mucho— sonreí pícara. Akira se veía sorprendido, creo que le dañé su plan de hacerme sentir celosa, aunque por dentro lo estoy.

Vi a Kazuo, haciéndome seña de que fuera a donde él.

—¿Me permiten un minuto? Ya regreso— caminé a donde Kazuo para ver qué quería, es raro que me llame de la nada.

—Perdona por molestarte, pero quería hacerte una pregunta.

—Sí, dígame.

—¿Te gustaría volver a trabajar con nosotros?

—¿¡Eh!?— eso es inesperado, pero no podría y menos ahora que esa mujer está aquí y piensa que soy prima de Akihiro.

Akira

—¿Tu prima tiene novio?— preguntó Amaya.

—Sí — respondí.

—Entiendo.

Lisa

Se quedaron mirando a nuestra dirección. Esto era incomodo. Akira se veía molesto, debe estar pensando mal.

—No puedo aceptar esto, Sr. Kazuo.

—¿Por qué no? Me dijiste que tienes otro trabajo y lo entiendo, pero verás, necesitamos empleadas. Me gusta como trabajas y quisiera que nos dieras la oportunidad de contar con tu buen trabajo y servicio. Puedes tomar tu tiempo y pensarlo, no tengo prisa— eso es imposible.

—Lo pensaré— le respondí, para acabar con esta incomodidad.

—No sabes lo feliz que estaría de que aceptes.

—¿Pasó algo, Kazuo?— me quedé helada, al escuchar la voz de Akira molesta detrás de mí. Si hace este tipo de cosas hará que esa mujer sospeche, ¿No fue él quien dijo que no arruinara las cosas?

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