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Torre mágica.

Pasillos largos con estantes a cada lado ocupados de libros mágicos de todo tipo.

Secciones enteras y subdivisiones entre las magias, Érica que estaba explotando la biblioteca, se dio cuenta de que era más grande de lo que había imaginado.

Ella no había explorado la torre mágica de Agatha, al menos no como debería haber hecho, y ahora se dispuso a hacerlo.

Había dos razones.

La primera era que chocó con un muro en su hechizo y estaba teniendo dificultades para progresar y dar el paso final… Permitir que su hechizo fuera completado totalmente.

Podía seguir experimentando y chocar varias veces con el muro hasta que lograra pasarlo, pero no conseguiría demasiado.

La razón era que ya se le acabó el tiempo, no para venir a esta torre mágica, ya que Agatha la seguía trayendo, sino que empezaría a prepararse.

Iba a ir al Undécimo Portal Abismal y necesitaba conocer a sus compañeros y prepararse un poco más antes de finalmente adentrarse a ese otro mundo.

Así que no podía seguir investigando, y por eso prefirió explorar la biblioteca de la torre mágica.

"Quiero una biblioteca como esta…" Murmuró Érica y deteniéndose en una sección de magia de sangre, comentó. "Maldición, quiero tener todo este conocimiento."

Había múltiples magias, algunas más raras que otras, y en esta biblioteca había secciones dedicadas a algunas magias y artes o profesiones mágicas.

La mayoría de los libros eran de autores de Terra nova y si bien había libros básicos desde los avanzados, de vez en cuando se veían libros más completos.

Tener tantos libros raros era maravilloso, pero la biblioteca también almacenaba libros aún más raros y algunos sin título.

Ella tomó uno de esos libros y su expresión cambió al ver el conocimiento que no solo sería considerado prohibido, sino que ilegal.

Rituales de sangre de toda clase estaban escritos en el libro y la mayor parte de esos rituales mágicos necesitaban sangre, algunas veces siendo particular en el tipo de sangre.

Vírgenes, niños, bebes, ancianos, bestias y… El autor prácticamente describía detalladamente como podría usarse la sangre.

Érica simplemente lo volvió a poner en el estante y siguió caminando, pasando por la magia de maldición, magia abismal, magia de veneno y varias extrañas magias.

Lo básico era la magia relacionada con algún elemento, pero la energía mágica era tan misteriosa y podía utilizarse de múltiples maneras, siguiendo algunas teorías específicas.

Ella estaba explorando, pero también estaba leyendo los títulos para ver si había algo que la ayudara en el Undécimo Portal Abismal.

Ya había pasado por la sección que hablaba de los círculos mágicos y leyó varios libros para crear círculos mágicos con recursos básicos o usando lo que se tenía a mano.

También aprendió uno que otros círculos mágicos útiles que podrían ayudarla si estaba en una situación complicada.

"Estoy lamentando nacer en la tierra." Murmuró Érica con una media sonrisa.

El mayor problema de la magia en la tierra, era que los terrícolas, al menos la mayoría, nacía con alguna inclinación específica.

Algunas veces se trataba de los elementos y otras veces se trataba de que tan capaz era la persona con la energía mágica o cuál era su talento, lo que dificultaba aprender algunos tipos de magia.

Ella tenía una afinidad al elemento hielo y si bien tenía una gran fuente de energía mágica, no era como si podía realizar hechizos de otras magias.

Muy diferente a los terranovense que podían usar la energía mágica con una mayor naturalidad y podían aprender distintas magias.

Los terranovense estaban limitados por el talento, la afinidad o la capacidad natural, pero tenían la posibilidad de aprender distintas magias.

Ellos estaban diseñados para la magia, aunque si era como decían que Terra nova tenía una alta densidad, entonces no era raro que evolucionaran para adaptarse… Incluso si la mitología decía que lo terranovense fueron creados por dioses.

"¡Érica!"

Escuchando su nombre desde la sala principal, ella suspiró al darse cuenta de que era hora de volver.

Siempre era triste dejar de explorar tanto conocimiento, pero necesitaba prepararse para el Undécimo Portal Abismal y no quería tomarse esto como un juego.

Había gente que murieron en el interior del portal y ella no quería ser una de esas y menos por algunas promesas.

Sin embargo, también podía ser beneficioso y ella antes de ser una Archimago era una maga de guerra, alguien que aprendió magia para la batalla y necesitaba perfeccionar sus habilidades y usar su conocimiento.

El portal la pondría en su límite… Tal era la idea que tenía y para que ella pudiera ascender, necesitaba empujarse a ese límite para de esa forma pudiera ascender con facilidad.

Tal idea llevó a que caminara con más seguridad por el pasillo dirigiéndose a la sala.

"Padre me consiguió todos los suministros que necesito…"

Y podría despreocuparse de esa tarea… Ese fue su pensamiento que no pudo decir cuando notó que los estantes habían cambiado.

Al mirar más de cerca se dio cuenta de que no había nombres en las secciones y al leer los títulos de los libros, su expresión tembló totalmente.

'Semidioses', 'Dragones Mitológicos y su divinidad', 'Los Dioses del Infierno', 'Como conocer si el aventurero excéntrico es un Dios', 'Dioses y sus secretos'.

Ella leyó varios títulos con una única mirada y su expresión empezó a cambiar totalmente al darse cuenta de que los libros que estaban aquí había cambiado… No, no se trataba de que los libros hubieran cambiado, ella no estaba en la biblioteca de siempre.

Mirando al final del pasillo en donde había poca luz, sintió cierto calor que venía desde el fondo.

Era agradable, como un día perfecto de verano, pero el problema era que no era normal… Era un calor que le puso los pelos de punta.

Luchar contra una bestia le daba menos escalofrío que esto y era instintivo, no solo a un nivel como maga de hielo que se oponía al calor, sino que como persona.

Ella creyó que Agatha la había llamado para irse, pero ahora se daba cuenta de que tal vez no fue de esa manera.

"…"

El silencio era aterrador y Érica trató de controlar su abrumadora curiosidad, que la instaba a moverse a investigar ese fenómeno.

Y también recordó a Agatha, la primera vez que vino a este sitio, que le mencionó que si sentía calor o escuchaba voces se dirigiera a ellas y que no tuviera miedo… ¡Y ahora había sentido ambas!

Al final dio un paso y luego otro para avanzar por el pasillo.

Libros que detallaban hechizos prohibidos, desde las creaciones de 'Titanes' para los magos de tierra, el hechizo de 'Meteorito' para la magia de fuego, el 'Desgarro' para la magia espacial y varios otros hechizos.

Aquellos hechizos que en la actualidad los magos protegerían bien y que incluso en Terra nova las naciones enteras resguardarían de todos, aquí estaban disponibles.

Érica se detuvo en un título particular.

"Cero absoluto." Murmuró leyendo el título de un libro.

Teóricamente posible y antes del Gran Cataclismo prácticamente imposible.

Un concepto que significaba alcanzar la temperatura más baja posible y un límite que la mayoría de los magos de hielo deseaban alcanzar.

Tal concepto era posible en la magia… Y era el objetivo de muchos magos de hielo.

Ella no era la excepción y hubo un tiempo que le gustó la idea de crear un hechizo que congelar todo, pero desde que se metió con su lancero, ella se guio en otra dirección.

También sabía que tal concepto de congelar todo era posible en Terra nova y que magos de hielo lo alcanzaron y la prueba estaba en frente de ella.

"…"

Escuchando un golpe en un estante cercano vio que un libro se estaba por caer del estante y ella leyó el título, 'Notas'.

A diferencia de los otros libros, este no era un libro viejo, sino que uno de los libros similares de los que ella compraba y lo que se fabricaban en la actualidad.

Tal libro era reciente y Érica al mirar el libro con el hechizo prohibido que cualquier mago de hielo desearía se dio cuenta de que no estaba sola.

En ese libro de notas estaba lo que ella necesitaba… Érica lo supo instintivamente y al ver ambos libros, sintió como si alguien le diera un camino.

El hechizo prohibido que ya había sido creado antes y que solamente necesitaba estudiar para aprender antes de lanzar.

Era un camino conocido, preparado y listo que si ella era talentosa la llevaría al rango SS… No, si era tal como pensaba, alcanzar el rango SSS era una posibilidad.

"Soy ambiciosa." Murmuró en voz baja, pero sus pies se movieron al libro de notas.

Era ambiciosa, tal idea era lo que se decía cuando pensaba que quería crear su hechizo para alcanzar el rango SS, siempre dando la idea de que ascender de rango era su objetivo.

Sin embargo, ahora se dio cuenta de que la fuerza o el ascenso de rango no era lo que le importaba.

Lo que verdaderamente le interesaba era crear su propio hechizo y lanzarlo, ascendiendo de rango… Ese era su objetivo y motivación y la razón por la cual se estaba esforzando tanto.

Al tomar el libro de notas, ella lo abrió y se dio cuenta de que eran notas desordenadas y entonces, mientras le daba una mirada rápida, empezó a cambiar de hoja cada vez más veloz.

Era un recopilatorio de notas, algunas las había visto, pero siempre en libros diferentes y la mayoría de ellas la ayudaron a progresar.

Eran como antorchas en la oscuridad que iluminaban el camino y tan solo al mirar de reojo se dio cuenta de al menos podía ver como atravesar el muro que la había detenido durante un buen tiempo.

"Érica."

Una voz volvió a sonar a su espalda y Érica que se giraba con sorpresa, se dio cuenta de que Agatha estaba esperando.

Detrás de esa mujer estaba una pequeña sala privada más cómoda y diferente a la sala de biblioteca de siempre.

"Yo no…"

"¿No entraste a la biblioteca personal de mi hijo despreocupadamente?" Cuestionó Agatha y viendo que ella se quedaba tiesa, se rio y comentó. "Está bien. No puedes entrar aquí sin permiso."

¿Había entrado al despacho del hermano de Aurora y Alice?

Lo que atrajo su atención fue la parte del permiso…

¿Permiso de quién? ¿Era el espíritu artificial que algunas torres utilizaban? ¿O era algo más?

"Llévate el libro."

"¿Disculpe?" Dudó Érica cuando estuvo buscando un sitio para guardar el libro en su mano.

Había querido guardar el libro de donde lo había sacado, pero se dio cuenta de que todo estaba lleno y el libro de hielo tampoco estaba.

¿Cuándo sucedió? Ella estaba atenta, pero para que las cosas cambiaran sin que se diera cuenta, Érica tragó con nervios.

"Ese libro no pertenece aquí." Dijo Agatha en calma mientras sonreía de manera divertida.

Antes le había mencionado que podía leer cualquier libro de la biblioteca personal, pero no podía llevarse esos libros.

Podía compartir el conocimiento que había aprendido, pero no sacar libros y entregarlos a otros o hacer lo que ella deseaba.

Ahora le estaba diciendo que se llevara el libro y Érica al ver el libro, respiró hondo y luego exhaló.

"Gracias." Dijo Érica inclinando la cabeza con respeto hacia Agatha.

No le estaba agradeciendo solo a esa mujer, sino que a lo que fuera que le dio la elección de los dos libros de antes.

Controló cualquier otra pregunta sobre la identidad, sabiendo que investigar demasiado podía ser algo negativo.

"Movámonos. Tengo asuntos que atender luego." Dijo Agatha agitando la mano de manera indiferente como si no le importara el agradecimiento y entonces sacando un artefacto, reveló. "Toma. Puede que te sea de ayuda."

Érica recibió el artefacto parpadeando sorprendida y volvió a mirar a la mujer.

"Es un artefacto para crear réplicas. Pensé que te sería útil para no estar buscando magos espirituales, pero ahora…" Dijo Agatha y mirando el libro, murmuró. "Supongo que no viene mal una ayuda extra."

¿Un artefacto para crear replica? Seguramente tenía grabado el hechizo que los magos espirituales usaban para crear las réplicas en el interior y era un artefacto único, no por el valor monetario, sino que porque los magos por lo general no vendían tales artefactos.

Ellos ganaban dinero de este modo y vender esta clase de artefacto sin límite era como quitarse parte del negocio.

"Muchas gracias." Dijo Érica bajando la cabeza de vuelta.

Esa mujer ya la había ayudado demasiado antes y este artefacto, si bien no era un arma poderosa o algo de ese estilo, reducía la preocupación de tener que ir a buscar magos espirituales para crear replicas.

Una facilidad extra a todas la que tenía y Érica sonrió animada al ver que Agatha agitaba la mano como si no fuera nada.

Siguiendo a esa mujer para la salida, ella no pudo controlarse.

A pesar de que ya tenía trabajo con todo lo que tendría que enfrentarse en el portal, ahora que tenía las notas, tendría que prepararse aún mejor.

Después de todo, tenía notas que ver y un hechizo que crear.

******

El espacio se distorsionó en la sala de la torre mágica y Agatha que volvió de dejar a Érica comprobó los alrededores.

La sala estaba vacía y silenciosa, sin nadie, llevando a que Agatha asintiera.

"Así que no estas." Murmuró Agatha en voz baja.

"Estoy y no estoy. Tú me entiendes." Dijo una voz en respuesta y una pequeña figura de fuego apareció al frente de ella.

Estaba aquí y no estaba… Tal era la mejor manera de describir el estado en el que la niña se encontraba.

La pequeña figura era una porción de la 'voluntad' de Jezabel y estaba desconectada de la verdadera Primordial.

Esa era la prueba de que esa Primordial ya no estaba en este universo.

"Espero que no te moleste lo que hice. Ella murmuraba que tenía que prepararse para ir a un portal, así que le di una mano. Sería malo que muriera y yo no hice nada." Dijo esa figura indiferente.

A diferencia de la verdadera, no mostraba totalmente ese lado juguetón de siempre y era bastante indiferente.

No era raro.

En ese cuadro en donde su hijo estaba pintado estaba la voluntad de esa Primordial, que únicamente se encargaba de mantener la torre mágica y la seguridad.

Sin embargo, por lo general pasaba inactivaba y apartada de todo, diferente a las otras voluntades que a veces terminaban jugando o provocando desastres.

A pesar de que todos eran prácticamente la misma entidad, era curioso como actuaban esas 'Voluntades'.

Que ayudara a esa niña también dejó ver que podía llegar a ser impredecible.

"¿Ya tienes fecha para volver de tu retiro?" Preguntó la pequeña figura de fuego.

Le estaba preguntando para ayudarla cuando dejaran este universo al retirarse y Agatha agitó la cabeza.

"Está bien. Todavía tengo que ayudar a mis hijas una última vez antes de irme." Respondió Agatha en calma.

Se había comunicado con su hija enterándose de algunas noticias problemáticas, así que antes de dejar este mundo quería ayudar a su hija.

Después de todo, esta vez no sabía por cuanto sería su retiro.

*******

Akira que estaba totalmente equipada con su mejor conjunto de batalla y todo su equipamiento de batalla, les dio un vistazo a sus compañeros.

Los hermanos Tao estaban bromeando entre ellos y Shao Du estaba afilando su lanza al igual que Aurora que afilaba su espada.

Cada uno de ellos estaba totalmente equipado con los mejores conjuntos de batalla, listos para moverse.

Solo estaban esperando el aviso final y ese avisó llegó luego de varios minutos cuando la oscuridad se filtró de la esquina y Alice apareció.

"Es hora." Dijo Alice.

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