En la habitación de un hotel en Estados Unidos, Cithrel dio una mirada a Taqiyya que estaba observando varios materiales importantes.
Gemas encantadas, metales mágicos únicos de Terra nova y tela de la mejor calidad.
La mirada de esa jovencita que normalmente parecía tímida dejaba ver una seriedad digna de ser una herrera.
Y Cithrel cubrió su boca con su mano disfrutando de esta vista.
"Creo que voy a poder crear lo que necesitas para tu misión." Dijo Taqiyya con la expresión de una herrera profesional y dando una sonrisa, comentó. "Siempre quise hacer cosplay."
Ese último comentario hizo que la expresión de Cithrel cambiara de forma sutil.
Ya se había reunido con la hija de Frederick Crawford y tal como había mencionado la Cardenal Brousseau, había cambiado su nombre y era alguien bastante conocida.
Esa persona no le pidió dinero, poder o algo que pudiera ofrecer el estatus de princesa, le pidió ayuda para atraer a alguien.
El problema era que esa persona que buscaba se había retirado hace tiempo y si bien tuvo una aparición reciente, Cithrel sintió que iba a ser un asunto muy enredado.
Tal vez estaba pensando demasiado…
"Je…"
Taqiyya dejo salir una pequeña risa que hizo que Cithrel volviera a reaccionar y vio a esa jovencita jugando con los materiales, claramente deseando comenzar a trabajar.
Era bastante linda y al mirarla, Cithrel sintió que su deseo empezaba a surgir junto a la naturaleza que ocultaba.
Sin intenciones de controlarse, ella se levantó y mostrando sus colmillos se acercó a Taqiyya que se dio cuenta de lo que quería.
"¿Tienes hambre?" Preguntó Taqiyya y con sus mejillas rojas, murmuró. "Si quieres puedes beber un poquito."
Taqiyya inclinó su cuello con cierta timidez dejando ver su cuello.
La forma que se entregaba era lo que más le gustaba a Cithrel y no podía negar que su naturaleza era aplacada un poco.
Sin embargo, la naturaleza en el linaje era demasiado fuerte y era imposible ser totalmente aplacada con solo eso.
"Lo último que voy a hacer es beber un 'poquito'…" Murmuró Cithrel acercando su rostro lo suficiente como para sentir la respiración de la joven.
La respiración de Taqiyya se hizo algo pesada y sus ojos dejaron ver cierta emoción ante lo que estaba por suceder.
Era Taqiyya quien no podía controlarse y acercaba sus labios, pero antes de que Cithrel pudiera dejarse llevar, se congeló.
En su mente una influencia que conocía demasiado bien, se conectó con ella, trasmitiendo cierta información.
"Espérame un momento." Murmuró Cithrel y dándole un pequeño beso a Taqiyya, se retiró a su asiento y cerró sus ojos.
En su mente la 'voluntad' de la Diosa del Conocimiento había 'descendido' y esta existencia le estaba trasmitiendo información.
Lo primero que le informó fue que ya estaba cuidando a su amiga y también le dio el informe que la expedición estaba recolectando información, para luego planear su siguiente movimiento.
A lo que se estaban por enfrentar era una nave de guerra.
"Eso suena complicado." Murmuró Cithrel mientras asimilaba otra parte del mensaje.
Dejo de lado, los comentarios de esa existencia sobre que Aurora era una 'buena niña' y los comentarios del mundo en donde esa deidad estaba observando, se centró en el hecho de que esa deidad podía apoyar.
Ante ese mensaje, Cithrel dio un largo suspiro y sin darse cuenta había dejo salir su preocupación.
Estaba preocupada por Aurora… Los informes de la Cardenal Brousseau le llegaban algo tarde y era posible que ellos tuvieran precaución en caso de que algo se filtrara.
No sabía si los demonios deseaban atacar y era mejor elevar la seguridad.
Aun así, Cithrel no podía evitar estar preocupado y por eso había pedido a la Diosa del Conocimiento que la vigilara.
También le había pedido a la Diosa de la Luna lo mismo y ahora al pensar que Aurora seguramente estaba siendo atormentada por esa 'abuela', se rio.
Seguramente rompería cada uno de sus preconceptos sobre los dioses.
"¿Algo importante?" Preguntó Taqiyya con curiosidad.
La forma que seguía algo avergonzada y a la vez trataba de mostrar cierta seriedad fue lindo para Cithrel.
¿Era algo importante?
"Sí. La expedición del séptimo portal se está por enfrentar a su enemigo." Reveló Cithrel y la mirada de Taqiyya cambio de inmediato.
A una llena de solemnidad y preocupación.
"¿Te preocupas por Aurora?" Preguntó Cithrel y levantándose de su asiento, se acercó a Taqiyya y al acariciar su rostro mientras esa joven asentía, murmuró. "Si dices que te gusta, me pondré un poco celosa."
Lo dijo en broma causando que Taqiyya se volviera extremadamente roja y Cithrel dio una sonrisa aún más juguetona.
"Claro, aunque si quieres podemos invitarla a 'jugar'." Murmuró con un tono ambiguo y una mirada coqueta.
El rubor de Taqiyya paso de sus mejillas hasta sus orejas al mismo tiempo que bajaba hasta su cuello.
Por su parte, Cithrel disfrutó de la vista y esta vez con una mayor emoción que antes.
"Ven vamos a jugar…" invitó Cithrel dando la mano y llevando a Taqiyya a su habitación.
"¿Y Aurora?" Preguntó Taqiyya con cierta incomodidad.
¿No era mal momento para 'jugar'?
Esa era la pregunta que estaba dando con su mirada y que se preocupara en este punto, era algo lindo de ella.
¿Debería quedarse sentada en un sofá preocupada por algo que ocurría en otro mundo o debería aprovechar el momento para distraerse?
Estaba claro lo que debía hacer y Cithrel no se sentía culpable a pesar de que su amiga estaba en una situación peligrosa.
Después de todo, ya había hecho lo que pudo para apoyarla a la distancia y ahora solo faltaba que Aurora mostrara su capacidad.
"No te preocupes… Ella estará bien." Dijo Cithrel y al ver que Taqiyya seguía dudosa, la tomó de la cintura y le susurró. "Venali debe estar por despertarse. Anoche 'jugamos' mucho, pero ahora será más divertido si somos tres."
Quitándose cada una de sus restricciones dejo que su naturaleza se elevara y que los deseos que dominaban su linaje se revelaran.
Tras escuchar que su 'abuela' estaba con Aurora, lo único que debía hacer era esperar el resultado.
En cuanto a todo lo demás, ya estaba en manos de la expedición.
******
Caminando de forma apresurada, Liam entró al edificio de donde estaba las autoridades.
Se encontraba en la Ciudad Garissa revisando todo lo que necesitaba para cualquier eventualidad.
Ahora llevaba un informe que resultaba algo de lo que tener en cuenta y subiendo a la oficina en donde se encontraba la persona que buscaba, tocó la puerta.
Un secretario abrió la puerta y se pudo ver a James detrás de un escritorio encargándose de varios documentos.
"El navío del 'Pirata Somalí' ha sido visto en la costa al sur este de la ciudad." Informó Liam de inmediato.
No deseaba parecer que estaba alarmado, pero su tono salió más preocupado del que había deseado.
James dejando sus documentos levantó su mirada sin verse perturbado.
"Ya le he informado al General McLean y al Rey de Madagascar. También a las fuerzas aliadas." Informó Liam con un tono serio.
El Gran Señor de la Guerra de rango SS, conocido mejor como el 'Pirata Somalí'.
A pesar de estar en tiempos modernos, su navío era un galeón mágico cuyas cualidades eran algo que toda fuerza naval debía tener en cuenta.
Ya que no era para nada fácil de detectar y no era algo que pudiera ser subestimado.
Después de todo, el Pirata Somalí era quien controlaba gran parte del Océano Indico y nadie tenía interés en enfrentarlo.
Tal individuo no era completamente bueno a pesar de que había historias de él salvando cruceros atacadas por bestias marinas, pero tampoco era completamente malo.
Nunca se escuchó que había asesinado pasajeros y lo único que hizo fue cobrar peajes cuando algunos barcos que no tenían relaciones con él, navegaban sus aguas.
Para decirlo fácilmente, era alguien que actuaba en ambos lados y este caso podía ser similar.
No estaba de su lado, así que era posible que estuviera del bando de demonios y si alguien lo contrataba hasta podría tratar de hacer algo directamente al portal.
O en menor medida era posible que él mismo se moviera por sus propias intenciones.
"Deja que las autoridades se encarguen de ese trabajo. Tanto la iglesia y la Atlántida han puesto una gran atención en el portal." Dijo James y dándole una mirada, agregó. "Además, deberías calmarte por un momento. Te ves demasiado tenso."
Liam parpadeó algo incrédulo ante esas palabras y cuando pensó en su tono anterior, se dio cuenta de que James estaba en lo correcto.
El informe del avistamiento del Pirata Somalí podía ser entregado por mensaje, ya que, si bien era un asunto al que tener en cuenta, no era de suma importancia.
Sin embargo, Liam no solo había venido a informar, sino que lo hizo con un tono algo alarmado.
"Lo entiendo… Y lo admito, estoy preocupado y tenso." Respondió Liam siendo sincero con sus emociones.
Dejando de lado, las circunstancias por la cual empezó a trabajar para Aurora y Alice, durante todo este tiempo que estuvo trabajando para sus jefas, era imposible no acercarse lo suficiente para no estar preocupado.
Era difícil categorizar su preocupación, pero Liam sentía que no era la preocupación de un amigo, sino que más de un trabajador, preocupado por sus 'jefas'.
Ambas eran su jefa no solo por su capacidad o por su dinero, sino que por sus acciones y su historia… Que hacía que todos aquellos que la conocían las respetaran y él era uno de ellos.
Ahora al ver que ellas se estaban por enfrentar a una nave de guerra, no pudo evitar sentirse preocupado.
"Conozco el potencial y lo aterrador que puede ser la tecnología. Será un duro oponente." Murmuró Liam con seriedad.
Esa era la razón por la cual estaba preocupado.
Había visto los videos que la expedición trasmitió y ver una nave de guerra moverse por el cielo era nada más que aterrador.
Además, esa nave era enorme… Logrando que un humano promedio se sintiera demasiado pequeño en comparación.
Si bien un luchador de rango S o un espadachín era aterrador, para Liam no había nada más aterrador que un arma de guerra diseñada para destruir enemigos… Y esas armas estaban equipadas en esa nave de guerra.
"Eres alguien que se centra en la tecnología, es normal que te alarmes." Señaló James y sacando una cerveza de la pequeña heladera bajo su escritorio, le paso una y declaró. "Si le preguntas a una calamidad mágica, dirá que una nave es una masa de chatarra."
Liam aceptó la cerveza.
No era tan amigo de James y si fuera sincero, prácticamente en algunas áreas era su jefe, pero ahora necesitaba una cerveza.
Estaba de acuerdo con James… Alguien de gran poder vería a esa gran nave como un objetivo fácil para destruir y no sentiría ninguna emoción ante tal enfrentamiento.
Aun así, ¡era una nave de guerra!
Liam volvió a suspirar sin darse cuenta.
"Lo único que nosotros debemos centrarnos, es mantener el portal a salvo y cuidar a la Ciudad Zerzura." Dijo James y tras tomar un trago de la cerveza, se acercó al ventanal que daba una vista al fuerte en donde estaba el portal y agregó. "Hay muchos ojos en nosotros y muchos de ellos no tienen buenas intenciones."
Se estaba refiriendo a la República de África Occidental y aquellos Señores de la Guerra que no estaban bajo la influencia de Zerzura.
Era cierto que, comparado a nivel general, la fuerza de la expedición era superficial, pero en caso de que el portal abismal estallara, el daño a Zerzura sería bastante grande.
Por otra parte, nadie podía negar lo que Aurora y Alice significaba para Zerzura.
Como si fuera poco, Aurora al oficializar su título estaba demostrando que esta vez estaba lista para ir más lejos y eso era una amenaza para algunos.
Liam estaba vigilando atentamente aquellos lugares que podrían resultar problemáticos y su red de información estaba creciendo a un ritmo acelerado.
Gran parte de ello, se debía a la reputación de Zerzura y de las Protectoras de Zerzura.
"Solo debemos cumplir con nuestro trabajo y dejar que la expedición cumpla con el suyo." Dijo James y mirando al cielo, dio una sonrisa y añadió. "Aunque aquí estamos bastante seguros."
Liam siguió su mirada y en lo alto del cielo, pudo ver la figura lejana de una 'pequeña' ave.
Su expresión tembló una vez antes de volver a la normalidad.
Era pequeña no de tamaño, sino que, debido a la distancia y la lejanía, solo se podía ver como algo pequeño.
Las palabras de James eran correctas.
******
La nave de guerra media cerca de doscientos metros de largo y cien metros de ancho.
Tenía una forma larga y el centro de mando estaba en la parte trasera, mientras que en la punta de adelante tenía un cañón que era capaz de disparar hacia cada lado y adelante.
Su movilidad le impedía disparar hacia atrás, pero cuando uno miraba las torretas y los láser instalados en la parte trasera o arriba de la nave, entonces cualquiera podía darse cuenta de que disparar hacia atrás, no era necesario.
A sus lados se podía ver entradas que actualmente estaban cerradas y que seguramente servían para dejar salir robots y drones.
Tamaño enorme, poderío impresionante y como si fuera poco, una poderosa barrera que fácilmente podía ser vista.
Estaba volando algo lento y en medio de la tormenta purpura que seguían activa y su barrera impidió que la nube carcomiera la nave.
La lentitud era la única desventaja, ya que los propulsores eran lo suficiente para mantenerlo en el aire, pero no para acelerar su viaje.
Sin embargo, concordaba con lo que verdaderamente era esa nave de guerra.
"Lo llaman la 'fortaleza'. Según los registros era el prototipo para naves espaciales de gran tamaño." Informó Kairos con un tono simple.
Ahora mismo todos estaban en la sala de mando mirando las mismas imágenes y videos a tiempo real.
Tal como cuando Aurora vio por primera vez esa nave, no pudo evitar sentirse algo oprimida.
—Es más grande que un Dragón Mitológico… Estoy verdaderamente impresionada.
La voz de la anciana sonó en su mente y esa era una de las razones por la cual Aurora no perdía la calma.
Esa Diosa que actualmente estaba actuando como una amable abuela, todavía permanecía a su lado y ahora estaba hablando de forma telepática.
"Ahora mismo parece estar dirigiéndose a una posición determinada. Según la poca información que ha extraído Minerva, parece querer disparar a nuestro satélite." Informó Kairos dejando ver una posición cerca de su antiguo campamento.
Para disparar al satélite necesitaba estar en un lugar preciso para no solo aumentar la certeza del disparo, sino que asegurarse de que destruiría su objetivo.
El láser de adelante era posible que fuera el arma más poderosa de la nave y su fuerza daba la impresión de ser superior que el láser que se había enfrentado la Cardenal Najjar.
"El satélite tiene medidas de defensa, pero una vez que caiga, nuestra conexión con la tierra decaerá y de esa manera, perderemos la oportunidad de usar al Sabio Lucius, quien está a la espera en la tierra." Avisó Kairos y dando un suspiro, agregó. "No pensé que tuviera una nave de este tipo y el satélite no tiene métodos de ocultación."
Ese satélite tenía una enorme capacidad y le permitía básicamente ver de forma directa lo que sucedía en este mundo, pero igualmente él parecía algo decepcionado.
"¿El virus se detendrá si el satélite cae?" Preguntó Andrea con seriedad.
"No. Pero su avance se retrasará durante días tal vez semanas. Estamos en el punto crítico en donde podemos captar algunos movimientos de esa nave, pero no hemos podido adentrarnos por completo." Respondió Kairos agitando su cabeza.
La nave era el último baluarte tanto en defensa 'física' como en lo 'virtual' y no iba a ser algo fácil de derribar.
El satélite brindaba apoyo a la hora de actuar y ese apoyo venia principalmente del Sabio Lucius.
Estaban reuniéndose hoy aquí, por una simple duda que todos tenían.
¿Debían o no enfrentar esa nave?
La energía que gastaba para mantenerse en flote seguramente no era algo que pudiera soportar durante mucho tiempo.
Si no fuera así, hubiera usado la nave en todo momento.
"Al parecer va a disparar." Señaló Alice directamente a la proyección de la nave.
La vista no era solo satelital, sino que escondido por la zona había drones bajo su control y si bien algunos eran derribados cuando sus señales eran detectadas, todavía quedaban muchos.
Ahora estaban viendo como el láser de la zona delantera de la nave estaba moviéndose apuntando a los restos de su antiguo campamento.
Su primer campamento estuvo en medio de una zona montañosa y gran parte había sido carcomido por la tormenta púrpura que ahora había disminuido en fuerza.
No obstante, en su campamento quedaban los restos y ruinas.
Ahora esa ruina estaba a punto de ser destruidas.
La nave de guerra apuntó el cañón láser y tras varios minutos, una luz empezó a emanar desde la punta antes de disparar un rayo láser de color dorado.
"…"
La sala de mando entró en un silencio mayor que el de antes y eso fue por la destrucción.
Sin darle oportunidad para que los drones que estaban ocultos en el campamento reaccionaran, la destrucción llego demasiado rápido.
El rayo golpeó el centro del campamento y desde ese punto una explosión que desintegró parte de la montaña y creó un enorme cráter, se extendió.
A la distancia los drones ocultos se agitaron haciendo que la cámara se desviara por la onda expansiva.
El satélite desde arriba dejo ver la destrucción de forma más precisa y algunas miradas en la sala dieron a parar a la Cardenal Najjar.
"La destrucción es bastante alta y aterradora, pero su tiempo de recarga es demasiado lenta. Creó poder encargarme si me atacan." Dijo esa cardenal sin cambios de expresión.
—Por supuesto que podrá. El 'espacio' no es algo que la fuerza bruta pueda enfrentarse y ni hablar del 'tiempo'. —Comentó la Diosa del Conocimiento.
Aurora que trataba de guardar parte de sus pensamientos, no pudo evitar sentirse extraña ante esa 'anciana' que seguía comunicándose telepáticamente con ella.
Cuando estuvo a punto de decirle a todos que era momento de que den sus opiniones para decidir, todos los relojes holográficos vibraron.
"Están trasmitiendo una señal de forma global… Al parecer fue diseñada para que los relojes holográficos y los drones lo capten." Avisó Kairos y proyectó una pantalla.
En esa pantalla, quien apareció no fue una raza misteriosa, sino que una mujer demoniaca… La súcubo que se había recuperado de sus golpes, ahora estaba dando una mirada seria.
"Ríndanse o serán destruidos. Conozco donde está el portal abismal y si no desean que le haga daño es mejor que detengan el virus y se rindan."
Esas fueron las únicas palabras de Elinarah causando que todos dieran expresiones serias.
¿Sabía dónde estaba el portal?
La duda se levantó entre todos y con ellos las expresiones serias.
"Dijo que conoce la ubicación del portal, pero que no mencionara que está bajo su control es raro." Murmuró Alice y con un fruncir de ceño, detalló. "Ya que si nos quisiera amenazar diría que lo tiene controlado y puede desestabilizarlo, pero ahora sus palabras se sintieron…"
"Como una ayuda." Murmuró Aurora entendiendo a donde apuntaba su amiga.
¿Para qué le estaba dando ese detalle?
Era simple, tanto ella como la expedición eran de la tierra y ninguno de los dos ganaba nada con quedarse en este lugar o dañar el 'medio' por el cual saldrían.
Tal vez los demonios estaban un poco locos, pero no todos eran unos lunáticos que se dejaban llevar y arriesgaban su vida.
En este caso Elinarah daba la impresión de ser alguien que no tomaba decisiones que la enviarían a la muerte.
Si se analizaba esas palabras, podrían pensar en muchas posibilidades.
No estaba bajo su control, estaba en un área que resultaba difícil llegar o estaba en manos de otro individuo que no era el lado tecnológico.
Y si uno pensaba en esta última posibilidad, entonces mirarían a la naturaleza.
Si todo se trataba de una prueba, las enseñanzas se debían sacar a través de las circunstancias de este mundo.
En este lugar había dos focos para centrarse, la naturaleza y la tecnología, en lo cual ambos dejaban una enseñanza.
En la naturaleza dejaba en claro que el 'Caos' no era algo dedicado a corromper o distorsionar todo a su paso para crear monstruos, también podía presentarse como un cambio único y eso fue lo que afecto a la naturaleza.
Mirando lo tecnológico, la enseñanza podía ser variada, pero al menos Aurora sintió que labia que tener cuidado con la tecnología y la investigación sin control.
Después de todo, que el virus que llevo a la raza local a su perdición provino del hacer científico.
Aurora compartió sus ideas con la entidad que todavía parecía comunicarse con ella.
—Es hacer trampa si te digo toda la verdad. —Dijo la Diosa del Conocimiento y con una suave risa, declaró. —Yo no soy quien da esta enseñanza, pero como una 'profesora' puedo suponer de lo que se trata… Y solo diré que vas por un buen camino, aunque sigues sin ver todo.
Ante esa respuesta que fue mayor de lo que nunca nadie le había aclarado, Aurora sintió una mezcla de emociones.
Que sus ideas fueran en buen camino era algo bueno, al menos no estaba sintiendo que estaba yendo por el lado incorrecto.
Y si bien no pudo evitar pensar que era lamentable que esa voz no le revelara nada, por otra parte, esta vez sintió que era normal.
Por fin, pudo sentir la impresión de que esa voz era una deidad y no una anciana amable como su voz la quería hacer pasar.
A pesar de que esta 'enseñanza' en el primer portal hizo estallar una guerra en contra de los goblins en donde muchos murieron, ante los ojos de una 'Diosa' seguía siendo una 'enseñanza'.
—Concéntrate. Hay varias miradas en ti y pensarán algo raro si te quedas congelada durante tanto tiempo.
Escuchando la advertencia de esa diosa, Aurora pudo darse cuenta de que la Cardenal Najjar, la Sumo Sacerdotisa Xaali y Abdellah le daban una mirada seria.
Estaban preguntando sobre qué hacer y las miradas eran bastante mixtas.
Algunos no deseaban cargar con las consecuencias de la elección, pero otros como Alice y Kairos dejaban a la vista que no solo no le interesaba decidir, sino que seguirían cualquier decisión que ella tomara.
"Vamos a atacar. No me gusta estar a la defensiva." Declaró Aurora consiguiendo que Alice diera una sonrisa y la Cardenal Najjar asintiera.
Los demás también asintieron y solo Lennart dio una expresión difícil.
Su compatibilidad en contra de los robots era baja, pero Aurora no había terminado.
"Tampoco quiero luchar a muerte. Así que terminemos con esto de forma rápida." Anunció Aurora con seriedad.
La nave estaba extremadamente armada y su tamaño era imponente, pero a la vez era una debilidad.
Comparado a esa nave, ellos eran muy pequeños, pero su pequeñez no era una desventaja, sino que, todo lo contrario.
No necesitaban enfrentarse a toda la nave, solo necesitaban crear la oportunidad para que alguien entrara e hiciera un desastre desde adentro.
Todo mientras usaban al Sabio Lucius para darle el golpe final de forma virtual.