Subestimar.

En un restaurante elegante, dos personas estaban sentadas, disfrutando una sustanciosa cena.

Leslie observó a Nicole quien estaba comiendo con una sonrisa mirando su reloj holográfico.

Por su mirada se veía emocionada y a la vez divertida.

"Con el pago de mi misión iré a un concierto." Declaró Nicole de repente y al ver que Leslie le daba una mirada extraña, se rascó sus mejillas y murmuró. "Serafín ha preparado un concierto y según sus comentarios será impresionante."

Leslie entendió la emoción y porque estaba con su reloj holográfico durante la comida a pesar de que se consideraría irrespetuoso.

"Lo siento. Me dejé llevar." Murmuró Nicole y sin contener su sonrisa, comentó. "Aunque en mi defensa, ella dijo por su red social que tal vez pueda cumplir su sueño… Y eso significa que tal vez tenga algo que ver con la Primera Heroína."

Su tono y su voz daba la sensación de gritar como una fanática aguerrida y emocionada.

Tal reacción hizo que la expresión de Leslie temblara.

No iba a negar que no reconocía a Serafín y era imposible no hacerlo cuando era considerada una de las artistas más famosas e influyentes del mundo.

Tuvo un tiempo de fanatismo y entendía que muchas veces esa psiónica habló de que su 'sueño' era reencontrarse con esa heroína que la inspiró.

No obstante, su fanatismo no era hasta el nivel de Nicole y más en este momento, en donde había otros temas para pensar.

"¿No te sientes estresada? ¿Dudosa? Ambas vamos a tener nuestra primera misión… Y por lo que parece ambas serán de ese 'tipo'." Cuestionó Leslie con seriedad.

Había invitado a Nicole a almorzar.

Esa luchadora tenía que arreglar algunos temas en la Academia de Héroes informando que estaría trabajando en Sudamérica bajo el Emperador Víctor y como estaban en la misma ciudad, la invitó a comer.

La razón era simple… Ambas iban a tener su primera misión de campo real, en donde serían miembros de un equipo y tendrían que luchar con la resolución de matar.

Nicole puso una expresión seria y esa mirada logró que Leslie se sintiera impresionada.

"He decidido ser implacable y eso seré. Aunque tenga que ensuciarme las manos o tenga que trabajar al lado de malhechores para eliminar objetivos que Víctor desea." Declaró Nicole y sin cambiar de expresión, anunció. "Nadie me detendrá… Ni yo misma con mi temor o mi pánico."

Leslie no pudo responder.

Había pensado que Nicole tendría esa duda de si era capaz de asesinar, de matar con sus propias manos y había pensado que ella iba a estar estresada, preocupada o nerviosa.

Como una luchadora, Nicole literalmente tenía que hacer ese trabajo con sus propias manos y las repercusiones junto a la duda normalmente serian alta.

Sin embargo, ella no demostró nada de eso.

Estaba decidida a avanzar, a seguir y aunque el obstáculo sea ella misma, continuaría.

¿Cuánta resolución debía tener para decidir avanzar a pesar de sus emociones?

"Lo siento, te subestimé…" Murmuró Leslie de forma honesta.

Creyó que esa jovencita que temblaba durante el inicio de la academia iba a tener dudas sobre si era capaz de asesinar y quitar una vida… Al igual que ella.

Fue muy diferente a lo que había esperado y se sintió culpable por seguir viendo a Nicole, como esa jovencita temblorosa.

"Está bien. La verdad es que puedo hablar todo lo que desee, al final todo dependerá de la situación real." Dijo Nicole dando una media sonrisa.

Algunas personas podían decir que en una hipotética situación actuarían de una forma determinada, pero cuando la verdad llegaba, hacían todo lo contrario… Eso era lo que estaba diciendo Nicole y Leslie pensó de forma diferente.

Nicole se había preparado y su resolución no era una broma.

Ante tal idea, Leslie no pudo evitar sentirse menos.

"¿Tienes dudas?" Preguntó Nicole con una mirada curiosa y cuando Leslie asintió, declaró. "Eso es bueno. Tener dudas nos ayuda a saber las consecuencias de nuestras acciones, nos avisa que no nos hemos vuelto indiferente, que tenemos límites… Que seguimos siendo humanos."

Esas palabras lograron que Leslie la mirara impresionada.

Quitar una vida no era algo tan simple como apretar el gatillo… Leslie que había estado entrenando en una máquina de realidad virtual militar, asesinó a muchas personas en el interior.

Siempre se dijo a sí misma que eran 'npc' y que no eran reales, pero la duda de si sería capaz de apretar el gatillo en la vida real, se había levantado en ella.

Matar a una persona no solo la afectaría a ella, sino que a sus alrededores.

¿Qué pasaba si esa persona tenía un hijo, esposa o nietos? Independientemente de las fechorías o las acciones que realizaba, era posible que hubiera alguien atrás que sufriera su muerte.

"Desde hace unos días he estado entrenando con algunos malhechores. No, matones, verdaderos malhechores. Esclavistas, asesinos y lunáticos." Reveló Nicole y mirando a Leslie directamente a los ojos, comentó. "Algunos no miden las consecuencias de sus acciones, son indiferentes y no tienen ningún límite. Cuando uno mira su historial es fácilmente darse cuenta de que perdieron su humanidad."

¿Qué clase de vida estaba teniendo en Sudamérica? Leslie pudo sentir algo de simpatía y a la vez entendió la razón por la cual maduró de esa forma.

"Creo que para asesinar debes pensar en diferentes preguntas… ¿Por qué lo haces? ¿Cuál es tu límite? ¿Y qué es lo que crees que sentirás? Tales preguntas no te cambiarán la vida, pero al final, puede ayudar." Declaró Nicole antes de seguir comiendo.

Leslie se quedó aturdida.

¿Por qué lo hizo?

¿Por qué estaba trabajando para la Empresa Cosmos?

Deseaba ser fuerte, es cierto y también quería seguir avanzando para no quedarse atrás de sus compañeros.

Ser heroína también le interesaba, pero no era al nivel de entregarse completamente a esa razón.

¿Entonces si no tenía una razón para trabajar para la Empresa Cosmos, porque debía asesinar?

Si lo hacía por 'trabajo', ¿cuál sería sus límites en el futuro?

¿No sería lo mismo que ser una asesina a sueldo?

Entendía que ser una francotiradora significaba que debía apretar el gatillo y que la posibilidad de acabar con la vida de su objetivo era demasiado alta, pero una situación era apretar el gatillo por alguna razón y solo apretarlo por deber.

Con demasiadas preguntas en su mente, Leslie comió en silencio.

******

Entrando a un edificio residencial, Clémentine caminó a espalda de Akira junto a Ryu Sujin y el monje Song.

Estaban siguiendo a una señora de una elevada edad.

Estaban en Japón, precisamente en la ciudad de Hiroshima y estaban en una misión que trataba sobre alguien que supuestamente fue poseído.

"Mi hijo tras un momento, empezó a actuar de forma extraña." Dijo la señora y dando una mirada seria, señaló. "Fue más activo y hablador, dejando de ser el joven tímido que se encerraba en su habitación. Se comportó muy bien y fue amable, como si quisiera convertirse en el hijo perfecto."

"¿Por qué considero que tal comportamiento era extraño?" Preguntó Akira con calma.

"Mi hijo es un buen niño, pero tiene sus momentos. Ya saben, en donde hace rabietas o se enoja con facilidad. Es normal." Respondió la señora y dando una mirada seria, declaró. "Pero no soy tonta. Sé diferenciar a mi hijo de otra persona. En este caso lo era."

La señora los invitó a su departamento y al ver que todo estaba en silencio, ella les hizo una señal para que la siguieran.

"Tal vez no 'desperté' como ustedes, pero fui una jugadora y visité Terra nova... He visto demasiadas cosas y he aprendido mucho." Dijo la señora y con una expresión fría, añadió. "Eso me permitió notar la diferencia en mi hijo, pero en ese momento no me deje llevar por miedo, sino que me prepare."

"¿Y lo llevo a la Iglesia del Tiempo y el Espacio engañándolo?" Dudó Akira con seriedad.

"Lo hice. Él se comportaba como un buen niño, obedeciendo completamente, pero lo engañe y lo lleve a la iglesia. Sin darle tiempo para que se resistiera y pudiera huir." Respondió la señora y dando un suspiro, comentó. "Pensé que estaba jugando con algo oscuro. Tal vez se dejó engañar para llamar a un dios malvado, sin embargo, ahora no sé si hice bien."

Con tales palabras abrió una puerta y dejo ver la habitación del interior, en el cual un joven estaba en la cama.

Clémentine observó el joven que parecía dormir con tranquilidad.

La señora actuó de forma espléndida.

Se dio cuenta de que su hijo actuaba raro y en vez de mostrar preocupación, decidió llevarlo a la Iglesia del Tiempo y el Espacio.

En donde su hijo se desmayó de forma repentina antes de entrar y debido a la conmoción los sacerdotes se acercaron para ayudarlo.

En este mundo había demasiadas cosas preocupantes y uno de los mayores peligros eran los rituales.

Que un demonio o algún jugador enseñara a los jóvenes a adorar a un dios demonio o maligno era para la desgracia de muchos, bastante común.

Las mismas escuelas enseñaban a no meterse con lo 'oculto' y mantenerse lejos de aquellos que ofrecían poder de forma ilimitada o supuestamente cumplían todos los deseos.

Contactar con alguna deidad era bastante simple, uno necesitaba conocer los 'títulos' de esa deidad y preparar un pequeño altar.

Si bien esas deidades no respondían a todos, algunos iban al extremo y preparaban 'sacrificios'.

La señora pensó que su hijo había estado en algo oscuro y por tal razón lo llevo a la iglesia, sin embargo, no encontraron nada en él.

"Los médicos y sacerdotes dijeron que despertaría en unos días, pero no lo ha hecho y así que volví a insistir." Murmuró la señora y con una fría, cuestionó. "¿Por qué alguien no desearía entrar a la iglesia y se puso tan frenético antes de entrar? Estaba claro que había algo raro."

La mujer no era para nada ingenua y por tal razón siguió insistiendo a la iglesia del Tiempo y el Espacio hasta que la iglesia local, paso el informe a los obispos, quienes sabían de la situación mundial.

Ahora lo enviaron a ellos.

"Entiendo su preocupación." Dijo Akira con una suave sonrisa tranquilizadora y tomando de la mano a la señora, comentó. "Trataré de ayudarla y con mi equipo haremos lo posible para verificar que es lo que le sucede a su hijo."

Su tono, su voz y su mirada consiguió que la señora se calmara lentamente y asintiera al final.

Akira demostró perfectamente su capacidad para tranquilizar a la otra parte y a la vez lo hizo de forma sincera.

No prometió que la ayudaría o que salvaría a su hijo, no tenía la confianza para decir tales palabras, pero aseguró que trataría de encontrar la causa por la cual su hijo no despertaba.

"Los dejaré solos... Si necesitan algo estaré afuera." Avisó la señora entendiendo que necesitaban privacidad.

Ryu Sujin levantó una barrera apenas la señora se retiró permitiendo que ellos pudieran tener la privacidad para comunicarse de forma abierta.

"Su pulso es estable. Parece dormido y no inconsciente." Dijo Akira al revisar el pulso del joven y dando un suspiro, murmuró. "Si hubieran contratado a todo mi equipo, podría pedir la opinión médica de Shao Ya."

Clémentine estuvo de acuerdo.

El joven estaba en sus quince años y daba la sensación de estar dormido.

El problema era que lo estuvo durante varios días y como si fuera poco, los médicos y curadores no encontraron ninguna causa aparente de su inconsciencia.

Incluso los sacerdotes no pudieron cambiar el resultado.

Por supuesto, todo fue a nivel ligero y nadie poderoso vino, no obstante, era preocupante.

La medicina cuando se combinó con la magia se volvió bastante impresionante y en este lugar estaba un ejemplo claro.

En la mesa de luz estaba el artefacto que ayudaba al joven dándole todos los nutrientes que necesitaba sin tener que comer o utilizar otros métodos para alimentarlo.

Lo hizo a través de la energía mágica para que su cuerpo se mantuviera en perfectas condiciones.

"No puedo sentir nada." Dijo Ryu Sujin tratando de forzar sus sentidos.

"Soy igual." Declaró Akira y luego le dio una mirada a Song y a Clémentine.

Clémentine por su parte forzó sus sentidos para que trataran de explorar al joven, tratando de ver algo más, pero no pudo encontrar nada.

No había nada raro y nada psiónico, como supuestamente habría según el informe que dio el Fénix.

Estaban en este lugar por esa razón.

La situación de este joven fue bastante extraña y concordaba con las características de ser poseído e incluso se demostró cuando el joven terminó inconsciente cuando fue a la iglesia.

Era posible que la entidad que lo poseyó huyera.

Los templos e iglesias de los dioses tenían 'poder' por sí mismo y por tal razón era considerado un lugar importante en cualquier parte.

"No puedes sentir nada, porque están explorando con sus sentidos físicos." Declaró Song y observando al joven dormido, comentó. "Él ha sido afectado en el ámbito de su 'conciencia'."

Tanto Akira como Ryu Sujin miraron sin entender, pero Clémentine comprendió a lo que se refería.

"Los curadores se encargan del cuerpo. Los sacerdotes pueden encargarse de la corrupción del 'alma', pero si se trata de la 'mente', solo un mago mental podría darse cuenta." Murmuró Clémentine y con una expresión seria, declaró. "O un psiónico puramente mental."

Song dio un asentimiento.

El cuerpo, el espíritu o alma y la mente eran diferentes campos de estudios altamente complejos y cuyo historial era alto.

Para un curador era imposible solucionar un problema de la mente, al igual que un mago mental era incapaz de curar una herida física.

"Vamos a ayudarlo." Declaró el monje Song y dando una mirada a Clémentine, pidió. "Ayúdame."

Akira le dirigió la mirada algo preocupada, pero Clémentine dio una expresión seria y asintió.

Estaba preparada para lo que sea que estuviera por venir.

Sentando en una posición de meditación junto a Song, Clémentine cerró sus ojos y siguió las indicaciones de ese monje para meditar profundamente.

Sintiendo la sensación de dejar su cuerpo, las luces brillantes empezaron a aparecer, siendo las dos más brillantes la que representaba a Akira y a Ryu Sujin.

Antes de que pudiera ver ese 'Velo', sintió que una onda psiónica la golpeaba suavemente y al sentir la familiaridad, se dejó llevar.

Esa onda le dio la 'fuerza' para que los alrededores se solidificaran y Clémentine pudo finalmente verse fuera de su cuerpo.

Su cuerpo real estaba meditando y su 'conciencia' había dejado su cuerpo por completo.

Los alrededores eran detallados y pudo ver que Akira daba una mirada preocupada mientras que Ryu Sujin estaba tan seria como siempre.

Esta no era la primera vez que hacia esto y antes no solo lo había hecho con el Fénix, sino que antes de venir aquí, el monje la ayudó a practicar.

Actualmente no tenía la fuerza psiónica para sacar su conciencia fuera de su cuerpo y por esa razón requirió que otro lo apoyara.

"Es impresionante, ¿no?" Preguntó Song y dando una mirada, señaló. "Ellas son fuertes, pero están centradas en algo más físico y no nos pueden ver. Solo aquellos con sentidos extremadamente agudos nos notarán."

Akira y Ryu Sujin estaban presentes mirando con seriedad sin ni siquiera poder verlas.

Clémentine en vez de dejarse llevar por esa sensación, le tocó el hombro a Akira y utilizando su fuerza mental logró que esa psiónica de hielo sintiera el toque de su mano.

No se había solidificado, sino que había utilizado su telequinesis para imitar la capacidad de su cuerpo y este era el aviso para Akira de que empezaría.

"Ten cuidado." Dijo Akira con seriedad.

Clémentine escuchó su voz con su verdadero cuerpo y a la vez de una forma misteriosa, con su conciencia.

Sin esperar la orden del monje, Clémentine empezó a extender su energía psiónica y forzó a su mente para que pudiera ver las 'luces brillantes'.

Tales luces brillantes representaban la fuerza mental de las personas, pero de otra manera representaba las 'conciencia' de esas personas.

Tanto Akira y Ryu Sujin brillaban de forma intensa y en cuanto a su cuerpo real y del monje, estaban opacados de forma sutil.

La conciencia estaba afuera, así que era normal que estuviera opacado, mostrando que ya habían dejado sus cuerpos.

Dirigiendo su mirada al joven inconsciente pudo ver que su cuerpo se superponía con una luz que brillaba sutilmente.

Era al nivel de cualquier persona común y no había nada raro en él, no obstante, la mirada de Song dejo en claro que era muy diferente a lo que pensaba.

"No solo hay rastros de que alguien ha ocupado su cuerpo, sino que literalmente parece haber dejado una trampa." Detalló Song y dando una mirada a Clémentine, dudó. "¿Seguiremos?"

¿Seguirían la misión?

La poderosa 'Bestia Santa' que los contrato le dio una misión a Clémentine para que sea la carnada y solo dejo al Song que la preparara.

Iba a ser la carnada y como una buena 'carnada' era necesario que cayera en la 'trampa'.

¿Seguiría con la misión y se pondría en riesgo o deseaba detenerse ahora?

Song no la estaba obligando y a pesar de que era poco hablador, era alguien amable.

También era fuerte y era uno de los seguros para salvarla si la situación lo requería.

"Sí. Vamos a seguir." Respondió Clémentine con una expresión decidida.

¿Por qué lo estaba haciendo?

¿Por la sed de saber que le podría brindar la psiónica más poderosa del mundo?

¿Era temor a que esas entidades psiónicas podía hacer?

¿Deseaba ayudar?

¿Quería aprender todo lo que pudiera para cuando eventualmente le sucediera algo que tenga que ver con el 'Velo' y lo que estaba en el 'Plano Astral'?

No, nada de eso.

Clémentine había visto sus emociones, sus miedos y en su actual estado entendía lo que la empujaba.

Era la curiosidad para aprender y por, sobre todo, explorar algo nuevo, como era lo que estaba por hacer.

Entendió que su capacidad no se centraba en la telequinesis y que podía hacer algo más que imitar las capacidades psiónicas de otros.

"Recuerda tu objetivo." Avisó el monje extendiendo una onda mental hacia Clémentine.

Clémentine pudo ver que su figura se volvía traslúcida y su mente se empezó a dividir.

Su conciencia literalmente se dividió en dos y empezó a sentir pensamientos dobles al igual que las emociones.

Controlando las emociones y organizando sus pensamientos, hizo que una de esas conciencias se volviera su títere y la otra se ocultó en lo más profundo de su ser.

La conciencia principal se convirtió en aquella que se ocultaba y el títere fue la conciencia secundaria, que fue 'modificada' para dejar ideas claras.

Si algo le pasaba a la conciencia secundaria, aunque la afectaría no sería lo suficiente como para que fuera mortal.

Este era uno de los secretos que le enseñó el monje y era una técnica muy compleja, que debido a la fuerza mental que requería, otro lo debía hacer por ella.

Esta técnica secreta era perfecta para cuando hiciera contactos con peligros a nivel mental.

Cualquier daño iría a la conciencia secundaria y en caso de que alguien dejara 'semillas', la conciencia principal lo sentiría y podría borrarla o desconectarse antes de que fuera afectada.

Y había algo más que el monje le enseñó.

"Voy a entrar." Declaró Clémentine acercándose a la luz brillante que representaba la conciencia del joven.

En vez imaginarse a sí misma como un cuerpo, se representó como una luz brillante más pequeña y cuando se acercó a la luz que representaba el joven, ella fue tragada.

Adentrándose a la conciencia del joven.