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Un gran premio.

Andrés miró el GPS de su reloj holográfico tratando de encontrar su posición.

"¿Dijo en la plaza central?" Murmuró Andrés con una expresión extraña.

Era el primer día y tenía que contactar con su superior para el trabajo que su jefa le mencionó.

Esa era la razón por la cual estaba en este lugar.

Caminando por medio de la ciudad, él se dirigió a la plaza en donde le mencionaron que esperara.

Técnicamente, la ciudad estaba en el territorio de Brasil, dentro del Imperio Sudamericano, no obstante, la variedad de cultura era visible.

Como un sudamericano, Andrés era alguien conocedor de su tierra y si bien era alguien que vino de Colombia y conocía mayormente a su país, aprendió sobre los otros países.

Actualmente, se encontraba viviendo en la Ciudad Atlántida gracias a la beca de la Academia de Héroes, pero al final del día, él era un sudamericano.

Los restaurantes, la gente y los edificios… Diferentes culturas de Sudamérica demostraban atisbos de regiones muy diferentes entre sí.

Desde la región argentina al sur del imperio hasta la región venezolana al norte.

Cada país tenía una cultura propia que era visible en los comportamientos, el habla, la comida y el modo de vestir.

Y en este momento todas esas culturas en vez de diferenciarse una de la otra se mostraba de un modo general… La Cultura Sudamericana.

Al igual que él le gustaba considerarse un sudamericano, otros eran iguales y tal sentimiento mostraban las calles de esta ciudad.

No se trataba de ser leal al imperio o nacionalista era un sentido de pertenencia que iba más allá de las lealtades a un país o a un gobernante.

Era la pertenencia a estas tierras y su gente.

Viendo los restaurantes que evidenciaban diferentes platos de varias regiones, Andrés no ocultó que se emocionó de ver comidas que deseaba probar.

La Ciudad Atlántida como una ciudad compuesta de turistas y extranjeros de todas partes del mundo, tenía sus zonas regionales en donde se encontraban restaurantes y todo tipo de lugares de entretenimiento de una región del mundo.

Sin embargo, aquí más allá de un simple barrio, sino que toda la ciudad.

Dirigiéndose a la plaza central, anotando algunos lugares que deseaba visitar él vio como un auto se detuvo al frente de él cuando estuvo por cruzar la calle.

Fue repentino y Andrés que ya tenía sus drones preparados para salir y soltar una descarga eléctrica, se detuvo.

"¿Andrés Silva?" Preguntó el conductor y al ver su mirada cautelosa, avisó. "Sube tu superior te está esperando aquí atrás."

Junto al aviso, la ventana trasera bajó y una joven mujer se reveló del otro lado.

"Sube." Ordenó la mujer.

Era joven de cabello rubio y lentes grandes, que dio la impresión de ser una típica bibliotecaria muy cuidadosa y estricta.

Más que una impresión parecía un hecho y si alguien le mencionaba que ella fue sacó su conjunto de alguna película cliché, lo creería.

Tratando de no dejarse llevar por sus pensamientos, él subió al auto, comportándose como un trabajador responsable a la espera de su superior.

El auto comenzó a moverse y la mujer usó su reloj holográfico proyectando una imagen visible para ella.

Si Andrés no hubiera visto fotos de esta superiora entre los recuerdos de donde trabajaba, hubiera creído que estaba siendo secuestrado.

Mientras dudaba de si preguntarle algo a su superiora Giselle, Andrés sintió una ligera sensación extraña cuando por su conexión su IA se volvió lenta.

Inmediatamente, sin mirar su reloj holográfico se concentró conectándose a la IA de su reloj holográfico y se dio cuenta de que le estaban robando toda su información.

Fue tan rápido que cuando intento abrir su reloj holográfico se dio cuenta de que era muy difícil detener la infiltración que había atravesado todo su sistema de seguridad.

Su mejor acción fue desconectar y apagar todo de inmediato.

"Eso fue inesperado. Pensé que todo sería silencioso, no creí que estuvieras tan atento." Dijo Giselle cuando Andrés estaba a punto de iniciar otras medidas de seguridad.

"¿Tú lo hiciste?" Preguntó Andrés con media certeza.

En realidad, lo venía venir, pero como alguien que trabajaba en una red de información, era mejor asegurarse de su seguridad antes de averiguar si era una prueba.

"Sí." Respondió Giselle y sin cambiar de expresión, se presentó. "Giselle Gilbert. Soy tu superior para esta misión."

Andrés se presentó con tranquilidad, aunque ya conocía su nombre y luego encendiendo su reloj holográfico verificó las medidas de seguridad y las fortaleció.

Su IA era potente, ya que fue dada por Liam y podía conectarse a la red para aumentar su capacidad de procesamiento.

Tal vez no era única, pero para su capacidad actual era aceptable.

Su reloj holográfico tenía la última tecnología y se elevó su seguridad con diferentes medidas, todo para convertir su reloj holográfico en un medio muy difícil de vulnerar.

"Solo estaba curiosa por ver si estabas preparado. No imagine que te mantuvieras conectado a tu IA. Por lo general soy más sigilosa que esto." Dijo Giselle ajustando sus anteojos.

Tal vez por su fallo se sentía ligeramente cuestionada.

"Fue casualidad. He aprendido a mantener un hilo conectado a mi IA en todo momento para casos de emergencia." Respondió Andrés dando una sonrisa simple, haciendo que pareciera que todo fue por pura suerte.

No mentía, ya que de verdad logró mantener una conexión con su IA, gracias a su habilidad y era excelente para mantenerse atento a todos los asuntos que ocurrían repentinamente.

Tal vez no sea como Liam que literalmente podía estar en una fiesta y a la vez su IA trabajando con su apoyo, pero Andrés trataba de mejorar.

Su respuesta disminuyó el sentido de derrota de Giselle, lo que hizo que Andrés suspirara aliviado en secreto.

Este era su primer trabajo y la verdad no deseaba ponerse en contra a su superiora.

"Entiendo que tienes la fiesta de apertura esta noche, así que seré breve." Dijo Giselle y proyectando su objetivo de misión, comentó. "Nuestro objetivo es ayudar a la red de información local a encontrar miembros de la mafia. O el cartel como lo denominan en este lugar."

Diferentes áreas lo denominaban de diferentes formas.

Los yukaza en Japón o las tríadas en china, pero todo era lo mismo.

El crimen organizado, mejor conocidos como la mafia del bajo mundo.

"Los rumores de venganza no son mentiras y no hay que menospreciar a los carteles. Antes se llamaban 'reyes', pero los tiempos cambian. Aunque su fuerza disminuyó, no fue lo suficiente." Explicó Giselle y al ver que Andrés lo miraba curioso, explicó. "Trabajamos junto al Imperio Sudamericano y la red de inteligencia del emperador trasmite su información. Ellos saben que hay algunos individuos que ya han entrado a esta ciudad."

La ciudad tenía muy pocas formas de adentrarse.

Los Portales Cosmos tenían una alta seguridad tanto mágica como tecnológica, así que era posible que fuera dejado afuera.

Los túneles que conectaban a otras ciudades seguramente estarían resguardados, no obstante, no significaba que no hubiera otras maneras.

Portales personales escondidos o magos espaciales era una de esas opciones.

"El torneo internacional es el momento perfecto para infiltrarse y provocar el caos. Es un evento que tiene la atención de todo el mundo y con un enorme número de turistas en el cual pueden esconderse." Contó Giselle y cuando vio que Andrés asentía, declaró. "Además, es el momento perfecto para realizar una venganza. No importa de qué tipo sea."

Venganza… Las formas que se podían vengar del emperador eran menores de lo que uno podía imaginar.

El Emperador era muy fuerte así que tratar de vencerlo era algo que solo un lunático que deseaba ver destrucción lo llevaría a cabo y estaba claro de que esa opción estaba fuera del límite de un cartel.

Sin embargo, realizar un acto que haga caer la reputación era posible debido a las circunstancias.

"¿Irán por los estudiantes?" Dudó Andrés con una mirada profunda.

Los mejores estudiantes de las grandes academias terminaron sufriendo heridas por la ineptitud del imperio sudamericano y bajo los ojos del emperador… Si, ese era un enunciado muy llamativo.

"Estudiantes, bombas o un sacrificio. Me gustaría pensar que los carteles no son terroristas o sectarios, pero el Emperador los ha presionado durante años y estoy segura de que ahora quieren demostrar que no han desaparecido." Respondió Giselle y agitando su cabeza, finalizó. "De cualquier forma, te enviaré registros para que los verifiques y cuando sea necesario te invitaré a la red para que prestes apoyo directamente."

"Entiendo. Cualquier cosa que necesites puedo ayudarte." Respondió Andrés con una expresión seria.

Tal como había mencionado Giselle no sabían lo que iban a hacer, pero en este mundo de locos era mejor evitar cualquier situación.

Cuando Giselle asintió, Andrés fue dejado en el mismo lugar que se lo llevaron.

Mirando el auto alejarse, no pudo evitar pensar que estaba en una misión de espías.

Suspirando al final, se dispuso a volver para asistir a la fiesta de apertura del torneo.

******

"Hay muchas personas…" Murmuró Nicole entrando en la sala del acto de apertura.

La sala era enorme y muy elegante, pero lo más impresionante era el número de personas que estaban presentes en este lugar.

Diferentes estudiantes de diversas academias y que eran distinguidos por los uniformes que llevaban.

Ellos estaban reunidos en sus propios grupos, hablando y conversando entre ellos mientras observaban a quienes serían sus oponentes y rivales en este torneo.

Los estudiantes presentes eran de todas partes del mundo y de prácticamente todos los continentes.

Esta era una fiesta en el sentido literal y la mayoría de los presentes eran estudiantes.

Los mozos pasaban llevando aperitivos y bebidas de toda clase mientras paseaban por toda el área.

El buffet todavía no iniciaba, pero esos aperitivos hicieron que los ojos de Alice brillaran.

"Solo hay muy pocos profesores." Señaló Clémentine señalando a un grupo de adultos que hablaba entre ellos.

Aurora miró en la dirección que apuntaba su compañera y pudo notar al grupo.

Era fácil diferenciar a un estudiante de un profesor debido a la forma que vestían.

Mientras los estudiantes estaban vestidos con sus uniformes de la academia, los profesores estaban vestidos con ropa de gala.

"Oh, ¿esa no es la profesora de la Academia Merlín?" Dudó Érica al mirar a una mujer elegante con un vestido de gala.

La Profesora Cécile Leroux devolvió la mirada y sus ojos brillaron cuando miró a Alice por unos segundos, antes de apartar la mirada de un modo elegante.

Al igual que todas las otras academias, la Academia de Héroes tenía su propio grupo en el que se encontraban reunidos.

Dentro de ese gigantesco grupo se encontraban pequeños grupos reunidos entre ellos y Aurora que vino como acompañante, estaba con los estudiantes en un lado un poco apartado.

Al igual que ellos estaban mirando a los presentes con curiosidad, otros los miraban con interés.

Aurora que llevaba una expresión tranquila, vio entre la multitud al Anciano Kernen y ese hombre se acercó junto a un estudiante de su grupo.

"No espere verte aquí." Dijo el Anciano Kernen y tras saludar, miró a su grupo que eran los mismos estudiantes que estaban con ella, y comentó. "Al parecer la academia envió a sus mejores estudiantes."

Era un cumplido simple y sincero que provocó que el estudiante que lo seguía, les prestara atención.

El Anciano Kernen no estaba siendo amable y el estudiante lo notó por tal razón estaba estudiante a quienes podrían ser sus rivales

El joven estudiante tenía una mirada seria y aunque era fría, no llevaba arrogancia o malicia, sino que era un semblante natural.

Al menos Aurora supuso que era de ese modo.

"Solo ignoren su mirada, Daniel es así con todos." Dijo el Anciano Kernen con una risa divertida y al ver que el joven lo miraba en silencio, tal vez ligeramente avergonzada por las palabras de un anciano, él se rio entretenido y añadió. "Rupert siempre dice que tiene un aspecto frío, pero un corazón cálido."

El estudiante llamado Daniel comprendiendo que no podía decir demasiado para detener al Anciano Kernen, quien sonreía como un abuelo.

"Su compañero también vino?" Preguntó Aurora cambiando el tema.

Conocía muy bien lo honesto que era el Anciano Kernen y no quiso dejarlo que avergonzara a su estudiante.

"Claro, claro. Solo que es una lástima que esta fiesta no estuviera preparado para recibirlo, pero se ha estado divirtiendo en su residencia." Respondió el Anciano Kernen animado seguramente pensando en su compañero y con curiosidad al recibir tantas miradas de los estudiantes de la Academia de Héroes, preguntó. "¿Participarás en el torneo o simplemente acompañas a tus estudiantes?"

El Anciano Kernen estaba dando una sonrisa muy amena, pero eran los ojos que mostraban curiosidad y cierta diversión junto a un toque de cautela, lo que llevaron a que Aurora sonriera.

Ambos habían trabajado juntos y se conocían bien, así que fue imposible que no pudiera darse cuenta de lo que pensaba.

"Personalmente no participaré." Respondió Aurora y al ver un ligero toque de alivio en el anciano, señaló a su compañera que estaba comiendo aperitivos y reveló. "Pero ella si lo hará…"

Si antes mostraba alivio, cuando miró a Alice, el Anciano Kernen dio un suspiro y tras dar una expresión extraño, suspiró y agitó la cabeza.

"No puedo decir demasiado cuando nosotros los superamos en número." Comentó el Anciano Kernen dando una sonrisa de diversión.

Los estudiantes de la academia de domadores de bestias tenían a sus compañeros a sus lados y el asunto era que a veces los mismos domadores eran usuarios de habilidades.

Estaba claro que lo superaban en número, pero en ese sentido la academia de magos en la sección de invocadores también podía superarlos en número.

Así que, si se encontraba una mercenaria veterana entre los estudiantes de la academia de héroes, no había mucho que decir.

Aurora se rascó la mejilla sin saber cómo reaccionar.

"Te dejaré. La competitividad es demasiada presión para mi edad." Dijo el Anciano Kernen antes de retirarse con una sonrisa.

La mirada que le daban a su grupo era bastante seria.

Había muchos estudiantes de diferentes academias y cada uno de ellos se quedaban en sus propios grupos, siendo los profesores quien iban a conversar con otros profesores.

Esta era una fiesta de apertura, pero no se estaba llevando a cabo para que los estudiantes interactuaran entre ellos.

Si no que parecía una fiesta que hizo que cada estudiante de las diversas academias mirara a sus rivales.

Tal atmósfera que buscaba analizar a sus rivales, estudiarlos y tratar de conocerlos no fue creado por las autoridades del torneo, sino que los estudiantes naturalmente empujaron esa presión.

Las autoridades permitieron que los estudiantes que luego competirían estuvieran en la misma sala, permitiéndoles que se conozcan e iniciaran una batalla de miradas.

"¿Eso no es ilegal?" Preguntó Marc que estaba en otro pequeño grupo cerca de ellos.

Su voz era fuerte lo que hizo que lo escucharan.

Cuando miraron a la dirección que Marc señalaba notaron a un grupo de estudiantes en la que la mayoría eran asiáticos.

"¿Por qué está molesto?" Preguntó Érica con curiosidad.

Estaban ligeramente separados entre ellos debido a la reciente conversación con el anciano Kernen, así que no habían notado su lejanía del grupo.

Los demás no entendieron la mirada de molesta de Marc.

"Esos son los estudiantes de la Academia de Psiónicos en Asia, Aetherium." Dijo Andrés y con un fruncir de ceño, explicó. "Su capitana es una coreana muy reconocida en su país, Ryu Sujin. Pero supongo que estará molesto por el joven a su lado."

Aurora miró a la jovencita que estaba en silencio y luego a su compañero que daba sonrisas entretenidas a aquellos que lo miraban.

La capitana era una mujer delgada y joven con facciones delicadas, que daba el sentimiento de ser una belleza oriental única.

Mientras que el joven asiático dio la impresión de alguien elegante y con dinero, cuya mirada destacaba por tener confianza y lo que parecía ser arrogancia.

Para Aurora parecía alguien arrogante, pero no era capaz de ver nada malo.

"Ambos son rangos S. El joven Xu Long no se ha registrado oficialmente así que es un Rango A, pero su fuerza es reconocida por ser la de un Rango S." Explicó Andrés al grupo y con una mirada extraña, murmuró. "Nadie piensa de una forma única…"

Ellos no fueron los primeros en traer a alguien de una fuerza mayor entre los Rangos A… Claro, al menos ellos lo escondieron un poco.

Otros estudiantes también dieron miradas al grupo dándose cuenta de las acciones tan 'injustas' de la otra parte.

"Marc, cálmate." Ordenó Edward que dirigía al grupo y dando una mirada seria, comentó. "Ellos están presentes porque las autoridades lo permitieron y técnicamente no van en contra de las reglas."

En las reglas de las autoridades, los estudiantes tenían que tener un rango oficial para unirse a los diversos equipos y no consideraba la fuerza personal o el historial.

Aurora trató de contener su sonrisa, ya que Edward conocía la fuerza de Alice.

Los otros estudiantes de Rango A que entendían más o menos la fuerza general de su compañera, mantuvieron expresiones serias como si no supieran nada.

Su pequeño grupo era el mismo.

Ninguno de ellos podía juzgar la otra parte cuando literalmente su grupo estaba haciendo lo mismo, solo que en secreto.

Como todavía la situación no empezaba, Andrés señalo los diferentes estudiantes y academias que reconocía.

Al ser la persona que recopiló información sobre esos estudiantes era conocedor.

La Academia Militar de Sudamérica, la Academia de Psiónicos Aetherium de Asia, la Academia de Domadores de Bestia Cernunnos de Suiza, la Academia de Magos Merlín del Reino Unido, la Academia de Aventureros de Estados Unidos, la Academia de Druidas de la India, la Academia de Zerzura en África.

Esas academias eran más reconocidas y prestigiosas, aunque se encontraban otras.

Algunas estaban centradas en un tipo de profesión, otras academias eran más generales y diversas.

Un ejemplo era la Academia de Zerzura que, a pesar de ser bastante nueva, educaba a muchos estudiantes de diferente clase y habilidad.

Si bien Aurora no conocía a los estudiantes e individuos de la Academia de Zerzura, ella los estaría apoyando.

Comparado con las otras academias, la Academia de Zerzura era pequeña y no tenía tanta fuerza a su espalda, pero que estuviera presente era de por sí impresionante.

Andrés había buscado bastante información y conocía a la mayoría, pero como el número de estudiantes era alto, no pudo conocer a todos.

Algunos estudiantes de Rango S que representaban diversas academias eran conocidos y otros no tanto.

Y al igual que Aurora, había otros estudiantes que vinieron del equipo de apoyo y otro grupo de estudiantes que era parte de las profesiones no combatiente, lo que fue imposible conocer a todo.

Aun así, se notaba que algunos estudiantes escondían más de lo que parecía.

En esta situación tensa donde los diferentes estudiantes se preparaban entre ellos, la situación cambio cuando las luces se apagaron dejando solo iluminando la plataforma del frente.

Entrando con el Emperador Víctor se encontraba el Director Vincent y un anciano que muchos reconocieron.

"¿Ese no es el líder del gremio de héroes?" Dudó Leslie al ver al anciano.

Los demás asintieron al mirar a ese anciano.

Logan Harris un reconocido Rango SS quien lideraba el gremio de héroes, esa reconocida organización que se encargaba de apoyar, registrar y gestionar a los héroes de todo el mundo.

Era conocido que ese hombre junto al Director Vincent y otros antiguos individuos ya retirados tuvieron una gran participación a la hora de crear el gremio de héroes.

Ellos llevaron que los antiguos individuos que usaban mascaras empezaran a registrarse oficialmente y a gestionarlos de forma eficaz.

Logrando que se convirtieran en una organización poderosa que administraba a los héroes y los apoyaba.

Ese mismo hombre también estaba involucrado con el Gremio de Aventureros y era un peso pesado, que la mayoría reconocía muy similar al Director Vincent.

Y ahora esos dos hombres reconocidos estaban junto a uno de los humanos más poderosos del mundo en el mismo escenario.

"¡Bienvenidos todos!" Exclamó el Emperador Víctor y dando una sonrisa, agregó. "Espero que estén disfrutando esta pequeña fiesta."

Estaba vistiendo un traje y la sonrisa que daba llena de diversión le dio una apariencia amigable más que imponente.

Sus ojos brillaban observando a los estudiantes, dándose cuenta de la atmosfera llena de competitividad y tal atmósfera le agrado.

"No diré un discurso emocionante o dejaré que mis compañeros lo hagan. Este es un torneo realizado para ustedes. Para que demuestren sus habilidades, pero no a unos viejos como nosotros." Dijo el Emperador Víctor y chasqueando sus dedos decenas de drones cámaras empezaron a aparecer por los alrededores.

Los drones estuvieron ocultos y al revelarse grabando cada sección de la sala y el escenario con él al frente de todos.

¿Ya había empezado la grabación? Aurora creía que los drones estuvieron grabando desde cuando la fiesta comenzó.

Algunos estudiantes y profesores fruncieron el ceño a que se los grabara sin su consentimiento o al menos aviso y aunque estuvieran molestos nadie se quejó.

Y menos frente al Emperador Víctor, quien estaba sonriendo divertido al ver las reacciones.

"¡Ustedes le demostrarán sus habilidades al mundo!" Anunció el Emperador Víctor, emocionando a los estudiantes y sonriendo mientras los miraba, detalló. "Y lo harán en los combates individuales, los combates grupales de diferentes rangos y cada desafío que se los presente. Todo el Torneo Internacional será trasmitido al mundo."

Cuando uno pensaba en la atención pública hacia el torneo internacional entonces sus palabras no sonaban para nada descabellada.

"Los turistas llenaran los coliseos y los escenarios, millones de personas los observaran y dependiendo de su rendimiento aquí, serán recordados durante años." Determinó el Emperador Víctor, sonriendo al sentir la presión de los presentes.

Lo hizo a propósito y se divirtió al ver la emoción y la presión de los estudiantes.

Quería que todos se sintieran presionados por lo que estaba por venir y lo consiguió.

Aurora pudo ver que hasta sus compañeras que iban a participar estaban tensos ante las palabras del Emperador Víctor, cuya sonrisa creció aún más.

Las autoridades ya les habían informado de que el torneo internacional se trasmitiría al mundo.

El Imperio se encargó de la publicidad y en este tomento el torneo estaba obteniendo la atención de todo el mundo.

"Después se les enviará la modalidad del torneo, pero hoy les diré cuáles serán los premios." Dijo el Emperador y sintiendo la expectativa, anunció. "La academia del primer puesto recibirá un elixir de mejora que hará que un Rango B ascienda con certeza al Rango A. Le dará chances para ascender a un individuo de Rango A y ayudará ligeramente a un Rango S."

"…"

Silencio.

Todos se quedaron en silencio completamente aturdido.

Ya era impresionante que ascendiera a un Rango B, pero darle chances a un Rango A era aún más increíble.

Un elixir de ese tipo que los ayudaría valdría millones… No, tal vez en una subasta se convierta en un objeto que muchos desearían.

Después de todo, para algunas personas era difícil ascender y ese método ayudaba para facilitar todo.

Para personas que estaban estancadas en su rango durante años, tales como Jordán, estos premios se convirtieron en un tesoro valioso.

Y era normal que ese joven mirara con ojos brillantes al Emperador al igual que decenas de otros estudiantes en la sala.

El Emperador continuo.

"En segundo premio los estudiantes que salga segunda tendrán la posibilidad de pasar a mi armería personal para buscar un arma, armadura u objeto de su gusto. No les voy a mentir, tengo algunos tesoros curiosos dentro." Reveló el Emperador Víctor riéndose con cierto misterio.

Parecía un premio bastante bajo si se comparaba con el primero, sin embargo, la emoción no disminuyó.

¿Quién era ese hombre?

Era el Emperador de un gran imperio y un individuo que era extremadamente fuerte, al mismo tiempo que era reconocido como un antiguo jugador poderoso.

Era de seguro que encontrarían objetos de sumo interés para los ganadores del segundo premio.

"El tercer premio serán cien millones que se dividirán entre todos los estudiantes presentes." Agregó como si fuera insignificante.

Era bastante dinero, pero cuando uno pensaba que se encontraban veinte estudiantes en la academia de héroes, entonces significaba que recibirían cinco millones cada uno.

Y si bien en la Academia de Héroes tenía un estudiante menos debido a que Vanessa venia para participar en dos profesiones, las otras academias también seguían obteniendo un premio bastante 'jugoso'.

"También habrá premios de consuelo, pero eso es lo de menos." Agregó sin darle demasiada importancia y con una sonrisa, comentó. "Les dejaremos que disfruten la fiesta. Hoy es día de ustedes, los jóvenes."

******

El Director Vincent caminó por el pasillo junto al Anciano Harris y el anfitrión de este torneo, el Emperador Víctor, quien estaba sonriendo ante sus acompañantes.

"Grandes premios." Murmuró el Director Vincent impresionado.

"Bueno, supongo que un antiguo jugador que sabía que Terra nova era real, seguramente tendría preparado una gran riqueza." Comentó el Anciano Harris.

Era un anciano ligeramente canoso que tenía una barba blanca bien ordenada y si bien parecía sereno, nadie podía cuestionar el poder que Logan Harris era capaz de ejercer.

El Emperador Víctor se rio entretenido ante ese comentario.

"La preparación no sirvió de mucho, ya que pase cerca de quince años en una odisea aterradora." Respondió Víctor y observando a su secretaria que lo estaba acompañando.

El Emperador Víctor fue uno de los pocos individuos que descubrió que Terra nova era real… No, sería más preciso decir que era uno de los pocos jugadores que se dio cuenta de que Terra nova era real y no un simple juego.

También fue uno de los pocos que sabía lo que seguiría cuando el 'juego' terminara.

Y como todo individuo que sabía se preparó para las eventualidades.

Aunque su preparación y tener idea de lo que sucedería no ayudó demasiado, cuando el Gran Cataclismo fue tan caótico.

Él en Terra nova era un poderoso jugador y no importa cuán fuerte fuera en ese lugar, en la tierra era un simple humano promedio que no destacaba tanto.

Y a pesar de que guardo toda su riqueza almacenándola en Terra nova, no pudo disfrutar el fruto de su esfuerzo cuando la conexión con Terra nova se retrasó más de lo que había esperado.

"Su Majestad ya he preparado su invitación." Mencionó Ersin que lo miraba tan serio como siempre.

El Emperador Víctor salió de sus pensamientos y dando una sonrisa invitó a sus compañeros para que lo siguieran.

"Solo los dos primeros premios son importantes, el tercer premio carece de entusiasmo." Murmuró el Emperador y agitando su cabeza, se quejó. "Estaba pensando en dar quinientos millones, pero fui detenido."

Un individuo de su poder representaba en esencia que el dinero no tenía significado.

Solo dirigirse a las amazonas para cazar bestias mágicas podía hacer que consiguiera varios millones en unos días.

Tanto el Director Vincent como el Anciano Harris suspiraron ante esa actitud e ignoraron como Ersin daba una mirada punzante a la persona que debía servir.

Cuando llegaron a la sala, esa elfa de cabello blanco sirvió varias tazas de té y se quedó a espalda del Emperador Víctor, quien disfrutó de un trago y proyectaba una imagen.

"Los premios valen la pena." Murmuró Víctor viendo la protección de la 'fiesta'.

Si antes los estudiantes estaban analizando a los rivales, esta vez la atmósfera cambió en su totalidad y en vez de una fiesta, parecía una jaula gigante con animales salvajes encerrado en el interior.

La tensión se podía sentir incluso mirando la proyección y era a un nivel aterrador.

El primer premio era demasiado atractivo y valioso.

Un tesoro que incluso individuos de altos rangos y más viejos le gustaría conseguir, ni hablar para algunos estudiantes, como los que estaban en esa fiesta.

"Supongo que cuando tienen un elixir que es capaz de ayudarlos ascender de rango, todos se emocionarían." Murmuró el Director Vincent frunciendo el ceño.

Un elixir costaba millones y más cuando era tan potente y eficaz como el que estaba dando el Emperador Víctor.

Se trataba de un elixir que ayudaría a cualquier Rango B a ascender de rango.

Algunos individuos habían estado entrenando durante años y al final no pudieron atravesar esa fina línea de ascenso, quedándose estancados.

Sin embargo, ahora con ese elixir podían lograrlo.

Un elixir para todas las especialidades, para todos los individuos no importa si tenían talento o una habilidad innata… Ese era el premio de este torneo y era lo que estaba en juego.

Como si fuera poco no era un elixir para un estudiante o el mejor, sino que era un elixir para cada estudiante de la academia vencedora.

Ya fuera combate o no combatientes, cada estudiante recibiría el premio si su academia ganaba.

Era un elixir verdaderamente mágico, ya que a veces los muros que retenía a los estudiantes para el ascenso no era algo físico, sino que estaba relacionado más a la iluminación y entendimiento.

Como si fuera poco, este elixir aumentaría las posibilidades de un rango A.

Era normal que la tensión aumentara y el deseo de ganar se elevara, lo suficiente como para parecerse bestias.

Superar la barrera y alcanzar el rango S no era fácil.

El Director Vincent suspiró.

¿Y cómo no lo haría? Un solo premio llevaría a que los estudiantes fueran totalmente competitivos.

"Con esto los estudiantes darán lo mejor para demostrar su fuerza." Dijo el Anciano Harris y asintiendo contento, murmuró. "Le demostrarán al mundo que los jóvenes están preparados para protegerlos."

Esto no era un juego y una forma de entretenimiento para evitar que los portales abismales sean el foco principal.

Al trasmitirlo al mundo se buscaba que los mejores estudiantes de la academia demostraran a la humanidad, que los jóvenes podían defender este mundo de cualquier suceso.

"Habrá algunas quejas sobre esos estudiantes que ocultan su verdadera fuerza." Dijo el Director Vincent.

"¿Y? Nadie les hará caso. Si juegan esos trucos para ganar es excelente, mientras no hagan nada ilegal no me importa cerrar los ojos." Respondió el Emperador Víctor.

Esas pequeñas astucias harían que su torneo internacional fuera más divertido.

"¿Y los rumores?" Preguntó el Anciano Harris cambiando de tema.

Había algunos rumores desagradables que viajaban por el bajo mundo y a esos rumores se refería el Anciano Harris.

"Venganza… Seguramente ya han entrado a la ciudad, el departamento de inteligencia del imperio se está encargando de rastrearlo, pero no es algo fácil. Muchos de ellos son astutos e inteligentes, saben cómo esconderse." Respondió el Emperador Víctor.

Que sea poderoso no significaba que pudiera lograr todo lo que buscaba, en ese sentido era problemático encontrar a aquellos miembros de los carteles que estaban en la ciudad por venganza.

Algunos individuos se escondían muy bien y sabían ocultarse perfectamente a los ojos del público y de las autoridades.

Los avances mágicos y tecnológicos ayudaban a encontrar esos individuos, pero también les daba la posibilidad a ellos para ocultarse mejor.

"De todas formas, las autoridades imperiales están atentos." Aseguró el Emperador Víctor y sonriendo ferozmente, declaró. "Al final ellos no importarán una vez que se realice el plan de limpieza."

Al igual que en el torneo internacional, las supuestas tensiones diplomáticas entre los dos gigantes de América, también ocultaban un secreto.

De esta forma era el modo que los poderosos se movían.

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