Por alguna razón, esta noche no tenía el control de sus emociones. Antes, incluso si estaba de mal humor, aún podía mantener la calma ante un proyecto difícil de manejar. Sin embargo, en este preciso momento, estaba insoportablemente molesto, incluso fatigado.
Su teléfono sonó.
Mu Yazhe contestó y la voz balbuceante de Mu Yichen se escuchó.
—Papi…
—¿Hmm? ¿Qué pasa? —preguntó Mu Yazhe.
—Papá, mi corazón está adolorido otra vez. Ayer tuve un sueño; soñé con mami…
El coche deportivo se detuvo abruptamente.
Al bajar la ventanilla del auto, apareció el rostro sombrío de Mu Yazhe.
—¿Hmm? ¿Mamá?
¿Mu Wanrou?
—¡No esa mamá! Soñé con una mujer bonita que gentilmente decía un nombre, pero no era el mío… Oh…¡No estoy seguro! De todas maneras, soñé con ella y me sentí a gusto, era tan acogedor, como…
La voz juvenil se detuvo por un momento antes de que él continuara, refunfuñando: —¡No me gusta la mamá de aquí! Ella no es nada amable. A Yichen no le gusta ella… Papi, no quiero a la mamá de aquí. Quiero la mami de mis sueños…
El pequeño estaba llorando y siendo obstinado al otro lado del teléfono. A pesar de que el rostro de Mu Yazhe reflejaba su malhumor, su voz era inesperadamente gentil.
—Sé bueno, Yichen. Pórtate bien, ¿de acuerdo? ¡Papá está en camino a la casa para estar contigo!
—¡Está bien! ¡Te esperaré, papi!
La llamada terminó. Las comisuras de sus labios bajaron lentamente.
¿La gente… realmente tenía telepatía?
El médico le dijo que, dado que el Pequeño Yichen tenía un gemelo, podría llegar a tener telepatía con su hermano. Sin embargo, cuando la muchacha dio a luz a los dos niños, uno de ellos ya no respiraba al nacer…
Después del parto, envió gente a ese hospital para preguntarle al personal a cargo del parto acerca del paradero del cuerpo del niño. Quería darle al niño un entierro adecuado. Sin embargo, todos afirmaron que ya se habían hecho cargo de él.
Lamentó profundamente la pérdida en ese momento. A pesar de esto, desde que el Pequeño Yichen podía recordar, había estado mencionándole sus sueños acerca de su hermano menor.
Afirmó que su hermano menor tenía rasgos limpios y refinados y que se veía exactamente igual a él. Dijo que era como si se mirara en el espejo, complemente idéntico.
Anteriormente, Mu Yazhe había pensado que la telepatía entre gemelos era una tontería.
Sin embargo, hubo una vez cuando el Pequeño Yichen tuvo fiebre alta y el médico de cabecera le colocó una inyección intravenosa. Mientras estaba en cama, seguía llamando inconscientemente: —Mami… Mami…
Sonaba indefenso y dependiente y no indiferente, como solía serlo con Mu Wanrou.
El pequeño Yichen podría haber llamado a Mu Wanrou "mamá" a diario, pero él nunca fue cercano a ella.
Cuando se despertó, gritó con fuerza. Mu Wanrou quiso abrazarlo, pero él gimió y rechazó su toque.
Siguió gritando.
—Yichen tiene un hermanito. Mi hermanito está enfermo… Yichen tiene el corazón roto… Desconsolado…
En ese entonces el otro niño no fue salvado, entonces, de dónde había salido este hermano menor?
Nadie creyó en sus palabras ya que era un niño. Las palabras de los niños no causan daño y pesan poco.
El Pequeño Yichen finalmente dejó de mencionar sus sueños.
Sin embargo, desde ese momento, fue más distante hacia Mu Wanrou.
***
El día siguiente fue una jornada de trabajo tranquilo.
No obstante, por la tarde, un incidente inesperado hizo que Yun Shinshi perdiera su trabajo.
Originalmente, Yun Shinshi planeaba pasar una propuesta al jefe de su área después del almuerzo. Justo cuando salía, unos cuantos jóvenes vagos, vestidos como pandilleros, hirieron descaradamente a los guardias de seguridad en la entrada de la compañía. Irrumpieron en su oficina, echaron una fila de mesas y gritaron su nombre.
Su irrupción asustó a todos en la oficina. Unos pocos notaron los tatuajes en sus cuerpos y se acurrucaron en una esquina. Se rumoreaba que estos jóvenes eran pandilleros bien conocidos de cierta calle de la capital y tenían poderosos partidarios. ¿Yun Shishi había provocado a estas personas?