Luego de que el avión fue impactado, Xinghe tuvo su primera experiencia de caída libre y lo rápido que era. Sucedió tan rápido que un humano normal no tendría los reflejos para hacer nada más que bajar siguiendo el avión, tirado por la gravedad. Por supuesto, Mubai no era alguien normal. Xinghe no podía entender cómo se las arregló para ponerle un paracaídas en un momento tan corto y de alta tensión. No sólo eso, sino que incluso logró abrir la puerta del avión y la empujó, dándole una oportunidad para sobrevivir.
Los pensamientos de Xinghe no podían seguir el ritmo de sus acciones. Ella todavía estaba conmocionada por el ataque cuando fue empujada fuera de la puerta. Ni siquiera tuvo la oportunidad de mirarlo por última vez. Su mente no podía imaginar la posibilidad de que esta fuese la última vez que se vieran.
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