Capítulo 320: Corrupción (2)

Kurama lentamente abrió los ojos luego de recordar los eventos que lo habían traído a este oscuro lugar, solo para sentir como su ira crecía nuevamente. Él solo deseaba escapar y traer destrucción al mundo que lo traicionó, solo para sentir el placer de ver sus rostros llenos de terror, aunque una pequeña parte de él seguía luchando por mantener la cordura - "¿Por qué?"

"Porque ese es nuestro destino..." - la voz de Kaguya resonó en sus oídos, como si fuera una dulce melodía llena de veneno.

"¿Por qué?" - Kurama repitió la pregunta

"Porque somos temidos por nuestros poderes divinos" - la voz femenina de Kaguya se había vuelto su único pilar, su única compañía, aunque no sabía si era la verdadera Kaguya que lo había maldecido, una creación de su subconsciente.

"¿Por qué?" - preguntó Kurama una última vez, como si estuviera esperando una respuesta diferente mientras se aferraba a la poca estabilidad mental que le quedaba, sin notar como otra parte de su cabello cambiaba a de rojo a blanco.

"Porque así son los humanos. Tienen miedo a lo desconocido, temen ser despojados de su deseo por controlarlo todo" - respondió Kaguya mientras reía con desdén.

"¿Todo lo que hice fue por nada?" - preguntó Kurama mientras se mordía el labio.

"Sí... tu sacrificio fue inútil porque lo perdiste todo"

"¿Estuvo mal pelear por la paz?" - rugió Kurama mientras otra parte de su cabello se volvía blanco.

"Tu paz solo fue una ilusión, una burbuja que iba a explotar en cualquier momento, solo para mostrarte la verdadera cara de la humanidad que tanto defendiste..."

Kurama guardó silencio cuando escuchó esto mientras sentía como algo dentro de él cambiaba.

"Solo un poco más..." - sonrió Kaguya mientras veía como los cabellos de Kurama cambiaban de color, todo gracias a su influencia, o mejor dicho, los fragmentos que él había devorado de su forma Bijuu - "Pronto abrirás los ojos ante la verdad, pronto descubrirás como YO tenía razón..."

El cabello rojo de Kurama, lentamente estaba cambiando a un color tan blanco como el de Kaguya.

"Los dos somos chakra, los dos somos inmortales, sin contar que eres uno de mis descendientes..." - dijo Kaguya mientras acariciaba la mejilla de Kurama - "Solo necesitas un pequeño empujón para que seas como yo..."

El cambio en la coloración de Kurama no solo significaba que estaba asimilando parte de la esencia de Kaguya y en el proceso activando su dormida herencia Otsutsuki, sino también el grado de corrupción que la Diosa Conejo estaba causándole.

"Nosotros no necesitamos amor,no necesitamos respeto..." - continuó Kaguya mientras veía su obra maestra, el hombre que había peleado de igual a igual con ella estaba cayendo cada vez más profundo en un abismo lleno de desesperación - "¿Por qué desear amor si solo nos causa dolor? ¿Por qué desear el respeto de otros cuando podemos gobernarlos a través del miedo?"

"Compañerismo, amistad, familia, todo eso es para las existencias débiles" - dijo Kaguya con frialdad mientras una cruel sonrisa aparecía en sus labios al ver como el cabello antiguamente rojo de Kurama, estaba a punto de volverse completamente blanco, pero su expresión cambió cuando escuchó un grito que resonó en el lugar - "¡No es cierto!"

"!" - Kaguya abrió los ojos en sorpresa mientras sentía como su ira crecía - "¡Tú! ¡¿Cómo es que sigues aquí?!"

* * *

Kurama lentamente abrió los ojos y notó como una mujer de ojos perlados lo estaba observando detenidamente - "¡Tú!"

"Tranquilo, no vengo a hacerte nada malo..." - dijo la mujer mientras negaba con la cabeza - "Se podría decir que incluso quiero ayudarte..."

"No necesito tu ayuda, Kaguya" - gruñó Kurama con maldad.

"Créeme, necesitas mi ayuda si estás siendo corrompido por todas las emociones negativas del Shinju" - respondió Kaguya mientras negaba con la cabeza.

"!" - Kurama abrió los ojos en sorpresa cuando escuchó esto - "A caso..."

"¡NO LA ESCUCHES! ¡ELLA SOLO QUIERE VERTE SUFRIR!" - gritó Kaguya desde la lejanía - "¡ELLA SOLO QUIERE SENTIR EL PLACER DE VER TU SUFRIMIENTO CUANDO VEAS COMO TODOS TE APUÑALAN POR LA ESPALDA!"

Kurama se tomó la cabeza mientras gritaba con dolor.

"¡NO LOS NECESITAS!" - rugió Kaguya mientras su silueta aparecía frente a Kurama - "¡ELLOS TE ABANDONARÁN, TE DARÁN LA ESPALDA!"

"¿En verdad sucederá eso?" - preguntó la segunda Kaguya, una que parecía ser una mujer común y corriente - "¿Es eso lo que realmente piensas?"

"!" - Kurama nuevamente abrió los ojos mientras contemplaba las palabras de la Kaguya 'buena' - "¿En verdad pienso eso?"

"¡ASÍ ES! ¡ELLAS TE VAN A TRAICIONAR!" - la voz de Kaguya se hizo más fuerte, pero Kurama no le prestó atención, él solo se concentró en las palabras de la Kaguya 'buena'.

"Sé muy bien que tú las conoces mejor que nadie..." - dijo Kaguya con una sonrisa mientras miraba al hombre de cabello blanco - "Tú no necesitas que nadie te diga lo que ellas piensan"

"¡LA GENTE QUE TANTO DESEAS PROTEGER, UNO DE ESTOS DÍAS TE TRATARÁN COMO UN MONSTRUO!" - gritó Kaguya, quien por algún extraño motivo estaba asustada. Ella podía ver como la zona en la que estaban, estaba empezando a romperse lentamente.

"No es cierto" - murmuró Kurama mientras comprendía la verdad. Él lentamente levantó la mirada y observó a la Kaguya 'buena' - "Gracias..."

"Si quieres agradecerme, entonces ayúdame..." - respondió Kaguya mientras sus ojos brillaban ligeramente.

"Ok..." - murmuró Kurama mientras el lugar empezaba a temblar.

"¡NO!" - rugió Kaguya mientras miraba a Kurama con odio y miedo, solo para notar como el espacio se quebraba como un espejo - "¡NOOOOOOOOOO!"

"Gracias, Kaguya..." - murmuró Kurama mientras miraba a las dos Kaguya, solo para que todo el lugar se iluminara con un potente color blanco.

* * * * *

"¡¿Qué está pasando!?" - exclamó Kaguya al sentir como perdía la conexión con su técnica, solo para sentir la mano del hombre de cabello blanco tomando su muñeca - "¡Suéltame!"

". . ." - Kurama lentamente levantó la mirada, solo para mostrarle un ojo que ella conocía bastante bien.

"¡No! ¡Imposible!" - exclamó Kaguya mientras hacía todo lo posible por intentar separarse del Uzumaki. Ella tenía una expresión de absoluto terror, porque el ojo que la estaba observando, no era otro que un Rinne Sharingan perfecto - "¡Déjame ir!"

Kaguya podía sentir como su fuerza estaba siendo bloqueada por algo y no podía hacer nada para escapar, cosa que la estaba aterrando aún más, después de todo, ella nunca se había sentido tan débil, ni siquiera en los momentos antes de consumir la Fruta de Chakra.

"Gracias..." - dijo Kurama mientras observaba a la mujer, sin importarle los cambios en su cuerpo producto e la influencia de la Otsutsuki había tenido sobre él - "Gracias a ti comprendí muchas cosas, cosas que antes había ignorado y ahora siento que te comprendo un poco mejor..."

Kaguya estaba temblando por el miedo, ella se sentía como una mujer mortal que estaba a merced de su atacante, una simple mujer que no podía hacer nada para defenderse.

"Yo que viví una vida llena de odio, dolor y tristeza" - murmuró Kurama mientras miraba a la aterrada mujer directo a los ojos - "Yo que fui tratado como un monstruo, un arma, un ser sin consciencia..."

Kaguya estaba cada vez más temerosa porque podía sentir la empatía del hombre frente a ella.

"Yo... era como tú... pero cambié cuando eso ocurrió..." - dijo Kurama mientras su cuerpo empezaba a brillar con un intenso color dorado - "Tú me hiciste pasar por una situación similar a la tuya, es por eso que ahora te entiendo y comprendo completamente que es lo que deseas..."

"¡Tú no sabes nada!" - rugió Kaguya mientras rugía con furia. El miedo había quedado atrás luego de que Kurama dijera esas palabras.

"Te entiendo, es por eso que te ayudaré..." - respondió Kurama con una sonrisa mientras ponía su mano en el rostro de la mujer.

Kaguya intentó retroceder porque algo dentro de ella estaba rogando que escapara, pero el agarre de Kurama no estaba dejándola moverse ni un centímetro.

"Tu odio, tu miedo, toda tu corrupción..." - dijo Kurama mientras sus dedos tocaban la blanca piel de Kaguya, solo para que ella sintiera como el Shinju estaba gritando con miedo.

"¿Eh?" - Kaguya no comprendí que era lo sucedía, ella solo se quedó quieta mientras la culpa de sus acciones empezaba a amontonarse en su interior - "¿Qué fue lo que intenté hacer?"

Ella observó al hombre frente a ella y comprendió que era lo que sucedía - "Tú..."

Él estaba absorbiendo toda la corrupción del Shinju, todas emociones negativas que el Dios Árbol había consumido en su crecimiento. El odio acumulado de miles de personas, estaba siendo purificado lentamente por el chakra de Kurama mientras las lágrimas se acumulaban en los ojos de la Diosa Conejo.

"Hagoromo... Hamura... lo siento..." - dijo Kaguya antes de caer al suelo inconsciente.

"Madre..." - los dos hijos de la diosa aparecieron cuando escucharon su llamado, solo para notar como Kurama estaba completamente quieto.

"Gracias..." - dijeron los dos viejos hombres mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Ellos no podían contener la felicidad de por fin saber que su madre había vuelto a la normalidad, too gracias al chico que estaba frente a ellos.

Kurama no solo había logrado derrotar a Kaguya, sino que había logrado purificar el mal que la había estado atormentando por milenios.