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Capitulo 182: Cuando quieras, Anciana

"¡¿Donde carajos está?!" - exclamó Kurotsuchi, quien había sido acomodada en uno de los hoteles más importantes de Konoha luego de que ella junto a su grupo fuera escoltado de la mansión Hokage - "¡Se supone que en estos momentos deberíamos estar peleando y yo ganando!"

"Kurotsuchi-sama... tiene que comprender que la situación es grave..." - dijo uno de los Iwanin - "Tiene que comprender que hay momentos en que las cosas no saldrán como desea"

"Sin contar que Kurama dono le ha ganado tantas veces que me sorprende que todavía crea que le puede ganar" - dijo el otro shinobi de Iwa, solo para empezar a sudar al sentir el aura de la nieta del actual Tsuchikage.

"¿Ho~?¿A caso escuchó que alguien me está llamando débil?" - preguntó Kurotsuchi mientras sus ojos rosados brillaban con maldad.

"¡N-No me refería a eso, Kurotsuchi-sama!" - exclamó el Iwanin con terror. Él no tenía el nivel de Kurama como para poder defenderse de la chica de cabello negro - "¡S-Sólo trataba de dar mi punto de vista!"

"¡L-Lo que compañero trataba de decir, Kurotsuchi-sama, es que sería mejor idea que continuara con su riguroso entrenamiento para que así no siga perdiendo su honor ante Kurama-dono!" - exclamó el otro escolta de la chica.

"Ya veo... ustedes no tienen confianza en mi fuerza..." - dijo Kurotsuchi con una tierna sonrisa - "¡Supongo que tendré que mostrarles de que soy capaz!"

"¡Espere, Kurotsuchi-sama!¡No estamos en Iwa!" - gritaron los dos shinobis mientras el sonido de una batalla y explosiones, resonaba en la habitación.

"Ugh... tendré que hablar con Kakashi-sama sobre la remuneración por daños y molestias a los demás clientes..." - dijo la dueña del hotel mientras su expresión cambiaba a una de tristeza al ver como una gran cantidad de lava corría por las paredes de su hotel, aunque el lado positivo era que esta se enfrió casi de inmediato.

"Juro que voy a enseñarles a esos bastardos..." - murmuró la chica de Iwa mientras bajaba por las escaleras y se dirigía a la entrada del hotel para poder encontrar a su objetivo.

La dueña del hotel solo guardó silencio porque no quería tener problemas con una chica tan violenta, aunque luego de ver que ella había desaparecido, ella corrió hacia la habitación asignada de la chica, solo para ver como esta estaba completamente destruida y dos shinobis estaban completamente atrapados en lava endurecida - "Mejor llamo al hospital..."

* * * * *

"¿Donde estás, Uzumaki Kurama?" - preguntó Kurotsuchi mientras miraba alrededor - "Aunque sería una mejor opción dejar eso a un lado y mandarle un mensaje al viejo explicando algunas cosas... no... todavía no tengo tanta información..."

Kurotsuchi frunció el ceño al notar que ella no sabía nada sobre la situación, así que tomó la decisión de ir donde Kakashi para ver si podía conseguir algo de él. Por mucho que sus aldeas se odiaran, eso no significaba que no hubiera terreno para poder hablar o negociar, después de todo, a pesar del estado actual de Konoha, ellos todavía tenían a sus más fuertes exponentes, así como el Jinchuriki que fue capa de derrotar al Tsuchikage.

"¿Pero si no es la marimacho de Iwa?" - dijo un voz seductora.

"Esa voz..." - murmuró Kurotsuchi mientras su ceja temblaba ligeramente, solo para mirar en dirección del origen de la voz, viendo que no era otra que una sexy mujer de cabello color castaño rojizo - "La perra de Kiri... ¿qué haces aquí?¿A caso estás tratando de conseguir un nuevo consolador?"

"No necesito esas cosas" - bufó Mei mientras miraba a la chica - "No cuando estoy comprometida, aunque no puedo decir lo mismo de ti, Kurotsuchi... no cuando no hay hombre alguno que se interese en una chica que solo se la pasa entrenando y actúa como hombre"

La mirada entre las dos mujeres empezó a prácticamente irradiar rayos mientras ellas sonreían con maldad.

"Si quieres pelear, solo tienes que decirlo" - dijo Kurotsuchi con frialdad - "Además, ¿tú comprometida? No sabía que sabías bromear... es imposible que un hombre se interese en una mujer que no sabe cerrar sus piernas"

La ceja de Mei empezó a temblar cuando escuchó las palabras de la chica de Iwa. Si bien ella no era virgen, no significaba que fuera una perra como ella decía.

"¿Oh~?¿A caso toqué un punto sensible?" - preguntó la nieta del Tsuchikage mientras soltaba una pequeña carcajada.

El chakra de Mei empezó a liberarse poco a poco mientras la temperatura del lugar aumentaba con el paso de los segundos - "Supongo que voy a tener que enseñarte a tratar con respeto a tus mayores"

"Cuando quieras, anciana" - respondió con desdén la chica de Iwa.

"Ok, tú te lo buscaste" - dijo Mei con furia mientras se lanzaba contra la chica de cabello negro, solo para frenar cuando estaba medio camino de llegar donde su oponente - ". . ."

"¿Por qué te detuviste?¿A caso tienes miedo de pelear y perder?" - preguntó Kurotsuchi mientras se mofaba de su enemiga.

"No... es solo que si peleo, no solo destruiría los alrededores, sino que metería en problemas a mi PROMETIDO" - dijo Mei con neutralidad.

"Sigues repitiendo prometido pero todavía no dices quien es" - dijo Kurotsuchi mientras fruncía el ceño. Ella todavía no podía creer que la solterona frente a ella tuviera un hombre dispuesto a casarse con ella.

"Lo conoces muy bien, pequeña tabla de planchar, después de todo, él te ha pateado el trasero 99 veces" - respondió Mei con desdén.

"¿Eh?" - Kurotsuchi no supo como reaccionar ante las palabras de la mujer así que preguntó para corroborar sus suposiciones - "¿Uzumaki Kurama?"

"Exacto" - asintió Mei mientras inflaba su pecho con orgullo - "Me tomó un buen tiempo en lograrlo pero lo hice"

"Ok, esto es extraño..." - dijo Kurotsuchi mientras fruncía el ceño - "Sabía que eras una ramera pero nunca pensé que llegarías tan lejos como para intentar casarte con un chico que es mucho menor que tú..."

La furia de Mei solo creció cuando escuchó esto porque la chica de Iwa no solo estaba insultado sus sentimientos, sino que los estaba pisoteando con dureza.

"¿Qué tiene de malo la diferencia de edad?" - preguntó Mei mientras fruncía el ceño - "Que yo sepa, tu abuela podría haber sido la hija de tu abuelo por la diferencia de años que había entre los dos..."

"Touche..." - asintió Kurotsuchi mientras sacudía la cabeza - "Aunque eso se puede decir que sucedió por la necesidad de Iwa... mi abuelo tuvo que casarse con mi abuela porque los dos eran los shinobi y kunoichi con mayor potencial de la aldea"

"Bueno, a mi también me pasa algo similar" - respondió Mei con el ceño fruncido - "Soy la última miembro del clan Terumi, así que tengo que encontrar un buen esposo para poder mantener vivo a mi clan... es por eso que elegí al shinobi con más talento de las Naciones Elementales, sin contar que es guapo y sabe como tratar a una mujer... no podría haber pedido una mejor pareja para esta alianza"

"Ahora que lo pienso... ¿por qué es que te estoy dando escusas cuando esto ni siquiera te concierne?" - preguntó la mujer de Kirigakure no Sato mientras fruncía el ceño - "Como sea, tengo que ir a la mensajería para que manden un reporte urgente hacia Kiri..."

Kurotsuchi frunció el ceño cuando vio partir a la mujer de cabello castaño rojizo mientras caía en un profundo silencio - "Mejor dejo eso para otro momento, ahora tengo que ir a hablar con Kakashi y encontrar a ese bastardo pelirrojo para poder derrotarlo y llevarlo a Iwa a que acepte su castigo por mancillar nuestro honor..."

La chica continu�� con su travesía hacia la Mansión Hokage, solo para fruncir el ceño nuevamente al ver la gran cantidad de tiendas con productos con el rostro de Kurama, cosa que estaba haciendo que su furia creciera porque obviamente toda esa mercancía le hacía recordar todas las veces que el pelirrojo le había dado una paliza

Kurotsuchi intentó ignorar todo a su alrededor, pero mientras más avanzaba hacia su destino, peor se volvía su expresión porque sentía como si todos los dueños de las tiendas le estaban haciendo recordar los sucesos pasados con una sonrisa llena de desdén en sus rostros.

"¡Hola, señorita!¿Le gustaría uno de los nuevos productos de la tienda de Sekkusu Kami-sama?" - preguntó un comerciante con una gran sonrisa. Él había sido uno de los muchos que había tomado la decisión de empezar un nuevo negocio con la creciente popularidad de su deidad local, después de todo, ahora no solo era conocido como Sekkusu Kami-sama, sino como el 'héroe' Jigoku no Kitsune, dándole aún más valor a la mercancía con su rostro - "Este es el Dakimakura de Sekkusu Kami-sama, y no tiene que preocuparse por nada ya que nuestros productos han recibido la aprobación del clan Uzumaki, así que su calidad está comprobada"

Kushina había decidido vender la imagen de su esposo para poder conseguir más fondos para el clan y así poder empezar más negocios, cosa que sinceramente no le molestaba tanto a Kurama porque era como si fuera un Idol... en cuanto a los 'usos íntimos', él sabía que aunque los productos no salieran, de una forma u otra, los 'interesados' conseguirían otros productos

Kurotsuchi por su parte, solo tembló ligeramente mientras su chakra empezaba a circular salvajemente.

"¡No le haga caso, señorita!" - dijo otro comerciante - "Le recomiendo esta figura de Kurama-sama, es la última edición de la serie Jigoku no Kitsune"

La ceja de Kurotsuchi empezó a convulsionar mientras la gente empezaba a reunirse alrededor suyo para vender sus productos.

"¡ARGH!" - rugió la chica de Iwa mientras sentía como su furia explotaba - "¡UZUMAKI KURAMA!"

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