Era como si esta persona hubiese surgido de las grietas de una roca.
Sin rastro alguno…
Había alguien en Ciudad H que ni siquiera la familia Yu podía verificar; o su nombre era falso o, sólo podría existir otra posibilidad, ¡Alguien había alterado los detalles acerca de sus antecedentes!
—Por cierto, joven amo, existe información de Nian Xiaomu de cuando ella cumplió los 20. Se inscribió en la escuela de enfermería y luego obtuvo su certificado…—El asistente reportó cada detalle obtenido durante su investigación.
En comparación con Fang Zhenyi, Nian Xiaomu sí parecía muy discreta.
En el colegio había pocas discusiones sobre ella. Era como si se hubiese presentado en el último minuto para obtener apresuradamente una certificación y después desapareció…
Yu Yuehan se sentó en su silla de trabajo, golpeteando a un lado de la mesa con sus dedos largos y delgados.
Las imágenes del primer encuentro con Nian Xiaomu en el hospital asaltaban su mente.
Joven, bella y enérgica.
Esas tres palabras la describían perfectamente.
Tenía un par de ojos vivaces, desprovistos de alguna picardía.
Sin embargo, Yu Yuehan se sorprendió cuando ella demostró el tipo de determinación que impedía conceder la derrota una vez que él le había manifestado sus dudas sobre si estaba o no calificada para quedarse a cuidar de Xiao Liuliu.
Los ojos de Yu Yuehan se posaron sobre el informe del accidente de tráfico sobre la mesa y su mirada se volvió fría.
—¿Dónde está ella ahora?.
El asistente respondió con asombro, —Abajo, haciéndole compañía a la Pequeña Señorita.
Al escuchar eso, los ojos oscuros de Yu Yuehan se estrecharon. Se levantó de su silla y salió lentamente.
Cuando bajó las escaleras, observó a Xiao Liuliu comiendo golosinas por su cuenta en la sala de estar. Sólo el mayordomo se encontraba al lado de ella.
—¿Dónde está la persona que cuida a Xiao Liuliu?— Yu Yuehan frunció el ceño.
El mayordomo se inclinó y respondió, —Joven Amo, la Pequeña Señorita no deseaba que la cuidaran dos personas. Organicé un horario y le solicité a Fang Zhenyi que descansara primero. En éste instante, Nian Xiaomu está cuidando a la Pequeña Señorita y, ella está en la habitación…
Antes de que el mayordomo pudiera culminar lo que tenía que decir, Yu Yuehan ya había pasado a su lado, caminando directamente hacia la habitación.
Nadie podía evitar estremecerse ante su aura glacial. El mayordomo quedó paralizado del "shock" y no siguió detrás de él.
Yu Yuehan iba justamente a alcanzar la puerta cuando escuchó el sonido *don don*, como el ruido de los objetos que se mueven de un lado al otro.
—Xiao Liuliu, no entres todavía. Quédate jugando en la sala de estar y la hermana terminará pronto…—. Nian Xiaomu estaba en el cuarto escogiendo los juguetes con los que Xiao Liuliu no podría jugar por el momento. Los estaba llevando en sus brazos y estaba a punto de colocarlos en una esquina.
Cuando miró hacia arriba, ella vio una figura esbelta parada en la puerta.
Sus ojos conmovidos y profundos la miraba alegremente.
Su mirada era tan penetrante que inspiraba miedo…
—Joven Amo H-Han…—, Nian Xiaomu contempló a la persona delante de ella y todo su cuerpo se paralizó.
Instintivamente intentó desplazarse hacia atrás, pero olvidó que tenía un montón de juguetes grandes y pequeños en sus manos.
Se tropezó con sus propios pies, tambaleándose hacia adelante, ¡directamente hacia Yu Yuehan!
—¡AH!
*Plop*
No sintió el dolor esperado.
Confundida, Nian Xiaomu abrió sus ojos. Aún se sentía aturdida cuando escuchó una voz tan inquietante que sonaba como si fuera a devorar a alguien.
—¿Terminaste de aplastarme? —El tono era de alguien mascando y apretando sus dientes con disgusto.
Nian Xiaomu miró hacia abajo y descubrió que estaba presionando a ese montículo particular de hielo, y que éste la observaba severamente ¡con una mirada sanguinaria!
—¡De inmediato me levantaré! —Había confusión en la cabeza de Nian Xiaomu. Intentó levantarse rápidamente y utilizó sus dos manos para impulsarse, hasta que escuchó la respiración profunda del caballero.
Luego se percató de que sus manos estaban presionadas contra su pecho.
Inmediatamente retiró sus manos.
—Disculpe, toqué por error.
Yu Yuehan: —…