Cuando los cuatro últimos Sanadores de Nine Dragons Emperor murieron, el silencio descendió sobre la brigada.
—¿Cómo se ha vuelto tan fuertes? —Martial Dragon estaba abrumado por el shock mientras miraba fijamente los cuerpos desvanecidos de los Sanadores.
Aún tenía una impresión relativamente clara de Fire Dance, ya que había luchado contra ella personalmente durante el asalto a la residencia de Cero Alas. Ella había sido insignificante entonces, pero después de algún tiempo, se había vuelto lo suficientemente poderosa para suprimirlo.
—¡¿Cómo es que Cero Alas encuentra tantos expertos?! —preguntó Nine Dragons Emperor. Sus ojos estaban inyectados en sangre mientras veía a Fire Dance moverse en el campo de batalla sin obstáculos.
Aunque la lucha había sido breve, había sido suficiente tiempo para notar que Martial Dragon no era rival para la Asesina en un enfrentamiento frontal. La habilidad que había usado era particularmente problemática.
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