Él hubiera preferido pelear en el campo de batalla que pasar por estas seis horas de nuevo. Se sentía como un látigo constantemente golpeando su corazón. Se sintió muerto en las últimas seis horas.
—¿Está bien Huo Mian?
Zhu Lingling y Gao Ran también entraron en la habitación, les preocupó mucho ver a Huo Mian desmayarse.
—Ella está bien, como dijo el doctor, solo estaba nerviosa y se agotó—dijo Gao Ran, reconfortándola.
Jiang Xiaowei y Wei Liao entraron en la habitación también, Huo Siqian los siguió de cerca sin decir una palabra. Él estaba muy callado hoy. Todos se asustaron al ver la expresión débil de Huo Mian, quien dormía profundamente en la cama.
—Qué chica tonta, debe ser la persona más estúpida del mundo. —Jiang Xiaowei se sentía triste y enfadada.
—No es una tonta, es solo que es demasiado terca. Una vez que su corazón decide algo, ya no hay vuelta atrás. Es obstinada —agregó Zhu Lingling.
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